Ernesto, mi compañero de campamento
Esta es la historia de como un amigo mío, aparentemente hetero y muy varonil, me descubre todo su ser y me va volviendo loco en el transcurso de un campamento de verano.
Ernesto, mi amigo del campamento
Esto que les voy a relatar pasó hace algunos veranos ya, pero me decidí a escribirlo ahora porque anoche mi subconsciente me lo hizo recordar y la verdad, me recordó el morbo que me dio en ese momento. Estaba de campamento en la isla de Tenerife, Canarias. Yo tendría por aquel entonces unos 17 años, alto, moreno, buen cuerpo, marcado como decimos aquí, ojos verdes, muy varonil y tiene la barbilla como partida. Siempre me he llevado con los chicos de clase, sin saber ellos nada de mi condición de bisexual, así durante esos años me aproveche a verlos desnudos en vestuarios y los típicos juegos de "machos" de pelearse, restregarse todo y meternos mano sin implicar nada sino mas que un juego de gallitos. Jajajaja
Bueno, pues allí coincidimos en aquel campamento de verano algunos chicos de clase, entre ellos Ernesto, no era gran amigo mío, conocido y demás, pero nunca colegas, pero eso si, para mi era uno de los mas guapos de clase. Inteligente, siempre aprobaba, a las tías se las llevaba de calle y físicamente estaba bastante bueno. Alto como yo, delgado, cuerpo marcado, cara de macho, de estos que se afeitan y se les queda la marca gris en la cara, ojos marrones, muy buen culo y un paquete prometedor. Entre los tíos de clase era unos de los menos inhibidos porque aunque todos vacilaban desnudos y demás, el era mas "tímido", no andaba tan desnudos como los demás, siempre estaba más tapadito y era difícil pillarle el paquete al aire. Pero vamos, viéndole el trasero ya me quedaba contento todo el día. Jajaja
Pues bueno, por casualidad coincidimos en el campamento, yo no quería ir porque mis padres me obligaron para irse ellos de viajes solos, pero cuando lo vi a él, cambié de idea. Sería una semana, pero vamos que semana iba a pasar.
Como es normal, cuando llegas a un sitio así, lo primero que haces es mirar si conoces a alguien para ir rápido a dar con él. Y así fue. Cuando nos vimos fuimos mutuamente a nuestro encuentro. Nos saludamos sorprendidos y alegres de habernos encontrados. El me dijo lo mismo que yo, que venia obligado y lo menos que le gustaba que seguro que no iba a conocer a nadie, pero que se alegraba de que yo estuviera allí, que por lo menos ya no sería tan frío.
El campamento en si era divertido porque era en una casa en el monte, con grandes espacios abiertos y diversas actividades, montar a caballo, paseo en bicis, playa etc ..
Y claro, para sorpresa las habitaciones eran individuales, y yo ya haciéndome ilusión de dormir con él. Pero bueno. De todos modos Ernesto y yo quedamos casi vecinos, nos separaban el pasillo y tres habitaciones. Las duchas también eran en las habitaciones así que tampoco me divertiría mucho viendo desnudos. Solo cuando hacía calor que se quitaban las camisetas y mi madre, que cuerpos.
Como era normal, las chicas buscaban a los chicos y viceversa, y así todo el día. Pero yo solo tenía ojos para él. Pasábamos mucho tiempo junto y pasando los días cada vez éramos más amigos. Cuando ya faltaban pocos días pal final, toco playa, y la verdad que cuando lo vi en slip de baño estaba tremendo. Yo ya sabia como era, lo había visto muchas veces en slip pero no se, ese día estaba mejor que nunca. Jugamos en el agua a todo, cuando lo subí a la pela alta, sobre mis hombros para hacer guerras demás, saber que su paquete estaba detrás de mi nuca, me tenia muy excitado. El verlo allí, mirándome, riéndose, le veía ese cuerpo casi perfecto, con sus pelos en el sobaco, cosa que me excitaba, uffff todavía lo recuerdo y me pongo. Pero una de las veces hizo una cosa que me descolocó, estaba a la pela pero la baja, y no se porque pero con sus pies me toco el paquete, me dijo al oído: Te la estrujo jajaja pero yo no ande corto y le dije: si, te crees tu que yo no puedo hacer lo mismo, y con las mismas eché mi mano hacia a tras y le cogí el paquete completo. El corazón casi se me sale del pecho, el se sorprendió un poco, fueron segundos, pero para mi fue alcanzar la gloria. Al momento se soltó, se rió y nos empezamos a ahogar en plan juego y demás.
La verdad que ese día fue muy bueno, el recordarlo verlo allí, todo mojadito, el agua escurriendo por su cuerpo, el pelo ensortijado por la brisa del mar y yo reviviendo el momento en el que le cogí el paquete; y bueno, le rocé todo el cuerpo porque con tanto juego y tal, le iba rozando todo por todos lados.
Bueno, en el trayecto de nuevo al campamento, se dejo dormir sobre mi hombro en la guagua (bus), y la verdad verlo allí, tan tranquilo, tan bonito, no pude evitar tocarle la mano, acariciarlo muy cuidadosamente de que nadie me viera. Eran microsegundos, pero muy placenteros pa mí.
Cuando llegamos al campamento, obviamente cada uno fue a bañarse y demás para prepararnos para cenar. Yo me fui a mi habitación a ducharme y hacerme una buena paja porque estaba recalentado. Cuando ya estaba a punto de entrar a la ducha, ya solo andaba en slip, entra Ernes, como yo le decía, a mi habitación. Una me sorprendió como entro, rápido, y cerrando la puerta y la otra era que venía en calzoncillos blancos con el borde rojo y bastante contento por el bulto que traía. Con todo su cuento me venía a pedir una camisa pero claro, se puso a hablar de las chicas y demás, y se terminó empalmando del todo. Y yo ni te cuento, entre lo que me contaba y cuando va y se mete la mano en el calzoncillo como pa colocársela, y claro, con tanto magreo se le estaba bajando el slip. Ya le estaba viendo el tronco de toda la polla, y vamos, un diámetro como de 5 cm de base y su bello ahí todo recortadito que subía hasta el ombligo. Yo realmente me estaba poniendo muy malo. Tanto que no pensé lo que dije, porque no pensé lo que le solté: estate callado ya y deja de sobarte que me vas a empalmar. El me miró con esa cara de pícaro que pone, y la verdad entre que la luz estaba apagada y solo estábamos con la luz que entraba por la ventana, muy tenue, vamos el ambiente perfecto. Y bueno les relato la conversación:
Yo: estate callado ya y deja de sobarte que me vas a empalmar
Ernes: Pues mucho mas no creo porque mira como estás
Yo: Normal, te pones ahí a relatar (yo intentando que no pareciera que era por él)
Ernes: Y sin relato también, porque hoy en la playa también estabas empalmado cuando te toque el paquete con los pies
Yo ya no sabía ni para donde mirar, no entendía su juego. O me iba a descubrir y rechazarme por ser maricón, cosa normal entre los machos como él, o iba a entrar en mi juego. Pero de veras que hasta pálido tendría que estar.
Yo: Pues tu tampoco te quedabas atrás porque cuando te toque a ti también estabas bien contento
A la vez que yo le decía eso, me viré para él, de frente por frente y me acerque hacia él, porque si quería juego, pelea o lo que fuera lo iba a tener. Todo esto teniendo el todavía su mano metida en el slip sobándose el paquete.
Nos quedamos mirando fijamente a los ojos, bajo su vista por todo mi cuerpo y volvió a subir. Yo viendo esto y su pedazo sobada que se estaba propinando estaba que reventaba, el calzoncillo no me aguantaba la empalmada.
En esto me dice:
Ernes: Tienes buen cuerpo y muy buen paquete
Ya con esto estaba claro el juego que quería.
Se sacó la mano del paquete y me acarició el pezón izquierdo. Yo ya estaba que me derretía. No me podía creer lo que me estaba pasando.
Ernes me estaba acariciando mi cuerpo, mi pecho con todo su mano, bajando por mi abdomen y acercándose cada vez más a mi boca .
Cuando oímos tocar al monitor por las puertas de las habitaciones diciendo que fuéramos acabando para bajar a cenar.
Se rompió toda la magia del momento. Ernes me cogió la camisa que estaba encima de la cama, y salió corriendo para su habitación mirando que no le viera nadie.
Y yo me quede allí, de pié, como un gilipollas pensando en lo que acaba de pasar y la oportunidad que acaba de perder, y que quizás iba a cambiar todo. Que iba a perderlo como amigo, quizás había sido todo fruto de una calentura y ahora se iba a arrepentir. Yo que sé. El era bien macho, nunca pensé que esto pudiera pasar.
Al final baje tarde a cenar, todo desconcertado, buscando a Ernes a ver si me había guardado el sitio al lado suyo, pero no. Los sitios alrededor suyo estaban ocupados. Yo me senté con otros chicos y chicas que también habíamos hecho amistad y bueno, trate de disimular mi preocupación por Ernes. Para mí ya esto significaba que no me quería al lado suyo, y lo que es peor, que había descubierto mi secreto y yo no sabia que podría decir o hacer. Todavía no estaba seguro del todo a que jugaba él.
Después de cenar, nos tocaba la noche del terror, era la última noche del campamento, y parecía que iba a ser la peor de todas. Nos separaron por grupos y no me tocó con él.
Lo miraba y tal, él, algunas veces me respondía la mirada, se veía tan guapo con mi camisa, riéndose y tal, para nada lucia preocupado, pero yo si que lo estaba. En una de esas en las que los grupos empezaron a caminar medias a oscuras, solo con una vela que nos alumbraba me lo encontré de frente, a solas y solote dio tiempo a decirme:
Vi como te quedaste cuando tu sitio estaba ocupado pero fue que Raquel se sentó y le dije que era para ti, pero como no llegabas al final se quedó.
Yo respire profundo cuando lo oí decir eso y me alegre, le iba a contestar pero en eso legaron los restantes del grupo y nada, nos quedamos ahí a medias. Aunque ya las miradas eran mucho mas comprometidas.
Pasadas las horas, termino la actividad, y nos advirtieron que nos fuéramos a las camas que y era bastante tarde y que no estuviéramos con jaleos que mañana había que madrugar. Entonces, tristemente, cada uno se fue para su habitación, él me miró, me hizo una mueca como quien dice, que vamos a hacer, y entramos para las habitaciones, porque luego harían las rondas de costumbres.
Yo no podía dormir, recordaba todo lo ocurrido aquel día, lo de la playa, lo de la habitación, su mirada cuando nos encontramos a oscuras y lo que me dijo. Yo entendía que él quería algo pero era imposible vernos. Daba vueltas y vueltas, y una idea me rondaba en la cabeza:
Y si me levanto y voy a dar a su habitación, puedo dejar mi cama con mantas y tal por si vuelven y me voy para la de él. Me estaba volviendo loco, no sabía si ir o no, y si me rechazaba. Bueno podía decirle que iba a hablar de lo ocurrido y no a comerle la polla directamente jajaja Al final, me harté de valor, preparé a mi yo dormido y me fui para su cuarto. Con una camiseta y en calzoncillos. Abrí muy despacio mi puerta, miré que no hubiera nadie. Caminé de puntillas intentando hacer el menor ruido posible y llegué hasta su puerta. Respiré hondo, sentía mis pulsaciones a mil. Giré el picaporte y entre calladito. Cuando llegué a los pies de su cama, le dije bajito:
Ernes, ¿Ernesto, estás despierto?
Ernes: ¿Que, tu tampoco podías dormir?
Yo: Cabrón, me asustaste, pensé que estabas durmiendo.
Ernes: jajaja ¿Tú te crees que con todo lo de hoy me iba a dormir? O venías tú o iba yo
Yo: Sonreí, su respuesta me tranquilizó
Entonces Ernes se incorporó de la cama un poco, y como yo estaba agachado al lado, me miró a los ojos (entraba un poco de claridad por la ventana ya que había Luna llena y llegaba justo hacia donde estábamos nosotros), me acarició la cara con su mano derecha y entonces me besó. Y como besaba, me estremeció todo el cuerpo. Se hizo a un lado de la cama y me invitó a entrar, para mi sorpresa el ya estaba desnudo.
Yo: ¿Estas desnudo?
Ernes: Si te estaba esperando, y mira como estoy por tu culpa.
Me cogió la mano y me la llevó a su polla. Joder, estaba como una roca y era bastante grande, unos 18 cm. por lo menos y gorda, ummmm me llenaba la mano.
Yo estaba que no me lo creía, besándome con Ernes, que besos, le empecé a chupar la oreja, le gustaba mucho. Le bajé por el cuello, seguí hasta su pecho y le chupeteé los pezones, le encantaba. Se estaba dejando hacer. Seguí mi camino hasta que llegué a roque erguido, que grande y gorda era. Se le chupe con muchas ganas, primero le pasé la lengua por el capullo, le baje por el tronco, le chupe los huevos, ummmm volvía subir por el tronco. Me puse a jugar con su capullo, pasándole la lengua por el orificio, lo estaba realmente desesperando jajaja hasta que me la metí en la boca. Él dio un gran suspiro y gemía, bajito, de placer, que no era cuestión de que nos descubrieran. Quería chapársela hasta que se corriera. Quería obtener todo esa noche aunque no plegara un ojo.
Seguí chupándosela hasta llegados a ese punto, al borde del orgasmo, pero cambié de idea y no seguí hasta obtener el premio. Se le podía bajar y pederme yo de todo lo demás, NO. Subí por todo el mismo camino que antes había descendido hasta llegar a sus labios de nuevo, le bese como nunca había besado a nadie. Nuestras lenguas jugaban hasta lo más profundo, era la gloria.
Ahora fue Ernes el que tomo la iniciativa y comenzó a acariciar tomo mi cuerpo, con su mano, con su boca, me comía los pezones, era muy sensual. Sabia perfectamente lo que hacía. Siguió bajando e hizo el mismo juego que yo, la verdad que me desesperó, hasta que se la metió en la boca. Me hizo una mamada que todavía nadie ha repetido, fue tremenda, tanto así o lo caliente que yo andaba que me vine, le avise, para que me vengo, pero para nada, el siguió a lo suyo, más rápido y masturbándomela con la mano, ohhhh yo ya no aguantaba más y acabé en su boca. Aun así siguió mamándola y limpiándomela completa, casi no aguanta, era demasiado la sensibilidad. Al final paró, subió por mis abdominales pasándomela la lengua, dándome besos, ummmm Nos morreamos de nuevo, me sorprendió el ver que se había tragado toda mi corrida, suponía que era novato en esto, pero para nada.
Nos abrazamos, nos besamos. Él estaba encima mío,sentía todo su ser junto a mí. Empecé a tocarle el culo, esas buenas nalgas con las que tantas pajas me había hecho. Acariciaba su espalda, fuerte, ancha, mi madre que hombre aquel.
Se puso de rodillas en la cama, y me dijo:
Levanta las piernas.
Yo obedecí a mi hombre, y comenzó a jugar con mi entrada trasera. Me empezó a rondar con un dedo suyo, luego fue con su lengua. Realmente me estaba elevando al séptimo cielo, ohhhhhh. Cuando ya lo vio dilatado, se inclinó hacia delante, trabó mis piernas con sus hombros, me besó y me dijo, ahora vas a ser mío.
Y empezó, suavemente a penetrarme, la colocó y empezó a entrar. Poco a poco, me hizo sentir de todo. Ese pedazo de macho, de hombre, que todas las tías querían y los gays soñaban era mío en este momento. Ya estaba empezando a bombear algo más rápido y estaba entrando toda, que gustazo. Follaba de puta madre. Así estuvimos un buen rato, se veía que tenía aguante hasta que ya estaba a punto de venirse, entonces la sacó, se acercó rápidamente a mi cara y término en mi boca, cara, cuello. Chica corrida, fueron un par de buenos trallazos pero que gozada. Él se quedó a gusto pero yo todavía quería más. Quería cogérmelo.
Cuando el acabó, me beso, y se tumbó al lado mío, medio abrazado a mi. Él vio que yo todavía estaba izado y me dijo:
¿Te quedaste con ganas?
Jajjaa Pues si, me gustaría cogerte. La cara le cambió un poco.
Yo: ¿Qué te pasa?
Ernes: Nunca me han dado, suelo ser yo el que coge. (Vamos el típico macho)
Yo: Bueno, pa todo hay una primera vez, tendré cuidado.
Y bueno, me miró, sonrío y me besó. Venga dale.
Yo estaba que brincaba en una pata. Se tumbó boca arriba y se dejó hacer. Le subí las piernas, y le empecé a comer el culo. Se estremecía, se lo estaba haciendo bien, le iba metiendo poco a poco la lengua, y ya luego le empecé a meter un dedo para que fuera dilatando porque estaba bien cerrado, se veía que no mentía. Cuando ya se relajó y me entraban dos o tres dedos, decidí que había llegado el momento. Me puse bien, sus piernas en mis hombros, le besé y le dije al oído, tranquilo que si no aguantas pues lo dejamos.
Al principio me costó un poco, estaba bastante cerrado y no quería hacerle daño. Después ya empezó a entrar, primero la cabeza, la saqué, de nuevo un poco más y así hasta que se la metí toda. Paré dentro para que se acostumbrara y ya después empecé a bombear. Ohhhh que gusto, el se retorcía de placer, me besaba, me acariciaba mi espalda. Me decía: dame, dame duro, quiero ser tuyo. Ohhhh y se mordía el labio.
Ahí estuvimos también un buen rato hasta que me iba a correr, pensaba correrme encima de él, pero me dijo que me corriera dentro de él, y así fue. Que gusto, se la clave hasta el fondo, él gimió como un loco, yo creo que hasta un poco de dolor sintió, pero valía la pena. Luego le besé y me tumbé a su lado. Hablamos mucho rato y me hizo muchas confesiones sobre él, como que era bisexual, pero más hetero que gay. Que disfruta mucho con estas relaciones secretas, con los juegos en los vestuarios y demás. Y yo le pregunté que de todos modos él era algo tímido porque en los vestuarios no se mostraba desnudos ni caminando para allá ni para acá. Y me dijo que era porque se empalma muchas de las veces y tenia que disimularlo. Que se había fijado en mí pero que pensaba que a mi no me iba porque no me había notado nada. Pero que ahora al ir conociéndome más en el campamento pues se lanzó a la aventura. Se nos pasó mucho tiempo hablando de nuestras cosas y ya estaba comenzando a amaneciendo.
Aprovechamos y nos duchamos juntos, yo lo bañe a él y el a mí. Nunca olvidare esto. Nos besábamos, nos tocábamos de nuevo, que experiencia. La primera así tan plena. Me sentía tan contento, teniendo semejante macho a mi lado.
Después me seque y salí corriendo para mi habitación antes de que pasaran los animadores. Todavía no se había levantado nadie.
Estaba en una nube, y la noche tan activa se empezaba a notar porque me estaba entrando sueño, pero bueno, la ocasión merecía el esfuerzo. Empecé a hacer la maleta pues era él último día y teníamos que preparar todo. Cuando acabé fui a dar con él, y estuvimos todo el día juntos hasta el momento de separarnos. Él vivía cerca de mi casa, pero al poco tiempo sus padres se divorciaron y perdimos el contacto. Muchos años viví con su recuerdo. Y todo esto me enseñó que cuando un tío te vaya, no debes amargarte porque no es gay, sino esperar el momento en el que aceptará estar contigo. Tengo muchos amigos heteros que cuando están recalentados les da igual con quien estar, si hombre o mujer, estas serán otras historias, porque al final, ya sea por curiosidad o porque realmente lo sienten, todos tienen su parte gay. Y normalmente cuando lo prueban suelen repetir.
Y bueno, ya de esto han pasado como 7 años y no volví a saber de Ernesto hasta ayer que lo volvía ver de pasada por el pueblo. Está guapísimo y más hombre si cabe. Sigue igual de físico, en su línea. Delgado, pelo corto, mascado, una mirada que derrite. No pude hablar mucho con él, pero ya por lo menos tengo su número y vamos a quedar en breve, jajaja Ojalá se vuelva a repetir todo esto porque lo estoy deseando y ya hasta soñé de nuevo con todo lo que pasó aquel verano, por eso está escrito aquí.
Suerte a todos, y un concejo, nunca se rindan antes las adversidades porque nunca se sabe por donde va a soplar el viento. Chao, gracias y espero que les haya gustado.
Suerte