Erla y su familia (03: Dia de San Valentin)

Si, y es que no podiamos dejar de pasar desapercibida una celebración tan bonita. Imaginense... el día de San Valentín pasarlo en "Familia"... pero de una manera muuuuyy... Diferente.

Día de San Valentín

Si, y es que no podíamos pasar desapercibida una celebración tan bonita y; mucho menos la oportunidad de celebrarlo “en familia”. Imagínense, el día de San Valentín, signado día de la amistad, también del amor, pasarlo en familia, pero de una manera muy especial y diferente.

Esta celebración para mí significó mucho; mi iniciación en una variante del sexo que no había practicado aun y la integración de todos como familia haciendo el amor juntos.

Todo comienza el día anterior (martes) en la noche, al recibir la visita de mi prima Zuly en el apartamento. Donde con botellita de vino y todo comenzamos nuestra extraña celebración por adelantado. Y digo extraña, porque una de las cosas que caracteriza nuestros momentos íntimos es precisamente la locura que en estos se manifiesta, mas no así esta vez. En donde me encuentro con una Zuly tierna, llena de detalles y abierta a que fuese yo quien tomara toda iniciativa.

Dentro de un ambiente colmado de ternura y amor, disfrutamos nuestros cuerpos de una manera muy hermosa. En ningún momento dejábamos de besarnos; mientras jugábamos con nuestras vaginas hacíamos pausas para incorporarnos y besarnos, de igual manera mientras hundíamos nuestros dedos en nuestras húmedas cavidades nos besábamos; y finalmente para conseguir nuestro anhelado orgasmo, en una posición que a mí particularmente me fascina, a horcansas una sobre la otra rozando o mejor dicho restregando nuestras vaginas al tiempo que movíamos nuestras caderas y por supuesto, nos besábamos. Allí, exhaustas pero satisfechas y abrazadas, nos hemos quedado dormidas.

Al día siguiente ya Día de los enamorados, luego de tanta insistencia por parte de Zuly; pedí permiso en el trabajo para ausentarme y así salir con ella de tiendas a comprar algunos regalos. Para mi sorpresa no me había comentado que ese día ya había acordado con mi mamá y mi hermano,  reunirnos a celebrar el día en mi apartamento.

Entrada la tarde, cerca de las 5 fue mi hermano con su esposa Nena, quienes se presentaron primero. Trajo tres botellas de vino espumante y algunos pasapalos. Colocamos música  y hablábamos de las cosas que pasaban en el país cuando a eso de las siete y media llegó mi mamá. La cara de mi hermano era de película; pienso que no estaba al tanto de que mi mamá también estaría presente en la celebración. No se molestó, pero inmediatamente se sintió el ambiente como se tornaba lleno de expectativas y sí, hasta un poco tenso. Por lo que mi cuñada Nena destapó una botella de vino y comenzó a servir a todos. Zuly y mi mamá fueron hasta la cocina para servir unos pasapalos mientras mi hermano Luis me hablaba de la intranquilidad que sentía por la presencia de mamá; mientras que Nena reprimiéndolo le dice que eso se le quitaría sintiendo y disfrutando el cuerpecito caliente y lozano de su mami.

Me extrañaba un poco el que hacia bastante tiempo la otras dos estaban en la cocina y no traían aun los pasapalos; y me fui para allá a ver que las demoraba. Y para mi sorpresa, allí estaban las dos como unas colegialas besándose y tocándose; como no se percataron de mi presencia me retiré nuevamente al otro salón dejándolas solas.

Mi hermano, inquieto también por la tardanza de estas, se decidió a ir allá para ver que sucedía y; cuando me aprestaba a detenerlo la Nena fue quien me detuvo indicándome al oído que seria una oportunidad para que se acercaran. En ese momento Zuly salía con los pasa palos y nos dijo que se quedaron hablando. Después de un momento salieron los dos, mamá sonriendo y mi hermano algo serio. Hasta el momento y aun hoy, jamás he sabido sobre qué hablaron. No le prestamos mayor importancia y continuamos la celebración.

Un poco mas tarde, serian ya las nueve de la noche, el ambiente estaba más tranquilo, bueno, en realidad no tan tranquilo, porque mi cuñada y yo ya estábamos haciendo de las nuestras. Ya bastantes alegres y quizás llevadas por los efectos del vinito, me encontraba con la Nena bailando una música suavecita en el medio de la sala. Allí, a la vista de todos, no pude evitar deslizar una mano sobre una de sus nalgas al tiempo que la besaba tiernamente. Ella cargaba puesto un vestido bastante corto que me permitió acariciar sus nalgas que se sentían suaves y firmes. Desde ese punto, podía observar como Zuly en el sofá, posaba una mano en la entrepierna de mi mamá mientras que esta acariciaba tiernamente las mejillas de mi prima.

En el mismo sofá y como para romper ese cuadro tan hermoso, se encontraba mi hermano observándolas con su cara muy seria. Le guiñé un ojo a Zuly para que tratara de integrarlo, cosa que trato de hacer inmediatamente, no teniendo muy buenos resultados. Viendo esto, nos acercamos al grupo. Mi cuñada se quedó con mi hermano mientras que yo me acerque donde mi prima y mi mamá. Allí estuvimos un rato mientras reíamos y nos besábamos y acariciábamos. Luego de un momento y viendo que los ánimos ya estaban propicios como para pasar a algo más intenso; les propuse a todos irnos para el cuarto y así estar un poco más cómodos y con un poco menos de ropas. Bueno, eso de un poco menos de ropa era un decir; porque para ese momento ya seria estar desnudos, ya que durante los juegos anteriores era mucha la ropa que ya estaba en el piso. A esta invitación accedimos a excepción de mi hermano quien decidió quedarse allí con su esposa.

Así que nos fuimos nosotras para el cuarto. Antes pasé por otra botella de vino y al llegar a la habitación estaba mi prima, con su tía tendida en la cama dejándose chupar los senos. Aproveche ese momento para ir a mi cuarto y buscar unos juguetitos que tengo para mis ratitos de aburrimiento y; que este, aunque no era precisamente uno de aburrimiento, se prestaba perfectamente para utilizarlos. Me acerqué por detrás de Zuly y tomándola suavemente por sus nalgas me dispuse a separarlas para luego colocar mi lengua sobre el arrugado agujerito de su culo que temblaba y se contraía divinamente cada vez que la rozaba con ella. Me percaté mientras hacia esto, que mi mamá acercaba su mano para acariciar le sexo de mi prima y hundir sus dedos en él. Zuly entre tanto movía sus caderas jadeando y suspirando al ritmo de las caricias que le propiciábamos mi mami y yo. Separándome de aquella posición me acerqué a mi mami y; cuando me proponía a separar sus piernas para hundir mi cara en su vagina, me detuvo indicándome que me colocara sobre ella de manera que mi vaginita quedara sobre su cara.

Quiero comerte hija, me dijo. Me estremecí inmediatamente cuando sentí como mi mama con su lengua acariciaba los labios de mi vagina. Podía sentir, como ya menos inexperta que antes, metía su lengua profundo y acariciaba con ella mi clítoris que se encontraba ya hinchado y palpitante debido a tantos estímulos. Fue mi prima Zuly quien ocupó el lugar donde yo quería estar antes, colocándose hábil sobre la entrepierna de mamá para lamerla y arrancarle como a mí, exquisitos gemidos a cada envestida le las lenguas sobre nuestros clítoris.

Fue inevitable que me viniera, me corrí en espasmos múltiples, allí con mis piernas abiertas sobre la cara de mi mami; sentía también como ella jadeaba descontrolada indicándome que también estaba teniendo un orgasmo bajo la mamada que le propiciaba mi prima Zuly. Mientras esto ocurría, ¿cuál fue mi sorpresa al ver como desde la entrada de la habitación nos observaban mi hermano y su esposa?. Era tan evidente la excitación que esta escena les había provocado; sobre todo viendo ese brillo en sus ojos y como se acariciaban mientras nos veían.

Les pregunté que desde cuando estaban allí, a lo que respondieron que lamentablemente no mucho tiempo, pero lo suficiente para disfrutar de lo más importante que fue nuestra venida. Me sorprendió además la disposición de mi hermano, quien acercándose se sentó en la cama al lado de mamá, tomándola de la mano acariciando con esta su mejilla. Como recordarán, mi hermano siempre se mostró reacio a la idea de tener sexo con ella, aun cuando mami supo de nuestras relaciones y él de las mías con ella. Mirándome a los ojos Luis mi hermano, hizo un gesto invitándome a unírmeles besándome en la boca para luego  hacer lo mismo con mami. Un poco confundida vi como mi cuñada y mi prima me sonreían, haciéndose a un lado y dedicándose a amarse mientras nos dejaban a nosotros  hacer lo mismo.

De los ojos de mami salían pequeñas lagrimas, al tiempo que nos decía lo feliz que se sentía de tenernos juntos y de aquella manera. Vi como al tiempo sonreía y besaba a mi hermano en la boca mientras llevaba una de sus manos a su entrepierna para asirse de su pène que, para ese momento se encontraba totalmente erecto y a lo que seguidamente comento:

¡Cómo haz crecido hijo, en verdad... cómo has crecido!.

Lo acariciaba suavemente mientras él besaba y chupaba sus pezones junto a mí. Entre tanto ocurría esto, en la alfombra se desarrollaba otra escena similar con mi prima y mi cuñada. Las cuales daban uso de los lubricantes de sabores y juguetitos que momentos antes llevé al cuarto. Con mi preferido que es la Balita, Zuly se masturbaba mientras que mi cuñada Nena hacia lo mismo con sus dedos. Simultáneamente con uno de mis consoladores el cual tiene una apariencia bastante real y de prominentes dimensiones, pude ver como increíblemente La Nena lo hundía en su trasero; nunca me imaginé que algo de esas dimensiones pudiese estar en aquel lugar. Creo que mi cuñada se percató de mi asombro, a lo que dirigiéndose a mí sensualmente me dijo:

Se siente divino Erla, tienes un juguete fabuloso... me imagino que te la pasas haciendo esto con él, putica.

Supongo que era el hecho de no haber tenido nunca sexo anal y; el ver a mi cuñada como disfrutaba penetrando su culo con aquel instrumento, que me impresioné tanto. Mientras, sumida aun en mi asombro, ella me invitaba a acercarme diciéndome:

Ven tontita, quiero que me metas esta vaina en el culo y me la muevas rico... ¡Ahhhh... anda ven!.

Me acerqué, ella tomó mi mano casi obligándome a agarrar el consolador y moverlo junto con ella al principio, luego era yo quien excitada cada vez más, se lo hundía como si se tratara de un pène de verdad. Muchas veces he tenido deditos dentro de mi trasero, pero jamás algo como aquello; en realidad me sentía turbada y excitada observándola. Desde el piso podía escuchar a mi hermano como gemía diciéndole cosas a mi mami. Alcé la vista y pude ver como mi mama tenia su pené dentro de la boca; en verdad lo lamía y chupaba con ganas; y mi hermano casi irreconocible para mí, ya que antes no aceptaba la idea de tener sexo con ella. Viendo esto, dejé a mi cuñada para unírmeles.

Mientras besaba a mi hermano Luis, le decía al oído lo divino que se siente la vagina de mamá, que por qué no se la besaba, a lo que me dijo que no se entusiasmaba mucho aun. Con esa respuesta y; decidida a que aquella ocasión fuera de completa satisfacción para todos; me coloqué detrás de mama para besar sus nalgas y lamer su sexo.  Luis me veía con deseo, saque mi dedo da la vagina de mi mami, para pasárselo a mi hermano por sus labios. Inmediatamente comenzaba a olerlo y a chuparlo; sonriéndole le invite a que se acercara y; tomando a mi mami por las nalgas, comenzó primero acariciando su vulva con la cara. Me quedé allí observando como suspiraba mientras la olía diciéndole repetidas veces: ¡Que rico mama... Que rico!

Y mi madre respondiéndole:

¡Aahhh!... Sigue hijo, me encanta así... aahhh sigue bebé, cómale la cuquita a su mami... Siii  así.

Aunque estoy segura que no hace falta que lo diga; debo confesar que en ese momento casi sentí que me venia, la piel se me erizaba de solo escuchar aquella conversación y verlos haciendo un sesenta y nueve espectacular. Claro, que mientras pasaba todo aquello, mi mano no se quedaba tranquila, ya que me tocaba suavemente, masturbándome como si se tratara de una película XXX.

Entre tanto, no me había percatado de que las otras dos, me refiero a Zuly y mi cuñada; también se deleitaban de la escena en curso.

Mira como se comen Nena- a la mama como que le gusta, verdad; decía mi prima Zuly. Yo lo que quiero es ver cuando se la coja Zuly, esta vaina me tiene caliente; decía La Nena. Y viendo que yo estaba allí solo observando y tocándome; se me acercaron las dos. Zuly que colocada entre mis piernas me masturbaba con su lengua, bueno, mejor dicho, me cogía con su lengua; y La Nena parada delante de mí, dejándome su conchita para que se la comiera, fue suficiente para venirme inmediatamente.

Por un momento quedé rendida en la cama bajo los efectos de aquel orgasmo tan divino. Al poco rato me levanté para ir un momento al baño. En ese recorrido no pude conseguir rincón alguno donde no se percibiera olor a sexo, solo se escuchaban gemidos y suspiros en todo el apartamento, todo ese ambiente era realmente excitante. Acercándome al oído de mi mamá le dije que ya vendría siendo tiempo de probar con algo diferente; así que  luego de que mamá se hiciera a un lado, me subí sobre  mi hermano Luis y tomando su verga la dirigí a la entrada de mi húmeda vaginita para luego cabalgarlo divinamente. Primero comencé subiendo y bajando suave y lento, luego, sintiendo como su duro péne se deslizaba en mi húmeda conchita, comencé a moverme más rápido y fuerte.

Mientras, mami besaba mis pechos agarrando mis nalgas tan fuerte, que en un momento pude sentir sus uñas casi arañándolas. Sin haberme venido aun, mi mama me pidió que me hiciera a un lado para ser ella quien montara a mi hermano. Al momento sentí un poco de molestia, pero inmediatamente me di cuenta que lo que sucedería luego me encantaría tanto como estar sobre mi hermano. Inmediatamente mami  arrodillada a horcansas de frente a mi hermano asiéndose de su péne, lentamente fue metiendolo en su vagina. Cerrando los ojos soltó un largo gemido que nos hizo erizar la piel a todas, comenzando luego a mover sus caderas como desesperada; gritaba y gemía sin dejar de decir:

Así hijo, así, ay còjeme papito... aahh cògeme Luis, tienes una verga tan dura ¡aahhgg!

Nunca me llegue a imaginar escuchar esas palabras de mi mamá y mucho menos con su propio hijo.

Me tumbé de espalda y tomando uno de mis juguetes comencé a penetrarme yo misma; sentí una mano... era la de mi prima Zuly que tomando mi vibrador me penetraba entonces. La Nena tenia su cosita sobre la cara de Luis, mientras este, penetraba a mami. Uno de los dedos de Zuly se encontraba dentro de mi cerrado culito. La Nena al ver esto ce acercó; retiró el vibrador de mi cuquita y; donde antes estaba el dedito de mi prima estaba ahora el suyo. Si, sentía su dedo dentro de mi culo moviéndose tan rico, tan suave, mientras maliciosamente se quedaba observándome.

Pasaba su lengua sobre sus labios y; con cara de perversa, sin sacar su dedo, usando sus dientes, retiró la funda de látex con forma de pené de mi vibrador. En realidad no entendía; un sentimiento de confusión me invadía en ese momento para luego convertirse en desesperación; una desesperación que me excitaba mas todavía. Volteé a un lado y estaba mi hermano sobre mi mama que tenia sus piernas abiertas recibiendo sus fuertes embestidas. Zuly sentada al otro lado se masturbaba con otro de mis juguetes. Luego, un dolor me invadía desde atrás; y es que La Nena sacaba su dedo bruscamente de mi hoyito. Como para compensar colocó su boca sobre mi rajita tocando con su lengua mi clítoris que temblaba incontenible.

En ningún momento me quitó aquella mirada llena de malicia. Colocando la punta del vibrador en el anillito de mi trasero, comenzó a jugar con él pero sin meterlo, solo presionaba con la puntita. Mi desesperación crecía; y para variar, mi cuñada lo percibía. Porque a cada bocanada de aire que yo absorbía, iba hundiendo mas el aparato. Lo encendió, y juro que simultáneamente lo hizo conmigo; y digo esto porque al sentir su vibración comencé a excitarme más y más. Sus dedos jugando con mi clítoris me ponía más caliente; así que comencé a mover mis caderas involuntariamente, lo que aprovechó Nena para ir empujando mas aquello en mi culo. Era extraño; me dolía enormemente, pero a la vez me encantaba, mejor dicho me gustaba, lo deseaba, lo deseaba más y más profundo; lo deseaba con más y más fuerza.

Para colmar mas mi locura, no podía creer lo otro que veía; mamá colocando una almohada alzaba sus caderas y abría sus piernas mientras mi hermano hacia lo mismo con sus nalgas. Colocaba un poco de lubricante en su trasero y su pène que luego se perdía en aquella oscura cavidad. Mama gritaba, gemía, se movía como una loca. Éramos solo las dos las que nos escuchábamos en esa habitación. Era verdaderamente increíble como me estaba gustando sentir aquello en mi agujerito, era divino. Fue entonces cuando pensé, como se sentiría con uno de verdad, si, con el de mi hermano, ¡qué divino sería! pensaba. Y no aguantando más, le pedí a mi cuñada que sacara eso de mi culo ya que tenia algo mejor en mente. Ella lo sabia, ¡por supuesto que lo sabia!. Dirigiéndome a mi mamá y sabiendo además lo que eso la irritaría, le dije como otras veces con voz de niña consentida:

Mami no seas malita, yo también quiero un poquito de eso; yo también lo quiero aquí en mi culito, anda mami déjame.

Y sonriéndome le indico a mi hermano Luis que se lo sacara, lo que él hizo inmediata, pero lentamente. Automáticamente cerré los ojos, creo que por no ver lo que pensé que vería (el pène de mi hermano impregnado de... de... bueno, creo que me entienden, de eso que normalmente una tiene dentro del culito). Y me sorprendió de sobremanera después que mi mama me animara a mirar; que no había ocurrido nada, ningún accidente, estaba como dicen, limpiecito como un sol.

Estaba tan erecto que juro, me daba un poco de miedo tenerlo en mi trasero, al punto de casi desistir de la idea. Zuly colocada debajo de mí, ya que me encontraba en posición de perrito, como dicen por allí, en cuatro, chupaba mis tétas; mientras La Nena separaba mis nalgas y mi mami hundía dos dedos impregnados de lubricante en el interior de mi ya dilatado anito. Los movía en forma circular al principio, “rico”, luego doblándolos como deditos caminando, me hacia cosquillas dentro, “divino”, era único todo aquello. Casi simultáneamente mientras mami sacaba sus dedos de mi ano, Luis me penetraba suave pero decidido donde antes estaban los dedos da mi madre. Me dolía, no podía negar que me dolía, tampoco podía negar que no era lo mismo el pène de mi hermano que el juguetito que tenia anteriormente. Pero también me encantaba; era una confusión de sentimientos encontrados que, unidos a los dedos de mi mami perdiéndose en las profundidades de mi vaginita que casi inmediatamente comencé a venirme en un orgasmo muy pequeño.

En verdad eran demasiadas sensaciones extrañas. Pero le pedí a mi hermano que no parara, que siguiera embistiéndome más rápido con su verga dura aun como un listón. Zuly, que debajo de mí besaba mis tétas; se acerco a mi entrepierna y colocándose boca arriba, sacó los dedos de mi mami para dedicarse a comerme mi cuquita que destilaba grandes cantidades de líquidos mojando su cara. Pero no era que me hubiese venido, no, era la humedad que se apoderaba de mi vagina tras todas las sensaciones que de mí se apoderaban en aquel momento. Yo misma era entonces la que empujaba mis caderas de modo que mi culo se tragara casi por completo aquel pené tan divino, aquella verga tan sabrosa de mi hermano que se contraía y dilataba junto conmigo. Si, porque podía sentir como el interior de mi culo lo hacia, se contraía y dilataba a cada embestida; cada vez que su pené entraba y salía era como si en cada uno de esos movimientos me fuese a venir. Era la locura, era desesperante. Inevitablemente escuchando como mami le decía a mi hermano:

Así hijo dele así, cojase a su hermana bien sabroso... así... quiero ver como acabas y le llenas su culito de tu lechita Luis... ¡acaba hijo acaba!  Y como él en respuesta también gritaba:

¡Me vengo coño!... me vengo hermanita Aaahhhhggg...

Y me vine, me vine a chorros, me vine como jamás lo había hecho, me vine como una loca, sí como una loca. Grité más, cuando sentí a mi hermano sacando su miembro de mi culito adolorido; de cuyo interior brotaba su semen, semen con el que mi hermano  había regado mi culito virginal. Me tumbé en la cama gimiendo aun y observando ya sin ningún asombro, como las otras, terminaban de eliminar todo rastro de semen que quedaba en el pène de mi hermano. Chupandolo, lamiéndolo con gusto y sin importar que antes,  hubiese estado en mi oscuro agujerito, impregnado además, “esta vez si” de lo que Uds. ya saben... una tiene dentro de su culito.

Rendida como me encontraba de aquella faena, no recuerdo realmente que siguió; creo, según supe después, que mi hermano cansado también, se colocó a mi lado a observar como las otras tres: mi prima Zuly, mi cuñada Nena y mi mama, se entregaban en una orgiaca escena lèsbica  llena de lujuria  y desenfreno que las llevaría finalmente, al tan anhelado orgasmo que se manifestaba de manera simultanea y múltiple.

Luego... éramos los cinco quienes en aquella cama “que por cierto me salió muy buena”, lo digo porque hay que ver lo que es aguantar a cinco personas y no durmiendo precisamente; descansábamos rendidos luego de esta nuestra celebración del día de San Valentín.

Besos... erlanathy@hotmail.com

Nota: Pasaron dos cosas luego de la celebración, que no estaba dentro de los planes.

Primeramente mi papá no le hablo a mi mamá por espacio de una semana, ya que sumidos en nuestra incestuosa orgía, no nos percatamos de la hora. Ya pasaban de las dos de la madrugada y de paso, tampoco mamá llamó para avisar que se quedaba en mi apartamento.

Y por otra parte, no por ultima menos importante, toda aquella experiencia, toda esa vivencia, me refiero a la inauguración, no la de un centro comercial, no,  hablo de mi culito, si, mi culito, que con tanta lujuria después de ayudarme a experimentar  esas cosas tan divinas, quedó totalmente  ADOLORIDO.   No es justo,  eso de verdad me dolió muchísimo. Aunque debo confesar también, que casi de manera inmediata todas esas molestias quedaron atrás; ya que ahora el sexo anal es una de  las   cosas que nunca ha faltado en nuestros familiares encuentros.

!Ah!, casi lo olvidaba, fue al día siguiente que nos acordamos de entregarnos los regalos por el día de San Valentín. Bueno... que para los efectos, qué mejor regalo que el que nos habíamos dado la noche anterior. ¿Segura estoy de que piensan igual que yo, no?