Erla y su familia (02: Mami solo hay una)

Todo con mamá fue diferente, todo suscedió de una manera tan inprevista, jamás me imaginé lo que llegaria a susceder y mucho menos que fuese tan especial...

Mami solo hay una

Todo con mamá fue diferente, todo sucedió de una manera tan imprevista; mejor dicho, jamás me imaginé que llegaría a suceder y mucho menos que fuese tan especial. En ese entonces vivía aun con mis padres. Mi mamá tiene ahora 43 años, pero se conserva bastante y para ser franca no los aparenta, mi papá si es un poco mayor y los años han marcado su paso en él. Sin embargo, fueron muchas las noches en las que me desvelaron con las fiestas que formaban en su cuarto.

Mi padre tiene una empresa de mantenimiento; y por esos días estaba viajando por una semana debido a un contrato en el Zulia. Mis hermanos ya casados, no vivían en la casa, así que dormía con mi mamá ya que no le gustaba hacerlo sola. Al segundo día de haberse ido mi papá  vino a visitarme mi prima Zuly y aprovechando esa tarde que mi mamá estaba recostada durmiendo una siesta, mi prima y yo nos metimos a mi cuarto a disfrutarnos como otras veces. Al rato salimos y mi mamá ya estaba levantada. Ya en la noche cuando Zuly se iba, mientras nos despedíamos y fijándonos que no nos veía nadie; nos besamos apasionadas como siempre.

Después de cenar, mi mamá me hizo un comentario que me dejó helada. “ De cuando acá las primas se besan como los primos? “. No supe  que decir y me hice la desentendida; a lo que ella insistió contándome que me había visto por la ventana de su cuarto mientras me despedía de Zuly. Solo se me ocurrió decirle que tal vez le pareció ya que estaba bastante lejos de donde estábamos. Y como para que no me quedaran dudas de lo que sabia; me comentó que al levantarse en la tarde escuchó algo raro en mi cuarto, así que entreabrió la puerta, nos escuchó pero no nos vio; pero que con lo que había escuchado era obvio que no estábamos jugando con muñecas. Luego se sonrió diciéndome “ Ah muchachita traviesa caramba, por qué  mejor no me cuentas “.

Tal vez fueron  esas palabras, que más que de una mamá regañona, parecían venir de una amiga; que en ese momento le conté lo que estaba pasando con mi prima y yo. Sorprendida e incrédula de lo que le estaba contando, soltaba sonrisas diciendo “ no puede ser que hayas hecho eso Erla “. Debo confesar que su actitud cada vez me confundía más. No hizo comentario alguno, a excepción de que tuviera cuidado ya que con esas cosas no se jugaba y por supuesto seguirse riendo. Ya que mi mamá lo tomó de esa manera, quedé tranquila y el susto se me pasó. Bueno; eso es lo que yo había pensado.

Estando acostadas ya para dormir, mamá me dice “ hija de verdad todo lo que me contaste en la tarde es cierto?”, A lo que le contesté que si y que ya eso lo habíamos hablado. Pasó otro rato cuando se dirigió nuevamente diciéndome que si eso se sentía bien, que como era. Creo que me molestó un poco la cosa así que le conteste que si quería lo hacíamos para que lo viviera en carne propia. Inmediatamente me di cuenta la falta de respeto, así que le pedí disculpas; pero fue como si no le hubiese dicho nada. Y nuevamente, el balde de agua fría!. Porque al comentario que le hice de probarle como lo hacían dos mujeres ella me respondió que si yo era capaz de hacerlo con ella.

De verdad que ya era la gota que rebasaba el vaso así que para meterle un susto  le dije “ah no?” Y me acerqué metiendo mi mano entre su bata colocándola sobre su seno izquierdo  agarrando un pezón entre mis dedos. Yo sabia que en ese momento como mínimo una cachetada y un regaño de padre y señor nuestro. Pero no fue así tampoco; el comentario fue: “sabes qué hija? se siente rico”.

Tal vez los sustos, quizás la intriga de saber por qué se interesaba tanto en el tema o quizá el escuchar esas palabras de ella mientras mi mano reposaba sobre su seno; hicieron que mi corazón latiera más rápido, convirtiendo el miedo y las dudas en deseo. Si, en ese momento estaba sintiendo deseos por esa mujer que estaba a mi lado y que era mi mamá. Me incorporé a ella sin quitar mi mano de su seno; y acariciando su mejilla acerqué mi boca a ella besándola tiernamente mientras sentía como respondía apretándome en un abrazo que casi me asfixiaba mientras me decía “ hija, y es que tu mamá como que también esta loca no sé que me pasa”.

Recordé lo que me había pasado con mi hermano, delicadamente coloqué mi mano sobre su boca, señalándole que no dijera nada. La volví a besar mientras con cuidado le iba desabrochando su bata y ella por su parte se dejaba hacer. La incorporé a sentarse en la cama mientras besando su cuello le quitaba su sostén, ella se reía repitiendo “ Dios mío estoy loca”; pero yo podía sentir la excitación en su respiración.

Suavemente la acosté y me dediqué a besar sus senos, chupandolos y notando como sus pezones crecían cada vez más. Mi mamá a pesar de la edad mantiene un cuerpo muy bello, senos firmes, un trasero grande y divino y el resto... bueno, a eso voy. Mientras hacia esto metía mi mano entre sus piernas agarrando su cuca, apretándola y sintiendo como se estremecía. Ella por su parte también me acariciaba los senos, de una manera inexperta, pero se sentía divino. Y en un momento estábamos las dos completamente desnudas, sudando y oliendo a sexo. Saque mis dedos de su vagina y acercando mi boca me dedique a besársela, estaba completamente húmeda y ese olor me enloquecía; no era la primera vagina que probaba, pero creo que esta vez tratándose de mi mamá me excitaba mucho más.

Gemía al tiempo que se movía frenética mientras mi lengua pasaba de su cuca a su culo combinándola con mis dedos que tampoco se quedaban quietos; llenándose toda mi cara con sus jugos y ese olor que tanto nos caracteriza. ¡Era la locura! ; con sus piernas alrededor de mi cuello me apretaba contra su cuca mientras gritaba que se venia “hija me vengo, me vengo sigue” decía. Efectivamente se venia. Con mi dedo en su culo y mi lengua en su cuca sentí en mi boca como salían sus jugos; calientes, con ese sabor a mar tan divino. Sentía también como mi vagina se estremecía y se mojaba cada vez mas, pero no acababa aún. Delicadamente me solté de ella e incorporándome nos abrasamos y nos besamos.

Ella me decía sin dejar de mirarme a los ojos “ Esto es demasiado divino Erla, jamás me imagine que fuese así”; me besó nuevamente preguntándome luego si ella podía hacer lo mismo conmigo; a lo que le respondí como una niñita pequeña que si no lo hacia me iba a poner muy triste. Sonrió, mientras yo me dedicaba a contemplar como mi mama me acariciaba los senos, suavemente metía mis pezones a su boca, chupandolos lamiéndolos y si dejar de preguntarme si me gustaba o que si lo estaba haciendo bien. Vaya si lo estaba haciendo bien; al tiempo sentía su mano jugando y acariciando mi cuquita luego lentamente fue bajando hasta que su cara quedó frente a mi entrepierna. Allí se quedo un rato contemplándome, acariciándome con sus mejillas y dándole besitos pequeños pero divinos, realmente me desesperaba. En ese momento paró diciéndome que no sabia si lo iba a hacer bien.

Le dije que solo siguiera, que me hiciera lo que sintiera, lo que quisiera y como quisiera. Suavemente separo más mis piernas mientras sentía como su boca se adueñaba de mi vagina, sentía su lengua moviéndose dentro, apretaba mi clítoris con sus labios arrancándome suspiros de gusto. Paró nuevamente.“Ay como me desesperaba esa señora pero con qué gusto”. Me preguntó si podía jugar con mi cosita, refiriéndose a mi culo; a lo que le respondí que por favor siguiera que no se parara, que quería sentir sus dedos dentro de mi culo que los moviera que también quería sentir su lengua adentro de mi culo, pero que no parara porque me tenia mal, que me desesperaba. Y vaya que es muy  obediente mi mamá, porque se dedicó a trabajar mi culo de una manera única.

Era increíble ver y sentir a mi mamá mamandome mi cuquita y mi culo como lo estaba haciendo; así que no aguanté más y como pude me coloqué sobre ella de manera que hiciésemos un 69 único. Y mientras ella seguía mamandome toda yo me dedicaba a hacer lo mismo con ella. Las dos temblábamos en espasmos ininterrumpidos meneándonos y jadeando de gusto, anunciando por supuesto un orgasmo que jamás olvidaríamos. En esa posición nos apretábamos las nalgas mientras las dos nos metíamos los dedos en el culo, ¡locas! , ¡estábamos locas!. Apretando nuestras bocas a nuestras cucas, mientras movíamos las lenguas sobre nuestros clítoris nos estábamos viniendo a chorros en un orgasmo único que; como dije antes jamás olvidaríamos. Yo me tragaba sus jugos mientras sentía que mi mamá hacia lo mismo con los míos.

Había hecho el amor con mi mamá, había tenido sexo con mi mamá; ¡Guao!. Por un momento nos quedamos en esa posición. Yo con mi cara sobre su cuca y ella jugando aun con sus dedos en mi vagina mientras se relamía y gemía todavía. Luego nos incorporamos y nos abrasamos besándonos tiernamente otra vez. Y definitivamente tengo que admitir que mi mamá estaba loca. Lo digo porque mientras nos besábamos, hizo un comentario graciosísimo, ¿Sabes Erla? La boca te sabe a cuca; es más “toda tú hueles a cuca”. A lo que riéndome le dije “Si mami, a tu cuquita, y tu también hueles y sabes a cuca, a mi cuquita mami, la cuquita de tu hija”. Ella también sonrió. Suspiramos y nos quedamos así abrazadas, sudadas, cansadas y oliendo a puro sexo.

Fue así como a partir de ese día me sentí más cerca que nunca de mi mamá; y digo mas cerca que nunca ya que siempre habíamos sido bastante unidas. Pienso que fue esa confianza que nos teníamos y que aun nos tenemos, que pudimos llegar, mamá y yo a hacer el amor y no sentirnos mal.

Tiempo después llegamos a compartir con mi prima Zuly momentos de sexo bien ricos. No fue sino hasta hace un año que mamá se enteró que lo mismo estaba sucediendo con mi hermano; igualmente él, que tampoco sabia lo de mi mama. Pero ambos lo tomaron sin ningún perjuicio. Sin embargo, aun cuando en muchas oportunidades hemos compartido todos juntos; y me refiero a tener sexo en un grupo conformado por Zuly mi hermano, su esposa, mi mamá y yo;  jamás mi hermano se ha atrevido a tocar o a tener sexo con mi madre.

Supongo que debe ser un poquito complicado para él, siendo hijo varón, en realidad no sé cual es la razón. Lo que si sé es, como mamá si se inquieta con la idea de tener sexo con mi hermano. Y así como para consolarla, mientras tenemos sexo y nos tocamos ò uso mis juguetitos con ella, le digo cosas así como: “Imagínate que es tu hijo que te la está tocando” o “ Siente como te coge mi hermanito mama” mientras le meto mi consolador en su cuca. Y de verdad como que da resultado porque inmediatamente al decirle esas cosa se viene solita en orgasmos ricos. Ella respeta su decisión, pero no deja de desearlo. Mucho menos aun viendo como mi hermano me coge, o a su esposa o a mi prima Zuly. Debe ser difícil aguantarse esos deseos, y no sé cuanto tiempo duren los “consuelos” que le doy con mis juguetitos.

Como podrán ver somos una familia bastante unida. Y pienso que lo seguiremos siendo por mucho mas tiempo.