Erika mi Sex Doll

Un hombre solitario descubre la felicidad gracias a la compañia de una muñeca realista sexual.

Me llamo Xavi, tengo 46 años y trabajo como técnico de sonido en una emisora de radio en Barcelona.

Actualmente trabajo en un programa nocturno que empieza a las once de la noche y dura hasta las dos de la madrugada. La primera hora se destina a poner música, y a partir de la medianoche, los radioyentes llaman y comentan en directo experiencias de caracter sexual, como infidelidades, fantasias sexuales, que iban a clubs swingers, que hacían trios, orgias e incluso temas mas fuertes como incestos reales.

Una noche, la última llamada fue de un radioyente que nos explicó su afición a las "Silicone Sex Doll" o "Real  Sex Doll", unas muñecas de silicona y de aspecto totalmente realista. Sus cabellos, la textura de su piel, ojos, medidas, e incluso unas varillas metálicas en su interior que hacían posible que se sujetasen por si mismas en cualquier posición, y lo mas importante, su boca, vagina y ano, tenían una profundidad y morfología que hacían que al penetrarlas se tuviera prácticamente la misma sensación de una mujer de carne y hueso, solo les faltaba hablar. Este oyente además añadió que la moda de estas muñecas se había expandido de tal manera, que incluso en algunas ciudades habían abierto burdeles, donde pagabas por pasar una hora con ellas, como si fueran prostitutas reales.

Llegué a casa, vivo solo en el piso que me dejaron en herencia mis padres que en la gloria esten. Estoy soltero, nunca he tenido suerte con las mujeres, y casi lo entiendo. Además de ser muy timido, mi fisico tampoco ayudó. Siempre fui algo obeso, no muy alto, y para mas inri, la alopecia se apoderó de mi cabeza, siendo aún muy joven. Las pocas veces que me atreví a lanzarme, la respuesta fue la misma... ¡Te quiero como amigo! Y al final ni amigo ni nada.

Eso hizo tal mella en mi que incluso algun verano en el que me iba de gira como técnico con alguna orquesta por las fiestas de los pueblos de España, jamás fui capaz de tirarle los tejos a ninguna chica, y eso que algunas quizas hubieran sido faciles por su estado de embriaguez.

Mi primera relación seria fue con 35 años, con Evelyn una dominicana que era una monada, sus 10 años menos que yo, y los consejos de mis amigos me hacían intuir que solo estaba conmigo por dinero, pero estaba tan ciego que no queria darme cuenta, hasta que por fin lo hice. Dos años mas tarde, Nicoleta, una chica rumana de mi edad, y lo mismo, vamos peor, ella me confirmó con peros y señales que solo me quería por mi dinero. "Que no me iba a querer por mi fisico, sucio gordo y calvo, guarro pichacorta." Tocado y hundido.

Bueno volviendo a lo de antes, acababa de llegar a casa y me fui directo a mi ordenador, a pegarme mi sesión de sexo nocturna. Esa noche mis tres webcamers favoritas ya habían terminado de emitir. Y me puse a ver porno, la llamada del ultimo oyente hizo que me picara la curiosidad y busqué videos de sex dolls de silicona. Lo que a continuación vi me llenó de morbo, no eran las tipicas muñecas hinchables de toda la vida, parecían chicas reales, se sujetaban de pie, a cuatro patas, era alucinante. Vi varios videos de chicos follando con estas muñecas en varias posturas. Incluso uno, en el que dos negros con pollas exageradas la hacían dobles penetraciones. Me excité tanto que me hice mi paja y me corri salvajemente.

En lugar de irme a dormir, investigué en distintos sitios de la red, y di con una empresa, de aqui de España, concretamente de Sevilla, donde las fabricaban. Abrí el catálogo y descubrí que contaban con mas de 50 referencias, desde jovencitas, a maduras, desde 1 metro de altas las mas baratas, hasta mas del 1,70 las mas altas y caras. Desde los 400 a los mas de 2000 €. Incluso por unos 3000 € te las personalizaban a tu antojo.

Como problemas economicos no tengo, me decidí a comprar una, sería divertido cambiar y probar otra experiencia a parte de mis pajas frente al ordenador, o mis polvos con prostitutas, que cada vez me llenaban menos.

Fui mirando por el catálogo, y allí estaba ella, Erika, pelo castaño, con dos coletas a los lados, sus ojos marrones, y su carita de niña inocente, vestida con ropa de colegiala, una mini de cuadros escoceses y una blusita blanca anudada en el ombligo. Fui pasando las fotos y en cada foto estaba mas guapa, ropa interior blanca, otras desnuda, en las que se podía ver dos tetitas pequeñitas y puntiagudas, con dos pezoncitos rosaditos y pequeñitos y una tirita de vellito púbico encima de su rajita, no estaba rasurada del todo, y eso me dió mas morbo aún, y con sus manos de forma que parecía que se estaba tocando. Me encantan las teens. El resto de su ficha técnica era 1,66 de altura, 73 cms de pecho, 46 cms de cintura y 82 cms de cadera. Por su parte, su peso era de 36 kilos. Y las profundidades de sus agujeritos, 17 cms de vagina, 16 cms de ano, y 12 cms la boquita. La verdad es que me sobraba para mis 13 centimetros de polla, Nicoleta no mintió sobre mi fisico cuando me abandonó.

Una semana después recibí mi pedido, la entrega era totalmente confidencial, no ponía nada de lo que el enorme embalaje contenía en su intetior. Abrí la caja, y allí estaba Erika, eso sí, con el pelito suelto, sin sus coletas, tampoco llevaba su  faldita, ni su blusita, ni su sujetador y tanguita blancos. Esto me lo habían avisado cuando llamé para encargarla, las prendas no vienen con la muñeca, solo son para el book fotográfico, pero ya me había anticipado a la situación y me acerqué a un enorme bazar chino donde compré un monton de conjuntitos sexys tanto de lenceria como de ropa.

Para su debut, la puse una minifalda y blusa de colegiala y ropita interior en rosita chicle. La peiné sus coletitas y la pasé hasta mi cama. Allí la desnudé, la besé, la lamí, la chupé hasta que no aguanté mas. Me apliqué un poco de lubricante. (Como obsequio te regalaban dos botes de lubricante, y un kit de limpieza e instrucciones de como hacerlo). Y por fin la desvirgué, se la metí por todos sus agujeritos, probé infinidad de posturas y me corrí, me corrí como un cerdo en el interior de su chochito de silicona. Me quedé tumbado en la cama conteniendo la respiración, me dormí, y cuando desperté allí estaba Erika, mirandome fijamente a los ojos, por un momento creí hasta oirla decir "Te quiero".

De esto han pasado dos años, dos años de vida de pareja con Erika, y para que la monotonía no se apodere de nuestras vidas, mañana, o pasado mañana como mucho, llegará un  nuevo miembro a nuestra familia. Carolina, una pedazo de milf de silicona, de exuberantes tetas y culo promintente. Mi vida ha cambiado a mejor gracias a mi silicone sex doll.