Eres tu 4

-Adivinaste! -dijo riendo -no me presentas a tu amiga?

-Oh si Elena ella es Karen una nueva amiga

-Mucho gusto chica -dijo Elena con molestia

-Bueno yo me voy nos vemos luego Andy -Dijo dandome un beso en la mejilla y caminando de regreso a su mesa.

Me quedé seria por un momento pero traté de volver a la normalidad no quería seguir pensando en esas cosas en Karen mas bien.

Traté de enfocarme en Elena que cada vez estaba mas cerca y me provocaba con sus caricias, y yo soy débil salimos de aquel bar rumbo a un lugar ya conocido la casa de Elena.

Y no hace falta que entre en detalles para explicar la excelente noche de sexo que pasé con aquella bella chica, me ayudó a relajarme un poco y me hizo olvidarme de todo por un momento.

Manejé de regreso a mi casa a eso de las 3 am y al llegar me fui a mi cuarto y me dejé caer en la cama estaba completamente agotada.

Cuando desperté pasaban de las 8 am y tenia que ir a ver otros lugares para mi consultorio, sin muchas ganas me levanté y me duché, estando lista salí al comedor y desayuné junto a mis padres.

-Hija y que tal va la busqueda para lo de tu consultorio -Dijo mi padre tomando de su café.

-Pues hay muchos lugares pero ninguno me ha convencido hasta ahora.

-Todavia es muy pronto ya encontrarás uno que si te agrade -Dijo con una sonrisa.

Seguimos comiendo en silencio y después de 10 minutos mi madre habló.

-Hija no quiero que olvides él cumpleaños de la abuela que es este fin de semana -dijo mi madre en tono de advertencia sabía lo despistada que yo podía llegar a ser.

-Lo se ma, no se me olvida -dije con tono aburrido ya me lo había recordado mas de 20 veces en dos días.

-Eso dijiste él año pasado Andrea -dijo con reproche

-Te prometo que no mami -dije haciendo un puchero.

Después de desayunar me fui a ver varios lugares y volvió a pasar lo mismo ninguno me gustaba lo suficiente.

Llegué desanimada a mi casa y me fui directo a mi cuarto encontrándome con Vanessa.

-Hola chiqui como te fue? -Preguntó.

-Pues nada bien, me estoy cansando, nada me gusta nada -Dije acostándome a su lado.

-No te desesperes ya encontrarás algo que te guste apenas vas empezando tu tranquila -Dijo abrazandome

Y nuestra amistad siempre fue así siempre eramos muy cariñosas por él simple hecho de conocernos desde los 5 años de edad, para mi era mi hermanita y siempre me había apoyado en todo.

-Lo se Vane esperemos que encuentre algo pronto -Dije suspirando.

-Siento que algo te pasa chiqui -Dijo mirándome -tu animo no es él mismo de siempre pasa algo?

-No, estoy bien es solo eso que yo quiero encontrar un lugar donde poner mi consultorio me estoy desesperando -menti.

-Pues así es esto pero ya verás que pronto conseguiremos algo y yo te voy a ayudar.

-Gracias Vane -dije sonriendole.

Seguimos platicando sobre muchas cosas, era jueves y pronto sería la fiesta de la abuela por lo que decidí invitar a mi amiga.

-Vane él sábado habrá una fiesta en casa de mis abuelos quieres ir?

-Claro, tratándose de fiestas yo voy -Dijo feliz.

-Bueno.. dormiré un rato no me molestes.

Cerré los ojos y caí en un profundo sueño.

A las dos horas desperté desorientada viendo para todos lados, Vanessa estaba dormida a mi lado, tomé mi celular y apenas daban las 8 de la noche, me levanté y fui a la sala donde mi padre y mi mamá platicaban animadamente.

-Oh hija ya despertaste -Dijo mi madre dándome un beso en la mejilla

-Si, dormí un poco me sentía cansada -dije dándole un beso en la mejilla a mi papá. -De que hablaban?

-De la fiesta del sábado, habrá mas gente de lo que esperabamos, esta vez será una fiesta en grande -habló mi padre.

-Ah.. Y a que se debe eso? -pregunté asombrada ya que a mis abuelos no les gustaban las fiestas ostentosas.

-Tu abuela decidió festejar su cumpleaños y también él regreso de sus mejores amigos que no veían desde hace años -Dijo mi mamá.

-Hablas de los abuelos de Karen? -Dije nerviosa.

-Si ellos mismos -Confirmó mi padre.

Y si no tenia ganas de ir a esa fiesta ahora menos, no quería toparme con la pesada de la niña esa y mi cara demostró él desagrado.

-Pasa algo hija? -preguntó curiosa mi mamá.

-No nada es solo que... No se no me gustan las fiestas grandes pero bueno que se le va a hacer -Dije sonriendo resignada

Para mi desgracia él viernes pasó muy rápido y sin ninguna novedad, llegó él sábado y con él mis nervios no quería cometer ni decir ninguna tontería frente a Karen, digo no es que me importe pero simplemente no quería quedar mal.

Me encontraba terminando de maquillarme y entró Vanessa que se veía muy hermosa, la saludé y seguí terminando de maquillarme, una vez listas nos fuimos en mi carro ya que mis padres ya se habían ido.

Llegamos y había demasiada gente por todos lados, mentiría si dijera que conocía a toda la gente, había muchos rostros desconocidos para mi, nos dirigimos a felicitar a mi abuela y a entregarle un pequeño regalo que Vanessa y yo le habíamos comprado.

Después de un rato de platicas nos fuimos con mis primos que tomaban whisky, nos acercamos los saludamos y nos sirvieron un vaso de lo que ellos estaban tomando, la tarde noche transcurría normal hasta que sentí una voz detrás de mi.

-Que no piensas saludar Andy -Dijo Karen

Me giré y al verla iba acompañada de aquél tipo con él que la había visto antes, si de lejos me daba mala espina de cerca mucho mas, él solo me miró de manera seria inspeccionandome de arriba a abajo.

-Que tal Karen -dije dándole un beso en la mejilla y después miré al tipo.

-El es mi novio Ernesto -Dijo feliz.

-Mucho gusto yo soy Andrea -Dije estrechando su mano.

-Se quien eres -Dijo serio.

"Lo que me faltaba igual de pesado que la novia" pensé, me di la vuelta sin decir nada y caminé a la cocina buscando algo que no se me había perdido, simplemente quería estar lejos de ellos, mejor dicho del tipo, sentía miedo de su mirada y algo me decía que no era nada bueno.

Tomé una cerveza del refrigerador la destapé y le di un largo trago "mucho mejor" pensé. Miraba hacia la nada cuando alguien me habló a mi espalda y di un pequeño salto ya que habían logrado asustarme.

-Perdón chiqui no quería asustarte -Dijo Vanessa tratando de no reír -Que pasa porque tienes esa cara -Dijo al ver mi expresión.

-Alomejor dirás que estoy loca o no se pero él tipo con él que Karen anda me da miedo, y siento que le puede hacer algo -Dije en voz baja

-A mi me dio la misma impresión, pero alomejor nos estamos equivocando chiqui -Dijo poniendo una mano en mi hombro -No hay que juzgar sin antes conocer

-Ya.. Pero no se hay algo en él que no me gusta -Dije insistiendo -Pero bien trataré de olvidar ese tema que no es de mi interés

Solo asintió y caminamos a donde estaban mis hermanos y me lancé a los brazos de Edwin.

-Hola grandote te olvidas de mi -Dije haciendo un puchero -Ahora que ya eres niño grande ni un hola me dices

-Claro que no hermanita sabes que siempre estoy pendiente de ti -dijo dándome un beso en la frente.

-Estamos -Corrigió mi otro hermano Samuel -Que para mi no hay abrazo?

-Ay hermanito tu como siempre de celoso -Dije abrazándolo

Vanessa y yo estuvimos largo rato platicando con mis hermanos sobre mi consultorio y prometieron ayudarme cosa que agradecí.

La noche pasaba en total calma ya que gracias a la cerveza había logrado que se me olvidara todo lo que tenia en la cabeza y que me molestaba, solo me dediqué a disfrutar.

Salí al patio y prendí un cigarro y me senté en una de las bancas que estaba en él patio, a lo lejos pude escuchar que alguien hablaba pero no podía distinguir bien de que se trataba, me levanté y busque al dueño de esa voz y me encontré en un rincón a Ernesto hablando por teléfono, no podía escuchar bien de que hablaba pero no era nada bueno por lo poco que alcancé a entender.

Mis sospechas Habían sido ciertas desde un principio y Ernesto no tramaba nada bueno.