Eres tu 3
Capitulo 3
Llegué al departamento de Vanessa y entré con la copia de la llave que tenía, entré y la vi sentada en la mesa con su computadora portátil escribiendo algo.
–Que haces aquí chiqui –dijo viéndome de reojo –no se supone que debías estar con la niña?
–Se supone pero la pesada me hizo dejarla en la plaza de aquí cerca con un tipo que no me gustó para nada –Dije acostándome en él sillón
–Pues bueno almenos te hizo él día menos pesado –dijo riendo con su mirada en él portátil
–Si bueno eso si –dije sin ánimos
–Pasa algo chiqui? – preguntó –te noto rara?
–No es nada, es solo que no me dio buena espina ese tipo –dije pensando –se veía muy mayor para ella
–Y a ti que te importa? –Dijo viéndome divertida –dejala a ella le gustan mayores.
–Y a mi menores –Dije muy despacio para que no escuchara Vanessa.
Pasé él resto de la tarde tirada en él sillón de vanessa viendo películas y comiendo palomitas, cuando dieron las 6:30 me debatía horriblemente en ir o no ir por la niña, y al final las ganas de saber si estaba bien me ganaron.
Me despedí de Vanessa y manejé rumbo al parque ya faltaban solo 10 minutos para las 7, me estacioné en él mismo lugar que horas atrás. bajé del coche y me recargué en él y Prendí un cigarrillo esperando a que Karen apareciera.
Recorrí él parque con mi mirada de arriba abajo en busca de Karen pero no la vi por ningún lado y me empezaba a preocupar, 20 minutos después la vi bajar de un coche en él que venía manejando él mismo tipo que al verme me dedicó una sonrisa arrogante, yo arrojé con coraje él tercer cigarro que llevaba al piso, subí a mi auto y lo encendí.
Esperé a que subiera y cuando lo hizo arranqué a toda velocidad.
–Tienes prisa o que? –Preguntó de manera burlona
–No. –Dije tajante –así manejo yo.
–Ya veo.
No dijo nada pero se veía muy de bueno humor ya me imaginaba que era lo que la había puesto tan de buenas derrepente.. Ante ese pensamiento aceleré sin pensarlo.
–Hey vas muy rápido estas loca –Dijo Karen
"Que mierdas te pasa Andrea?" me dije mentalmente. "que te molesta tanto Andreita?" todo tipo de preguntas pasaban por mi mente y llegué a una sola conclusión. "Ella es muy pequeña y me da miedo que alguien le pueda hacer daño y luego me hechen la culpa a mi" si eso ha de ser. "si como no" dijo mi subconsciente que de inmediato Callé.
–Tienes una cara muy graciosa –Dijo Karen
–Eh? –Dije confundida –Ahh ya si, así nací.
Ella soltó un carcajada y yo evité sonreír pero me fue imposible no hacerlo.
Llegamos a mi casa y mis padres la recibieron muy bien y nos sentamos a cenar, mis padres no preguntaron nada del recorrido lo cual agradecí mentalmente.
Después de la cena Karen me pidió que por favor la llevara a su casa ya que se encontraba muy cansada.
"Si, ya me imagino de que estás cansada" otravez habló mi subconsciente.
Se despidió de mis padres prometiendo volver muy pronto y nos fuimos. En todo él camino volvió a reinar él silencio y lo agradecí ya que no tenía ganas de hablar con nadie.
–Lamento haberte quitado uno de tus días de descanso –dijo apenada
–No te preocupes Karen tengo una larga temporada de descanso asi que no hay problema ya lo repondre
–Nos vemos luego entonces.
Se bajó del carro cerrando la puerta y yo arranqué de inmediato, llegué a mi casa y me fui directamente a mi cuarto me dolía la cabeza y tenía sueño, rápidamente me quedé dormida.
Al día siguiente desperté temprano y me preparé para ir a ver algunos lugares que me habían ofrecido para poner mi propio consultorio.
Toda la mañana me la pasé de un lugar a otro viendo diferentes lugares y uno me convencía mas que otro pero ninguno era lo que yo buscaba.
Me di por vencida ese día y me fui a mi casa alrededor de las 4 de la tarde.
Llegue a mi casa, comí algo ligero y me fui a dar una reconfortante ducha, al salir sonó mi teléfono y Sonreí al ver de quien se trataba
–Hola Elena –Dije con voz picara
–Andreita estas disponible hoy –Preguntó aquella chica.
–Claro que si ya sabes.
–Te veo en él mismo bar de siempre.
–Claro guapa te veo entonces. –colgué la llamada.
Elena era una vieja amiga con la que derrepente pasaba unas noches muy buenas, no era nada serio simplemente sexo y nada mas y ella lo tenía muy claro.
Me arreglé nuevamente y después de un rato salí rumbo al bar en donde me iba a ver con Elena, llegué y me senté en la barra esperando a que Elena llegara, mientras esperaba llamó mi atención una mesa en particular, estaba él mismo tipo con él que Karen había salido él día anterior pero estaba solo y rogaba para que la persona que él esperaba no fuera Karen.
Minutos después entró Elena dándome un beso apasionado en los labios y después se sentó a un lado de mi en la barra, estábamos platicando muy juntitas, pero yo no podía dejar de pensar en él tipo que estaba a unas cuantas mesas detrás de mi, de repente unas manos me taparon los ojos y me quedé helada.
–Adivina quien soy –Dijeron.
"mierda no ahora por favor Dios" pensé.
–Karen –dije sin dudarlo.