Eres mi mundo . Capítulo 11 : Las cuñadas

Pablo suspiró teniéndome entre sus brazos y me miró con su infinito amor y cariño .

• Creía que este momento no se iba a repetir nunca más .

• Pues aquí estoy - le dije . Guié una de mis manos hasta su vientre bajo - . Pero te aclaro - la bajé hasta su entrepiérna medio firme - que si `` vuelves ´´ a ser de otro tío que no sea yo , mi castigo será muy , muy terrible .

• Entonces tendré que portarme mal más a menudo - me anunció . Apreté ligeramente su miembro y al ver su leve queja , me quedé más satisfecho aún .

• Hazlo y sabrás lo que te puede esperar - sentencié . Me levanté y así en pelotas , fui a salir de su habitación - . No has desayunado , ¿ verdad ? - asintió positivamente - . Yo te lo prepararé . Te echaré un líquido castrador en tu café para asegurarme bien de tu fidelidad .

Me observó con una expresión de puro miedo en la cara . Le sonreí de medio lado en el umbral .

• Tranquilo , cari , que es una broma . Pero si juegas con moi . . .

• ¡ Eres muy perverso ! - me respondió con un falso enfado . Me alejé y reí a carcajadas .

Transcurrieron de esa manera las siguientes dos semanas . Con Pablo y yo visitándonos en nuestros pisos y amándonos mutuamente , yendo a comer , haciendo unas compras , asistiendo a exposiciones y a proyecciones de películas en un cine de reestrenos con entradas a 3 euros , paseando románticamente . . . El ambiente entre nosotros era inmejorable como pareja , hasta que algo lo echase todo a medio perder .

No . De eso nada . Jamás consentiría que algo o alguien nos arruinase esta felicidad en stand by que disfrutábamos .

Los dos estábamos tomando comida china sentados en un banco y riéndonos cuando apareció Sandra, de regreso tras su turno en el hospital . Otra vez  de improviso . ¿ Acaso no podía avisar antes para que no nos infartáramos ?

• Hola , parejita - nos saludó en ese tono tan sombrío que me recordó a Ghostface y mi novio casi se atragantó del sustillo .

• Pareces una leona protegiendo a su cachorro - le acusé poniendo mis ojos en blanco .

• Soy la reina de mi manada - respondió con una sonrisa . Palmeó un hombro a Pablo , cuyo rostro se puso pálido - . Tranquilo , tío - le dijo - . Patricia y yo no te vamos a devorar si nos cuidas a nuestro baby como se merece .

• No tengo 6 años , hermanita - le dije medio encorajado .

• Déjame consentirte un poquito - me dijo . Devolvió la mirada a la luz de mi vida y le anunció :

• Esta noche vendrás a nuestra casa a cenar , ¿ no ? Creo que Patricia también iba a apuntarse .

• Sandra . . . - le empecé a decir , pero ella me cortó elegantemente .

• No se diga más . Esta noche a las 9 y media , ¿ eh ? - nos dijo pero se dirigió a él - . Ponte muy cómodo .

Se largó y mi novio me miró asustado .

• ¿ Sandra es la prima hermana de la Condesa Sangrienta ? - me preguntó .

• No , pero saca muy bien sus colmillos de fiera - le respondí -. Y te aseguro que no escaparás de su tercer grado .

Eché la tarde en el piso de Pablo . Verle así , medio cagado de miedo , me hizo algo de gracia . Pero Sandra era así , al igual que mi friend , con ese humor sofisticado pero levemente retorcido .

• ¿ No notarán nada si en lugar mío va un doble ? - me llegó a proponer . Me reí .

• Reconoce que te produce pavor presentarte como mi novio de una vez por todas - le abracé por la espalda .

• Reconozco que soy parte de tu familia con ciertas reservas femeninas .

• ¡ En serio , amor ! Mi hermana y mi mejor amiga son las tías más graciosas que te puedas encontrar hasta que se las hace enfadar .

• A eso me refiero , Rubén .

• Anda , ve a vestirte como Dios manda , porque no vas a ir desnudo .

Se puso un traje negro de chaqueta de Armani ( ¿ desde cuándo lo tenía ? ) , una camisa blanca y unos mocasines que le hicieron parecer una estrella de Holllywood . Estaba tan buenorro de todas las formas . . .

Llegamos a mi casa y las dos loquitas nos recibieron como si hubiésemos regresado de un viaje . Se habían arreglado a juego . La mesa estaba servida . Cenaríamos patas fritas con albóndigas de pollo y menestra de verduras . Los cuatro nos sentamos y Patricia propuso un brindis .

• Por este par de tortolitos , para que sigan tan felices y echando muchos polvitos - anunció cuando alzamos las copas de vino tinto .

• Lo mismo digo - precisó Sandra - . Tienen mi bendición , parejita , hasta que la lien pardísima . ¡ A nuestra salud !

Chocamos las copas . Pablo se relajó . Le sonreí . Ya era oficalmente mi novio . Bebimos y nos pusimos a cenar alegremente .