Érase una vez un juego... (5.1)

Unos meses después

MESES DESPUÉS

......

ROSA


Un días más sonaba mi despertador, lo apagaba de un golpe y al girarme veía a Segundo como me agarraba hacia él.

  • Ya te vas jefa...

  • Sí, tengo que irme, son horas

  • Desde que me jubilé no veas lo que me gusta dormir hasta tarde, y más si me follo todas las noches un culo como el tuyo - me dijo mientras me lo apretaba debajo de las sábanas.

Mientras me duchaba pensaba en lo que mi vida había cambiado, Nuria había cobrado su venganza y ahora me tenía viviendo en casa de este viejo limpiador jubilado, al que me entregaba como una perra, me gustaba, me ponía pensar que ese viejo me estaba follando como nunca. Llevaba meses sin saber de mis hijas, mi sobrina, mi hermana... Nuria sólo me dejaba ir a trabajar y volver rápido para casa para que mi macho hiciese de mi lo que quisiera. Las echaba de menos a todas...

Al volver del trabajo ese día oí voces en la cocina… Mi hija Alicia estaba hablando con Segundo sentada en su regazo. Al entrar me quedé en la puerta mirándoles sorprendida. Mi hija se levantó y Segundo también.

  • Hola, mamá! Cuanto tiempo…

  • Alicia, cuanto os he echado de menos por favor…

  • Nosotras a ti no…

Y Alicia se empezó a reír, eso me rompió el corazón…

  • Anda ven!, no me presentaste a tu novio… o lo que sea que es…

Seguía paralizada, muy nerviosa…

  • Háblale tu a ver si reacciona… - le dijo Alicia a Segundo

  • Rosa, ven, acércate

Caminé hacia Segundo que enseguida me agarró por la cintura y me acercó a él. Alicia estaba enfrente nuestro…

  • Asi que este es tu nuevo novio, no mama?…, la tendrá grande claro como a ti te gustan, pierdes la cabeza por una polla como una ramera cualquiera…

De repente, Alicia se sacó su jersey y se quedó con una camiseta floja de tirantes y su vaquero delante de Segundo.

  • Tendremos que probarla… - dijo mientras se iba acercando hacia nosotros.

  • Alicia, que haces… - le dije de forma poco convincente…

  • Me quieres follar? - dijo ignorándome y mirando fijamente a Segundo

  • Alicia de verdad, ya está, para... - volví a decirle ahora de forma más seria.

  • Bien vamos a pasarlo bien tu y yo - le decía a Segundo mirándolo y girando su cabeza poco a poco haciéndose la inocente.

  • Alicia!!!

  • Dile a mi madre que se calle y se abra la blusa, anda, dile que te enseñe el sujetador…

  • Segundo… - le dije mirándole pidiéndole piedad.

  • Rosa, ábrete la blusa…

  • Eso es, Segundo, así se hace - le dijo mi hija…

Resignada empecé a sacarme los botones de la blusa, saqué tres y enseguida Alicia me tiro de la blusa para abrirla y dejar mi sujetador a la vista de los dos. Sonrió y poco a poco se fue agachando hasta dejar su cara delante de la entrepierna de Segundo. Acercó su boca y por encima del pantalón mordió la gran polla de mi viejo amante.

  • Si que la tienes grande, joder - le decía mi hija - quiero verla mejor.

Mi hija empezó a bajarle los pantalones a mi “amante/novio/amigo” delante mía. Pronto la polla de Segundo salió al aire. Mi hija no tardó ni un segundo en agarrarla con las manos y empezar a besarla y lamerla muy suavemente.

  • Que bien se tiene que sentir esta polla dentro - le decía a Segundo.

Poco a poco el pollón se iba poniendo tieso y preparado para la faena mientras mi hija se lo trabajaba bien con su boquita. Yo seguía quieta con mi blusa abierta y mirando para esa escena. Alicia tragaba cada vez más y más la polla del viejo conserje. También iba bajándole los pantalones con sus manos hasta dejárselos por los tobillos.

  • Quien te la come mejor, mi madre o yo?

  • Alicia, por favor, para ya con esto…

  • Mira como me la trago toda…

Y se la metía hasta la campanilla…

  • A ver, baja aquí y cómesela, quiero ver lo puta que eres, mamá…

Miré a Segundo como pidiéndole ayuda pero el muy cabrón me empujó un poco por la espalda, poco a poco me fui agachando y me puse al lado de mi hija, me miró y con su cabeza me señaló la polla grande y levantada de Segundo. Me la metí en la boca, empecé a mamarsela como aquel día en aquel servicio del departamento. Mientras lo hacía, Alicia me tocaba las tetas…

  • Mira las mías - decía mientras se sacaba la camiseta y el sujetador.

Se las estaba apretando mirando para Segundo que estaba en la gloria con mi mamada y el topless de mi hija. De pronto, casi me corro, me empapé, mojé mis bragas cuando mi hija me bajó el sujetador y metió mis tetas en su boca, empezó a comerme las tetas, eso me puso a mil y mejoró si cabe mi mamada.

Tuve que sacarme la polla de la boca…

  • OOOOOOOOH - estaba en la gloria.

  • Que guarra eres, mamá, ya estas caliente…

Alicia empujaba mi cabeza hasta lo máximo.

  • Métetela toda joder, que te encanta - me decía

De pronto cogió la polla de Segundo con sus manos y empezó a alternar su boca y la mía. Ella chupaba se la sacaba de su boca y me la ofrecía. Estaba compartiendo mamada con mi hija ante ese viejo.

Asi estuvimos un rato hasta que mi hija me agarró del cuello y me pegó en la cara.

  • Te gusta verdad, perra, es que eres asquerosa, mira como estás cachonda, joder… ya quieres follar verdad

Asentí con la cabeza. Alicia se rió y volvió a comerme las tetas con ansias. Alicia se levantó y de pié empezó a besar a Segundo, con sus manos agarró las de él y las llevó directamente a su joven culo.

  • Tu sigue chupando - me dijo a mi para volver a comerle la boca a ese viejo que ahora sobaba su culo

Mientras lo besaba bajó su mano y agarró mi pelo para mover mi cabeza con más fuerza en la mamada.

  • Que buena estás niña - le dijo Segundo

Alicia se apartó y se apoyó en la mesa de la cocina, dejó su culo en pompa y empezó a golpearlo con sus manos

  • Fóllame, vamos, sácame la ropa y fóllame con ese pollón

Segundo se olvidó me mi y de mi mamada y rápido fue hacia el culo de mi hija. Le bajó el vaquero y el tanga y se la metió. Le metió ese pollón mientras yo quedé sentada en el suelo. Mi hija gritaba de placer mientras Segundo la taladraba por detrás.

  • Dios que polla…

Después de varios minutos mi hija apartó un poco con su mano en la barriga de Segundo y se apartaron. Me agarró de la mano y me llevó hacia el salón.

  • Desnúdate - me dijo

Me saqué toda la ropa y me mandó sentarme en el sofá.

  • Tu súbete al sofá y métele la polla en la boca que es lo que quiere

Segundo se subió de pie al sofá y apuntó su polla a mi boca, me la metió con fuerza y volví a empezar la mamada. Alicia separó poco a poco mis piernas y metió su mano en mi coño. Frotó y me lo acarició… me tenía loca. Pronto sacó su lengua y empezó a comerme el coño. Otra vez tuve que sacarme la polla de la boca para gritar.

  • Siiiii

En ese momento, mi hija metió mas fuerte su lengua y su cabeza en mi coño para con sus dos manos agarrarme fuerte mis dos tetas. Me corrí, me corrí en su boca, me corrí en la boca de mi hija como una perra.

  • Mi madre se ha corrido asi que baja de ahí y fóllame a mi

Segundo se bajó y Alicia se puso encima mío para dejarle otra vez el coño en pompa a ese viejo que la volvió a taladrar desde atrás. Otra vez atrapó mi hija con su boca mis tetas. También empezó a gemir. Levantaba la cabeza y con los ojos casi en blanco pedía más y más a Segundo.

  • Joder…, vete venga, lárgate… vete a dar una vuelta… me voy a quedar con este pollón…

  • Pero… - miré hacia abajo, estaba caliente… - me vais a dejar así, dejadme follar por favor…

  • Que te vayas…

La mirada de mi hija era de odio mientras sentaba a Segundo en el sofá y se subía encima de él. Recogí mi ropa tirada en el suelo y me fui del salón, me vestí en la cocina de nuevo, cogí mi bolso y con los ruidos de mi hija de fondo me fui de casa, caliente como una perra.