Érase una vez un juego... (3.2)

De tal palo tal astilla...

ANA


Por fin Rebeca me cogió el móvil...

  • Hija, lo siento, tiene solución? le dije casi sin dejarle hablar... con lágrimas en mis ojos

  • Y tu? tu tienes solución?

Después de un silencio...

  • No, yo no, llevaba mucho tiempo reprimida y ahora estoy disfrutando como nunca, necesito seguir con esto...

  • Pero...

  • Mira Rebeca, necesito que me usen y que me humillen mientras me follan, cualquiera...

  • Como te puede gustar eso...

  • Hasta que le pasó a tu tía tampoco lo sabía, ahora lo se..., creo que ella tampoco va a poder parar...

Cuando colgué tuve el presentimiento de que mi hija iba a caer también en la misma mierda, si es que no había caído ya...

ROSA


  • Pasa pija... Le dijo José, el tabernero a Rosa cuando la vió en la puerta del bar. No había nadie a pesar de que estaba abierto al público. Efectivamente, lo raro era que se mantuviese abierto sin clientela...

  • Vengo por...

  • Ya se por que vienes... toma. Me dijo sacando unos papeles de un cajón - Quiero que anules todo esto

  • Pero...

  • Mira pija, me dijo apoyado en la barra - anula la deuda, déjame limpio el negocio, cuando lo tengas solucionado ven otra vez con la ropa más cara que tengas y los papeles listos. Entrarás por esa puerta y te meterás directamente al almacén para que te rebiente otra vez, entendido?

  • Tengo otra opción?

  • Perderlo todo...

  • Trae, dije agarrando los papeles de malas maneras y saliendo de nuevo del sucio negocio.

NURIA


Estaba a punto de llegar al bar de mi padre y ví como se acercaba mi tío Francisco. Le saludé, el siempre tan risueño me besó en la mejilla y me acompaño para pasar. Mi padre limpiaba la barra y nos saludó muy feliz.

  • Que tal te fue hermano... le dijo a mi tío Francisco

  • De cine, lo mío solucionado

  • Creo que lo nuestro también le dije yo muy contenta

  • Buen trabajo Nuria, no sospecha de tí aún verdad?

  • No, para nada...

  • Como disfruto jodiendo a esa familia, en todos los sentidos... dijo Francisco

Reímos todos

  • Después de lo que nos jodieron a nosotros, demasiado poco me parece, verdad?

  • Son tan putas que hasta resultó demasiado fácil... si veis hoy a la hija... en menos de media hora me estaba pajeando

  • Aun queda mucho trabajo... tenemos que seguir así, les dije

  • Claro Nuria

REBECA


Al colgarle el teléfono a mi madre pensé en mí. Pensé en cuantos años de vida social había malgastado por estar donde estoy... era verdad, nunca tuve una relación plena para poder comparar o saber si me gustaba algo o no... y volvió la frase "que malfollada estás, banquera".

Entre el calentón que me había pegado Francisco y su corrida en mis tetas, el gitano y la conversación con mi madre... perdí el norte...

Salí hacia el bar otra vez, entré y con mi cabeza busqué a ese sucio anciano. No lo ví, estaba a punto de volverme cuando desde atrás volví a oirle susurrarme "buscas solución a estar malfollada putita?". Sólo me di la vuelta y le ví como volvía a ir hacia el baño de nuevo. Le seguí…

Me abrió la puerta del servicio de mujeres y me invitó a pasar como un caballero. "pase banquera"... entré y él me siguió. Cerró la puerta y pasó el pestillo.

"señorita banquera no debería dejarse llevar por un viejo como yo". Me decía mientras se sobaba de nuevo la entrepierna mirándome con esos negros ojos profundos y vestido con ese traje negro de rayas con el pañuelo en el bolsillo de la chaqueta y esa camisa con tirantes que fue blanca algún día y ahora era amarillenta. "Sácate el jersey, vamos a seguir donde lo dejáramos". Obedecí, por segunda vez en el día, volví a sacarme el jersey de encima y mi camiseta de tirantes volvía a mostrar mis enormes pechos, bien hinchados gracias a la excitación que ya traía. "porqué no enseñas más esas tetas cuando vamos al banco..." Se fue poco a poco acercando y mi respiración se fue acelerando según venÌa. En cuanto cogió mis tetas con las manos casi me corro de placer, de gusto... el volcán que llevaba parado e insatisfecho tanto tiempo iba a estallar.

"Cómemelas, son tuyas..." le dije al viejo gitano mientras agarraba su cabeza y le empujaba hacia ellos. Me separé un poco de él y con mi mano fui directa a sacarme las botas. No dejaba de mirarle mientras él también fue bajando su pantalón. Cuando empezaba a sacarme mi pantalón vi como sus calzoncillos negros de slip llenos de gotas y manchas casi no daban tapado semejante pollón. Otra vez nos acercamos y esta vez alternaba sus caricias a mi culo y a mis tetas aunque eran estas las que más le gustaban. Me las sacó fuera y empezó a chupármelas de nuevo. Yo buscaba con mi mano de nuevo esa polla enorme. La agarré y la apreté un poco "Soy tuya" le dije. Él me dio la vuelta y me bajó las bragas para embocar su polla en mi coño. Antes de metérmela me agarró desde atrás las tetas y tirando de ellas me obligó a irme metiendo ese pollón. No entraba... solo me metió medio glande en mi coño encharcado pero no entraba más. "joder, vaya coño apretado". "Es muy grande" le dije girando mi cabeza y mirando hacia él. Seguía empujando e iba entrando poco a poco mientras yo solo podía abrir la boca y jadear. Cuando casi la tenía toda ensartada dio un empujón y me la metió hasta los huevos. Me parecía que se me saldría por la boca de lo que me llenó. "Joooder" solo pude decir antes de que empezara con ese mete-saca. Lo hacía genial, estaba en el cielo. Solo podía agarrar sus manos y apretar mis tetas en ellas. Cada frase que decía me calentaba más "banquera que malfollada estabas, con estas tetas tenías que tener un rabo todo el día metido". "tanto le gustan..." le dije mirándole con una cara de guarra que jamás había puesto. Me las apretó más y empezó a follarme más rápido. "cuando te folla un gitano haces lo que él dice". Se salió de mí para sentarse en el retrete y hacerme una seña para que me sentara encima. El se recostó un poco y yo me empalé sola encima de él. No tardó ni un segundo en volver a jugar con mis tetas. Yo ayudé y con mis manos me las agarré para levantarlas un poco más mientras subía y bajaba de semejante pollón que me tenía loca. "que ganas tenías de follar que agarraste a un viejo cualquiera, sucia perra" y me besó. Me metió la lengua hasta el fondo mientras seguía tocándome y tocándome más. Yo estallaba en un orgásmo y me abracé a él "soy tuya joder, fóllame así..."

NURIA


  • Repasemos, por favor y centraros... que queda por hacer?

  • Lo del bar está solucionado supongo que tu jefa no tardará en hacer los papeles y traérmelos, puede ser cuestión de un par de días como máximo. Dijo mi padre.

  • Bien, entonces tendremos toda la deuda sellada porque la hipoteca tanto del bar como de nuestro piso y del del tío está saldada también

  • Saldadísima, dijo Francisco

  • Tenemos claro como sigue el plan? les pregunté

  • Yo me encargo de tu jefa, me encanta follarla y supongo que seguirá haciendo lo que yo le diga. Tendrá que ascenderte a un gran puesto para después ocupar tu el de ella cuando la cesen. dijo mi padre.

  • Que de eso me encargo yo, le respondí.

  • Y que hacemos con la hermana y la sobrina? preguntó mi padre

  • Son tan putas que creo que ya se sentencian solitas, de todas formas, esas dejádmelas a mí.

ANA


Después de otra sesión de sexo con Víctor en mi despacho me sentía muy cansada. Estaba disfrutando por fin del sexo después de mucho tiempo pero era consciente de que jugaba con fuego.

Hacía mucho tiempo que las dos hermanas y Rebeca no quedaban para tomar un café por la tarde, por eso salía de mí una cierta ilusión por volver a charlar las tres juntas, sobre todo con mi hija...

Después de temas intranscendentes...

  • Estoy en un lío, nos dijo mi hermana Rosa

  • Que pasa, Rosa?

  • Me están chantajeando por culpa de nuestras "fiestas"...

Miré para Rebeca que enseguida agachó la cabeza

  • A mí también... dijo Rebeca.

  • Como? te han metido en esto también?

Empezó a contar con pelos y señales lo vivido en el bar de enfrente de la sucursal... El silencio se hizo durante varios minutos.

  • Pero es que yo creo que no quiero parar, estoy entregada, nunca había disfrutado tanto... les dije a mi hija y mi hermana

  • Prefieres estar bien follada pero en la ruina y sin vida, e igual hasta presa... me reprochó Rosa

ROSA


Al llegar a mi casa desde la cafetería me encontré a Germán en mi portal, esperando. Le saludé y abrí la puerta, sin decirnos nada entró. Dejé mi bolso encima del recibidor y pasé al salón. Me senté en el sofá y Germán se sentó a mi lado. Puse mi mano encima de su pierna

  • Germán, lo siento, se todo lo que pasó, se que te metí en un lÌo con aquel club... lo siento, no quiero que te enfades conmigo pero fue todo un error...

  • No te equivoques... no vengo a proponerte nada, a mi me pones, te follaría mil veces pero no de esta forma y menos con lo que está pasando.

  • Que esta pasando?

  • Resulta que la Flora, la que me tocó a mi en el club... no es la mujer de ese Francisco...

Empecé a acomodarme en el sofá...

  • Es su trabajadora, les limpia la casa, etc... y digo "les" porque el bar ese en el que me dijo que habías estado... bueno... haciendo eso... es su hermano...

Mi cara era todo un poema.

_ Lo tramaron todo entre los tres para chantajearte por algún motivo que ni ella ni ahora yo sabemos... quería que lo supieras.

  • Y como te contó todo eso

  • Digamos que fui buen amante y la señora necesitaba un buen apretón

  • Y como no me lo dijiste antes...

  • No se, Rosa, creí que no querrías verme más... intenté quedar contigo haciéndote pensar que no pasara nada con ella y me compesaras... pero tampoco surgió... no se entiendo que no soy más que un viejo. Tengo 20 años más que tu y lo lógico es que lo que pasó fue un milagro y ya está... pero no quiero que sufras y quiero ayudar.

  • Gracias, Germán, de verdad.

Nos quedamos un instante mirándonos, Èl se acercó a mÌ y me besó. No un beso guarro, un beso normal, cariñoso. Nuestras lenguas jugaron un momento entre ellas hasta que se separaron. Volví a acercarme y le dí otro beso en los labios.

  • Gracias

Me levanté y él hizo lo mismo, abrí mi puerta y nos despedimos. Le guiñé un ojo y le dije que estaba toda la semana sola que ya le avisaría para charlar y que probablemente le pediría su ayuda.

Me vestí con mi traje de pantalón gris encima de una blusa azul y con mis tacones, agarré mi maletín y fui hacia el bar del padre de Nuria. Iba nerviosa, sabía que tenía que hacer como que lo que llevaba era verdadero, que ese papel salvaba la deuda del bar pero no lo hacía. Además sabía que tendría otra sesión de sexo y eso me estaba despertando algo en mi interior... Realmente desde la noche que compartí con Francisco no había vuelto a tener relaciones y aunque no hacía muchos días, ya parecía que lo echaba de menos. Con mis pensamientos entré al bar y como me había dicho el otro dÌa pretendía ir directamente al almacén. El plan era fácil pero no contaba con que el bar tendría clientela... siempre lo había encontrado vacío... mis esquemas mentales se habían roto.

Pretendía pasar desapercibida pero no iba a poder. En una mesa cuatro hombres con monos como de pintores jugaban a las cartas y otros dos más viejos estaban en la barra sentados.

Me armé de valor y caminé ante sus miradas al final del bar, de forma apurada y sin girar la mirada para entrar en el almacén y al pasar la puerta dar un suspiro de alivio. Ilusa, no se que es lo que aliviaba...

En esto noté una gorda mano tocándome el culo "vaya culo te hace esta ropa, todos los del bar lo saben". Intenté zafarme un poco de su sobada y me agarró fuerte de un brazo. "Creo que no lo has entendido, harás lo que yo te diga". Y siguió sobándome el culo y acercando su sucia cara a la mía. "hueles a pija redomada, a jefa gilipollas...". Sabía que me ponía a cien que me hablara así, puse mi culo para atrás para rozarlo con su polla, ya tiesa. "mira que eres puta, ya estás buscando fiesta..." y me punteó con todo ese miembro. "traes lo que te pedí?". Casi no me acordaba a lo que de verdad había ido. Me separé un poco de él y puse mi maletín en la mesa, lo abrí y saqué el papel falso en el que ponía que la deuda estaba saldada y que yo firmaba un indulto para la deuda que había generado todo el inmueble. "Bien..." ahora me abrazó con su mano la cadera y volvió a tirar de ella hacia él. Con la otra mano buscaba abrirme el pantalón. Me lo empezó a bajar y quedó a su vista mi mejor conjunto de lencería. Me sacó los pantalones y aún subida a mis tacones me empezó a besar las nalgas. "Ahora sal ahí fuera y diles a todos que se vayan que vamos a cerrar..." "NO!" le dije. … hizo como que no escuchó y siguió besándome las nalgas y apartando las bragas empezó a comerme el coño. Me agarré fuerte a la mesa porque estaba muy caliente. "O les dices que se vayan o te follo delante de ellos... elige" "pero déjame que me vista..." "Vamos! te follarÈ en la barra, que parece que es lo que quieres" me dijo levantándose de mi coño y agarrándome hacia afuera. "Vale, joder, lo haré".

Con mi chaqueta del traje y mi blusa y solo con las bragas y mis tacones salí del almacén. Como un resorte todas las caras se giraron a mirarme y a sonreir. "Por favor váyanse, está cerrado". El jolgorio fue mayúsculo "increíble" decía uno. "Se la va a follar" dice otro. "cuanto le pagaría" le dice otro... "Y cierra la puerta" se escuchó a José desde dentro. Efectivamente se fueron y cerré el bar. En ese momento me quedé mirando a la cámara de seguridad, esa que había comenzado parte de esto. Pensé para mÌ, pudiste haberte ido ahora mismo, pudiste haber pedido ayuda, podías haber evitado volver al almacén. Podía... pero no quería...

Entré al almacén de nuevo y allí estaba José sentado en la silla con los pantalones por los tobillos y pajeandose. Me acerqué a él y me subÌ encima, sin perderle de vista, solamente aparté mi braga con la mano y después agarré su polla y me la ensarté. De lo mojada que estaba casi ni hizo falta ni empujar. Empecé a moverme, primero suave y después más rápido. …él resoplaba y agarraba mi culo para movérmelo adelante y atrás siguiendo el ritmo. "Quiero que me des tu leche" le dije. Agarré sus manos y me las llevé a mis tetas. "Fóllame duro, vamos"... casi a la vez estallamos ambos en un orgasmo desgarrante que se debió oir en toda la manzana.

No me sorprendí viendo a los clientes apoyados fuera en la fachada del bar cuando yo salí, les sonreí incluso, al verles.

Al llegar de nuevo a mi departamento, Nuria estaba limpiando junto a mi despacho, la saludé y ella entró detrás mío.

  • Solucionó todo eso?

  • Si, Nuria, está todo arreglado

  • Mi padre me dijo que igual le podía pedir otra cosa, que usted es buena y me la conceder·...

  • No se si podré hacer tantos favores ya, Nuria.

  • Quiero que me metas en el departamento, contigo, de subdirectora.

  • Nuria, que dices, no tienes ningún requisito para serlo

  • No pero tengo pruebas de otras cosas... o crees que no se lo que haces con mi padre y con mi tío...

  • Me estás chantajeando...

  • SI!

ANA


Coincidí con Gerardo al salir de mi despacho. …él pasaba por el pasillo... Le miré y el me miró y empezó a acelerar el paso, yo le seguí y le paré.

  • Que pasa Gerardo, ahora me evitas?

  • Ana, será mejor que dejes que me vaya

  • Que pasa?

  • Se lo que haces con Víctor en clase, me lo ha contado...

  • Víctor cree cosas que no existen

  • Lo hiciste conmigo y me creo que lo hicieses también con él.

  • Gerardo, que dices..

  • Mira Ana, anda con cuidado, Víctor es un poco corto y no controla lo que dice o lo que hace, se está yendo de la lengua... yo no quiero perder mi vida así que... allá tu! Yo te recomiendo que cojas una baja laboral y estés un tiempo fuera de aquí, porque esto te va a estallar. Y a mi ni me mires...

Me dejó chafada, en medio del pasillo, tendría razón?...

"ven al banco ya", vibró el mensaje en mi movil. Era mi hija.