Erase una vez
Un adolescente, que no le ve sentido a la vida, tras hablar con una amiga por fin se lo encuentra.
Todas las historias suelen empezar con un: erase una vez..., y, ¿por qué?. Yo seré original, y empezare contando mi historia de otra manera.
Todos sabemos lo que les pasa a los chicos y chicas a los 17 años, se creen que son el centro del universo, se creen que pueden hacer lo que quieran, sueñan con cambiar el mundo y encontrar el antídoto contra el hambre o encontrar una sonrisa en la cara de un niño enfermo de cáncer, que confundidos están, no se dan cuenta hasta que son mas mayores de que ellos son una mota de arena entre iones de motas.
Una fría tarde de noviembre, se encontraba un chico de unos 17 años sumido en el estudio, no despegaba los ojos de los apuntes, este chico no era como los demás de su edad, el no creía nada, no pensaba nada, no soñaba nada, solo se preguntaba una y otra vez: ¿para que...?. Una amiga suya llamó a su casa, quería hablar con el, solo eso, hablar, el se sentía mal, estaba decaído y sin ganas de nada, y le pregunto: - ¿Por qué la vida es tan difícil?, ¿por qué no puede ser un poco menos complicada? La amiga le contesto: - Porque es así. El chico se puso serio, y empezó a decir: - ¿Para que sirve estudiar?, ¿para que sirve tener un trabajo?, ¿para que sirve tener una familia?, ¿para que te sirve amar, si después llegara un DIA en el que eso no te sirva de nada? La muchacha contesto: - sinceramente no se para lo que sirve, pero me muero de ganas por descubrirlo. El chico insistió: - ¿Para que te sirve amar?, ¿para que un DIA te falte tu amor y te mueras de pena? y ella contesto: - no, para que un día te falte tu amor y recuerdes todo lo que viviste con el El chico quedó cayado unos instantes, y reflexiono, se empezó a dar cuenta de que no tenia razón, que su amiga todo lo había sabido contestar, que merecía la pena luchar por las cosas, pensó que ya no quería ser un sueño para aparecer y huir de las dificultades cuando el quisiera, que ahora quería ser realidad, y vivir las cosas por el mismo, equivocarse y aprender de los fallos, la vida empezó a tener sentido para el. Al fin y al cabo empezó a creer, a querer, a pensar y a soñar, se dio cuenta de que tenia una verdadera amiga, y de que el como otro chico cualquiera de su edad, algún día cambiaria el mundo. ¡Erase una vez! Pablo.