Eramos eso, solo amantes...

Sus movimientos eran lentos, me disfrutaba. Yo sabia que lo habia calentado porque la tenia bien dura, primero por mi ropa y despues con mis gemidos. El me dijo que no queria venirse aun. Saco su verga la apreto en la base y solo la frotaba contra mi clitoris.

El reloj marcaba las 5.30am de un dulce y caluroso sabado de mayo. Habiamos pasado la noche cogiendo, cogiendo como lo que eramos… amantes. Despues de muchos meses de compartir nuestro tiempo y sentimiento, seguimos en aquel departamento a 10 minutos de la oficina.

Su mano, recorria mis senos, mi jefe me jalo e hizo que quedara encima suyo. Comenzo a besar mis senos, mordia mis pezones y sus manos recorrian mi culo. Nos enrollamos en un beso apasionado. Nuestras lenguas se mezclaban e intercambiabamos saliva. Besos apasionados. Mientras el, solo se dedicaba a manosear mi hermoso cuerpo.

No teniamos ropa puesta, considerabamos una exquisites el dormir desnudos y sentir cuerpo con cuerpo, asi que pude ver su hermosa y dura verga que poco a poco iba tomando buen tamano.

Decidi mamarsela. El tumbado en nuestra cama, apoyado en sus codos y con la cabeza relajada. Yo, introduciendo su verga en mi boca, chupando su brillante y gordo glande y lamiendole el tronco. Sus manos empujaban mi cabeza para que me comiera toda su verga.

15 minutos despues me puso sobre la cama y me abrio de piernas. Solo recuerdo su lengua haciendo circulos en la entrada de mi vagina. Yo, solo podia gemir y gemir de placer. Su lengua con rapidos movimientos rozaba y lamia mi clitoris, yo solo atinaba a decir: -si amor si- gemia como nunca hasta que no pude mas y le dije que me la clavara, que queria sentirlo adentro en ese momento.

Mi jefe-amante, tan complaciente siempre me la metia, sus movimientos rapidos y freneticos hacian que mis senos se bambolearan. Me embestia fuerte y duro. Sus huevos golpeaban conmigo y su verga navegaba entre lo mas profundo de mi.

Entre la luz tenue del amanecer pude ver su expresion llena de lujuria y placer. Sudaba. Gemia. Me volteo y con el cuerpo en el colchon y el culo parado volvio el constante mete-saca y ese ruido que considero tan cachondo, ese „clap clap" de nuestros jugos y de su pene entrando y saliendo. La sensacion era brutal. En mi espalda solo sentia caer las gotas de su sudor.

Su verga entraba y salia hasta que senti su eyaculacion. Como siempre, volvimos a dormir despues de hacer el amor.

A las 8 abrimos nuestros ojos. Un beso de buenisimos dias, una nalgada y pellisco de pezon y a ducharnos. Desayunamos tranquilos. Era uno de esos sabados sin nada que hacer, asi que procedimos a poner un poco de orden en nuestro nido de amor. El tuvo que ir al estudio para hacer unos informes. Yo estaba en la cocina arreglando los platos cuando sono su movil. Escuche que hablaba con sus dos hijos y posteriormente con su esposa.

Pero yo no estaba dispuesta a pasar ese Sabado sola. No. Despues de tantos meses de relacion conocia perfectamente cada movimiento de mi querido jefe-amante.

Asi que sin pensarmelo, mientras el continuaba hablando con sus hijos me dirigi a la habitacion. Me puse un corsé rojo y tanga a juego. Maquillada como toda una actriz de pelicula porno, arregle mi largo cabello negro, me puse mis zapatos transparentes de tacos muy alto y sali rumbo al estudio donde se encontraba todavia hablando pero ahora con su esposa.

Me pare en la puerta y lo mire. El estaba en su silla mirando al balco y hablando muy bajo. No dije nada pero sintio mi mirada, asi que volteo a verme y sin pensarlo le dijo a su querida esposa que se tenia que ir. Se levanto me beso y me dijo simplemente que estaba hermosa.

Caminamos hacia el salon donde teniamos una barra con bancos altos, el iba disfrutando mi cuerpo, recorria mi piel, me olia, me besaba, disfrutaba mi edad y mi cuerpo joven. Uno de mis senos salio del corsé para en menos de un minuto el otro seno le hacia compania. Su boca succionaba mi pezon como un bebe hambriento. Senti la humedad en mi sexo.

Le dije que queria que me chupara mi cosita, mientras le daba un beso. Me sente en uno de esos bancos altos y me abri de piernas. El no tuvo opcion mas que de hacer mi tanga a un lado, y comenzo a lamer.

Yo solo gemia, gemia como una puta. Con una mano abria mas mis labios para que el pudiera chupar sin problemas. Queria calentarlo, no queria que se fuera con su familia. De mi hermosa boca solo salian gemidos como perra en celo al mismo tiempo que le decia que me chupaba riquisimo.

Se levanto, bajo sus pantalones y me la clavo. Entraba tan rico, se resbalaba sin dificultad debido a mi flujo y su saliva. Yo no paraba de gemir y decirle que su verga era muy rica, que me ponia como loca con solo sentirlo, que la tenia tan dura que parecia quem e iba a perforar y que aqui, dentro de mi hermosa, humeda y caliente concha podia hacer lo que el quisiera. El solo me escuchaba.

Sus movimientos eran lentos, me disfrutaba. Yo sabia que lo habia calentado porque la tenia bien dura, primero por mi ropa y despues con mis gemidos. El me dijo que no queria venirse aun. Saco su verga la apreto en la base y solo la frotaba contra mi clitoris.

Cambiamos de posicion aunque seguimos en ese banco. Yo subi mi pierna derecha para darle una mejor entrada y porque no, una mejor vision. Yo solo gemia y le decia cosas para calentarlo mas. No pude evitarlo me sentia tan excitada con mi vestimenta. Gotas de nuestros flujos escurrian y manchaban el piso. El disfrutaba ese mete y saca.

Se sento sobre el banco y de espadas al el me la meti.. subia y bajaba, mis caderas se movian ritmicamente y con mi dedito frotaba mi clitorias. En la habitacion solo se escuchaban nuestros gemidos. En el espejo a lo lejos veia como mis tetas rebotaban. No pude evitarlo y me vine, moviendome y gimiendo sobre el y su dura y tiesa verga.

A pesar de mis contracciones no eyaculo. De frente a el, con ese corsé rojo con las tetas fuera, mis zapatos comence a restregarme encima y con su deliciosa verga adentro, bien adentro. El me veia, cerraba sus ojos y gemia igual que yo. Con sus manos ayudaba a moverme. Me daba unos sentones tan ricos y hacia que mis pezones le rozaran la cara.

Me dijo que no queria venirse, nos detuvimos y me pidio que se la mamara. Y asi lo hice. Me la introduje y comence a mamar con fuerza, me deleitaba con su sabor, su tamano, su grosor y ese olor… olor que todavia guardo. Perdi la nocion del tiempo hasta que su leche espesa y caliente era depositada en mi garganta. El, mi jefe, mi amante habia eyaculado y yo… solo tragaba y trabaja su leche.

Ese sabado, como muchos otros no vio a su familia y se quedo conmigo, cogiendo, gimiendo y vaciandose dentro de mi, como lo que eramos… amantes.