Eramos amigos

Algunas cosa pasan sin razón, yo simplemente lo quería dentro de mi.

Eramos amigos, no tan cercanos, pero lo eramos. El era el hermano del novio de mi hermana, su nombre, Manuel; aun asi, nos veiamos muy seguido, mas de lo de costumbre.

Ese dia, cumplia años un amigo nuestro, el cual yo habia tenido un secreto romance y aun lo queria de manera especial.

Era una fiesta a la cual habia llegado mucha gente, la mayoria desconocidos para mi, y sin embargo, buena oportunidad, para salir de mi grupo habitual de amigos.

Hubo de todo en esa fiesta, drogas, sexo y alcohol, lo cual yo simplemente me incline hacia la tercera. Ya después de tanto tomar, Manuel y yo empezamos a decirnos obscenidades mutuamente. Ya casi de madrugada, mi hermana me avisa que ella y su novio, se iban para casa, lo cual yo no queria por que la fiesta todavía estaba muy prendida, asi que me quede un rato mas, con Manuel, y unos amigos que prometieron llevarme a casa. Ya casi las 8 de la mañana, cuando Manuel y los chicos deciden irse, y me fui con ellos, al salir a la calle, lo veo al cumpleañero, mi antigua amor, tranzando y toqueteándose con una chica, lo cual me desilusiono, pero a la vez genero en mi, un fuego interno, algo que ya a esas alturas y con el alcohol ingerido era casi imparable.

Me alcanzaron hasta unas cuadras cerca de mi casa, y Manuel, sabiendo que su hermano estaba en casa, vino a dormir.

Llegamos a casa, y yo la verdad es que no tenia nada pre- arreglado, y lo invito a pasar. Le dije si no queria que le prepare un colchon en el suelo, a lo que el me contesto que no, que dormia conmigo. Tanto calor hacia esa noche, que mientras el se fue al baño, me saque la ropa, quedándome con una tanguita negra y el corpiño del mismo color, y me meti en la cama. El entro a mi cuarto, se saco la ropa y se acosto al lado mio. Le pregunte si no le molestaba que ponga musica, ya que necesito dormir con algun ruido, y me contesto que no habia problema.

Asi, escuchando a los Babasonicos de fondo, comenzo a tocarme, primero por arriba de mi ropa interior, y luego por debajo, lentamente ese fuego que en mi se habia apagado, comenzo a arder, y era ya imparable las ganas que tenia yo de tocarlo, de sentir su miembro en mis manos, en mi.

Comenzamos a besarnos, y sin darme cuenta, gracias al alcohol de esa noche, le estaba haciendo el mejor sexo oral de su vida, tenia la verga mas increíble que vi en mi vida, un pedazo enorme, y lo unico que queria era que me la metiera hasta adentro.

En un sobresalto, me tomo de las manos, se puso sobre mi, y comenzo a chuparme la argolla con unos movimientos raros que me hicieron acabar en su boca, estaba demasiado excitada, ya no lo aguantaba, lo queria.

Pero algo fallo, no teniamos protección, asi que simplemente, no dimos placer hasta que el sueño nos vencio.

Al dia siguiente, amanecimos desnudos, y no hablamos nunca mas del tema, ni entre nosotros, ni con nadie. Y sin embargo todavía espero que termine lo que empezo aquel dia.