Era un trabajo mas (9)

Un robo, un matrimonio que no debia estar ahi.

(Les recomiendo la lectura de los ocho capítulos anteriores)

Luisa y Luis (Dueños de la casa)

Lidia y Paco (Hermano y cuñada de Luisa)

Carmen y María (Hijas de Lidia)

Gero, Negro, Moro y Nene (Banda)

Después de que luisa prepara una rápida comida la vistieron con su bata de playa y como los demás, fue atada y vendada, mientras los cuatro asaltantes se dedicaron a comer y beber, sentados a la mesa de aquella casa, estaban satisfechos con el botín y con todo lo disfrutado y por lo que hablaban aun tenían ganas de disfrutar de aquellas hembras que, por lo sucedido, no requerían demasiada fuerza para ser utilizadas sin ninguna medida.

Cuando acabaron con la comida, les dieron a los rehenes un sándwich a cada uno, les dejaron a cargo de nene, y el resto se tumbo tranquilamente por el salón y descansar tranquilamente y reponer fuerzas.

Después de todo el ajetreo casi todos se quedaron dormidos, menos nene que mato el tiempo viendo la televisión, y echando miradas a aquel plantel de bellezas que se acurrucaba en el sofá, sobre todo María, que con su suéter le dejaba ver una esplendida panorámica de sus pechos, aunque tampoco los cuerpos de las otras mujeres quedaron fuera de su mirada.

Lidia noto como la tocaban unas manos sobaban sus pechos, atendiendo a sus pezones con destreza, los cuales en poco tiempo se marcaron en el fino suéter que portaba. No podía ver quien la manoseaba pero no había duda que alguno de sus captores estaba dándose un festín a costa de ella, el cansancio y el sueño la habían apartado por un instante de la realidad, esa en la que estaba metida ella y su familia, una pesadilla que tenia visos de no terminar.

Unas manos la agarraron de las axilas y la incorporaron, sus ataduras fueron quitadas pero no la venda de los ojos.

“Ahora sígueme”

La voz de Gero susurro en sus oídos, y noto como su mano era agarrada y la arrastraba hacia algún sitio. La hizo subir la escalera y supuso que entro en alguna habitación. La poca ropa que llevaba encima desapareció, y se sintió de nuevo a merced de sus captores.

“bien, enfrente tuya tienes una cama de matrimonio así que despacito acuéstate boca arriba mas o menos en el centro” le dijo Gero

Como pudo y muy despacio fue acercándose tanteando hasta encontrarla y hizo lo que le dijeron. Alguien se puso a su lado y puso dos dedos en sus labios, forzándolos a abrirlos, y los introdujo en su boca.

“chúpalos”

Y así lo hizo los lamió hasta que desaparecieron y los noto en su sexo, recorriendo los otros labios e introduciéndose entre ellos, cerraba las piernas como si eso fuera a evitar algo , pero las caricias inconscientemente relajo su tensión y poco a poco aquella mano invadió sin ningún pudor su entrepierna separando sus muslos.

“me parece que a la señora le gusta que le metan mano, jajajaj”

Noto que otra persona se colocaba a su lado y unos labios comenzaron delicadamente a besar su pecho, lamia su erecto pezón con tranquilidad, saboreándolo y entre los dos tratamientos comenzó a excitarse, su respiración se agito y abrió la boca para poder respirar mas rápido, y una boca se unió a la suya, aquellos labios se unieron a los suyos y una lengua extraña comenzó a jugar con la suya, la cual respondió al desafío. Al menos, pensó, estaba sola con ellos y su familia no estaba presente, así que intento disfrutar de aquello. Estaba en aquellos pensamientos, cuando dos dedos se introdujeron en su sexo, despacio pero sin pausa, invadiéndola provocando en ella un gemido de placer.

“te gusta eh, zorra?”

Lidia no contesto, se sentía mal por dejarse llevar. Pero aquellos cerdos sabían lo que hacían y su cuerpo la traicionaba sin poder hacer nada.

“ya te dije que a esta zorra le iba la marcha, y ahora que nadie la ve seguro que va a berrear como la cerda que es”

La boca de su pecho y la mano en su sexo desapareció, quedando un momento desencantada con el parón pero enseguida la boca reapareció devorando su sexo, y unos dedos mas grandes volvieron a invadir su sexo, esta vez, rudamente, pero solo encontraron un mar de jugos, se estaba deshaciendo.

“ ya veras como te va a dejar negro, se come los coños mejor que nadie”

“dime, tu marido te come el coño”

“si”

“y el culo”

"no, eso no”

“jajajajaja, pero te lo folla el muy cabrón, que ya he visto que lo tenias usado”

“si, tenemos sexo anal”

“que fina, se dice me da por el culo, a ver como lo dices”

“sii, me da por el culooo, ufff...”

"que, te gusta lo que te esta haciendo, eh?

“siii”

“jajajaj, quiero saber cuando te corres perra, y por lo que veo no tardaras mucho”

Negro se aplicaba en la tarea de martirizar su clítoris, y sus dedos la invadían por dentro recorriéndola sin dejar lugar sin explorar, y su cuerpo respondía con oleadas de placer que la llevaban sin remedio a ese orgasmo que no quería regalarles, pero su sexo no estaba por la labor y exploto en la boca de su torturador.

“si me corro, me corroo”

“eso córrete guarrilla”

“ahhhh”

Entonces noto como sus pezones eran agarrados con fuerza mientras no cesaba el trabajo en su sexo, los retorcían sin control, y eran soltados para volver a empezar, si algo le podía faltar era aquello, aquel tratamiento la estaba volviendo loca. La boca se desplazo hacia abajo y abriéndole las nalgas comenzó a recorrer su ano, y una de las manos que hasta ahora habían martirizado sus pezones comenzó a  golpear el clítoris, no excesivamente fuerte. Aquello fue demasiado para ella y un segundo orgasmo la invadió.

“ufff..., me corro otra vez” dijo

Aquello no inmuto a los hombres que la poseían, aquella mano siguió golpeando su receptivo clítoris y su placer no acababa, las contracciones internas de su vagina la llevaban a un estado de placer continuo mientras una lengua la invadía por primera vez jugueteando en su trasero.

“ahhhhh”

Entonces todo ceso, la lengua y las manos cejaron su invasión.

“te gusta?”

Ella no sabia que contestar, pero su sexo la martirizaba, necesitaba algo dentro, ya le pasaba con su marido cuando le hacia sexo oral, disfrutaba mucho pero después necesitaba acabar con su pene dentro.

“te gusta?”

“si por favor, no me dejéis así”

“que pasa, que necesitas follar?”

“si, por favor”

“pues pídelo”

“por favor, follame”

“no no, que falta de educación, somos dos y nos debes contentar a los dos”

“follarme por favor, los dos”

“jajajajaja, bueno, pero como te veo muy necesitada, me voy a sentar en la cama y serás tu la que te la vas a ensartar, te parece bien?”

“si, como quieras”

Gero se tumbo junto a ella y la hizo ponerse encima suyo, ella se puso a horcadas sobre el y busco su mástil hasta colocarlo en la entrada de su ardiente sexo y se sentó sobre el.

“diosss, que gusto”

Y empezó a saltar sobre el, Gero veía a aquella hembra totalmente entregada, su sexo estaba inundado y ardiendo, y su polla lo taladraba sin hacer ningún esfuerzo. así que se dedico a los pechos que botaban sin control en aquel cuerpo desmadejado, sediento de placer, mientras con una mano agarraba su pezón con la otra azotaba el pecho, aquello no detenía a su subyugada si no que la aceleraba mas. Así que arrecio el tratamiento hasta que un desgarrado grito anuncio su orgasmo.

“jajajajaja, ya me has usado, pues ahora sigue que me quiero correr”

Lucia, como pudo comenzó a moverse, su sexo chapoteaba y se dejo caer sobre el cuerpo Gero  mientras seguía con su movimiento, aquello fue aprovechado por negro para situarse detrás de ella y sin más miramiento clavarle su estaca, que en dos golpes se hundió completamente en  el culo de ella dejándola en shock. Fue negro con sus embestidas quien arrancaba los gemidos al cuerpo inerte en que se había convertido. No pudo recordar cuanto tiempo duro aquello , pero cuando las dos pollas salieron de ella quedo desmadejada encima del colchón sin fuerzas.

“Bueno, creo que vamos a buscar a alguna de tus hijas para que te sustituya, tu ya no puedes”

“no por favor, Hare lo que me pidáis, por favor” suplico lidia sacando fuerzas de donde no tenia

“todo?”

“si todo”

Gero desapareció de la sala y a los poco minutos apareció con luisa, venia vendada también y sin ataduras.

“tu cuñada no quiere que traigamos a las niñas a esta fiesta y supongo que tu también estas dispuesta a hacer lo que te pidamos, no?”

“si” dijo luisa

Gero le quito la bata que llevaba y la dejo desnuda

“Bien, cualquier cosa que os neguéis a hacer, se lo haremos a sus hijas, espero que os haya quedado muy claro por que no voy a repetir nada ni a dar segundas opciones, si colaboráis, perfecto, si no, otra zorra subirá, y viendo como sois, hasta le gustara y todo”

Gero cogió a luisa y la hizo sentarse al  borde de la cama, recostó su cuerpo hacia atrás y le abrió las piernas, después arrodillo a lidia entre sus piernas

“Delante de ti tienes el coño de tu cuñada, quiero oírla berrear de placer así que esmérate”

Lidia fue tanteando hasta que su boca topo con la calidez del sexo de su cuñada y empezó a besarlo, su sabor no la desagradaba, y recordando el trabajo que hacia poco le habían hecho, se empleo a fondo en el, centrándose sobre todo en el botón que  mas sobresalía, el clítoris estaba hinchado y sobre el lamia , besaba y hasta atrapaba con los dientes. Los gemidos no tardaron en inundar la habitación, su cuñada no se cortaba y su placer lo mostraba sin Nunkun pudor, y lo pero es que aquello la estaba poniendo a mil, su sexo también respondía. Claro que a parte del placer que estaba recibiendo, Gero le había dicho a su cuñada que expresara su placer o le machacaba los pezones.

“me corroo, ahhhh”

Luisa inundo la boca de su cuñada, con un orgasmo terrible que la recorrió intensamente derritiendo su sexo.

“jajajajaja, menudas bolleras estáis hechas”

Gero aparto a lidia, puso una almohada doblada bajo el culo de luisa y le ensartó su polla de un golpe, martilleando su sensible sexo y arrancándole nuevos gritos de placer, y depositando al rato en lo más profundo de su útero una abundante corrida entre gruñidos de placer. Con cuidado se retiro y negro ocupo su lugar repitiendo el mismo ritual hasta correrse.

“ahora vas a probar como se ordeña un coño, el de tu cuñada esta rellenito y sabroso”

Tumbaron a lidia en el suelo y pusieron a luisa a horcadas sobre su boca

“venga, chúpalo bien golfa, que cuando acabes tendrás nuestras pollas”

Hizo de tripas corazón y se dedico a chupar todo lo que salía del sexo de su cuñada, la cual seguía gimiendo por el tratamiento a que su lengua le sometía, e incluso le parecía que apretaba su sexo buscando mas, lo cual quedo confirmado cuando noto que ella se tumbaba hacia su sexo buscando un 69, el cual no tardo en completar hundiendo su boca en su sexo y atrapando su culo con sus manos.

Gero y negro observaban aquel espectáculo y decidieron disfrutar primero de los gemidos y después del orgasmo que sonoramente tuvieron las dos, primero luisa y poco después lidia, quedando las dos exhaustas de tanto placer.