Era un trabajo mas 7
Un robo, un matrimonio que no debia estar ahi.
(Les recomiendo la lectura de los seis capítulos anteriores)
Luisa y lidia
Lidia estaba enfrascada en terminar cuanto antes, su boca engullía por completo el duro pene de Luis, del cual oía sus gemido ahogados por la mordaza, pero allí seguía, aguantando, claro que no sabia que las mamadas matinales de luisa había dejado aquella polla muy poco sensible y su erección tenia mucho que ver con la estimulación adicional. Estaba en esos pensamientos cuando noto que la estiraban del pelo para levantarla.
“ahora follatelo” dijo gero y haciéndole abrir las piernas la hizo sentarse poco a poco sobre el, lidia no estaba excitada pero el pene de Luis estaba lubricado con su saliva así que poco a poco la fue introduciendo, como aquel instrumento no era muy grande pudo tenerla dentro en pocos movimientos y empezó a agitar sus caderas para conseguir que aquello terminara pronto.
“muy bien zorrita, no te vas a levantar de ahí hasta que consigas que este picha corta te moje el coño con su leche, y ni se te ocurra levantarte”
Luisa andaba con la polla de su hermano pero no se excitaba, gero entonces levanto un poco la venda de los ojos de paco, y este vio el espectáculo, su mujer se follaba totalmente desnuda a su cuñado y su hermana era la que se la mamaba, aquello fue demasiado para el, y su pene recobro la vida rápidamente, recordando sus fantasías infantiles en las que su hermana buenorra era el referente de sus pajas, y ahora la tenia arrodillada ante el. Y luisa noto el cambio cuando aquel pene flácido se torno en una barra de hierro palpitante en su boca, era bastante mas grande que la de su hermano y le costaba engullirla pero se afanaba en su trabajo, tanto que no tardo en sentir como aquellos testículos se vaciaban literalmente en su boca, hasta cinco descargas tuvo que tragar, y cuando se aparto para poder respirar creyendo terminado el trabajo le agarraron del pelo.
“sigue que a este parece que le ha gustado tu boca” y volvió a ello
Mientras lidia, en su empeño de hacer que aquel pene expulsara su carga se excito y empezó a sentir como su sexo respondía sin querer a tanto trasiego y de su boca se escapaban débiles gemidos, además su pezones se pegaban a la camisa de paco recibiendo un extra de placer que la envolvía, la descarga que recorrió todo su cuerpo le llego de improviso haciéndola gritar de placer y llenándola de vergüenza, pero un azote en el culo y un aviso en su oído le indico que debía seguir.
María
María había escuchado lo poco que se había dicho, pero sabia que aquello no iba a terminar rápido, los sonidos que se oían no eran extraños para ella ya que con su novio había tenido relaciones y aquellos sonidos guturales no podían ser otra cosa que felaciones. Y también sabia que ella estaba siendo devorada con la vista por aquellos indeseables y que probablemente no se quedaría ahí su deseo, por eso cuando noto que alguien se sentaba a su lado un sudor frío la recorrió.
Moro se había sentado en el sofá al lado de María, veía su respiración agitada y también como sus pezones se marcaban en su bikini, y comenzó a rozarlos con sus manos, María abrió la boca pero no dijo nada, solo su respiración creció, y aquello le dio alas para seguir con su manoseo, cada vez agarraba con mas fuerza aquellos botones que se endurecían con el trato, al pellizcarlos veía como la boca de ella de abría pero no emitía sonido alguno.
“quieres que siga?” le susurro moro al oído, y como ella pensó que nada de lo que dijera cambiaria nada, se callo, y noto como el lazo de su cuello se deshacía y su pechos quedaban sin esa débil protección y seguidamente una boca atrapo uno de sus pezones y una lengua empezó a torturarlos con maestría, de vez en cuando eran unos dientes los que los poseían, sintiendo una punzada de dolor que rápidamente era sustituida por una lengua balsámica, aquel carrusel se traslado al otro pecho dándole el mismo tratamiento. En aquella nube de sensaciones estaba cuando la presión de su braguita desapareció, habían desatado los lazos laterales, y lo evidente se hizo realidad, iban a poseerla sin remedio.
Otra boca comenzó a abrirse camino desde sus rodillas y unas manos grandes hacían fuerza con delicadeza para separar sus piernas que permanecían pegadas.
Negro se adentro entre las piernas de María que ejercían presión sobre su cabeza pero sus caricias iban rompiendo la resistencia, además el olor a sexo excitado era cada vez mas evidente, lo cual le llevaba cada vez mas cerca de su premio, y no tardo en encontrar aquel coño que empezó a devorar con pasión.
María creyó morir, su sexo había sido invadido, y aquello no tenia nada que ver con los lametones de su novio, aquel individuo la estaba devorando literalmente y su cuerpo se entregaba a aquel doble asalto derritiéndose sin remedio, y el primer orgasmo llego sin aviso haciendo que su coño se inundara de jugos.
“ahh” salio como un susurro de la boca de María, su cuerpo se estremeció y sus piernas intentaron cerrarse pero negro seguía con su faena, introduciendo además dos dedos de improviso dentro de aquel volcán que tenia María encendido.
María sintió la invasión de aquellos enormes dedos que se movían dentro de ella que hurgaban con firmeza y la llevaban lejos su placer volvió a estallar y su cuerpo se descontrolaba ante las oleadas de placer desconocido que la inundaban.
Carmen
Gero se sentó en el brazo del sofá al lado de carmen, las demás estaban ya con su plan en marcha y solo quedaba ella por participar, al contrario que María, delgada y esbelta, ella era mas voluptuosa y aunque en pechos podrían rivalizar las caderas de carmen le daban una figura mas llamativa. Gero levanto su venda y carmen quedo atónita con lo que vio.
Su madre saltaba sobre su tío y se le escapaba un gemido, su tía estaba haciendo sexo oral con su tío y su hermana a su lado tenia a un negro metido entre las piernas que solo arrancaba de ella gemidos de placer. Así que cuando gero empezó a sobarle los pechos cerro los ojos y se preparo para recibir su parte, entendía que si los mayores estaban entregados ella no podría hacer nada más que satisfacer a aquellos hombres. Además el sexo no era algo extraño para ella ya que había tenido relaciones esporádicas, aunque eso si nada placenteras con chicos de su instituto.
Gero la hizo levantarse y le solto los brazos.
“desnúdate” le susurro al oído
Carmen se despojo de su poca vestimenta y gero la sentó, y con un gesto moro se hincó entre sus piernas dándole un tratamiento especial en su joven coño, que empezó a recibir los envites de una lengua muy entrenada y que no tardo en empezar a arrancar gemidos de su garganta.
“espero que te portes bien con el, como ves te esta dedicando todo su tiempo, así que no querría tener que castigarte, me has entendido?” le dijo gero
“si señor” dijo carmen entre jadeos
Gero sonrío al fin, tenia a esas cuatro hembras a su disposición, lo cual era raro encontrar, normalmente alguna se resistía pero estas eran unzas zorras de cuidado, así que su imaginación empezó a hacer de las suyas.
Cogio a María y le soltó los brazos y la llevo donde su tía estaba mamando la polla a su hermano, aparto a esta y la sentó encima de la polla de su padre.
“empieza a moverte puta”
María noto como su coño se llenaba, aquella polla la quemaba por entro pero estaba tan mojada que se incrusto sin remedio, no veía a su secuestrador pero empezó a moverse y su orgasmo continuo como la había estado destrozando ya hacia rato, sus caderas no podían dejar de buscar aquel trozo de carne que se arrastraba en su interior.
Paco sintió como su polla se enfundaba en un coño que no conocía, y no era el de su mujer, y después aquel movimiento lo termino de derrotar , y no digamos cuando los gemidos del cuerpo de mujer que se pegaba a su cuerpo le dieron la certeza que era su hija la que se lo estaba tirando, y se derramo estallando dentro de ella, llorando su vergüenza de haber disfrutado de ese sexo prohibido. Claro que todo ello fue presenciado por lidia que fue despojada de su venda para que viera aquel final tan explosivo.
“has visto lo zorra que es tu hija, le da igual la polla que sea para retorcerse” rió gero, y levantándola del pelo la llevo hasta la mesa, allí la inclino y de un solo estacazo se la clavo en su mojado coño arrancándole un grito que se unió al de María cuando fue empalada por negro a su lado, los dos comenzaron a follarselas sin freno, sus pollas entraban y salían de aquellas cuevas entrando en cada envestida hasta lo mas profundo de ellas.
“os vamos a llenar de leche guarras”
“No por favor, dentro no, por favor” gimió lidia
Pero solo recibió como contestación un par de azotes en el culo que negro imito con María, aquello la cayo así que siguieron con el tratamiento y en cada envite le llovía un azote que hacia que sus nalgas fueran cambiando de color.
María sintió otro desgarrador orgasmo el cual fue acompañado por un grito que espoleo a negro el cual acelero sus movimientos hasta que se apretó a su culo con un tremendo grito que solo presagio oleadas de semen dentro del útero de María que se agitaba sin remedio entre oleadas de placer.
“toma leche puta” dijo mientras descargaba en su interior
“ahora te toca a ti, toma toma tomaaaa” y gero imito a su compinche, derramándose dentro de lidia la cual gemía no sabia si de rabia, o de vergüenza, porque con ese semen había llegado a un orgasmo tan deseado como detestado. Los dos se apartaron de aquellos cuerpos y un hilo blanco comenzó a salir de aquellos forzados sexos mientras ellas con la respiración acelerada tomaban conciencia de que sus cuerpos se rendían a placeres nada convencionales.