Era un trabajo mas 4
Un robo, un matrimonio que no debia estar ahi.
(Les recomiendo la lectura de los tres capítulos anteriores)
Luisa andaba intentando recuperarse cuando gero la saco de sus pensamientos
"ponte a cuatro patas que no hemos terminado contigo"
Moro después de dejar la cámara grabando la escena se puso detrás de ella hurgando con su polla el culo abierto de ella y cuando encontró el agujero empujo sin delicadeza alguna, arrancando un nuevo grito, que fue silenciado por gero que a su ves le incrusto la suya en la boca, entonces comenzaron los dos a follarsela, siendo gero el primero en gruñir soltando toda su leche en la boca sin dejar de embestirla, cuando se aparto cayo hacia delante, y moro la siguió, sin cesar en sus ataques a su culo. De la comisura de sus labios derramaba hilillos de semen mezclado con la saliva.
Entonces el moro paro, la puso boca arriba y copio la almohada y la puso en su culo para elevarla, y con la misma fiereza se la clavo en el coño, siguiendo sus embates, ella noto como sus movimientos se descompasaban cuando un grito le anuncio la llegada de su semen a lo mas profundo de ella. Chorros de leche caliente la inundaron de nuevo dejándola sin fuerzas.
"así nena, quédate quietecita, cierra las piernas y disfruta de tu ración en tu interior" se sentó a su lado y le recostó la cabeza sobre su vientre para que se la limpiara, lo cual hizo con dedicación, sin necesidad de mas detalles.
"ves y lávate guarra" dijo moro mientras le quitaba el antifaz de la cara. Luisa anduvo como pudo hasta el baño de la habitación mientras por sus piernas se derramaba todo el líquido que su coño había albergado hasta ese momento. Mientras ella se lavaba en el bidet entro el moro y se metió en la ducha.
"anda, deja de tocarte el coño y ven aquí" luisa dejo lo que estaba haciendo y entro con el en la ducha
"arrodíllate" y moro empezó a mearla, un gran chorro impactaba en la cara, donde mantenia cerrados ojos y boca, y después recorría todo su cuerpo, cuando acabo noto como su poya tocaba sus labios.
"límpiame bien" y ella comenzó la vergonzante tarea
"muy bien putita, así me gusta, que limpies lo que esta sucio con esa boca de guarra que tienes, y creo que te voy a dar mas trabajo porque cuando acabes con mi polla, me vas a dejar el culo igual"
"no por favor, eso no" suplico luisa
Moro se dio la vuelta
"venga zorra, empieza, pon esa lengua en acción"
Luisa no podía creer que tuviera que hacerlo, cuando gero la agarro del pero y su cara se hundió entre las nalgas de moro, el olor le provoco arcadas y las risas de ellos. Viendo que no tenia salida, su lengua fue haciendo camino, trataba de no respirar mientras chupaba y se apartaba para controlar su estomago, su boca se lleno del sucio sabor característico de alguien que no se lava en días, y se estomago se revolvía con cada pasada, poco a poco fue limpiando aquella mugre, mientras moro disfrutaba de su dedicación. Mientras gero cada vez que se apartaba la azotaba el culo animándola a seguir.
Cuando moro se incorporó fue gero el que dispuso su culo, y entre azotes y arcadas lo limpio también.
Gero y moro se ducharon mientras ella tirada en el suelo intentaba recuperarse del mal rato. Su estomago revuelto y ese sabor en su boca no la dejaron relajarse, hasta que ellos no terminaron y le ordenaron asearse. Entro en la ducha y se lavo varias veces, después el cepillo de dientes y el elixir mitigaron un poco su desazón. Aquellos hombres no tenían suficiente con forzarla si no que la humillaban con cosas que nunca imagino hacer.
Cuando salio de baño, le habían preparado ropa, uno de los conjuntos negros de ropa interior, una camisa negra de su marido con un cinturón, y unos zapatos negros eran el vestuario que no hacia presagiar que aquello se hubiese acabado.
el conjuntito tenia sendos cortes a la altura de los pezones, que los dejaban al aire y el tanga también tenia abertura, así que luisa después de enfundárselo se puso la camisa abotonándosela entera, aunque por debajo le tapaba lo mínimo, lo cual supuso que iba a ser un extra de motivación para aquellos demonios. Acabo con el cinturón y se puso los zapatos.
"pero que buena estas zorra" dijo gero soltándole un azote en el culo "aunque te has tapado mucho" y empezó a desabotonarle la camisa hasta llegar la cinturón "así mucho mejor, no crees?"
"como quieras"
"venga, vamos para abajo, y prepáranos algo de cenar, que ya es hora, y nos estas dejando secos, hay que recuperar fuerzas"
Se dirigieron abajo y mientras moro iba al salón con los demás ella y gero fueron a la cocina. Preparo bocadillos y cosas de picar que tenia en latas, en poco tiempo lleno dos bandejas.
"A que hora llegaran mañana los invitados?" pregunto gero
"por favor, iros antes de que vengan, ya habéis hecho lo que habéis querido conmigo, por favor" suplico luisa
"no estas aquí para pedir nada, haremos lo que queramos, como se llaman y edades?"
"Mi hermano Paco tiene 42, lidia mi cuñada 39, y mis sobrinas María de 17 y carmen de 16, pero por favor las niñas no"
"si tu cuñada es tan puta como tu, no las tocaremos, no te preocupes"
"te gusta tu cuñada?"
"nunca he pensado en eso"
"pues vete pensándotelo que mañana te lo vas a montar con esa guarra, esta para comérsela y eso harás tu , comértela entera" dijo riéndose gero
"sobre que hora llegaran"
"suelen venir a las 11"
"y que soléis hacer?"
"estamos en la piscina hasta la hora de comer, después comemos, siesta y solemos darnos otro chapuzón antes de la cena"
"y se quedan a dormir?"
"si, suelen irse después de comer el domingo"
Gero pensó que aquello se iba a alargar, pero con el botín que ya tenían y la diversión que se avecinaba se haría corto. Luisa mientras tanto termino de poner todo en el carrito junto a bebidas y cubiertos dirigiéndose al salón.