Equilibrando la balanza 5: la decisión

Una infidelidad, la venganza, el castigo, la solución.

Contesté a Manolo diciéndole que aceptábamos su ofrecimiento de ir a Eurodisney y acorde con el los detalles. Luego, rápidamente hice mi maleta y la de los niños. Antes de salir del apartamento escribí la siguiente nota:

ME LLEVO A LOS NIÑOS.

TENDRAS TODO EL APARTAMENTO PARA TI SOLA Y PODRAS FOLLAR CON GUILLERMO O CON QUIEN TE APETEZCA SIN QUE NI LOS NIÑOS NI YO TE MOLESTEMOS

Y la deje encima de la cama en un sitio bien visible.

Apague mi móvil, recogí a los niños y partimos para Eurodisney. Los niños, como es lógico, preguntaron por su madre. Yo les dije que tenia compromisos y no podía venir. Les supo mal , pero ya en Eurodisney, se olvidaron de todo, bueno nos olvidamos de todo. Lo pasamos bomba. Cuando se termino la estancia en Eurodisney, decidí no volver aun, y empezamos un tour por parques de atracciones, reservas de animales, todo lo que a los niños les apetecía. Tanto yo como los niños disfrutamos al máximo de estas vacaciones. Miraba de no pensar en mi mujer, aunque durante la noche no podía evitar que en mi mente volvieran los WhatsApp que ella se había intercambiado con Guillermo y no podía evitar odiarla.

Debo reconocer que el llevarme a los niños y hacer que se lo pasaran bomba era una manera de vengarme de mi mujer, tenia muy claro que cuando los niños le comentaran lo que habían hecho durante las vacaciones a ella le sentaría muy mal el no haber estado con ellos. No se lo que haría mi mujer durante las vacaciones, pero por muchos polvos que echara no creo que le compensara, ya que seguro que mis hijos estarían años recordando lo que hicieron durante estas vacaciones y seria muy difícil que tuvieran unas vacaciones parecidas en el futuro.

Pero estas vacaciones sirvieron para darme cuenta de otra cosa. Mi mujer era la que normalmente se ocupaba de los niños y yo le ayudaba en lo que podía, pero durante estas vacaciones yo atendí a mis hijos sin su ayuda y ahora me veía muy capaz de cuidar a mis hijos solo.

El ultimo viernes de las vacaciones, el lunes teníamos que empezar a trabajar, por la tarde llegue a casa con los niños. Al abrir la puerta la vi, tenia muy mala cara, que miro de disimular al ver a sus hijos. Como es lógico los niños entraron, fueron a abrazar a su madre y empezaron a contarle lo que hicieron durante las vacaciones. En su cara vi que aunque intentaba mostrar alegría con lo que le contaban sus hijos, estada perpleja. Supongo que aquello era lo que menos se esperaba. Yo me lleve al niño para que se bañara y le indique a la niña que hiciera lo mismo en el otro baño. Su hija se la llevo con ella, en el ultimo momento antes de irse, nos miramos, y vi el odio en su mirada. Aquello hizo sentirme bien.

Después de bañar a los niños nos pusimos a cenar, no le di la oportunidad de preparar la cena, yo ya había comprado la cena durante el camino. Cuando los niños se fueron a la cama, le falto tiempo para con una mirada de odio profundo me dijera: No tenias ningún derecho a quitarme a mis hijos.

Yo solo le dije: buenas noches, estoy cansado y me voy a dormir.

Y cogiendo mi maleta, sin darle tiempo a reaccionar, me metí en el otro dormitorio, el de invitados, cerrando la puerta por dentro. Ella intento intento abrir, y me dijo golpeando la puerta con rabia: !Abre la puerta!.

Pero mis hijos estaban despiertos y le preguntaron que pasaba, ella los calmo y, supongo que se fue a su dormitorio. Si tenia alguna duda sobre la continuidad de mi matrimonio, aquello me la despejo. Esperaba por su parte un mínimo signo de arrepentimiento, de perdón, y solo había visto odio.

A la mañana siguiente, cuando me levante ya se oían mis hijos, así que cuando salí me encontré mi mujer con mis hijos en el comedor que le enseñaban en la tablet las fotos que les había hecho. Volví a ver el odio en su mirada, yo impasible me prepare mi desayuno. Como es lógico mis hijos la tenían acaparada. Cuando yo fui a dejar los cubiertos a la cocina, ella se escabullo de los niños.

Y en voz baja me dijo: No tenias ningún derecho de quitarme a mis hijos.

Yo: ¿Y tu tenias derecho de ponerme los cuernos?, yo me lleve a mis hijos para que no supieran la clase de madre que tienen.

Ella: cornudo de mierda, hijo de puta.

Yo salí de la cocina y dirigiéndome a los niños les dije: Y si llamamos a los abuelos.

Los niños: Si, Si, Si.

Mire a mi mujer, ella se había quedado pálida, e intento buscar una escusa, pero yo ya había marcado el numero y había dado el teléfono a mi hija. Al ver la cara que había puesto mi mujer lo tuve claro, los abuelos, mis suegros no sabían nada. Yo le dije a mi hija que les dijera que vinieran e iríamos a comer todos juntos.

Vi en la cara de mi mujer una mezcla de consternación y pánico. ¿Como justificaría ante sus padres el que ella no nos hubiera acompañado?

Cuando llegaron los abuelos, quedaron acarados por los niños. Mi mujer, no sabia que cara poner. Cosa que no paso desapercibida por mis suegros.

Los niños empezaron a enseñarle a sus abuelos las fotos y se dieron cuenta que ella no aparecía en ninguna foto, supongo en parte viendo su palidez mi suegra le dijo: hija que no te encontrabas bien, no sales en ninguna foto.

Ella no tubo tiempo de contestar, ya que contesto mi hijo: mama no vino, tenia compromisos.

Marcando la palabra compromisos, signo inequívoco que no tenia muy claro su significado.

Mi suegra: compromisos, que compromisos son mas importantes que estar con tus hijos durante las vacaciones.

Mi mujer no sabia que responder. Pero mi hija empezó a hablar sobre una de las muchas anécdotas de estas vacaciones, y viendo la situación mis suegra no insistió.

Fuimos a comer, mi mujer casi no probo bocado. Y después volvimos a casa, y a media tarde mi suegra dijo: Sera mejor que nos vayamos, tengo la cabeza como un bombo.

Lo que no me extrañaba, mis hijos no habían callado ni un momento.

Mi suegra: Hija podrías llevarnos a casa.

Mi mujer respondió: porque no cogéis el metro os deja muy cerca de casa.

Mi suegra, en tono autoritario: llévanos tu.

Yo cogí las llaves del coche y se las di a mi mujer, como que en este momento mis suegros no le podían ver la cara, me miro con odio.

Yo le dije: llévate el móvil, así podrás enseñar a tus padres algún WahtsApp.

Ella puso unos ojos como platos.

Mi suegra: que pasa con los WhatsApps.

Yo: ya se lo contara su hija durante el viaje, algunos son muy interesantes.

Entonces vi pánico en los ojos de mi esposa.

Pasaron las horas y mi esposa no regresaba. Llevar a sus padres a su casa lo podía hacer en 45 minutos. Como era tarde, baje al súper, compre cuatro cosas y me puse ha hacer la cena.

Cuando estábamos cenando llego mi mujer. Solo con mirarla supe que algo había cambiado. No me miro desafiante y con odio, sino que desvió su mirada para no mirarme directamente. Conociendo a mi suegra sabia que le habían aplicado el tercer grado, mis suegros seguro que ahora sabían que me había puesto los cuernos cosa que conociéndolos seguro que no les hizo ninguna gracia.

Yo le ofrecí su parte de la cena, ya que había preparado cena para todos incluida ella. Ella lo rechazo.

Cuando los niños se fueron a la cama, mientras yo recogía la mesa ella que estaba a mi espalda me dijo: Lo que paso con Guillermo fue un error, lo siento cariño

.

Yo no respondí.

Ella continuo nerviosa: Solo fue una vez, fue la primera vez que te fui infiel, y al día siguiente volví a casa.

Yo: no se si fue la primera vez, pero de lo que si estoy seguro es que si Manolo no me llama para cederme sus reservas de EuroDisney, me habrías puesto los cuernos cada día mientras yo estaba jugando a fútbol.

Ella intento contestar, pero la interrumpí: el lunes llamare a un amigo mio abogado para el divorcio.

Ella: no por favor, yo te quiero.

Yo: Me pienso quedar con la casa y los niños.

Ella: me vas a quitar a mis hijos.

Yo: podrás verlos siempre que quieras, yo nunca impediré que los veas.

Y añadí de forma sarcástica: siempre que no tengas ningún compromiso.

Ella: no lo hagas.

Yo dirigiéndome hacia mi habitación: buenas noches.

Ella: no podrás probar que te fui infiel.

Yo volviendo sobre mis pasos: Si un juez llama a declarar a tu madre, ¿que crees que dirá?.

Su madre seguro que lo sabia todo o casi todo, y conociéndola seguro que diría la verdad.

Ella no contesto, y yo me fui a mi habitación.

El lunes llame al abogado, pero esta semana estaba aun de vacaciones. Cuando llegue a casa ella me pregunto si había hablado con el, yo le conteste que aun estaba de vacaciones. Ella me suplico que le diera una oportunidad. Yo le conteste: si estuvieras en mi lugar tu me la darías. No contesto conociéndola sabia que la respuesta era no.

Al principio me encantaba que lo pasara mal y me habría gustado haber visto lo que paso entre ella y sus padres, pero al verla hundida por momentos me daba pena, pero luego recordaba los WhatsApp y volvía mi odio hacia ella. Lo que mas me dolía no era el hecho de que hubiera follado con Guillermo, quizá lo podría disculpar con un calentón, un momento de locura, lo que me quemaba por dentro es que era algo premeditado con un plan hecho a consciencia.

Iban pasando los días, ella estaba muy triste, hasta los niños lo notaron a pesar de su euforia. Ella se justifico con que tenia jaqueca. Lo que yo utilice para calmarlos un poco. Debo reconocer que cada día que pasaba me daba mas pena, aunque continuaba decidido con el divorcio ya que para mi era la única salida.

El viernes por la noche, después de cenar y acostar a los niños. Cuando estábamos a punto de irnos adormir llamaron a la puerta.

Continuara