Enzo 2

Fragmentos del pasado a veces recordar duele pero es necesario para que Enzo entienda el por que de las cosas y así mismo a su madre y su decisión, los sueños suelen mostrarnos lo que tenemos que hacer no lo que necesitamos un sueño erótico hace que Enzo se cuestione.

2do capitulo

Fragmentos del pasado

Enzo. estaba viendo la hora que era en mi celular, ya eran las 6 de la mañana cuando escuche que tocaron la puerta de la habitación en la que dormí, antes de poder contestar escuche a ese hombre que me recibió en su casa. Tok, tok, tok.

  • Agustín. Buenos días muchacho vamos a trabajar. ponte de pie y ven a desayunar, tenemos trabajo que hacer. – todo estaba callado y este sin duda sería un nuevo día algo largo y cargado de trabajo mucho más que otros días; tenía que aclarar algunas dudas que tenía y explicar al muchacho por qué razón estaba en mi casa.

  • Enzo. Buenos días, gracias, señor, ahora salgo. – no era un sueño ahí estaba yo, despertando a mi nueva realidad; tenía miedo no sabía cómo iniciar una conversación o que preguntara este hombre, ¿cuál es la razón para estar en esta casa y con estas personas? Si solo hace unos días yo era un chico normal, mi único familiar era mi madre, ahora que después de su muerte aparecen tíos, abuelos y nuevos familiares, sin mencionar que estoy en una cierra, con personas totalmente desconocidas, todo cambio muy drásticamente en mi vida tras la muerte de mi madre. Necesitaba respuestas y saber quiénes son todos estos extraños con cara de bandidos y malos.

  • Agustín. vamos apúrate, desayuna para poder marcharnos a ver unos animales; ya después hablaremos un poco. – parecía que hablaba con un sirvo asustado; los ojos del chico parecía que saldrían de su lugar en cualquier momento, estaba a la defensiva, pues cualquier ruido que escuchaba volteaba a ver que lo causaba.

  • Enzo. Si señor ahora voy. – desayuné rápido la mujer que me sirvió la comida se veía disgustada al servirme la comida, volteaba a ver a su marido y luego a mí. seguí al señor Agustín y llegamos a un lugar donde había varios animales en diferentes corrales, estaba un caballo con montura atado a un poste de madera.

  • Agustín. ¿Sabes montar muchacho? – esa pregunta que había hecho era más que obvia la respuesta, ya que aparte de estar asustado, el chico estaba sorprendido de ver tantos animales reunidos en sus corrales; vacas, aves, chivos, borregos, cerdos y caballos, entre otros.

  • Enzo. No señor, no se. – me sentí avergonzado, ¿qué pensaría de mi ese hombre? Pero que se puede esperar de un adolescente citadino, que los únicos animales que ha visto son los pichones del parque.

Enzo. Agustín se montó sobre el caballo lo acomodo de tal manera que me quedara cerca para poderlo montar. Yo no sabía ni que hacer, así que me ayudo diciéndome cómo montar el animal junto a él, pero en la parte de atrás. cuando logre montarme sobre el caballo, Agustín sujeto la rienda del animal con su mano derecha y con la izquierda me sujeto de la pierna arriba de la rodilla; por primera vez en mi vida sentí un cosquilleo en todo mi cuerpo, que no sabía la razón del por qué se estaba dando. sentía mis mejillas calientes, deduje que estaba sonrojado. caminamos por un rato hasta llegar a un lugar donde estaban encerrados un montón de vacas: Agustín se acercó a un árbol y ato a su caballo, luego saco algo a lo que llamo minerales y lo empezó a distribuir sobre unas lapidas de concreto que estaban en diferentes lugares de aquel potrero. después de que lo hizo los animales se acercaron para lamer aquello que les había dado; después de eso. No sé por qué me quede viendo cómo iba caminando este hombre, vi que se llevó sus manos a el botón de su pantalón y fue cerca de un árbol, deduje que iba a orinar, seguí viéndole caminar, observe sus nalgas que se veían firmes y abultadas mientras seguía caminando. Agustín termino de mear, se sacudió con energía y se la guardo, luego se fue a sentar sobre el tronco de un árbol caído y me llamo para que me sentara a su lado; fui a sentarme y cuando lo hice el coloco su mano sobre mi hombro y me dijo; ¡de verdad lo lamento!, yo guarde silencio y lo escuche hablar.

  • Agustín. Se que has de tener la cabeza llena de preguntas, creo que la principal que te has hecho es: ¿por qué estás aquí? Dime muchacho ¿Qué sabes del pasado de tu madre, que te han contado sobre mí?

  • Enzo. Si señor, tiene razón; desde que llegue me he preguntado por qué, pero no he obtenido respuestas y no he podido preguntar al respecto. mi madre me dejo varias cartas, pero no he tenido el valor para leerlas, siento que un no estoy preparado para leerlas; del pasado de mi madre nunca supe nada, vine a saber que tenía familia días antes de su muerte. Siempre pensé que solo éramos ella y yo. además, tampoco tengo padre, el murió antes de que yo naciera, fue lo que mi madre siempre me dijo. De estar vivo mi padre, supongo que estaría con él. – estaba confundido, no sabía por qué mi madre me mandado con estas personas. Agustín es un señor mayor de 47 años, su edad la supe después, un hombre alto, rellenito no estaba gordo, moreno, con una abundante barba y gran bigote, su cuerpo velludo pues se alcanzaba a ver bajo su camisa medio abierta del pecho, se le notaba un trasero firme durito abultado y redondo para ser un bandolero.

  • Agustín. tu padre no está muerto, por una razón te dejo tu madre aquí. No sé cómo decirte, pero en la carta que dejo tu madre para mí; me pidió cuidar de ti, solo contarte lo necesario y aclararte tus dudas, siempre contaras conmigo en todo. – no sabía como decirle a Enzo que yo soy su padre.

  • Enzo. ¿usted sabe quién es mi padre? lo conoce, podría llevarme con él, ¿dónde vive el? – me emocione con lo que me acababa de decir Agustín mi padre está vivo.

  • Agustín. sé quién es, lo conozco. No necesito llevarte con él, estas con tu padre y ahora vives con él. Soy tu padre. Antes de que me ju… - sin esperar Enzo se lanzó sobre mi dándome un abrazo fuerte, me sentí raro pero medio abrace a Enzo, cuando él se separó de mí, su cara estaba colorada y se veía apenado.

  • Enzo. perdón, pero es que me emocione pensé que había quedado huérfano y sin un solo padre ahora sé que no es así, lo que le pedía a mi madre por fin me lo concedió aun en su lecho de muerte, pero estoy feliz por tener a mi padre. Perdone mi reacción. – me sentí feliz de saber que tengo padre y mucho más saber que estoy con él.

  • Agustín. yo también estoy feliz de tenerte a mi lado, no me juzgues hijo primero escúchame por favor. Mira lo que te contare hoy, vas a escucharas varias versiones, pero yo te contare como viví los sucesos. todo inicio hace mucho tiempo. mi abuelo y el abuelo de tu madre tuvieron problemas por unas tierras, al final se las gano mi abuelo; con el paso del tiempo siguieron las riñas entre ellos, hasta que mi abuelo mato al abuelo de tu madre. mi padre y el padre de tu madre continuaron con el problema, después de que mi abuelo murió en un accidente, del cual decía mi padre, que el causante fue el padre de tu madre. pero nunca se supo, mi padre y tu abuelo continuamente se peleaban, cuando mi padre bajaba al pueblo… perdona que me detenga, pero recordar cosas desagradables me pone triste. Y te cuento esto para que sepas el porqué de las cosas. espero que no sea fastidioso.

  • Enzo. no lo es, al contrario, me interesa conocer la historia; pero si no se siente bien, me puede contar después. – su rostro de bandido se trasformó en uno de tristeza.

  • Agustín. Estoy bien, deja continuar. en una de esas ocasiones, en una fiesta, tu abuelo le coqueteo a mi madre; mi padre lo agarro a madrazos dejándolo casi muerto, a partir de ese día no bajábamos al pueblo para evitar problemas. pero un día que recorríamos los lienzos mi padre y yo, tu abuelo le disparo a mi padre, mi padre callo de su caballo, pero aún estaba vivo, corrí para ver y ayudar a mi padre; yo en ese tiempo tenía más o menos tu edad; pero tu abuelo se acercó a mi padre y le disparo en la cabeza a sangre fría. – solo de pensar en lo que le tenía que contar me empecé a poner triste y se me hizo un nudo en la garganta; suspire y me tape la cara, pues me daba un poco de vergüenza que me viera débil.

  • Enzo. ¿está usted bien? déjelo así; no quiero que esto le afecte. – aquel hombre fuerte y bravío se trasformo ante mi mirada en un niño frágil e indefenso al contar las atrocidades que le ha hecho el padre de mi madre.

  • Agustín. no. deja que continue. solo que al recordar se me viene a la mente recuerdos nada gratos, pero son necesarios para que comprendas el por qué, de las cosas. a partir de la muerte de mi padre me convertí en un hombre, entre mi madre y yo nos encargábamos de todo lo que se tenía que hacer en el rancho; lo poco que me enseño mi padre se lo enseñaba a mi hermano, él era menor que yo, apenas estaba en sexto de primaria. un día que estábamos trabajando, mi hermano fue al arroyo a refrescarse, mi hermano tenía un romance, pero con la persona equivocada, ya hacía unos días que yo sabía que mi hermano andaba con un chico, solían verse en el arroyo cada que podían hacerlo.

Recuerdo de Agustín: aquel día que me di cuenta de que mi hermano era gay, fue un día que estábamos quitando retoños de un potrero cercano al arroyo; cuando mi hermano me dijo que iría al arroyo, como aún era muy joven lo deje que fuera, mientras yo continue con mi trabajo, pero después de un buen rato que mi hermano no llegaba fui a ver qué estaba haciendo. Me fui en silencio para descubrir lo que hacía, lo veo que esta de rodillas frente a ese chico, mi hermano le está mamando la verga ese muchacho, es un poco mayor que mi hermano, ese chico es el hijo del enemigo de mi familia, es lucas hijo de Darío bautista. Voy a intervenir cuando ese chico toma a mi hermano de la cara y lo empieza a besar en los labios, ambos se empiezan a besar apasionadamente. Ambos se comienzan a desvestir el uno al otro, cuando los dos quedan desnudos.

Mi hermano se da la vuelta y talla sus nalgas contra la verga de lucas, mientras lucas acaricia su espalda y besa su cuello. Lucas se va bajando y dando besos en la espalda de mi hermano y llega hasta las nalgas, comienza a besar sus nalgas, continúa besándolas llega hasta su culo, lo empieza a lamer, mi hermano está disfrutando de lo que le hace lucas y gime como loco mientras su amante le mama el culo, luego de un tiempo lucas vuelve a besar a mi hermano y lo acaricia con ternura. Mi hermano se pone en cuatro patas y lucas lo vuelve a besar y dar unas mamadas más de culo a mi hermano, lucas agarra su verga, mi hermano abre sus nalgas y Lucas apunta su verga en el culo de mi hermano, poco a poco empuja su verga y se va metiendo entre las nalgas de mi hermano. Él lo está disfrutando, pues sus gemidos de placer y lo que decía a lucas, lo está disfrutando de ese hombre. Lucas comienza a moverse lento suabe dándole verga a mi hermano que no lo deja de besar y acariciar. Mi hermano se empieza a mover en la verga de lucas y en poco tiempo ambos terminaron pues más que nada lucas lleno de leche el culo de mi hermano ya que no se si a mi hermano ya le salía leche de su pene. Ambos se tiraron sobre la arena y lucas besaba y acariciaba a mi hermano con ternura y amor se veía que lucas quería mucho a mi hermano.

  • Agustín. recuerdo que ese día escuche a mi hermano gritar un grito aterrador, corrí a ver lo que pasaba y cuando llegue al arroyo; vi a mi hermano arrastrándose por la arena suplicando a… uf. a tu abuelo; le suplicaba que lo le hiciera daño, tu abuelo le apuntaba a mí hermano con una pistola mientras que. Lucas estaba tirado parecía inconsciente, el miedo me invadió; quise salir a defenderlo, pero tu abuelo le apuntaba con su pistola a mi hermano. – suspire profundo y agache mi cabeza, no quería que mi hijo me viera llorar trate de controlarme respirando profundo y haciendo una pausa.

  • Enzo. por favor no se siga torturando. Esto que me cuenta es doloroso, es como volver a vivirlo. No quiero que se haga daño con esos desagradables recuerdos. – Agustín se veía descolorido triste y afligido.

  • Agustín. Tengo que continuar. No te preocupes estoy bien; en eso pateo en la cara a mi hermano, cuando quise lanzarme sobre ese maldito, el hombre que nos ayudaba me detuvo. Me dijo que no lo provocara, pues de hacerlo podría perjudicar a mi hermano. mi hermano tenía una esperanza de salir vivo. De repente lucas le llamo a tu abuelo y en ese momento el hombre que nos ayudaba se lanzó sobre tu abuelo, pero tu abuelo le disparo hiriéndolo de muerte. Luego el muy desgraciado le disparo a mi… haaaa. – no pude evitar sentirme triste y volver a sentir esa impotencia y ese dolor. – el maldito hijo de pta. le disparo a mi hermano en la cabeza, dejándolo ahí tirado en la arena. Me deje ir sobre ese desgraciado con el machete en la mano, con ganas de matarlo a machetazos, pero él tenía su pistola y me apunto con ella, estaba a punto de dispararme cuando aquel hombre que nos ayudaba en el rancho, medio moribundo, agarro a tu abuelo, pero tu abuelo le volvió a disparar. Para rematarlo. Yo aproveché el momento y le di un machetazo en la mano que tenía la pistola. Su mano perdió fuerza y se le callo la pistola, en eso lucas ya estaba consiente y corrió alejándose de ahí. Yo trate de darle más machetazos y matarlo ahí mismo, pero el maldito cobarde corrió. – me atragante y mis lagrimas salieron sin parar al recordar ese trágico día. Me: escondí de la mirada de Enzo mientras limpiaba mis lágrimas.

  • Enzo. no se tortures, no sigas. eso no tiene nombre, odio a ese hombre. – me sentía triste impotente; sentía el dolor de Agustín, ver como él se puso al redactarme lo sucedido, aun así, continuo con su relato.

  • Agustín. corrí después de darle el machetazo en el brazo a ese desgraciado, fui en busca de mi madre y de algunos trabajadores que nos acompañaron hasta donde estaba mi hermano. cuando llegamos al arroyo él estaba muertos mi hermano el hombre que nos ayudaba, ese desgraciado loa mato como si fueran nada, dos años más tarde, murió mi madre de tristeza. yo quería vengarme así que me propuse, pero luego nacieron mis hijos y yo tenía mucho que perder; mucho más de lo que ya había perdido: mi padre, hermano y mi madre, decidí dejárselo a la vida, que ella se encargue de cobrarle los abusos y le dé el castigo que merece tarde o temprano. luego conocí a tu madre y ella se embarazo de mí. lo mantuvimos en secreto por tu abuelo. cuando naciste te registramos en secreto, pero cuando tu abuelo se dio cuenta de quien era el hijo que esperaba tu madre, amenazó con matarte de la misma forma que lo hizo con mi padre y mi hermano. tu madre huyo, solo le ayudaron dos de sus hermanos: Camila y Lucas, la mandaron lejos de tu padre.

  • Enzo. ese hombre es un demonio un maldito cerdo que no tiene alma ¿por qué personas como el viven como si nada en el mundo y los que son buenos se van de este?

  • Agustín. pienso como tu hijo. Sabes hace unos años me llego una carta de tu madre donde me decía de su enfermedad, me dijo que, si le pasaba algo a ella, te mandaría conmigo; pero quería saber si yo estaba dispuesto a recibirte y verte como mi hijo, yo le respondí que sí y muchas cosas más. pero ahora lo dejamos así, no quiero abrumarte con tantas cosas; ven vamos a regresar a casa te presentare a tus hermanos. – fuimos a casa le presente a sus cuatro hermanos y el resto de la familia.

Enzo, esa tarde llegamos a casa y mi padre me presento a mis hermanos al primero fue Héctor; un hombre serio, pero al saludarme me sonrió, me dio un abrazo, él tiene 28 años moreno claro, medio llenito solo lleva bigote y barba recortado, siempre viste de mezclilla y camisas de manga larga tipo vaqueras. Es serio y el que tiene cara más agradable; luego a Santiago de 22 años. muy efusivo me abrazo fuerte y me dio unas palmadas dándome la bienvenida. el no lleva barba ni bigote, pero tiene cara de malo, solo cuando sonríe y bromea. su cara cambia, es divertido y alegre; él es delgado velludo, pero se recorta todo el vello del pecho; es moreno claro y un poco más bajito que Héctor; siguió con Efrén de 18 años, alto, medio delgado, ya que tiene un poco de peso de más, pero no es gordo más bien medio musculado, sin llegar a ser marcado, no tiene bigote solo una barba delgada al contorno de su cara, piel clara, no güero entre moreno claro, pero es más claro que los demás, al saludarme me vio como una amenaza, pero luego cambio todo y se hizo mi mejor amigo y confidente.

Al final me presento a Rafael de 24 años. un hombre barbón con cara de matón, serio y su cara llena de cicatrices, voz grave. al saludarme apretó mi mano fuerte. su barba es grande casi cubre el 70% de su rostro, no sonríe ni nada, cuerpo delgado, correoso, más moreno que los demás, brazos fuertes, lo supe por el apretón que me dio, alto delgado, igual que los demás con ropa vaquera, cuando me saludo no soltó mi mano y me tomo de la barbilla y me vio a la cara detenidamente, y solo le escuche decirle a nuestro padre: pues se parece mucho a ti excepto el color es muy güero y tiene los ojos de su madre., mi pá sonrió y dijo que si me parecía a él, me presento a su esposa y a sus nueras de hecho tres de sus nueras. Efrén esta soltero aun, después de la cena me fui a dormir a esa habitación oscura.

*Nuevamente tuve un sueño húmedo, pero esta vez pude ver la cara de ese hombre que me estaba penetrando, pues era mi padre el que me estaba penetrando. En mi sueño papá entró a la habitación y yo estaba llorando, él se acercó a mí, pero estaba desnudo, yo me abrase a su cuerpo pegando mi cara a su pecho velludo; cuando me di cuenta también yo estaba desnudo, empecé acariciar sus pechos marcados y acariciar sus pezones, que se le ponían duros, tomo mi mano y la llevo hasta su pene, que empecé a acariciar con delicadeza, estaba masturbando a mi padre y él acerca su cara a la mía y me empieza a besar con ternura. yo continúo acariciando su pene, luego lo empezó a mamar su pene, que no puedo explicar cómo era solo sé que estaba delicioso y húmedo. me llenaba la boca lo estaba saboreando como su fuese un helado el que estaba chupando, después bese su abdomen y pecho, para terminar besándonos, me monte sobre él y me empecé a meter su verga en mi culito, que se fue deslizando suavemente hasta que quede por completo con esa verga dentro de mí, me movía dándome placer y mi padre me seguía besando y tallando mi espalda con sus ásperas manos, continue por un rato dándome placer, su verga entraba y salía de mi culo sin causar daño, luego me coloco a cuatro patas y empezó a darme fuerte, él se estaba corriendo dentro de mí y yo sin tocarme empecé a soltar chorros de semen, nos besamos de nuevo estábamos en el piso de aquella habitación oscura donde solo se veía el cuerpo de mi padre y el mío, yo estaba feliz de estar en los brazos de mi padre, cuando quise ver a mi padre, cuando busque a papá vi a mi abuelo apuntándome con una pistola, ese sueño erótico se volvió una pesadilla pero cuando desperté me di cuenta que me había manchado de semen mientras dormía, una vez más tuve un sueño húmedo, me tranquilice y volví a dormir, aunque aún no se fue del todo la maldita imagen de mi abuelo apuntándome con su arma y mi padre no estaba ahí, para defenderme me sentí solo y triste, pero solo fue una pesadilla después de un buen sueño húmedo.