Entrevista de trabajo

Os voy a relatar lo que me pasó en una entrevista de trabajo muy poco normal.

Yo tenía 21 años cuando decidí dejar de lado los estudios de la universidad y me fui a vivir con mi novio. Al principio todo parecía perfecto, teníamos un piso pequeñito pero muy bonito y bien amueblado, el alquiler era barato y con lo que mi novio ganaba nos daba justo para el mes.

Los problemas vinieron al tercer mes, mi novio tuvo un encontronazo con su jefe y éste le despidió, de por sí nos costaba pedir ayuda para comer todos los meses así que imaginaos mi sorpresa.

Con esa situación tan desesperada en casa decidí buscar por internet a ver si me salía algún trabajo.

Mi novio también empezó a buscar desesperadamente, echábamos el currículum a cualquier cosa hasta que un día finalmente llamaron a mi novio.

Al parecer era una empresa que se acababa de instaurar en España y que tenía otras plataformas en Alemania, Perú y Canadá. No podíamos salir de nuestro asombro pues mi novio la verdad es que estudios tiene más bien pocos, por teléfono le indicaron que iban a contratar a más de 300 personas y que era de los primeros en ser llamados, cómo no, mi novio les habló sobre mí, que estaba estudiando psicología.

Pasaron unas semanas y volvieron a llamar, esta vez para concertar una CITA y querían que fuéramos los dos.

Yo estaba nerviosísima, bueno mi novio más ya que nos comentaron que era todo muy secreto y que los detalles nos los darían en la entrevista para evitar que se filtrara.

Llegó el día esperado, mi novio vestía un traje oscuro, el único que tenía el pobre con una camisa blanca debajo.

Yo decidí ponerme una americana con camisa blanca también y una falda oscura muy ceñida de las típicas de ejecutiva algo corta la verdad.

Llegamos un poco pronto, nos habían citado en una especie de almacén en las afueras donde se encontraba la zona industrial de los polígonos.

Al llegar llamamos a la puerta y una jovencita nos atendió dándonos las gracias por venir, nos hizo pasar dentro. Por dentro el lugar cambiaba muchísimo, eran todo oficinas y salas, de pronto aparecieron cuatro hombres de muy bien vestir, de unos 40-45 años, hablando de ganancias y pérdidas.

Se presentó uno de ellos indicándonos llamarse Mark, había venido de la plataforma de América sólo para realizar las entrevistas, nos dijeron que nos entrevistarían por separado, le indicaron a mi novio que pasara primero. Éste se fue con Mark y los otros 3 a una sala, mientras yo hablaba con la chica que nos atendió al llegar que me dijo que se llamaba Victoria y que estaba muy contenta de trabajar allí.

A los 5-6 minutos salió mi novio, no parecía estar muy contento, yo pensé que al salir tan rápido es que lo había hecho mal. Me dijeron que pasara yo, mi novio mientras tenía que hacer un examen de conocimientos en otro sitio.

Cuando pasé y me senté en la silla, empezaron a contarme un rollo de marketing y a hacerme preguntas sencillas, que si cuáles son mis gustos, qué he estudiado, mis defectos, mis virtudes, cómo me ven los demás... Las preguntas típicas de entrevista. Entre las preguntas me dijeron que si era virgen, supuse que era la pregunta trampa para ver si me ponia nerviosa, muy tranquila dije que no y me preguntaron, y... ¿por el ano? no pude evitar ponerme roja y decir que sí, estábamos en el minuto cinco, me estaba pasando lo mismo que a mi novio... Mis nervios se apoderaron de mí.

Te vamos a ser sinceros, creemos que no encajas en el perfil que buscamos pero puede que podamos darte otro puesto más acorde.

Yo sin dudarlo dije que sí, que sin problemas.

• Muy bien, entonces quítate la camisa.

Yo pregunté que para qué, pues no entendía bien, Mark se acercó a mi y me indicó que me quería de relaciones públicas y que necesitaba unas fotos para que el departamento correspondiente aprobara o denegara mi candidatura.

Yo me quité la camisa delante de esos cuatro desconocidos, llevaba un sujetador negro de encaje.

Me dijeron que me levantara de la silla, se acercó Mark y otro más con sus móviles, podía oir el sonido de click de Mark, me hacía fotos de cerca, de lejos, sólo a mi canalillo. El otro, que era por cierto algo gordo,  parecía estar grabando, yo se lo pregunté a Mark y éste me dijo que sí, que era necesario.

Se pusieron a hablar algo en un idioma que no entendía, no sé si era alemán, la verdad.

Entonces otro puso música en el móvil y me dijo Mark que debía saber cómo bailaba, no entendía nada pero me explicaron que sería posible que me tocara asistir a alguna fiesta.

Yo empecé a bailar como pude, algo tímida, de pronto pusieron música latina y se empezaron todos a restregar conmigo, yo me dejaba, pues quería ganar el puesto.

La siguiente prueba fue que me desnudara. Por supuesto dije que no, que jamás, qué se habían creído.

Mark me dijo que no pasaba nada, que con lo que tenían bastaba pero que su recomendación personal valía mucho en la empresa y que si él me recomendaba tendría más posibilidades, pues me dijo que mi cuerpo no era muy allá y que estaba gastando su tiempo en entrevistar a alguien normal, me empezó a enseñar en su móvil fotos de candidatas para el puesto, parecían todas modelos, yo soy bastante normal ni alta ni delgada (ni gorda) sólo normal.

Consiguieron convencerme y decidí armarme de valor y bajarme la falda, mi tanga verde fosforito no pasó desapercibido, pues empezaron a hacerme fotos, a sonreírme y por supuesto, a grabarme.

Entonces Mark dijo algo y pusieron de nuevo la música, todos me rodearon y sus manos empezaron a dejar de bailar para buscar el roce.

Toda esta situación consiguió excitarme y creo que todos lo notaron, pues de golpe me quitaron el sujetador y volvieron a las fotos, sin dejar de bailar y metiéndome mano, ya Mark animado me agarró de las tetas y dijo que necesitaba probarlas, yo no le entendí bien hasta que me dijo que me tumbara en la mesa.

Yo totalmente sumisa obedecí, él se sacó su polla y me puso los huevos en la cara y la polla entre las tetas.

Comenzó a hacerse una paja con mis tetas sin parar, los otros se desnudaron y comenzaron a penetrarme.

Mark de golpe pasó a mi boca y me hicieron girarme.

Me empezaron a penetrar el culo, yo decía que mejor ahí no, pero no parecían entender el idioma, o no querían... Al principio me molestó, pero creo que yo era la que más disfrutaba.

Los otros 3 acabaron en mi culo y Mark dijo que quería otro sitio sólo para él y me acabó en la vagina.

Nunca me llamaron.

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