Entrevista de trabajo: actor porno
¿Por qué contesté al anuncio? Aún no lo sé con seguridad, morbo, dinero, libertad, todas razones válidas. Pero lo que ofrecían era un trabajo en el cine para adultos.
¿Por qué contesté al anuncio?
Aún no lo sé con seguridad, morbo, dinero, libertad, todas razones válidas. Ni siquiera sabia donde me metía pero a los dieciocho años ¿quien lo sabe?.
Las preguntas de la primera entrevista fueron directas, sin complejos y no fui el único que se presentó a ella.
Había mas chicos y chicas a mi alrededor en cómodos sofás de una sala de un hotel.
Mientras una joven secretaria vestida con un traje chaqueta: falda de tubo ajustada a una amplia cadera y unos muslos poderosos en los que llevaba unas medias con ligas de encaje y una americana bajo la que parecía que solo llevaba un sujetador de encaje a juego. No era muy guapa pero iba sexi así vestida. Igual es que la secretaria estaba para empezar a calentar el ambiente, ella nos iba llamando de uno en uno de la lista que llevaba pinchada en una tablilla. Todo muy profesional considerando el puesto de trabajo para el que estábamos allí.
Ni siquiera me pidieron que me desnudara, ese día. Solo me preguntaron sobre mi actitud sube el sexo y el amor, lo que estaría dispuesto a llegar a hacer, mis limites y para finalizar sobre mi disponibilidad.
Salí de allí pensando en que no me iban a contratar, pero unos días después una llamada al móvil me sacó de mi error. Querían verme para una segunda prueba, esta vez en vez de en la sala de reuniones en una de las habitaciones del mismo hotel.
Tras franquearme el paso vi que había un hombre y una mujer, los mismos que habían llevado la primera entrevista, sentados en el sofá de la habitación. Una cámara en un trípode apuntando a la cama conectada a un monitor que ellos tenían delante. Quedaba claro que el lecho estaba reservado para los participantes en las pruebas.
Me pidieron que me desnudara despacio mostrando mi cuerpo por todos los ángulos.
Me saqué la camisa despacio dejando que ellos vieran mi torso definido y lampiño, el vientre plano. No soy muy musculoso mas bien delgado y fibroso. Luego las playeras bajo las que no llevaba nada y después quitarme el vaquero. Me había puesto el slip mas pequeño y ajustado que tenía y rojo. Darme la vuelta para enseñarle el culo a la cámara parecía lo natural en ese momento. Ir bajando la prenda a medias desnudando parte de las nalgas, jugueteando me giré e hice lo mismo con la parte delantera descubriendo el pubis depilado esa misma mañana justo hasta el arranque de la verga.
Me lo volví a subir hasta la cintura solo para quitármelo del todo. Con la polla ya a medio endurecer por la excitación de saberme observado. Solo acariciándola un poco conseguí ponerla en su máximo esplendor saliendo de encima de los pelados huevos que tenía mas que sensibles en ese momento.
Me exhibía ante ellos, masturbándome con suavidad acariciando mis pezones, mis nalgas, siendo lascivo, sacando la lengua para remojar mis labios o ensalivando uno o dos dedos para pasarlos por mi propio cuerpo. Esperando acontecimientos. Deseaba hacerlo bien, pero ya no solo para obtener el trabajo sino por mi propio placer, por sentirme deseado exhibiendome enseñando mi cuerpo y ya solo por eso.
Incluso a cuatro patas con el culo bien abierto y un dedo ensalivado entrando en mi ano. Notando como cada entrada del dedo hacía dar un salto a mi durísimo pene. Sabia que podía hacer durar aquello horas si me lo proponía, a juzgar por mis masturbaciones solitarias en casa. Pero quería que ellos también disfrutaran viéndome a mí. Me acaricié todo el cuerpo lascivo y sensual demostrando lo morboso que soy.
Llamaron a la puerta, no me molesté en taparme. Entraron en el dormitorio la pareja que había de probarme. Ella era la secretaria de la entrevista anterior. Él un chico normalito bastante parecido a mí al que se le puso una tremenda cara de salido al verme en bolas.
Supongo que la idea era que si podía follar con aquellos dos podría hacerlo con cualquiera pues bellezones precisamente no eran. Aunque tampoco se podía decir que fueran espantosos.
Un chico y una chica del montón, normalitos, algo pasados de kilos pero lo justo para resultar morbosos. Llegado a ese punto no iba a detenerme por tan poca cosa. Les tendí mis manos para atraerles a la cama conmigo. Ayudando a que se sacaran la ropa una prenda a uno y otra al otro. Tirando de su camiseta lo acerqué para besarlo con lengua con mi saliva y sacársela por la cabeza. Por lo menos estaba depilado y no tendría que comer pelos cuando lo lamiera, así que aproveché para darle un mordisquito a sus pezones.
Ella no había perdido el tiempo y ya acariciaba mi polla. Así que procedí a librarla de la corta falda de cuero que envolvía su poderosa cadera y el par de rotundos muslos morenos, dejarla con el tanga negro de encaje, tan pequeño que solo tapaba los labios de la vulva abultados y jugosos en apariencia.
Él ya se bajaba los pantalones pero a la vez arrastré su slip con ellos para desnudarlo del todo lo mas rápido posible. También tenia la polla dura pero no se la toqué sino que pasé la lengua por sus huevos.
La chica se inclinaba hacia mí por el lado opuesto pasando la lengua por mi vientre y pecho chupando mis pezones. Dejando también mi polla de lado de momento.
Subía por mi cuerpo lamiendo mi piel hacia mi cuello y boca, que yo tenia ocupada en el pubis y vientre del chico. Entre nuestras dos bocas empezamos a proporcionarle a él una mamada de campeonato lasciva. Cruzando nuestras lenguas sobre la piel sin vello, nuestras babas remojando su rabo, pero también muestras barbillas y el resto de nuestras caras.
A la vez alcancé las tetas colgantes de ella, hasta ahora solo las había visto cubiertas por bonitos sujetadores de encaje pero ahora tenía sus pechos en mis manos, pellizcando sus grandes pezones oscuros con suavidad. Él nos acariciaba las cabezas pegadas a su pubis con ternura.
Aquellos dos eran eran tan pervertidos como yo, sin necesidad de violencia o dominación solo valdria el contacto de piel con piel.
Les gustaba mi mismo tipo de sexo lascivo, húmedo, suave, tierno sin necesidad de obligar a nada o de tener que recurrir a dominar, azotar o coger por el cuello a nadie para pasarlo bien y hacer disfrutar ante una cámara. Así que me lancé y me propuse disfrutarlo aunque no me contrataran. Olvidarme del asunto del curro.
No queríamos que se corriera todavía aunque al deslizar mis dedos entre sus muslos hacia su culo ya me encontré allí con la mano de ella haciendo lo que yo pretendía. Nos sonreímos picaros al notarlo y es que las grandes mentes trabajan de la misma forma. Entre los dos le tumbamos en la cama, por fin la teníamos a nuestra disposición.
Ahora le tocaba a ella disfrutar y se sentó sobre su cara dejando el coño justo sobre su lengua. Yo me tendí sobre él, mi polla dura en contacto con la suya y goloso me puse a comerle el culo, las nalgas y el ano a la chica. Frotaba mi cuerpo, mi piel con la suya. Ahora si que queríamos que ella se corriera en nuestras bocas y fue la primera vez que vi a una chica correrse así, con tal cantidad de jugos, mi primer squirt en vivo.
Nos dejó un momento solos mientras se relajaba y los dos con la misma idea nos lamimos las caras manchadas con los jugos de ella dejando que nos hicieran un primer plano con las lenguas lamiendo el rostro del otro.
No hacía falta que nadie nos diera instrucciones, nos habíamos liberado y solo pensábamos en disfrutar aunque alguna mirada lasciva al objetivo de la cámara se nos escapaba.
Ella nos dijo que quería tenernos dentro a los dos a la vez. Tenia claro que su culo podía aguantar el tamaño perfectamente normal de mi polla sin un gesto de dolor, ya se lo había explorado con la lengua. Era la primera vez en esa tarde que íbamos a penetrar un orificio de otra de las personas allí presentes. Primero dejé que se montara sobre mi nuevo amigo a caballito sobre su cadera y me puse entre sus caras para que lubricaran mi rabo con sus lenguas y yo hacía lo propio con el rotundo culo llevando saliva con mis dedos desde mi boca de la forma mas provocativa que podía.
Me dejaron espacio entre sus piernas y pude por fin meterla en un agujero. Con la otra polla encajada en su coño estaba disfrutando mi lenta y suave penetración.
Dejaba que la cámara se recreara en la forma tierna en que iba entrando mientras yo notaba como apretaba mi polla. Al fin y al cabo estaba allí para que ellos vieran como daba ante la cámara.
Nos movíamos despacio gozando del roce de nuestras pieles. No solo de sentir los rabos dentro de la chica sino de todo el cuerpo contra el cuerpo de otras dos personas.
Mi pecho frotando la espalda, los mordisquitos y lamidas de su nuca, axilas cuando ella se apoyaba en el cabecero, cuello y hombros, mis manos agarrando y masajeando sus ubres o las de él. Las manos del chico agarrando mi culo para que entrara más en ella dejando caer mi peso sobre ellos para lograr un mayor contacto.
Ni siquiera sabia sus nombres y estaba teniendo el rato de sexo mas increíble que había tenido en mi vida. No sabia como no me había corrido todavía, solo pensaba en que no quería que aquello terminara. Solo tenía que conseguir el trabajo si pretendía tener mas ratos de sexo como aquel.
Notaba los orgasmos de ella debajo de mi cuerpo expulsando jugos que nos mojaban los huevos a ambos. Estos se rozaban según nos movíamos dentro de ella. Encharcados mirábamos como sus abundantes flujos resbalaban hasta el colchón entre nuestros muslos. Era una autentica fuente que hablamos degustado. Con mis piernas lo mas separadas que ellos me dejaban la cámara manejada por uno de los entrevistadores captaba mi culo en primer plano, los huevos y las pollas entrando y saliendo de sus agujeros.
No debía ser un mal plano.
Estaba cerca de correrme y se lo hice saber a ellos. Me hizo levantar un pie sobre el colchón. Él, todavía no se como lo consiguió, salio de debajo de ella volviendo a meterse allí pero esta vez formando un sesenta y nueve. Llegó a tiempo para lamer otro de los squirts de la chica y a la vez chuparme los huevos. Pensaba que me hayan sacar la polla y correrme sobre su cara.
Pero nadie dijo nada y con un gemido me derramé en su interior, lo lógico hubiera sido irme a lavar pero ella debía haberse gastado una pasta en enemas. Saqué mi polla de allí mas limpia de lo que la había metido y mi semen se derramaba del arrugadito ano directa a la lengua del chico, que rebañó lo que pudo.
Ella también quería probar semen y nos hizo levantar a ambos y de pie uno a cada uno de sus lados. Ella arrodillada entre los dos con los huevos en cada mano y alternando una polla y otra en su boca o lamer los huevos. De mi rabo solo sacó las ultimas gotas de mi orgasmo pero él si que aguantó hasta que la lefa se derramó en la legua de ella. Quería ese semen pero no lo mantuvo en la boca, dejaba que se derramara por su barbilla, su pelo y sus pechos.
Dispuestos a todo, una vez bien ordeñados, nos dejamos caer de rodillas a su lado recogiendo todo lo que podíamos con las lenguas repasando su piel e incluso su cabello, compartiéndolo en un lascivo beso a tres lenguas. Hilos de lefa cruzaban de una boca a otra mientras para ayudar a sostenernos en equilibrio teníamos una mano a cada culo que teníamos al lado.
Formábamos un triángulo perfecto húmedo sudado en el que nuestras pieles estaban cubiertas de semen, saliva, sudor y flujos de las corridas de la chica. Agotado emocionalmente me derrumbé en la cama y ellos conmigo, ella en medio mientras las otras dos personas presentes en la habitación, de las que nos habíamos olvidado sumidos en nuestro éxtasis, nos coreaban.
A los pocos días recibí el primer cheque junto al enlace y la contraseña donde se había publicado el video apenas sin editar. Parece que los jefes habían quedado bastante contentos con nuestra actuación. Invité a los otros dos a verlo a mi casa donde renovamos nuestros juegos y ensayamos nuevas escenas lujuriosas.