Entregándome por primera vez a mi nuevo amo (II)

Sigue el viaje y mi Amo va descubriendo un lado oscuro en mi que no sabia que tenia

Del todo a la unidad, de la fe a la realidad.

Eres el quinto elemento, eres alma y mucho más.

La Morada del Alquimista – Alquimia

Nuestro destino es un recinto residencial formado por bonitas casas blancas individuales y separadas entre sí por un gran jardín y delimitadas por un seto a media altura. Me pregunto que me espera compartir con mi Amo tras esos muros y un escalofrío recorre mi cuerpo. Cuando salimos del coche, el calor sigue siendo fuerte y lo que más me gustaría es darme una ducha y sentirme limpia, prepararme para mi Señor.

Sacamos las maletas del coche y nos dirigimos a la casa. Mi Amo abre la puerta y entro en un salón espacioso, decorado de forma rural. En el centro del salón hay una gran mesa de madera y 8 sillas con una gran lámpara de las que parecen una rueda y las bombillas simulan a las velas. Empiezo a sospechar que este recinto no es lo que parece cuando veo en una esquina de la estancia una cruz también de madera con cierres para manos y pies. En un lateral hay un armario grande también de madera. Corona el salón una gran chimenea que creo que le da un toque magnifico a la estancia. Una vez finalizado el recorrido visual me giro hacia mi Amo, que se ha quitado las gafas de sol y me mira fijamente.

-          ¿Quieres asearte un poco?

-          Si me gustaría, la verdad, Señor.

-          De acuerdo, arriba están las habitaciones. Quiero que te duches y te arregles para la cena. Ponte un vestido y esto.

Cojo una caja que me tiende con su mano y vuelvo a mirar sus ojos oscuros. Se acerca a mí y me da un dulce beso que hace que me pierda en su delicioso sabor y me transporta a un mundo nuevo de sensualidad. Sus grandes labios acarician los míos y su lengua juega con la mía. Luego con su mano en mi espalda me guía hacia las escaleras y las subo como flotando en una nube. Veo que hay tres puertas, abro la primera y es una habitación de matrimonio, también decorada de forma similar al salón predominando los muebles de madera rústicos. Pongo mi pequeña maleta y la caja que me acaba de entregar mi amo a los pies de la cama y me tumbo en ella, con los brazos por encima de mi cabeza. Cierro los ojos y siento las sensaciones que me ha provocado la persona que está en el piso de abajo. Siento el hormigueo recorriendo cada punto de mi cuerpo y especialmente en mi sexo, caliente y mojado. Siento mis pechos sensibles, voluptuosos y anhelantes de ser acariciados, tocados y saboreados. Siento la tranquilidad que me ha dado, la confianza. Sonrío. Me siento bien, me siento con ganas de entregarme a esa persona sin miramientos. Con ganas de más, de mucho más. No sé el qué concretamente, pero anhelo algo que sé que voy a tener. Mi Amo sabe lo que es.

Suspirando profundamente abro los ojos y me incorporo. Tengo que ducharme y vestirme. Saco de la maleta un vestido negro por encima de la rodilla que se cierra con botones por toda la parte delantera y lleva un cinturón que hace que se estilice el cuerpo. Abro la caja y veo un precioso conjunto de ropa interior de color negro, con un liguero y medias a juego. Me encanta. No puedo evitarlo. Sonrío. Me siento tan bien, tan plena y feliz que me gustaría gritar. Me dirijo al baño que está dentro de la habitación, esta vez decorado todo sobre el color negro. Tiene un plato de ducha bastante grande y una de las paredes es toda un espejo. Me desvisto y me meto en la ducha. Tengo el cuerpo tan sensible que el agua caliente parece que me lame, me excita, no quiero imaginarme cuando me toque mi amo. Estoy muy sensible asique prefiero ducharme rápidamente y prepararme lo antes posible, necesito estar ya a su lado. Me seco, me maquillo realzando mis ojos verdes y mis labios, me seco mi melena rubia que dejo suelta. Me pongo el conjunto de ropa interior tan sexy y  antes de ponerme el vestido me pongo unos zapatos negros de tacón para ver el efecto. Me miro en el espejo y veo que el conjunto hace que mis curvas sean interminables, mis pechos se encuentran alzados y me descubro como sexy y provocadora.  Me termino de vestir con el vestido negro que he elegido. Me perfumo solo un poco y espero que a mi amo le guste tanto como me gusta a mi lo que estoy viendo en el espejo.

Cojo un pequeño bolso y bajo las escaleras hacia el salón y está esperándome sentado tomando una cerveza. Cuando gira su cabeza y me mira siento como mi cuerpo empieza a palpitar de anhelo y como empiezo a mojarme. Sus ojos se clavan en mí y me quedo paralizada, su mirada me indica que existe algo, un trasfondo de misterio y oscuridad que habita en ellos y siento como vuelvo a empaparme. Se levanta y viene hacia mí. Sin dejar de mirarme a los ojos, me dice:

-          Abre las piernas Xana.

En ese momento, mi coño empieza a chorrear y tengo miedo de que gotee en el suelo. Una sola palabra suya tiene ese efecto en mí. Abro las piernas y mi amo, mete su mano bajo mi vestido, aparta la braguita negra a un lado y desliza un dedo por mis labios vaginales. Mi coño comienza a latir con tal fuerza en ese momento que no sé si notará el palpitar en su dedo. Lo saca empapado de mis jugos y me lo mete en la boca. Yo lamo su dedo con ansia, saboreando el sabor salado mezclado con mi esencia interior. De repente, me empuja hacia atrás bruscamente, pegándome a la pared y comienza a besarme enérgicamente, explorando mi boca con su lengua y sus labios, mientras me vuelve a meter su mano entre mis piernas. Siento como mete sus dedos entre mis pliegues y los recorre de adelante a atrás, presionando mi clítoris al paso. Su otra mano me sujeta por el cuello y me inmoviliza contra la pared. Yo me agarro al brazo que me sujeta y que me hace poner de puntillas. Mientras siento como empieza a follarme con los dedos en mi coño y sigue besándome con fuerza. Empiezo a sentir como el resto del mundo ha desaparecido y  puedo correrme en un segundo, como tiene el poder de provocarme un orgasmo sin dilación y sin previo aviso. Me tapa la boca con su boca, me cierra el cuello con su mano y me folla brutalmente con su mano… sé que estoy gritando de forma ahogada, pero no puedo remediarlo, me estoy desintegrando en una circulo de poder cuando de repente todo cesa. Caigo desplomada y si no fuera porque estoy agarrada a él, me hubiera caído al suelo. Mi cuerpo entero late de tensión acumulada y frustración. Me zumban los oídos y cuando abro los ojos veo que tengo la vista nublada. Le miro a los ojos y veo que me sonríe. Soy toda suya, puede hacer conmigo lo que quiera y acaba de demostrármelo.

Me termina de soltar y me acaricia el pelo suavemente, me da un dulce beso en los labios mientras me dice que debemos irnos ya. Hago lo posible por empezar a andar pero las piernas me fallan y sigo sintiendo como mi cuerpo está hirviendo y deseando sentirse liberado de alguna forma.

Vamos paseando hasta un restaurante que hay a unos 15 minutos. Cuando entramos, elegimos una mesa en una esquina al final del recinto. Nos sentamos y siento que, aunque sigo muy caliente, estoy volviendo a ser yo misma. Mi amo pide la comida al camarero y conversamos un poco mientras cenamos. Cuando hemos comido el primer plato, mi amo saca del bolsillo del pantalón una bala vibradora diciéndome:

-          Xana, súbete el vestido, abre las piernas y metete esto en el coño.

Me deja sin respiración en ese momento. Tengo que asimilar lo que me está diciendo. Si hago eso, todo el mundo me verá ya que las mesas tienen un tapete muy corto. Pero hago lo que me pide. Levanto el vestido, que ya de por si al sentarme quedaba a medio muslo, abro las piernas y espero a que me de el vibrador. Noto como los pezones se me ponen duros y como mi coño retoma ese latido contundente que lo está martirizando. No quiero levantar la vista, ni ver si alguien me está mirando. Solo espero en esa posición hasta que le escucho decirme:

-          Primero quiero que te lo pases por el clítoris retirando la braga. No se te ocurra cerrar las piernas.

Cierro los ojos con fuerza pero siento como mi cuerpo quiere lo contrario que mi mente. Cojo la bala y siento como comienza a vibrar con el mando que mi amo está usando. Retiro hacia un lado la braguita sin cerrar las piernas y empiezo a rozarme el coño con él. En seguida una descarga de placer me inunda entera, tengo que morderme los labios para no gritar. Intento tampoco gemir, pero es imposible. Se me escapan los gimoteos cuando siento que la vibración sube de intensidad y yo sigo pasándolo por mi raja que se encuentra empapada. Inconscientemente muevo las caderas y siento como mis pezones  reclaman atención.

-          Métetelo dentro.

Lo hago, elevo un poco mi pelvis para meterlo dentro, disfrutando de la sensación, abro los ojos pero sigo sin tener el valor suficiente para mirar al frente. Siento como vibra dentro de mí. Coloco las manos a los lados y sigo con las piernas abiertas, estremeciéndome entera.

-          Has llamado la atención de la gente, ¿te das cuenta?

La voz de mi amo me sobresalta, levanto la vista y veo que hay dos tipos mirándome fijamente en una mesa próxima. Siento mi cuerpo arder de vergüenza, vuelvo a bajar la vista y miro fijamente mi copa de agua. Mientras, mi cuerpo sigue vibrando de placer.

-          Ahora quiero que vayas hacia los servicios. Veras que cuando llegues a ellos puedes seguir por el pasillo y hay habitaciones. Metete en la primera de la derecha. Y cuando te levantes de la mesa quiero que mires provocadora y fijamente a los dos tipos que te están observando.

Miro a los ojos a mi Amo y su profundidad y dureza me indican lo que debo hacer. Mientras bebo agua, ya que siento la garganta seca, observo fijamente a los chicos. No sé si mi mirada es provocadora debido a la vergüenza que siento en ese momento, pero cerrando las piernas, me levanto y bajo el vestido para comenzar a dirigirme al aseo. Miro a los ojos del que me parece más guapo y mientras voy notando como la vibración dentro de mí va creciendo. Tengo que volver a morderme los labios para no gemir y el camino hacia la habitación se me antoja eterno. Cuando llego a la puerta noto algo detrás de mí y al girarme tengo a los dos chicos detrás. Me quedo helada. En un rápido movimiento abren la puerta y me meten dentro. No me da tiempo a reaccionar y cuando intento escapar uno de ellos me agarra desde atrás rodeándome la cintura con un brazo y tapándome la boca con la otra mano para que no grite. Forcejeo y comienzo a pegar patadas, puñetazos, ciega de rabia y frustración y con un miedo que me hiele la sangre. Mi Amo tiene que haberlo visto. Debe entrar en cualquier momento. Eso me da fuerzas para seguir defendiéndome como puedo. Veo como el otro chico saca un pañuelo o algo parecido y me tapa los ojos con él, luego siento como me quitan la mano de la boca y me ponen lo que yo creo que es una mordaza con una bola. Grito, grito todo lo que puedo mientras sigo intentando zafarme de mi agresor. En un momento dado me tiran boca abajo en el suelo y me atan las manos por detrás y sin más dilación siento como me ponen de pie y me tiran de espaldas en algo blando como una cama o sillón. No sé lo que es, pero tiene pinta de ser una cama. Cuando intento levantarme noto como alguien se sienta encima de mi y recibo una bofetada en la cara que me deja desorientada y en ese momento empiezo a llorar, grito y siento como mi cuerpo se pone en tensión. Lloro desconsoladamente hasta que una voz profunda me dice al oído:

-          Eres mi puta…

Y entonces vuelvo a llorar, pero esta vez de alivio. Es mi Amo. Es él. En ese momento soy consciente de que esta encima de mí, de la vibración interna, de su olor, de su aliento. Recibo otra bofetada pero esta vez siento como hace que me moje como ha dicho mi Amo, como una puta. Sigo con los ojos vendados y las manos atadas a la espalda y noto como me abre el vestido rompiendo los botones. Saca violentamente mis pechos del sujetador y los aprieta con fuerza, pellizca mis pezones. Yo gimo a la vez que siento mi coño inundado por mis fluidos. Azota mis pechos con fuerza y succiona los pezones con rabia. Vuelve a azotarlos y repite la operación. Estoy volviéndome loca, siendo como quiero liberarme, explosionar.

Me quita la mordaza de la boca y me introduce su polla. La devoro. Me folla con fuerza la boca. Llega a mi garganta y hace que tenga arcadas pero no me importa, quiero más. Quiero que siga llenándome la boca y la garganta con su polla. Con fuerza, sin miramientos. Esta un rato follándome la boca hasta que me la mete en la garganta y me tapa la nariz. No me deja respirar. Siento como me falta el aire e intento moverme pero es muy difícil con las manos a la espalda y con él encima de mi cara. De repente saca su polla y me libera la nariz. Respiro forzadamente a la vez que una arcada me sobreviene. Casi no puedo recuperarme y repite la operación. Lo hace varias veces y ya me siento mareada por la falta de aire a la vez que mi parte inferior esta revolucionada pero sin conseguir la ansiada liberación todavía.

Cuando siento mi cara libre escucho como termina de romper el vestido y tira de mis braguitas rompiéndolas con fuerza, me hace daño pero extrañamente me sigue excitando. Siento como me abre fuertemente las piernas y saca la bala vibradora. Tengo el coño tan sensible que parece que todavía está dentro vibrado. Entonces noto como de una envestida me atraviesa con su polla y empieza a follarme con fuerza, comienzo a gritar y recibo otra bofetada. Eso hace que mi coño se contraiga de tal forma que escucho gemir a mi Amo, pero sigue embistiéndome de forma brutal y vuelve a azotarme las tetas, mientras va diciéndome:

-          Dime que eres.

-          Soy su puta, Señor.

-          ¿Cuál es tu misión?.

-          Que me use, Amo. Que me use y disfrute de mí, Señor.

Ya no puedo más estoy al borde de un orgasmo brutal cuando sale de mí y bruscamente me coloca boca abajo en lo que creo que es una cama. Tira de mis caderas y quedo con las rodillas en el suelo ofreciendo mi culo y entonces me mete la polla entera de una vez por él. Siento el dolor causado por la brutal invasión dejándome sin alimento pero enseguida la rabia con la que me folla vuelve a llevarme al borde de otro orgasmo. Creo que cuando lo tenga voy a desmayarme de la intensidad con la que estoy sintiéndolo todo. Jadeo y grito mientras mi Amo tira fuerte de mi pelo hacia él, hace que curve la espalda hacia atrás mientras mis manos siguen atadas a la espalda. Siento la fuerza de sus embestidas de tal forma que creo que voy a romperme y entonces le escucho:

-          ¡Quiero que te corras ya!

Un demoledor orgasmo estalla dentro de mí. Siento como mi Amo también se corre en mi interior y vuelvo a gritar, a sollozar, mientras siento como mi Amo bombea lentamente dentro de mi culo. No quiero que pare. Quiero que siga así. Sentirle dentro y que no salga nunca de mí. Pero sale y me ayuda a ponerme boca arriba. Me quita la venda de los ojos y me mira fijamente. Me limpia las lágrimas que quedan en mis ojos y me da un dulce beso.

-          ¿Sabes que eres mi puta, mi zorra? ¿Sólo mía? ¿Verdad?

No puedo apartar los ojos de su mirada.

-          Soy eso y mucho más, soy sólo suya, Amo. Le pertenezco en cuerpo y alma.

xana