Entregandole un regalo a mi suegra
EL ira a casa de su suegra a entregar un presente de parte de su suegro, dandole a su suegra lo que necesita.
Entregándole un regalo a mi suegra
"Maldición, otra vez se enojo!" fueron las palabras de mi suegro tras colgar el teléfono.
Ambos trabajábamos para la misma compañía como ingenieros en una plataforma en una de las zonas costeras de nuestro país. Habíamos planificado salir rumbo a nuestras casas la mañana siguiente ya que contaríamos con unos días de vacaciones, sin embargo a ultima hora el hombre que debía reemplazar a mi suegro como ingeniero principal había tenido un problema de salud, entonces la compañía le había informado a mi suegro que pasaría una semana antes de que pudieran encontrar un reemplazo para El.
Por lo que había percibido parecía que mi suegra se molestado pues mi suegro le acababa de informar que pasarían algunos otros días antes de que pudieran estar juntos. Mis suegros han estado casados por 30 años, de los cuales los últimos 25, mi suegro los había trabajado en la compañía un poco alejado de su casa, compartiendo con su esposa una semana cada mes. Yo había empezado a trabajar en la misma empresa hacia un año y aunque no me gustaba tener que estar tan separado de mi esposa durante tanto tiempo, la verdad es que la remuneración monetaria era muy alta.
"Podría hacerme un favor yerno?" pregunto mi suegro rompiendo el silencio después de que colgó el teléfono.
"Seguro señor, de que se trata?" respondí
Entonces abriendo el cajón de su escritorio, saco una pequeña caja envuelta en papel de regalo.
"Podría pasar por mi casa cuando regrese a la ciudad y dejarle este regalo a mi esposa, quizás esto la hará cambiar su humor" me pidió mi suegro.
Prometí entregárselo a mi suegra, aunque tuviera que desviarme algunas horas de mi camino a casa pues mis suegros y mi familia vivían en barrios un poco lejanos dentro de la misma ciudad.
La mañana siguiente emprendí mi largo viaje de regreso a casa. Saliendo un poco temprano esa mañana con suerte estaría llegando a mi hogar después de las 10 de la noche.
Mis suegros vivían en un acomodado barrio residencial en una de las mejores zonas de la ciudad. Al llegar a la casa de mi suegra me encontré con que había un coche que no conocía estacionado frente a la entrada de la casa de mi suegra, por lo que decidí parquear el mío un poco mas adelante frente a la casa de uno de sus vecinos. Fui hasta la entrada de la casa y toque el timbre, sin embargo nadie contesto, aunque algunas luces de la parte trasera estuvieran encendidas. Estaba seguro de que mi suegra estaba en la casa, sin embargo no entraría sin su permiso. Por lo que girándome decidí volver a mi carro, en ese momento fue que escuche reír a mi suegra en la parte trasera de la casa. Decidí mirar si mi suegra se encontraba bien.
En el jardín principal hay una puerta que comunica con el traspatio, por lo que abriendo esta puerta fui hasta la parte trasera de la casa. Cuando me acerque al final del traspatio, lo que vi me dejo completamente consternado.
Mi suegra se encontraba recostada sobre uno de los sofás de la terraza y un hombre que no conocía la besaba apasionadamente. Silenciosamente antes de que pudieran escucharme o verme decidí girarme y volver a mi carro. Tenia que salir de allí sin ser visto ni oído. Sin embargo en el momento en que iba a encender el motor de mi auto, me di cuenta de que me encontraba excitado con lo que había visto y que de alguna manera quería ver un poco más. Hasta donde yo sabia mi suegra siempre había sido una decente y recatada mujer, nunca me hubiese imaginado encontrarla en la situación en que la había visto.
Descendí de nuevo de mi auto y ahora mas silenciosamente camine de nuevo al traspatio, ocultándome detrás de uno del arbusto que había allí, mire de nuevo la escena. MI suegra y el hombre desconocido continuaban besándose, el tipo tenía una de sus manos entre las piernas de mi suegra y probablemente dentro de sus calzones, ella tenía sus manos alrededor del cuello de este, pareciendo gozar de las estimulantes caricias del desconocido.
Mi suegra separo su boca de la de este y le dijo algo con un extraño acento en su voz, luego se incorporo del sofá y se quito rápidamente su blusa y el sostén. Un par de grandes y pesados senos quedaron libres frente a mis ojos, entonces ella tomo su falda y la bajo junto con su calzón, mientras hacia esto ella se movía inestablemente de lado a lado, parecía que mi suegra estaba muy bebida, hasta donde yo sabía esta casi no tomaba por lo que el nuevo descubrimiento también me sorprendía. Luego de nuevo mi suegra se sentó en el sofá, abriendo lentamente las piernas, el desconocido se sentó junto a esta y se quito los zapatos y las medias, luego de nuevo se levanto y se quito la camisa, luego desabrocho sus pantalones y también los bajo, el desconocido era un tipo delgado por lo que podía notar desde donde me encontraba debía tener una edad parecida que la de mis suegros, ambos tenían 57 años. Pude mirar el tamaño del pene de este parecía medir unos 6 pulgadas y no era tan grueso.
Entonces inclinándose el tipo tomaba uno de los enormes senos de mi suegra en su mano e inclinándose aun mas empezaba a chupar uno de sus pezones, su otra mano sin vacilación descendió entre los muslos de mi suegra , luego moviéndose un poco se acomodo sobre mi suegra quien ya se había recostado completamente sobre el sofá, mi suegra quedo inmóvil mientras este parecía empezar a penetrarla, después de uno o dos minutos de estar bombeando, mi suegra lentamente doblo las piernas y las levanto permitiéndole un acceso mas fácil al tipo. Me suegra levanto sus caderas tratando se unirse mas al desconocido quien continuaba penetrando rápidamente a esta. Podía escuchar a mi suegra gemir suavemente, mientras le decía algo que no pude entender. Parecía que el tipo estaba a punto de acabar pues sus empujes llegaron a ser más rápidos. Unos segundos después el tipo dejo de moverse y gimió fuertemente mientras mi suegra se movía también fuertemente. Un momento después ambos permanecieron relajados sobre el sofá.
Gire para retirarme, pero me di cuenta en ese momento de que mi verga se encontraba completamente dura dentro de mi pantalón. Decidí quedarme un poco más para ver si lo hacían otra vez. Unos minutos después mi suegra separaba al tipo de ella y se incorporaba en el sofá, girando su cara hacia el tipo le pregunto con voz dificultosa si quería otra bebida. El tipo le contesto que no. MI suegra recogió su ropa del piso y levantándose camino dentro de la casa. El tipo permaneció un par de minutos mas sentado en el sofá, luego se levanto y comenzó a vestirse.
Diez minutos después mi suegra salio de nuevo de la casa usando una bata azul desatada, en una mano llevaba una toalla que ofreció al desconocido y en la otra mano llevaba un vaso repleto de una bebida desconocida. El tipo no acepto la toalla, por lo que mi suegra la tiro en el suelo.
"A donde cree usted que va?" le pregunto mi suegra con un acepto aun de bebida.
No pude escuchar lo que el tipo le respondió, sin embargo pareció no complacer a mi suegra, quien recostándose sobre el sofá con su bata aun abierta le dijo
"Usted es un desgraciado, piensa que puede venir acá, metérmela unos minutos y después irse dejándome aun insatisfecha?, pues váyase y no me llame ni me busque mas desgraciado!"
El tipo no le obedeció, por el contrario se sentó junto a ella en el sofá y empezó a cuchichearle algo en el oído mientras mi suegra termino de tomar su bebida, luego le dio el vaso y esta coloco sus manos entre sus piernas, entonces el tipo se levanto, mi suegra se recostó completamente sobre el sofá. El tipo continúo hablándole durante algunos minutos y fue entonces cuando escuche su voz por primera vez.
"Nancy, Nancy!" era el nombre de mi suegra, parecía que trataba de despertarla.
"Si claro, usted quiere que yo venga y me la coja, sin embargo usted siempre se desmaya después, eso me molesta!" Grito el tipo.
Al terminar de decir eso, puso el vaso de mi suegra sobre el piso y camino hacia la salida. Permanecí oculto tras el arbusto unos minutos más, escuchando como el tipo en la parte delantera de la casa encendía su auto y partía. Iba a retirarme también del lugar cuando decidí fijarme primero si mi suegra se encontraba bien.
Camine de mi escondite y me acerque, la mire, su cara mostraba cada uno de sus 57 años, seguramente por los efectos del licor se veía un poco desmejorada, su bata estaba desabrochada, seguro de que se encontraba completamente dormida, tome los extremos de esta y la ate, decidí despertarla y decirle que se fuera a descansar dentro de la casa. A fin de cuentas no tenia que sorprenderse si se despertaba y me veía, mi suegro me había enviado a dejarle un regalo y pensaría que acababa de llegar, no sospecharía que había presenciado todo lo que había sucedido.
Trate de despertarla, pero no había manera, parecía que dormía profundamente casi en un estado total de desmayo, por lo que abriendo la puerta trasera de la casa, decidí cargarla dentro de la casa y dejarla sobre uno de los sofás grandes de la sala. Prendí una de las lámparas de mesa en la habitación con el fin de no tropezar mientras la cargara dentro, luego regrese al patio y la cargue, llevándola dentro de la casa. Sentía el cuerpo de mi suegra un poco pesado, seguramente por el estado en que esta se encontraba.
Cuando finalmente logre acostarla sobre el sofá, pude notar como su bata se había abierto de nuevo, su pierna derecha colgaba fuera del sofá con su pie tocando el piso y su brazo derecho también caía fuera del sofá. La mire y por primera vez me percate de que aunque su cara mostrara toda su edad, mi suegra poseía un cuerpo realmente agradable, incluso en aquel estado.
Sus senos eran grandes, y por la posición en que se encontraba estos colgaban pesadamente hacia los lados, sus pezones eran color rosa grandes y redondos, su estomago era plano y liso, sus labios de su raja eran tan grandes que parecían hinchados, su pelo pubico no era muy tupido, color negro con algunos canas, sus caderas eran anchas y firmes.
Mientras permanecía allí de pie mirándola, mi suegra gimió procurando acomodarse completamente en el sofá, esto sin mucho éxito, me asuste de que fuese a caer, por lo que me incline instintivamente para ayudarla. Antes de que pudiera saber lo que sucedía, mi suegra extendió sus brazos alrededor de mi cuello sujetándome fuerte me jalo hacia ella.
"Venga Manuel, no se vaya aun, satisfágame un poco mas, lo necesito" con voz completamente alcohólica me hablo, comprendí en ese momento que mi suegra pensaba que yo era el tipo con quien había estado hacia algunos minutos, mi suegra trato de besarme en los labios pero en su estado fallo y me beso en la mejilla, su aliento era terrible, olía completamente a licor, sin embargo rápidamente encontró mi boca, cuando su lengua entro en mi boca, olvide el olor de su aliento.
Mientras mi suegra me besaba ansiosamente sentí como mi verga se ponía completamente dura, en verdad esta mujer sabia como besar. Coloque una de mis manos sobre uno de sus senos, estaba tibio y suave, tome su pezón entre mi dedo pulgar y mi índice y lo apreté lentamente, este empezó a hincharse poniéndose duro y grande, trate de terminar el beso que me daba, para poder poner mi boca sobre sus senos, sin embargo mi suegra parecía determinada a continuar besándome.
Extendí una de mis manos, poniendo entre sus piernas abiertas, mi mano bajo entre los dobleces de sus labios exteriores, mi índice encontró su clítoris, moví mi dedo suave y lentamente masajeándolo. Bebida, como estaba mi suegra parecía aun decidida a gozar completamente del sexo, incluso aunque en su estado no tuviera la menor idea de que la fuente de su placer ahora era su propio yerno. Me moví un poco para que mi suegra pudiera desabrochar mi cinturón y bajar mis pantalones y mi ropa interior aun sin dejar de besarnos, en cuanto mi suegra termino su labor, me coloque sobre ella y la penetre.
Mi suegra coloco su pierna izquierda sobre el respaldo del sofá, yo lleve mis manos hasta sus redondas nalgas apretándola mas contra mi, su trasero era firme y su piel suave y lisa, mi suegra gimió fuertemente al sentir mi gorda y larga verga abriéndose paso en su apretada y caliente raja. Con cada uno de mis fuertes empujes la penetraba completamente, mientras mi suegra movía frenéticamente sus caderas y gemía gozando del placer que le estaba dando. Después de varios minutos mi suegra comenzó a gemir aun mas fuertes, sus gemidos eran casi gritos que la llevaron a la cumbre del placer, sentí como su cuerpo se contraía inundado por un fuerte orgasmo. Su placer era total, esto me llevo a que también alcanzara rápidamente mi orgasmo, empuje mi dura verga profundamente en su interior y estalle, llenando su raja con mi abundante y caliente esperma.
Permanecí sobre mi suegra gozando del intenso placer que había experimentado. MI suegra gimió suavemente y suspirando, me beso en el cuello.
"OH si, eso era lo que necesitaba, me has cogido como nunca, por favor permanezca sobre mí hasta que duerma amor" susurro mi suegra, ella aun pensaba que era el otro tipo.
Permanecí sobre ella, con mi verga aun enterrada en su raja, era la primera vez en varios años, que aun después de haberme regado, mi verga no se ablandaba, permanecía aun completamente dura. Algunos minutos después escuche que la respiración de mi suegra volvió a ser más profunda, ella dormía otra vez. Algunos segundos después empecé a moverme muy lentamente dentro de ella. La gozaría otra vez.
Empecé a penetrarla suave y lento, masaje sus senos, frotándolos y apretándolos suavemente, cuando estaba por alcanzar de nuevo un orgasmo, mi suegra comenzó a responder. Sus movimientos se emparejaron a mi ritmo, lento y firme, era claro que mi suegra estaba por tener otro orgasmo aunque estuviera aun dormida. Mi orgasmo fue tan intenso y bueno como el primero, escuche a mi suegra gemir fuerte nuevamente mientras llenaba su raja con mi leche.
Me relaje de nuevo, después de 10 minutos, comprobando que mi suegra estuviera de nuevo completamente dormida, me levante lentamente y fui al cuarto de baño a limpiarme y vestirme para dejar la casa rápidamente. Volví a mi auto y tomando el regalo que mi suegro le había enviado, lo coloque en la entrada de la puerta principal.
MI suegra pensaría el día siguiente que había pasado y no encontrándola había dejado el obsequio en su puerta.
Nada más sucedió jamás entre mi suegra y yo, hasta que mi suegro muriese algunos años después. Pero eso es una historia para otra ocasión.
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