Entregando mi tesoro
Engaño a Rami con Juan (primer anal)
Una noche fuimos con todo el grupo de conocidos de Ramiro al cumple de 15 de la hermana de Fernando uno de sus mejores amigos. Todos estaban medio borrachos y mi novio era el que peor estaba, comencé a buscarlo ya que entre que estaba alegre y los histeriqueos con cuanto flaco se me cruzaba lo había perdido de vista. Supuse que estaba en el baño y entre. Juan su amigo estaba meando en los mingitorios y ante la sorpresa que le causo mi entrada quedo frente a mi con la pija en la mano.
- estoy buscando a Ramiro… - dije mientras no podía quitar la vista de ese tremendo instrumento. Este si se acercaba al de la película.
- esta en el inodoro vomitando – dijo y señalo hacia donde estaba mi novio. Lo fui a buscar y nos fuimos.
Al día siguiente no podía sacarme la imagen de la pija de Juan de la cabeza. Esa verga era enorme y yo la quería para mí.
El lunes estaba que no podía más y enfile para su casa con la excusa de devolverle un buzo que me había prestado. Me hizo pasar a su casa y le propuse tomar unos mates para tener tiempo de pensar la manera de llevármelo a la cama. Sabía que tenía que sacar el tema del sábado y exclame
- perdoname por lo del otro día en el baño, te mire sin querer.
- Bastante tiempo me miraste para ser sin querer (dijo irónico)
- Es que… es que... no se como decirlo no me animo. – dije ya que tenia que hacerme la nerviosa para no entregarme tan rápido.
- Decilo Fabi, tenemos la suficiente confianza para que me digas lo que quieras
- No, es que yo… el único miembro que vi, es el de Ramiro y el tuyo es… ¿no se cómo decirlo?
- ¿Más grande? Dijo como sorprendido
- Si – dije mirando hacia abajo como si sintiera pena de lo que estaba haciendo, y entonces largue en voz baja la bomba que el esperaba para poder avanzar – si así es dormida no me imagino parada…
- ¿y te gustaría verla parada? Dijo ya lanzado a la aventura
- Si, pero me da mucha vergüenza, además vos sos el mejor amigo de mi novio y ¿que pensaría el si me viera mirándotela? – Agregue para ponerle más morbo aun a la conversación.
- Bueno, vos te lo perdes, seguí mirando la pijita de Ramiro…
- Ehh, tan chiquita no la tiene, si hasta hay cosas que no podemos hacer porque me hace doler. – dije recordando las veces que Ramiro bruscamente intento estrenar mi hermosos culito
- Eso lo decís porque no viste la mía parada… - dijo jugando su carta mas alta
- esta bien mostramela. Pero te ayudo a excitarte solo con la mano. – le dije como dando por sentado que no solo verla era lo que quería.
El tipo se puso al lado mío que permanecía sentada en una silla esperando el regalo tan preciado. Bajo el cierre del pantalón y saco esa hermosa pija que ya estaba semi erecta. Por un instante se me nublo la vista al imaginarme todo eso dentro mío. La tome entre mis manos y salivé la puntita para no lastimarlo con la paja que en seguida comencé a realizarle. Era lógico que debía ir por más, entonces exclame
- ¿no te molesta si pruebo a ver si me entra en la boquita…?
Y sin esperar a que me conteste me la metí todo lo que pude, pero en un suspiro Juan aviso que acababa. Por un lado me daba bronca que acabara tan rápido pero por el otro me gustaba calentarlo tanto. Casi no me dio tiempo a sacar mi carita de allí cuando exploto en un mar de lechita tibia que me salpico toda. Sin darle oportunidad a relajarse y sabiendo que debía actuar rápido lo mire fijo a los ojos y con mi mejor cara de puta dije
- era realmente grande, ¿la podrá aguantar mi conchita?
En respuesta me tomo de un brazo y me llevo hacia su pieza. En un abrir y cerrar de ojos ya me había tirado en la cama, me había quitado los pantalones y tras correr mi tanguita, sin sacarla me estaba pegando una tremenda chupada de concha. Debo decir que ninguno de los otros dos hombres con los que había estado me la chuparon así, Juan me hizo enloquecer, su habilidad lingual era indescriptible. Yo emanaba ríos de flujo e improperios ireproducibles. Como era de esperarse no tardo en darme vuelta y dejarme con mi hermoso culito a la vista. Pensé que me la iba a chupar desde atrás mientras observaba mi mayor atractivo. Pero el chabon corrió el hilito de la tanga y deposito su lengua en mi agujerito posterior. Mi reacción fue automática y tire hacia delante intentando zafarme. Pero Juan tenia serias intenciones para mi culo y sujetándome fuerte de la cintura me atrajo hacia el introduciendo su lengua en mi agujerito.
Su dedo entrando en mi conchita venció mi último intento de resistencia y me entregue al placer de aquel juego.
En lo mejor, cuando tres dedos jugueteaban en mi vagina y su lengua entraba cada vez con mayor facilidad en mi virgen culito Juan decidió que era hora de hacerme sentir el rigor de su tremenda herramienta. Sabiendo lo que venia le avise
- despacito, no te olvides que la tenes gigante y mi conchita no esta acostumbrada a tanta pija.
- Tranquila, vas a ver que te va a gustar tanto que no la vas a olvidar. – agrego como mostrando su experiencia
Cuando su cabezota entro en mi concha el mundo se detuvo, era tremenda, cuando volví en si me encontré balbuceando un – ahhh, ahhh es muy grande – que no se si Juan llego a escuchar. Una vez que tuvo toda su tremenda herramienta dentro de mi, comenzó una lenta pero profunda penetración que en segundos se transformo en una bombeada tremenda. El tipo me estaba pegando la mejor cojida de mi vida, pero en el mejor momento sucedió lo que lógicamente suele suceder cuando me garchan en cuatro, Juan no aguanto ver ese perfecto culito delante de el y tras salivarlo intento meter su dedo en mi colita. Mi reacción fue automática y esta vez de un fuerte tirón me zafe de su dedo y su pija.
- ¿que pasa? –pregunto sorprendido
- por ahí no – dije segura – probé un par de veces con Ramiro y con solo apoyar la puntita ya me mataba de dolor. Y con lo que tenes vos me podes llegar a destrozar. Ni loca. Dame por la concha todo lo que quieras pero el culo no me lo tocas.
- Tranquila – me dijo comprendiendo mis miedos – el problema no es el tamaño, sino el trabajo previo. Si uno va con cuidado termina siendo muy placentero.
- Bueno, pero igual me da miedo – conteste ya con mis defensas bajas
- Disculpa, lo que pasa es que creí que te gustaba, Ramiro dice que te enloquece que te den por atrás.
Yo no lo podía creer, el hijo de puta andaba diciendo por ahí que me culeaba y ni siquiera podía hacerme acabar.
- ¿Eso te dijo? – pregunte entre indignada y sorprendida
- Si, a mí y a los chicos del club, todos piensan que sos una fanática del sexo anal -
Aquellas palabras fueron la llave de entrada a la virginidad de mi culo. El hijo de puta de Ramiro quería que yo entregara el orto y lo iba a hacer, pero con su mejor amigo. Ya decidida lance
- Que guacho, ¿Y vos me prometes que no me vas a hacer doler?
- Si nos tomamos nuestro tiempo ni un poquito…
- Esta bien, ya que Ramiro anda diciendo que yo entrego el culo vamos a darle la razón, ¿no?
- Yo encantado…
- Pero solo si tenes mucho cuidado, ¿ok?
Su contestación fue acostarme en la cama y dedicarse a terminar de convencerme con caricias. Primero fue su lengua quien se reencontró con mi esfínter. Era un verdadero maestro y una vez que mi culito comenzó a ceder lentamente metió su primer dedo adentro. Con su segundo dedo que entro más lento aun arranco mi primer gemido. Con su tercer dedo y mi culo abierto como una flor mis gemidos ya eran gritos. La maestría con que movía sus dedos dentro de mi colita me estaba matando, no aguante mas y mirándolo fijo casi le rogué
- no aguanto más, por favor métemela.
- ¿Qué? no te escucho – dijo entendiendo lo caliente que estaba y que podía jugar con toda mi calentura
- Que me la metas, que me hagas la cola – exclame con palabras que una hora antes jamás hubieran salido de mi boca
- ¿ya queres que te la meta?
- Si por favor, estoy muy caliente, la quiero sentir en mi culo, con cuidado pero metemela ya – dije desesperada por sentir todo eso adentro
- Esta bien, de ahora en más cada vez que quieras que te haga el culo me lo vas a tener que pedir, y estoy seguro que va a ser mas de una vez, putita.
Dijo mientras su cabeza se comenzaba a hacer paso en mi hambriento culito, mas allá del gran trabajo de dilatación realizado aquello era enorme, no recomendado para la primera vez de un culo, pero lo hizo con tanta maestría que aunque mordiendo las sabanas aguante sus no se cuantos centímetros adentro.
Sentía mi culo estirarse, latir con su pija adentro. Me quemaba entonces con lágrimas en los ojos le pedí
- bombeame, por favor movete que me quema, me arde adentro, movete. Rompemelo de una vez como me prometiste.
Y carajo si me lo rompió, me taladro el orto de una manera descomunal. El dolor desapareció por completo y una oleada de placer me trasformo, supe en ese momento que algo había cambiado en mi, esa culeada me estaba transformando en la mas puta de todas. Sinceramente no recuerdo exactamente las barbaridades que le gritaba, pero le pedía que me serruche el ojete, que me lo rompa bien roto y otras obscenidades que jamás pensé decir. Me encontraba empalada sacudiendo el culo como una prostituta cuando a Juan se le ocurrió sacarla.
Me levanto como muñeca de trapo y me acostó, tomo mis piernas y elevándolas las puso junto a mi cabeza dejando a su disposición mis dos agujeros.
Lamentablemente penetro mi concha, me sacudió lindo pero yo en ese momento la quería en el culo, estaba hambrienta de pija, si hubiera podido me hubiera metido el mundo por el agujerito de mi ano. Ya totalmente entregada le ordene
-ya que me emputeciste el culo, metemela de nuevo hijo de puta, partimelo con esa tremenda verga que tenes.
Y vaya si me hizo caso… Una vez adentro me bombeo como nunca nadie me había bombeado. La sacaba, escupía el agujero de mi abierto culo, y la volvía a meter. cuando ya estaba a punto caramelo me aviso que acababa.
– no pares que acabo, no pares que acabo. Gritaba yo desesperada
Y acabamos juntos con su pija llenándome los intestinos de leche. El mundo se volvió a detener y caímos rendidos con su pija perdiendo rigidez dentro de mi culito.
- jamás pensé que me iba a gustar tanto por atrás, Ramiro tiene razón, ahora si soy una fanática del sexo anal - dije y le regale mi primer beso.