Entregando mi novia a una prostituta
Esta es la historia de como convenci a mi novia de acostarnos junto a una prostituta.
Siempre me mantenía obsesionado la idea de cuan lejos podía llevar a mi novia en el sexo, cuan puta la podía convertir. Mi novia es una hermosa mujer de cutis blanco y pelo negro, tiene apenas 29 años de edad. Un culo firme y bien parado, y unas tetas con un tamaño considerable y bien jugosas.
Ella siempre fue una mujer clásica en el sexo, nunca de inventar grandes cosas, pero poco a poco ella se fue pervirtiendo gracias a mis ideas sucias.
Logre grandes cosas gracias a mis insistencias, como romperle el culo mientras gemía como una verdadera puta. Sin embargo, de todos mis avances me quedaba uno pendiente, lograr que ella compartiera una buena cogida junto a mi y una prostituta.
No fue fácil, no pude convencerla así porque si, tuve que trabajar su mente. Recuerdo que utilice la táctica de ver muchas películas de lesbianas o orgías donde pudiera apreciar a 2 mujeres cogiéndose entre ellas, ya que la idea de otra mujer no la satisfacía mucho.
Intente e intente, pero parecía imposible. Y cuando ya me había resignado, recuerdo haber llegado a casa (convivimos juntos) y la descubrí masturbándose mirando una escena lesbica. ¡No lo podía creer! ¡Lo había logrado! Estaba toda mojada y caliente por ver dos perras cogiéndose entre ellas. Recuerdo que al ver esa imagen mi verga se puso como un palo y ella me desabrocho el pantalón y empezó a chupármela como un verdadero animal. Recuerdo que esa tarde me cogí a la gran puta contra la mesa y le di como nunca antes lo había hecho, y ella gritaba como si le estuvieran metiendo un palo lleno de clavos.
Cuando terminamos de coger, ella dijo que ya estaba lista que quería vivir la experiencia. Yo le pregunte si estaba segura, ya que no había drama si ella no quería, sin embargo ella insistió con la idea de que si quería, de que estaba lista.
Inmediatamente me puse a buscar una puta que pudiera compartir la cama con nosotros dos. No quería cualquier putita barata, quería una de las buenas, una que nos diera un buen servicio, que le chupara la concha a mi mujer con euforia y que se dejara coger como si le fuera vital para respirar.
Moví mis contactos hasta que di con Sandra, una puta de las buenas, cara, pero buena. De piel morena y cabello negro, buenas tetas y buen culo, tenia todo lo que se necesitaba.
Me reuní con ella en un café y le comente la situación, le dije que quería que mi mujer y yo nos acostáramos con ella. Sandra se mostró muy decidida y sin problemas, se ve que ya había tenido otros casos como este. La respuesta fue si, sin embargo no quería irme a casa sin probar semejante puta antes, así que le pregunte si quería trabajar antes conmigo por separado y me la lleve a un hotel. La puta resulto ser muy buena, sabia coger muy bien, era perfecta para la puta de mi novia.
Arregle todo para un viernes a la noche. Recuerdo que estabamos los dos tomando vino antes de que llegara Sandra. Tipo medianoche tocan la puerta, mi novia estaba muy nerviosa, le dije que se tranquilizara que seguramente era Sandra, que tomara mas vino así agarraba mas coraje. Fui a la puerta y efectivamente era Sandra, entro y saludo a mi mujer con un beso en la mejilla. Pude divisar que mi novia estaba muy nerviosa, por ende atine a convidarle a Sandra una copa de vino, la cual ella acepto gustosamente. Nos sentamos a charlar los 3, yo trataba que mi novia entendiera que Sandra no era un monstruo sino una mujer sensual que podía darle mucho placer. Hablamos de muchos temas, no necesariamente de sexo, pero lo más alentador fue que pude ver que mi mujer no sacaba los ojos de las tetas de Sandra y esta se dio cuenta, a lo cual atino a desabrochárselo y la invito a chuparlos. Mi mujer se negó, y dijo que por el momento no quería, que le encantaban pero prefería primero observarme a mí cogiendo con ella. Sandra y yo nos miramos y entendimos exactamente que era lo que le faltaba a mi novia, le faltaba calentarse, la faltaba ver, le faltaba ponerse cachonda.
Decidimos ir a la pieza los tres, mi novia antes hizo una parada por la heladera y saco otra botella de vino, esta muy nerviosa la gran puta. Se sentó en el sillón de la pieza y dijo que quería ver como yo me cogía a Sandra. Yo que ya tenia la verga como un cañón mire a Sandra y la invite a la cama.
Comenzamos a coger con aquella puta, primero atine a chuparle eufóricamente semejante par de tetas que tenia. La puta comenzó a gemir, mientras le chupaba las tetas pude divisar a mi mujer quien ya esa altura se estaba tocando los senos y tenia la boca abierta babeándose por la escena.
Todo marchaba sobre ruedas!!. Después de chuparles las tetas, Sandra se dirigió hacia abajo, me bajo los pantalones y comenzó a chuparme la verga. O.. que bien que chupaba esta puta, era muy buena!! Recuerdo que mientras Sandra me la chupaba miraba fijamente a mi novia, su intención era clara, quería calentar a la perra indecisa, la puta era buena, sabia lo que hacia. Sandra se acerco y le dijo si quería sostenerme la verga mientras ella me chupaba los huevos.
Nos acercamos y mi mujer tomo mi verga mientras Sandra pasaba su lengua por mis bolas. ¡No podía creer lo que estaba viendo!. Derrepente mi mujer aparto a Sandra y comenzó ella a chupármela a mi, Sandra le acariciaba su cabeza y le decía que era una buena puta con su novio.
Mi mujer saco mi verga de su boca, y con vos atragantada y leche en sus labios, dijo "chupale la concha a esta puta ya!!". Yo no podía creer lo que estaba escuchando....¡Mi novia me ordenaba chuparle la concha a otra mujer! ¡La había convertido en toda una puta!. Comence a chuparle la concha a la puta de Sandra mientras esta se agarraba y se retorcía los senos. Mientras tanto mi novia había comenzado a masturbarse en el sillón. Cuando ya la calentura la había superado, la llamo a Sandra y le ordeno que ahora ella le chupara la concha. La escena era genial, mi novia abierta de piernas sentada en el sofá y Sandra arrodillada en el suelo chupándole la concha. Mi novia comenzó a gemir como una yegua mientras Sandra chupaba su concha con gran fervor.
Detrás estaba yo, que apreciaba la escena completa, pero no pude aguantar mas, delante mío el culo de Sandra se balanceaba hacia delante y hacia atrás. Saque mi verga dura como un palo y le envestí una estocada en la concha y comenze a cogérmela mientras le chupaba la concha a mi novia.
Sandra comenzó a gritar de placer y pedía mas fuerte, ¡era una gran puta!. Comenze a cogerla con furia dándole nalgadas que le dejaron el culo como un tomate, mientras que con la otra mano tomaba su cabellera negra estirándola hacia atrás. Sandra no dejo en ningún momento de chuparle la concha a mi mujer, quien no paraba de gemir como un animal. Después de darle un buen rato a Sandra, cambiaron poses, mi mujer me dio su concha y Sandra se sentó en el sillón para disfrutar de un buen sexo oral que le brindaría mi novia. Mi novia empezó a gemir mas y más corriéndose orgasmo tras orgasmo, la puta ya estaba liquidada de tanta calentura, sin embargo como buena perra insaciable quiso mas y más. Después de dos cogidas una tras otra me vi en la intención de acabar con lo cual saque mi verga de la concha de mi mujer y me puse en posición para acabar.
Ellas 2 se arrodillaron y esperaban ansiosas la leche que soltaría mi tan erecta verga. Mientras esperaban no dejaban de besarse y chuparse las tetas como dos lesbianas cerdas. Al final termine acabando sobre sus caras mientras estas se besaban y compartían de boca en boca mi tan espesa leche. Se la tragaron toda como buenas putas de mierda. Estaba muy orgulloso de mi novia lo había logrado, lo había hecho muy bien.
Sin embargo, Sandra quería mas, mientras yo me senté en el sillón a recobrar fuerzas, estas dos putas se pusieron a coger inmediatamente en la cama, chupandose las tetas y la concha mutuamente, y gritando como autenticas desgraciadas.
Era imposible no calentarse con semejante escena y en menos de lo que canta un gallo, mi verga ya estaba erecta otra vez. Sandra se acerco y se arrodillo y comenzó a chuparmela con mas fervor que antes, mientras mi mujer no paraba de besarme en la boca. Yo con mi mano le tocaba suavemente la concha, mientras esta me besaba sin parar. Podía sentir en sus labios el gusto a los fluidos de la concha de Sandra. Volvieron a intercambiar poses, mi novia comenzó a chupármela y Sandra me ofreció sus tetas en mi cara para chuparlas una y otra vez hasta quedar deshidratado.
Recuerdo que sentamos a mi novia en el sillón, yo me pare en el sofá y mientras Sandra le chupaba la concha, mi novia se atragantaba con mi verga en su garganta. Se quedaba sin aire a veces pero no soltaba mi verga un segundo.
Senté a mi novia arriba y comence a cogérmela como nunca, mientras Sandra chupaba mis huevos y su concha. Después Sandra paso arriba.
Solo quedaba una cosa por hacer para completar semejante orgía, hacerle el culo a cada una de ellas. Primero fue la puta de mi mujer, insaciable como siempre, me ofreció su culo destruido en 4 patas al cual yo envestí con gran furia, mientras esta le seguía chupando la concha a Sandra. Mi novia gritaba como una yegua pidiéndome mas y más, que le rompiera todo el culo. Después de haberle dado un buen rato por atrás a mi novia fue el turno de Sandra. Se sentó arriba, introdujo mi verga en su culo y comenzó a cabalgar como un verdadero jinete. Los gritos de Sandra eran más excitantes que los de mi novia, se ve que a la puta todavía le sigue doliendo cuando se la meten por detrás. Mi mujer se dedico pura y exclusivamente a besar íntegramente a Sandra por sus pechos, su boca y su concha. Cuando termine de hacerle el culo a esa reventada, sentí la necesidad de acabar otra vez, pero esta vez quede recostado en la cama mientras que las dos putas se disputaban mi verga una con la otra para ver quien recibía mi leche primero. Me masturbaron y me la chuparon hasta sacarme la ultima gota de semen que se derramo íntegramente por sus caras.
Al terminar nos recostamos y fuimos unos cigarros en la cama los 3. Sandra se retiro y obviamente le pagamos por sus servicios. Sin embargo, antes de retirarse Sandra acoto que la había pasado muy bien y que daba para repetirlo, pero no tenia porque ser un servicio, sino algo habitual entre los 3. A mi novia y a mi no nos pareció mala idea y quedamos en hacerlo cuanto antes otra vez.
Hoy por hoy seguimos en contacto con Sandra y de vez en cuando nos acostamos los 3, nos hemos hecho muy amigos con mi novia. Sin embargo la sed de probar otra mujer nos viene mas seguido que nunca y ahora estamos en busca de carne nueva, pero esta vez el objetivo es ir de entrada con alguien común y corriente, alguien que le nazca ese sentimiento desde adentro sin necesidad de pagar. Espero que pronto se nos de con alguien nuevamente. Mientras tanto, Sandra es nuestra doctora del placer.