Entregando a mi perrita a un nuevo desconocido...

100% real,narrado por mi perrita de como la entregué a un completo desconocido... Se va acostumbrando a ello...

Me encontraba de nuevo ante un desconocido. Esta vez,a diferencia de cuando conocí a mi Dueño,  sólo con un vestido que cubría mi cuerpo. Todo fue idea de mi Amo. Quería ponerme a prueba, entregarme a un extraño, mientras él nos observaba y disfrutaba de la escena.

Acudí a la cita como él me ordenó. Sabía que iba a haber alguien más que venía de otra ciudad. Mi Amo le había hablado de mí y quería conocerme. Esto hizo que mis nervios se dispararán. Ignoraba que le había contado de mí. Me moría de la vergüenza,  y si no estaba a la altura de sus expectativas?

Intenté serenarme y tranquilizar mi mente que fue asaltada por un momento, de un montón de dudas y temores. Con mi Amo soy como soy porque sólo con pensar en él me lo provoca, pero cómo iba a reaccionar yo sóla ante alguien que esperaba no sé exactamente qué,  de mí?

Una vez en el hotel me explicó su plan. Yo con el antifaz puesto, cogió mis brazos, a modo de tranquilizarme. Me dijo que él iba a estar en todo momento allí,  pero que no participaría. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, fue una mezcla entre excitación y temor. Me pidió que me portara bien y le quedara en un buen lugar. Yo suspiré profundamente y acepté.

Me guió hasta donde estaba su amigo. Mi Amo pegó su cuerpo al mío haciéndome sentir la dureza de su polla. Pellizcó mis pezones, que ya se me habían puesto también duros con la excitación del momento, mientras me decía al oído que sabía que todo aquello me gustaba y que disfrutara.

Me puso delante del desconocido, para mí. Me bajó los tirantes del vestido, y mostrándole mis pechos, le dijo que era toda suya, que hicera lo que quisiera conmigo. Yo no sabía como reaccionar, así que me quedé quieta a la espera de sus movimientos. No veía nada con el antifaz. Enseguida noté como alguien, se colocó detrás de mí. Para mi sorpresa, me besó el cuello y tranquilizó mis nervios. Pensé que era un buen comienzo

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y no me equivoqué.

El desconocido pellizcó bien mi culo. Me levantó el vestido y me dio un buen azote. Después,  noté como uno de sus dedos lo metió en mi coño y comenzó a masturbarme con fuerza, fue tanto el ímpetu con que lo hizo, que consiguió que me corriera enseguida. Una vez que hubo terminado, me dio a probar el flujo que había conseguido sacar de mí, metiendo sus dedos en mi boca.

Mi Amo me ordenó quitarme el vestido. Así lo hice. En ese momento, Mi Señor hizo ponerme de rodillas para que le comiese su polla. Cosa que agradecí, porque estaba deseando hacerlo.

No habia saciado toda mi ansia, cuando me desplazó para que hiciera lo mismo con su invitado. Me la metí de lleno en la boca, era muy parecida a la de mi Amo. Asi que me hice a la idea de que era él. Se la chupé, se la lamí, mientras el desconocido me iba marcando los movimientos empujando suavemente mi cabeza.

Le oí decir que le gustaba, así que me encendió aún más. A cuatro patas, guiada por mi Amo, que me había cogido del pelo, me llevaron hasta la cama.

Mi Señor se tumbó y continué disfrutando de su verga, sabe que me pone a mil hacerlo. Entre la corrida que había tenido, y con la polla de mi Amo en la boca, me dejé llevar totalmente para que hicieran de mí lo que quisieran.

Mi Amo sabe lo que me gusta follar, que me follen y las situaciones morbosas. Lo que había planeado para nuestro encuentro me estaba encantando y no había hecho más que empezar.

Me tumbaron boca arriba en la cama y su amigo comenzó a comerme el coño. El roce de su lengua en mi clítoris hizo que saltarán chispas dentro de mí. Mi Amo aprovechó y metió su polla en mi boca. Me la quería comer entera mientras su invitado metía su lengua en mi rincón más íntimo y se bebía todo lo que salía de él. Decía que tenía un coño muy rico y eso hacía ponerme más cachonda.

Se notaba que le gustaba lo que me estaba haciendo, al igual que a mí. Hubo un momento en el que me mordió el clítoris y después los labios de mi coño, me excitó tanto que me hizo apretar fuerte la polla de mi Amo.

Estaba disfrutando mucho, tanto que mi Señor me dijo, que no sabía que me estaba haciendo el otro, pero que debía de ser muy bueno por como le estaba comiendo la polla a él. Yo no quería ni podía hablar, sólo quería sentir la excitación, el placer y todo el cúmulo de sensaciones que me estaban haciendo experimentar mi Amo y su invitado. Mi coño chorreaba y quería más.

Su amigo se dio cuenta y comenzó a follarme. Primero boca arriba, con unas embestidas que cada vez eran más fuertes, el placer era tan grande que me entraban ganas de gritar. Después mi Amo me ordenó que cabalgara a su invitado. Así lo hice, me subí encima suya, metí su polla en mi coño y comencé a apretarle. Le gustaba, me gustaba y comencé a cabargarle fuerte. Estaba tan excitada que me corrí antes de lo que me esperaba. Por puro instito seguí moviéndome, rozándo mi coño con su polla. Caí sobre él exhausta y comenzó a mordisquearme un pezón. Me cambió de postura, esta vez de lado, no paraba y yo tampoco quería que lo hiciera. Oía a mi Amo hablar, me decía que me estaba portando muy bien. Yo simplemente me estaba dejando hacer.

Notaba como el sudor del desconocido caía sobre mí. Debía de estar cansado y no me extraña... Entonces comenzó a follarme mi Dueño, no me daban tregua, tampoco la quería... Me folló a cuatro patas, lo hacía fuerte mientras me azotaba con la misma dureza el culo, cosa que me excitaba aún más, estaba a punto de correrme, cuando de repente sacó su verga de mi coño, cómo sabe llevarme hasta el límite y después parar, eso hace que me encienda y disfrute mucho más, debo ser masoca....

La noche siguió. Yo estaba pletórica. Dos hombres me estaban dando un inmenso placer y supongo que yo a ellos. Su invitado no paraba de follarme con embestidas cada vez más fuertes, todavía me duele el coño de la intensidad con que mi Amo y su amigo me follaban sin parar. Y eso que mi Señor me dijo que no iba a participar.... me gustó que cambiara de idea...

No sé cuantas veces me corrí. No sé cuántas veces me comí sus pollas y no sé cuantas veces me follaron.... Solo sé que esta sumisa se sintió por un momento la mujer más afortunada del mundo.

Mi Amo se corrió en mi boca, con qué placer me bebí todo lo que me vertió dentro. Su invitado volvió a follarme una vez más a cuatro patas, bien fuerte, hasta que caí, ya sin fuerzas sobre la cama.

Me costó levantarme, me temblaban las piernas, los brazos..... Mi Amo me ayudó a levantarme para ir a la ducha.

El día de ayer no podía haber terminado mejor, gracias mi querido Amo y gracias también a su amigo. Espero haberme portado bien y haber cumplido las espectativas de ambos...