Entregando a mi mujer y satisfaciéndonos

Y te veo desnuda, acostada boca arriba con tus piernas abiertas sostenidas por los brazos de tu amante, que te penetra fogosamente. (fotos)

Entregando a mi mujer y satisfaciéndonos

Y te veo desnuda, acostada boca arriba con tus piernas abiertas sostenidas por los brazos de tu amante, que te penetra fogosamente. Veo tu cara confundida entre el placer que te da ese miembro dentro de ti y el rechazo de tener a otro hombre. Pero tus gemidos delatan que es más la lujuria y placer que otra cosa. Tu amante, moreno y alto te penetra con unas embestidas que pareciera que nunca había cogido con nadie. Te detiene tus piernas con su antebrazo para mantenerte lo más abierta para él, mientras sus manos pasan de tus nalgas a tus pezones en un acariciar lento, pero fogoso y apasionado.

Con los ojos cerrados, se ve que disfrutas cada momento, pero en pequeños momentos, te arrepientes y con tus manos intentas alejarlo, pero no muy convencida ni contundente ya que el placer puede más. Entre los gemidos escapan los "no" mezclados con los "más" que muestran tu excitación.

Tu amante, acelera poco a poco el paso, penetrándote cada vez más profundo haciéndote estremecerte poco a poco, hasta que la excitación es tal y la necesidad inmediata que te empiezas a masturbar entre tanto él te coge. Ambos aceleran el ritmo, moviéndose continuamente buscando cada vez más placer y satisfacción.

Poco a poco vas llegando al orgasmo, empiezas a temblar y a suspirar fuertemente hasta que con un pequeño grito acabas, convulsionándote mientras el te ve fijamente orgulloso de haberte complacido. Más aún, porque en ese momento final abriste los ojos y lo viste con un deseo y lujuria que pocas veces he visto.

Ya habiendo acabado, tu amante que se mantuvo quieto un momento para disfrutar de tu orgasmo, retoma su ritmo buscando acabar. Tu estás muy sensible y le pides que te deje, que ya no quieres, pero no es muy convincente tu petición y el acelera su paso. Se agacha para besar tus senos y pezones y tu intentas rechazarlo, diciéndole que no que no quieres, pero no te hace caso y te saca suspiros a cada beso y recorrido de lengua en tus pezones. Va subiendo poco a poco por tu cuello, penetrándote con un ritmo fuerte y constante, te va besando la mejilla mientras te susurra lo preciosa, excitante y rica que eres. Tu te sigues negando hasta que toma tus labios con los suyos, mueves la cabeza para alejarte y negarte pero sin suficiente fuerza ya que te vuelve a besar y entonces caes en un estado de excitación tal que después de negarte, lo aceptas abriendo tus labios y dejando que con tu lengua tu boca apasionadamente.

Tu amante no puede más y ante la excitación de tal beso, te llena abundantemente con su semen, el cual se escapa por los bordes de tu sexo escurriendo y mojando tus nalgas. Tu amante deja caer su cabeza sobre tus senos aprovechando acariciar tus pezones con su lengua, mientras tu lo empujas para separarlo y pedirle que te deje por fin. Volteas a verme con una cara de angustia y timidez por lo ocurrido, pero esbozas una sexy sonrisa al verme lleno de semen en las manos, resultado de una gran masturbación ante el espectáculo. Te alejas de la cama y comienzas a limpiarme por completo, recorriendo con tu lengua mi pene y recogiendo todo resto de semen. Haciendo que poco a poco vaya tomando otra vez forma para continuar cogiendo juntos mientras tu amante se retira satisfecho de habernos complacido.