Entregada a ellos dos (1)

Hisotria ficticia de como una joven se entrega a su padrastro y su hermanastro por obligación al principio y por placer al final hasta convertirse en la sumisa de ellos dos.

Me llamo Marta. Tengo 21 años y me considero una chica normal. Bien formada, 1,63 de estatura, ojos marrones claritos, pechos pequeños pero firmes y el culo un poco respingón. No soy una chica “boom” pero tengo todo bien puesto en su sitio. Mi papa se marchó de casa hace 7 años y desde entonces he vivido con mi mama que hace algo mas de un año se enamoró de un hombre y desde entonces vivimos bajo el mismo techo, nosotras dos, el novio de mi mamá (David, 52 años) y el hijo de David (Gonzalo de 27 años).

Desde pequeñita he recibido una educación muy estricta en cuanto a los aspectos morales y mi experiencia en cuanto al sexo es bastante corta. He tenido dos novios formales y con el primero no pase de los besos, manoseos y la masturbación. Con el segundo, mi actual novio, he avanzado algo más. Fue él quien me desvirgó a los 18 años y con el que empecé a practicar sexo oral.

Mi historia comienza hace 8 meses, una tarde de sábado en la que mi mamá había ido al pueblo a visitar a unos parientes y mi padrastro y mi hermanastro habían ido a la bolera a divertirse. Invité a mi novio a casa para poder estar un  rato a solas. Alquilamos una película en el videoclub que resulto ser aburridísima asi que después de estar un buen rato viéndola perdimos interés y decidimos dedicarnos tiempo el uno al otro. Yo llevaba puesto un vestido de verano de una pieza que me llegaba hasta la rodilla, sin sujetador (es lo bueno de tener pechos pequeños y firmes) y un tanga blanco debajo. Comenzaron los besos, las caricias, los manoseos y cuando ya estabamos bien calientes mi novio se desabrochó el pantalón y me pidió que le diera una mamada. Me arrodille delante suyo y empecé por la puntita, despacito y con dulzura bajé con mi lengua por el tronco, lamí sus huevos y volví a subir para tragarme toda su verga, cosa no muy difícil ya que solo mide 13cm. Le note que estaba a punto asi que sin quitarme el vestido hice a un lado mi tanga, me senté encima suyo y le cabalgué encima del sofa. Estaba tan caliente que apenas llevaba un minuto cabalgándole cuando note como su semen empezaba a salir y a esparcirse por mi vagina. El estaba bien satisfecho pero yo me habia quedado a medias asi que con la excusa de que me tenía que limpiar fui al baño y me masturbe hasta alcanzar un buen orgasmo, algo que con mi novio nunca habia conseguido. Mis amigas me decian que era algo maravillososo, indescriptible, como una corriente electrica que te hace liberar toda tu energia hasta sentirte agotada, sin fuerzas pero tremendamente satisfecha. Por desgracia, yo nunca habia sentido algo asi con mi novio.

Cuando sali del baño mi padrastro y mi hermanastro estaban ya en casa. Habían ido al salon y estaban tomando una cerveza los tres y charlando distendidamente. Invitamos a mi novio a cenar pero se excusó diciendo que tenía un compromiso familiar y debía volver a casa. Cuando se fue cenamos los tres, vimos un rato la televisión y nos fuimos a la cama. Mientras cenábamos se me pasó por la cabeza la posibilidad de que nos hubieran pillado haciendo algo, pero lo descarte por completo ya que no hubo ninguna insinuación al respecto ni nada que se le pareciera... pero estaba completamente equivocada.

Al dia siguiente eran casi las 11:30 cuando me levanté. Desayuné algo y fui a mirar mi e-mail pero no pude porque estaban mi padrastro y mi hermanastro viendo algo. Me dijeron que pasara para ver una fotos que habían tomado el día anterior con el móvil. Fui a verlas y la sorpresa fue monumental cuando miré a la pantalla: allí estaba yo en las fotos, arrodillada y mamandosela a mi novio y luego cabalgándole. En total habían tomado unas 10 fotos sin que nos hubieramos dado cuenta. Me puse roja como un tomate pero me dijeron que me tranquilizara, que lo unico que tenia que hacer es ser con ellos igual de cariñosa o que de lo contrario mi mama se enteraria de todo. Contesté con un no rotundo a lo cual me dijeron que me lo pensara durante el día. Mi padrastro me dijo que a la hora de cenar tendría las fotos en un sobre durante la cena en casa con mi mama y me dio una palabra clave: inquisición. Cuando el reloj del DVD marcara esa hora debia decir esa palabra lo cual significaba que aceptaba el trato, de lo contrario sacaría las fotos y se las enseñaria a mi mama, a lo cual mi hermanastro añadio que tambíen las colgaría en la pagina web de la universidad para que mis compañeros vieran lo zorrita que era.

El resto del día lo pase llorando en mi habitación. Mi mama ya habia sufrido mucho sentimentalmente y después de haberme educado en una moralidad tan estricta el hecho de que se enterara que su hija habia tenido sexo antes del matrimonio y en su propia casa terminaría por derrumbarla. Entre lloros y pensamientos llegaron las 8 de la tarde y mi mama entro por la puerta. Yo tenía todavía los ojos llorosos y me pregunto qué pasaba. Le dije que había discutido con mi novio pero que no le diera mayor importancia. Pasaron los minutos y llego la hora de cenar. Mi mama llego cansada asi que pedimos unas pizzas y empezamos a cenar a las 21:15. Yo no fui capaz de decir nada en toda la cena. Solo miraba al sobre que tenía mi padrastro debajo del mantel y al reloj del DVD esperando que nunca llegasen las 21:30. Por desgracia llego la maldita hora. Rezaba para que mi padrastro se echara atrás, pero cuando le vi deslizar la mano por debajo del mantel entendí que iba en serio. Me tenía que decidir en segundos y entonces, sin quererlo, dije unas palabras que nunca olvidare: “creo que mañana echan un documental sobre la Santa Inquisición”. Acto seguido mi padrastro saco la mano de debajo del mantel, mi hermanastro me sonrió y mi madre me miró extrañada porque lo que dije no tenia nada que ver con la conversación que ellos mantenían. Después de cenar dije que me dolia la cabeza y me fui a la cama.

Ya en la cama no podia dejar de pensar en lo que habia hecho. Pasé horas llorando y rezando para que por lo menos me dejarán tiempo para asimilarlo pero nuevamente volvía a estar equivocada. Eran algo mas de las doce de la noche cuando alguien entro en mi cuarto. Recé para que fuera mi mama pero no  fue así. Erá mi hermanastro quien sin dudarlo se metio en mi cama. Yo estaba de costado, vestida con un top y unas braguitas (siempre duermo asi) y me hice la dormida. Mi hermanastro se acercó a mi y comenzo a manosearme las nalgas. De mis ojos empezaron a brotar lagrimas mientras me seguía tocando y empleando un vocabulario que nunca antes había oido salir de su boca: “por fin tenemos lo que queriamos mi papa y yo: una niña bonita para convertirla en la mas zorra de todas. Las pajas que nos haciamos los dos con tus bragas ahora nos las vas a hacer tu. Vas a ser tan puta que no te van a reconocer. A partir de ahora dejaras de ser Martita para pasar a ser la Perrita”.

Mientras decia esto ya se habia sacado la verga del boxer y la habia acomodado entre mis nalgas. Yo seguia llorando pero por extraño que parezca mi mente quedo en blanco y comenzo a darse cuenta que mi cuerpo nunca habia sentido algo tan grueso pegado a mi. Nunca habia visto su verga pero intente imaginar como podia ser. Mientras mis pensamientos seguían invadiendo mi mente, mi hermanastro ya habia comenzado a frotarse y restregarse con mucha fuerza contra mis nalgas mientras me agarraba fuertemente de la cadera. Debia estar muy caliente porque muy rapido note como su semen mojaba mis bragas y se esparcia por mis nalgas. Cuando termino mi hermanastro me dio un cachete en la nalgas y se despidio con un “hasta mañana Martita”.

Me levante de la cama y estaba inundada de semen. Me quede sorprendida porque no imaginaba que una polla pudiera soltar tanta leche. Tanto mi anterior novio como el actual la tenían pequeña y a penas soltaban liquido. Me fui al baño, me lave y me volvi a la cama. Estaba tan cansada y habia llorado tanto durante el dia que a penas tarde unos minutos en dormirme.

A la mañana siguiente me levante. Me duche, me vestí, desayuné y fui a la universidad. Antes de irme mi mama me dio un beso en la frente y cuando iba a salir por la puerta mi padrastro me dijo: “ya me he enterado que ayer a la noche fuiste una buena chica. Has tomado la decisión correcta Martita”. Acto seguido se cerro la puerta y de mis ojos volvieron a brotar lagrimas..... (continuará)

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