Entrega forzada

Mi papá me quería mas de lo que se debe y por mi edad fue una violación.

ENTREGA FORZADA

Cuando yo tenía catorce años era una niña mimada, con mi mamá me llevaba muy mal, pero nada insoportable, pero a mí papá lo adoraba, el era mi ídolo y hacía todo lo que el decía.

No creí que fuera tan peligroso que fuera tan melosa con él, ahora yo veo a muchas niñas y jóvenes que son cariñosísimas con sus papás y no creo que les haya ido igual.

En fin, en ese entonces yo apenas me desarrollaba, no tenía ni idea de lo que era tener una relación o de las perversiones a las que mas adelante me dediqué, si acaso de repente tenía cosquillas en salva sea la parte y con ganas de tener algo adentro, pero nada mas. Siempre he sido morenita, mis senos son 36 B y mis caderas aunque no tan grandes, no tengo nada de que quejarme, también soy sencilla y lo se tengo una sonrisa tan inocente que derrite a cualquier hombre, eso después aprendí a utilizarlo, sin embargo en ese entonces era mas natural que provocado.

Mi papá casi siempre me dejaba cartas en mi cama donde decía que me quería mucho, que era su orgullo, etc. Siempre lo hacía cuando se iba a trabajar muy de madrugada y yo aun no había despertado, yo me levaba la sorpresa una vez que abría los ojos. Me hacía muy feliz. Hasta un día en que estábamos viendo la TV. En la noche, era una película muy atrevida y tanto el como yo estábamos muy sudorosos, entonces lo voltee a ver y hasta rojo se encontraba, me dijo que era muy bonita, yo le sonreí muy coqueta, el me abrazó y me recargó en su pierna para que siguiéramos viendo la TV o al menos eso creí, pero después de cómo cinco minutos me dio un beso en la boca, situación que me dejó atónita, el al ver mi desconcierto se levantó y me dijo ya vete a acostar y se marchó, lo cual me dejó mas desconcertada porque el siempre me acompañaba hasta mi cuarto y ahí me dejaba, me daba un beso, nunca en la boca, pero si muy cariñoso.

Al día siguiente le tocó entrar temprano a trabajar, al despertar me encontré con su carta, lo cual me emocionó mucho, donde me decía

"Querida hijita:

No te enojes por lo sucedido ayer, sucede que desde hace mucho tiempo me gustas cada vez mas, se que no debo de hacerlo, pero no me puedo contener, debido a que eres idéntica a tu mamá de quien yo me enamore cuando tenía un poco mas de edad de la que tienes ahora, esa misma mirada de ángel, tu sonrisa y hasta tus pechos tan inocentes, todo me recuerda a ella, no como el ogro en el que se convirtió, sino como la dulce mujer en la que tu te estas convirtiendo.

Se que no debo decirte esto pero me he enamorado de ti como un loco, aunque esto sea un pecado, lo único que espero es que nadie se entere y que tú algún día me perdones y mejor aún me sepas comprender.

Te tengo que confesar una última cosa, cuando te acuestas a dormir y no cierras bien tu puerta luego te observo cuando te cambias y me fascinas tus pechitos adolescentes, o luego te observo por el tragaluz cuando te estas bañando y sabes hasta en eso te pareces a tu madre, cuando ella tenía tu edad era igual de pudorosa y del mismo color cobrizo que tu y me volvía loco, sus senos idénticos a los tuyos , hasta los pezones con su aureola muy bien proporcionada al tamaño del pezón y del seno, también tu hermosísimo vello púbico que seguro estoy será el deseo en su momento de muchos hombres. Por favor yo se que estoy enfermo pero te amo y me dolería hasta verte son un novio, pero es la ley de la vida, en cuanto hayas leído esta carta quémala y olvídate de que tu papá es un hombre vil que no te merece como hija ni como nada.

Con cariño tu Padre"

Yo ya no recordaba lo sucedido un día antes, el recordarlo me hizo sentirme muy triste y todo lo que mi papá decía en esa carta me confundía demasiado, yo en realidad nunca imaginé algo así.

Después de eso yo ya no sentía confianza de bañarme en mi propia casa, lo hacía solo cuando el no estaba, también cuando me iba a cambiar era con la puerta bien cerrada, había perdido esa confianza. Sin embargo también sentía cierta culpa para con el porque yo lo había provocado y muy en el fondo de mí lo deseaba.

Un día me pidió hablar conmigo, en realidad estaba triste, por su aspecto, yo le dije que si que cuando todos se acostaran para que nadie oyera, pero no fue necesario porque me mamá salió y mi hermano fue quien la llevó.

El me dijo que estaba arrepentido de haberme dicho todo eso, el lloraba y se le notaba el deseo en todo su ser. Acto seguido le di un abrazo y un beso en la mejilla, no lo soltaba, porque yo también lo extrañaba, entonces el se intento separar de mí y yo lo quería seguir besando en su mejilla pero por alguna causa lo bese en la boca, el me correspondió y así fue como todo empezó, ahora era él era quien ya no me soltó.

Me dio varios besos en la boca sin dar tregua, poco a poco me fui relajando y le correspondí en la forma que el quería, me quito la camisa y luego el sujetador, dejando así mis bubis al aire, un pequeño escalofrío recorrió mi cuerpo, y sus manos también, yo no sabía ni que me estaba pasando, me dijo -vamos al cuarto- yo nada mas agarré mi ropa y salimos, de la sala, en mi cuarto nos seguíamos besando, el me soltó y fue bajando hacía mis pechos, los agarraba de tal forma que me hacía respingar porque no soportaba esas cosquillas, después los lamió, pero empezó por todo el globo en círculos, definitivamente mi papá si sabía lo que hacía, yo ya estaba toda chinita deseando que llegara hasta el pezón que ya estaba durísimo esperando la llegada de su boca y lengua, cuando esto sucedió yo sentía que veía lucecitas, mientras tanto mi papá me quitaba mi pantalón del pijama y yo empezaba a recorrer con mis manos su musculoso pecho, me dejó en puros calzones que por primera vez en mi vida tenían esa humedad sexual que en ese momento hasta pena me dio porque pensé que eran orines y por lo alocado de la situación ni me había dado cuenta.

Mi papá fue bajando de mis pechos que estaban en el éxtasis del placer mas infinito que haya sentido nunca, me fue besando el estomago y luego poco a poco bajando hasta tocar mi vagina por encima del panty mis piernas ya estaban mas que abiertas esperándolo todo. Pero él iba mas lento que yo, me siguió besando e abdomen y yo no aguantaba esa sensación, después poco a poco me quito mi pantaleta, jugó con mis vellos púbicos y después me lamió completa en mi feminidad, esa sensación de su lengua acariciando mis labios no la voy a olvidar nunca, también jugó todo lo que quiso con mi clítoris y hasta hizo que tuviera un orgasmo ahí. Después su lengua llegó hasta mi ano y parecía como que me quería meter la lengua en el ano por la presión que hacía yo me encontraba en el mejor de los manjares, aunque tenía los ojos abiertos, ya no veía nada, todo la visión se me borraba únicamente me estaba dando cuenta de que el ano también es un lugar donde se puede sentir riquísimo y hasta donde desee tener algo adentro.

Cuando me di cuenta el ya estaba desnudo y sobre de mí, le dije -papá que vas a hacer, eso no, me da miedo-, pero el no me quiso oír, simplemente me apunto su pene en la entrada de mi vagina que después de todo lo que me había hecho, no estaba en condiciones de negarse, ni tampoco lo quería, parecía como si la razón y la calentura se contrapusieran. Entonces simplemente empujo y ya estaba adentro con todo su animalote adentro. Sentí un pequeño dolor pero como estaba muy bien trabajada no fue algo espantoso o que tuviera secuelas durante el resto del coito, yo le enterraba a mi papá las uñas en la espalda como pidiendo que se saliera, sin embargo el seguía moviéndose hacía adentro y afuera y luego y ya no lo corría, sino que lo abrace con manos y piernas, para que no se quisiera salir, y lo besaba como no me imagine poder besar a alguien, hasta que llego un momento en que se puso duro muy tieso y en su cara apareció un gesto de dolor intenso y luego sentí como me inundaba mi vaginita con todo su semen, yo sentí muy rico, todavía el se salió de mi y me dijo que le chupara la verga, yo con todo gusto lo hice, debido a que el me había lengüeteado hasta el ano, le limpie prácticamente todo su pene y entonces el se salió, recogió sus ropas y se fue diciendo que lo perdonara.

Me quede dormida cuando de repente escuche que llegó mi madre y gritó muy fuerte y salí a ver, claro primero me puse un bata para ocultar mi desnudez, y vi a mi papá sin vida colgado de la regadera, ahora me queda un hijo de él que salió deforme, un remordimiento porque pienso que fue por mi culpa que el se mató y el rencor de mi madre quien se dio cuenta de todo.