Entre primos anda el juego
Como consolar a la prima de mi madre.
Entre primos anda el juego
Faltaban pocos días para que cumpliera los 19 años, desde la separación de mis padres vivía en casa de mi abuela materna, aquel viernes al medio día al volver a casa de mi abuela, esta me tenia una sorpresa, tenia invitadas, su sobrina, prima de mi madre, Estrella 32 años y a sus dos hijas de 10 y de 8 años; el motivo de la visita me entere aquella tarde al escuchar una conversación entre Estrella y mi abuela, parece ser que había descubierto que su marido le era infiel.
Aquella noche tenia pensado salir a tomar unas copas e ir a la disco con unos compañeros del instituto, mi abuela me pidió como favor que llevase a Estrella conmigo para ver si se distraía, ella se quedaría con las crías y las acostaría.
Lo cierto es que Estrella no estaba mal, tenia buen cuerpo y no era fea, pero lo asombroso fue verla vestida para la ocasión, falda roja muy corta y blusa blanca con trasparencias y tacones altos, mis amigos al verla se quedaron mudos y todos estuvieron dispuestos a tirarle los tejos.
No estuvimos mucho rato en la disco pues Estrella me pidió volver a casa, estaba triste, al llegar a casa ella se fue a su habitación, y yo a la mía me puse el pijama como siempre sin nada debajo, me senté en el lateral de la cama, en eso llego Estrella y casi llorando se sentó a mi lado.
Me dijo "La verdad, creo que tengo la negra, has visto en la disco solo se me acercaban jovenzuelos" le conteste "puede ser que a los otros les asustase tu forma de vestir" mientras decía eso sentí su respiración agitada, olí su perfume, y sobre todo la abertura de la blusa de su pijama que dejaba ver un pezón, aquello hizo que me excitara, sentí como mi polla iba creciendo temí que se diera cuenta, pero estaba más preocupada por otras cosas. Me dijo "Tu crees, que iba provocativa, sabes porque he venido" le conteste "algo se" ella me miro y casi se echo encima mío, y dijo "Mi marido tiene una amante, supongo que ya no me ve sexy como cuando me conoció" le conteste "como puede decir eso" en ese momento ella se fijo en mi pantalón y casi sorprendida, pregunto "y eso" señalando a mi paquete, le conteste "Puede que seas la prima de mi madre, pero yo no soy de piedra" sin apartar la mirada de mi paquete dijo "no me digas que te he excitado" le conteste "a ti que te parece" y en ese momento me miro a la cara y dijo mientras metía su mano por debajo de mi pantalón "que está muy gorda, y puede ser peligroso a tu edad, déjame a mi" yo me deje caer hacia atrás, ella saco mi polla y comenzó a acariciarla y a chuparla, poco después se levanto cerró la puerta y dijo "sabes yo también estoy excitada" le conteste "pues tendremos que poner remedio, porque a tu edad eso puede ser peligroso" sonriendo se tumbo a mi derecha. Lentamente le desabroche los botones de la blusa, para terminar abriéndola dejando al descubierto sus pechos, unos pechos preciosos, unos pezones pidiendo guerra, el rosetón del pezón no era muy grande, agarre su pecho izquierdo con ambas manos, y acerque mi boca a su pezón, chupándolo y mordisqueándolo, poco después repetí la operación con el pecho derecho, pero dejando mi mano derecha que juguetease con su pezón izquierdo, y mi mano izquierda fue hacia abajo buscando su entrepierna, primero una leve caricia por encima del pantalón para que ella se abriera de piernas, después metí mi mano por debajo del pantalón, y de sus bragas, acaricie su vello púbico, y mis dedos llegaron a su raja, estaba realmente húmeda, y acariciarle el clítoris, ella cerro las piernas, y levemente las abría y volvía a cerrarlas, en su cara la expresión de placer era indescriptible, había pasado de morderse el labio inferior a ponerse la almohada en la cabeza, y ahogar bajo la misma sus gemidos de placer. Unos instantes después me levante, y le quite el pantalón del pijama y sus bragas, y me desnude yo, ella mientras con una mano se acariciaba los pechos y con la otra el clítoris. Metí mi cabeza entre sus piernas, para comerme su coño, mi lengua acariciaba y lamia sus labios vaginales, le di un pequeño mordisco en su clítoris, como un resorte se sentó en la cama, me cogió la cabeza y la separo de su entrepierna, con voz entrecortada me dijo "Eso no " no la deje seguir, mi boca sello la suya, y nuestras lenguas comenzaron a bailar. Se volvió a dejar caer, y yo tras ella, mientras mis manos volvían a acariciar sus pezones, mi mano izquierda nuevamente bajo a su entrepierna, haciendo que volviera a abrirse de piernas, y volví a acariciar su clítoris, e introducirle uno o dos dedos en su vagina. Sus gemidos quedaban ahogado en mi boca, en un momento que nuestras bocas se separaron me dijo "métemela, quiero sentir tu polla, no le hice caso y seguí pellizcando sus pezones, pasando mi dedo alrededor de su clítoris e introduciéndolo en su vagina. Poco después sentí que su excitación llegaba al máximo, y pare, me separe de ella, cogí su pierna derecha y la puse sobre mi hombro izquierdo, y su pierna izquierda sobre mi hombro derecho, quedando su coño frente a mi polla, y lentamente mientras seguía acariciando su clítoris se la metí, no llego a gritar porque se mordió los labios y volvió a ponerse la almohada en la cabeza, sentía sus jadeos bajo la almohada, y a cada envestida mía, un gemido, cada vez más fuertes, y en un instante se tenso para quedar totalmente relajada, quite la almohada y vi su cara de placer absoluto, había llegado al orgasmo, me sonrió, una sonrisa suave, pero yo seguía empujando, volvió a jadear y gemir se tuvo que volver a tapar con la almohada, yo seguía con el mete-saca, aunque había variado la postura, sus piernas ya no estaban sobre mis hombros, sino debajo de mis axilas, cogiendo sus piernas con mis manos; sentía que estaba a punto de llegar, quería retenerme pero ella me dijo "no pares, que estoy a punto de llegar " y llego ella y llegue yo sentí como mi leche inundaba su vagina. Me deje caer sobre ella, no sé el tiempo que había pasado, creo que me quede dormido. Ella se levanto haciendo que me cayera, se puso el pijama y se fue. Yo también me puse el pijama, antes me limpie la polla con un pañuelo de papel. Y me tumbe quedándome dormido.
Al día siguiente cuando me desperté, pensé que todo había sido un sueño fantasioso mío; pero al levantarme vi en el suelo sus bragas, no había sido un sueño, me había follado a la prima de mi madre. Salí al comedor allí estaban todos, mi abuela, Estrella y sus dos hijas; mi abuela y las dos crías estaban vestidas mientras que Estrella permanecía con el pijama de la noche anterior, oí decir a Estrella "si os esperáis cinco minutos me visto y voy con vosotras" y mi abuela al verme dijo "ya está aquí el dormilón" y dirigiéndose a Estrella le dijo "No hace falta, mejor descansa, ya nos vamos al parque, son las once estaremos hasta la una" y se fueron, nada más cerrar la puerta me dirigí hacia Estrella, la fui a abrazar pero ella me rehuyó, le pregunte "Que sucede", ella me miro y me dijo "lo de anoche no sucedió, fue un sueño", antes de salir de la habitación me había metido sus bragas bajo el pantalón del pijama, dejándolas enganchadas en mi polla, y le conteste, a la vez que me baja los pantalones del pijama, dejaba ver sus bragas colgadas en mi polla, "entonces esto no es real" ella al mirarme la polla sonrió y dijo "Ambas son reales, pero tienes comprender que yo soy muy mayor para ti" se acerco a coger sus bragas, no llego a cogerlas porque la agarre de las muñecas y le dije "puede pero en la cama estabas a mi igual, y para eso no importa la edad", ella respondió "si pero " no deje terminar la frase pues su boca quedo sellada con la mía, y no me rechazo. Unos minutos después estábamos desnudos en la cama, repitiendo lo de la noche anterior pero esta vez no hizo falta almohada.
Cuando mi abuela volvió con las crías, nosotros ya nos habíamos duchado, y estábamos esperándolas Estrella se fue con las crías hacia dentro, y mi abuela pregunto "¿Todo bien?", era un tono que yo ya conocía, mi abuela se olía algo, y respuesta fue concluyente "si, ¿porque iba a haber algo mal?" ella sonrió y dijo "por nada".
Comimos, dormimos la siesta, ya tarde antes de cenar, mi abuela, nos empujo a que volviéramos a salir de noche, y nosotros volvimos a salir pero no fuimos a ninguna discoteca, sino a un hotel donde cogimos una habitación, donde pasamos toda la noche, hasta casi el amanecer, que volvimos a casa.
Aquel mismo día por la tarde Estrella y sus hijas se marcharon, habían venido a pasar el fin de semana y este había acabado. Y lo sucedido habría quedado como una aventura, como una anécdota, si no fuese porque un mes más tarde, otro fin de semana, volvió Estrella en esta ocasión, sola sin sus hijas. Cuando yo llegue el viernes por la tarde Estrella y estaba allí, me dijo "Acompáñame a deshacer las maletas" mire a mi abuela y esta dijo "si anda ve ayudarla, pero cierra la puerta que yo no escuche como deshacéis las maletas". Tras aquel fin de semana hubo otro pero fue en casa de la madre de Estrella, durante cinco años fuimos alternando los encuentros en diferentes sitios, incluso un par de veces nos escapamos una semana a un apartamento. Pero todo acaba, dos sucesos penosos dieron el fin, uno fue la muerte de mi abuela, y seis meses más tarde la muerte de la madre de Estrella, tras el entierro, la acompañe a casa de su madre, para recoger algunas cosas, y ya en la casa ella se abrazo a mí y me pidió casi llorando "hagámoslo, una vez mas" aquello sonó a despedida y lo hicimos, ella se entrego por completo como para descargar la tensión. Realmente fue la última vez que lo hicimos, nunca más; nos volvimos a ver años más tarde coincidiendo con la boda de una de sus hijas, pero eso es otra historia que algún día contare.