Entre mis hechiceras Cap. IV Final
Su madre deja bien claro quien puede tocar a su hij@
Llegamos a casa sin decirnos nada, yo entré primero y cuando iba por el pasillo…
- ¿A dónde te crees que vas? Ven aquí inmediatamente
Yo agitada caminé hacia mi madre, ella movía su colgante y me dijo que lo mirara.
- ¿Quién eres tu?
- Soy Emma, mamá ¿Qué ocurre?
- ¿Una niña, estas segura?
- Si mama, desde siempre, tu niña
- Mi niña, muy bien, pues que así sea, prefiero una niña que una zorra
- ¿Qué dices?
Se acercó y metió su mano por mi falda, introduciendo dos dedos en mi coño que aun rezumaba leche de placer.
- ¿Y esto? Que se te grabe bien, tu solo follas cuando yo te de permiso, y con quien yo diga, ¿te queda claro?
- S…si…mamá
- Me parece que eres demasiado descarada y demasiado libertina, mucho te tengo que enseñar yo, será mejor que todo esto lo aprendas conmigo, porque yo soy tu madre y la que mando aquí, ¿ok?
- Si mamá
- Si, que
- Tu mandas aquí
- ¿Quién da las órdenes?
- Tu mamá
- ¿A quien obedeces en todo?
- A ti mamá
- Creo que es mejor que seas algo mas inocente así estarás mas pegada a mi, mira mi colgante, míralo bien
Yo miraba, y notaba como se iluminaba o me parecía, detrás de el un bonito escote de pechos generosos, me cautivaban, pero ¿Cómo ¿ yo era una chica….
- Emma a partir de ahora eres una dulce niña virgen de 18 años, asi te sentirás. No sabes nada de sexo, pero tienes mucha curiosidad por probarlo. Cuando me veas a mi será lo mas bello que hayas visto nunca, será la dueña de tus pensamientos, y te excitaras solo con oírme
- Siiii…. Yo me mareaba
- Pero yo quiero mi placer, y que mejor contigo a quien puedo controlar, por eso serás mi pareja especial, te voy a regresar tu sexo, pero solo para mi satisfacción
- Yo te controlo, tu obedeces, ¿si?
- Si mamá
- Ya no me verás como tu madre, sino como tu pareja, no importa como, solo aceptaras que esto es así y vivimos juntas.
Y un dolor fuerte me hizo agacharme, me llevé las manos a la barriga, poco a poco, volví a tener mi polla y testículos que fueron apareciendo desde mi ingle, seguía teniendo vagina, era un completo hermafrodita.
Quede tendido en el suelo sudoroso, cuando pude incorporarme, no me acordaba de nada, ¿Qué me había pasado?, recogí mi bolso del suelo, fui a mi habitación me desvestí y tome una toalla para ducharme, mientras me enjabonaba, noté que tenia partes masculinas además de las femeninas, obra de mi madre sin duda, a la que ya empezaba a odiar, habían cambiado mi vida y era un juguete para ella y mi abuela.
No me disgustaba estar como una mujer, pero quería que parara ya, así que decidido al terminar la ducha hablaría con ella, haría mi maleta y me marcharía de allí.
Me cepillé el pelo, y arreglé las uñas, me revise bien, y me masajee un poco los pechos, para sacar algo de leche, cuando estuve arreglada, salí con una toalla alrededor, decidida a hablar con mi madre a la que encontré en la cocina haciendo pucheros
Mama,…yo….a…..ahhhh…..ahh….yo…mmm…..mmmm…ahh..mamá……
- ¿Pasa algo cariño?
Ella me miró de reojo y por primera vez me sonrió, estaba espectacular, llevaba un camisón beige, muy normal, que dejaba entrever sus enormes pechos, pero le quedaba tan bien, era tan guapa, no sabía que me pasaba, nada más verla, me puse muy caliente.
Yo miraba su cuerpo, sus pechos, su culo, su entrepierna, quería besar su entre pierna, sentirme agradecido de estar con ella, agradecerle que me deje tocarla, pero…no, no, no me voy recobré por un instante
Yo, yo me voy a….
- ¿A dónde te vas cariño? Y se giró dejando caer un lado del camisón que mostró medio pecho
- Ohh...mmff….que..mmuap…mguapa..eres….
- Bueno, gracias, hay de cenar Judías verdes, pero quizás (dejando caer el otro lado del camisón) quizás, ¿hay otra cosa que te apetece comer?
- Mmmmfff….(yo me tocaba la polla erecta, que salía por la toalla, mis pechos húmedos otra vez, mojaban el suelo)…. Yo…mmf ahh…quiero…ir…ir
- ¿A dónde cariño? Y se sentó, con las piernas abiertas y el camisón bajado hasta la cintura
- Yo quiero ir…a ti…. Y me acerqué a ella
Besaba con ganas y desesperación, sus hombros, sus pechos, la agarraba por los brazos, ella agarro mi polla y dulcemente me hacia una paja, yo no podía mas, mi cara sonrojada, no podía evitar sentirme atraído por ella y con ganas de que me hiciera un paja o lo que fuera.
- ¿Quién es la mas guapa?
- Tu
- ¿Con quien estas mejor?
- Contigo
- ¿A dónde vas a ir?
- A ningún lado, quiero estar aquí
Había perdido mi voluntad por completo, hablaba con voz mimosa y me dejaba hacer a todo lo que ella se le ocurriera, así que cuando me llevó a su dormitorio, yo iba cogido de su mano, me empujo a la cama y ella se sentó encima de mí y me cabalgó.
Yo solo la miraba embelecado de su belleza, ella me miraba como quien mira a un subordinado, su cara marcaba su actitud, era la jefa y yo su pareja que me dejaba hacer. Mientras se divertía con tan excitante galope, yo notaba calor en aumento en mi polla, pero mas cálido el coño de mi pareja donde ella me la había introducido
Mas calor y mas cálido, mas calor y…. note como me corría dentro de ella. La sensación era maravillosa, yo miraba al techo exhausto, ella me dio un beso en mis dos pechos y los chupo un poco. Yo estaba rendida en la cama, cerré los ojos y noté como ella se quitaba de mi.
Cuando mas tranquila me sentía, mi pareja (que me decía es curioso que no me acuerde de su nombre), mi pareja se sentó otra vez en mi. Abrí los ojos para besarla, pero ella concentrada con una botella de me pareció gel, untaba….una polla de plástico que tenia agarrada a la cintura.
- No, no por favor, ya está, ha estado muy bien
- ¿Me vas a contradecir? Me miró altiva y fría
Yo me quede quieta, ella abrió mis piernas y me metió la polla por mi vagina, y se puso a bombear, yo no sentía nada, solo desdichada, me estaba violando en toda la extensión de la palabra, yo quería llorar, una jovencita como yo, mientras mi cabeza rozaba con el cabezal de la cama y mientras ella seguía bombeando y magreando mis tetas, poco fui notando, que mi pene también se empalmaba, el calor vino otra vez, y entonces si, me sentía cubierta, deseada, eso me excitó mas todavía
A ella no le pasó por alto y tomó la polla con su mano, que se puso a masturbar mientras me penetraba con aquel consolador. Esta ocasión tardó un poco mas, pero de igual forma brotó de mi, toda la leche que pude, y manche toda la mano de mi pareja.
Ella tomo un klinex y delicadamente se limpió, la sacó poco a poco, y se recostó a mi lado. Yo apoye mi cabeza en su hombro y quede abrazada junto a ella. Ella mientras notaba que hacia esfuerzos alrededor de su cuello, se puso a hablarme y con nuevas palabras que no entendía me despertó.
- Emma, no voy tenerte mas embrujada, rompo el hechizo de la abuela y tu predisposición hacia mi. Mañana recobrarás tu antiguo cuerpo y serás libre como antes. Yo no quiero seguir así, he conseguido deshacerme de los colgantes y ya podemos estar tranquil@s.
Yo recobre mi sentido, se me despejaba la mente, recordaba todo lo sucedido, cuando me convirtió en perro, cuando me desnudaba delante de mi abuela, me di cuenta de mi posición en la cama, seguía abrazado a ella, mi cuerpo…era femenino y tenia pene. Mi madre sollozaba, nunca la había visto así, y me hablaba…
- Somos la pareja perfecta, madre e hija, que disfrutamos del sexo en toda su plenitud, no nos falta de nada. Si tu cumples conmigo yo sería muy cariñosa contigo, porque ¿tú me quieres verdad?. No obstante eres libre, solo te pido que me quieras
Ahora que era libre de pensamientos, libre de condicionantes, miraba al techo reflexivo, sin moverme, seguía tendido con mi cabeza apoyada en el pecho de mi madre, mientras sentía sus caricias por parte de mi trasero que me hacían sentirme muy a gusto. Ella continuaba
- Puedes estar tranquilo, solo tienes que elegir, levantarte e ir a tu cuarto, despertaras como hombre y todo volverá a ser como antes o llevar mi mano a tu sexo, entonces si yo pongo tu mano ahí la mantengo y tu me besas, quedará sellado el hechizo para siempre, serás mi hija, hermafrodita pero mi hija
Yo seguía mirando al techo en la misma posición abrazado a ella con una pierna encima de la de ella, quien seguía acariciando mi culo, yo con mi cabeza apoyada en su pecho, miraba su pezón que podía alcanzar con mi lengua, pasaron bastantes minutos…
Me giré hacia el borde de la cama, ella comprendió que me iba a levantar, estire mis piernas, tome su mano que ya se alejaba de mi cuerpo sin dejar de acariciarme y lo posé en mi polla.
Apreté con fuerza, ella movía sus dedos, yo notaba como me rozaba mis testículos, me gustaba, me sentía querido, moví mi cabeza y la miré
Saque mi lengua y la bese, profundamente y varias veces, separamos nuestras bocas lo justo para yo decir…
¡Echizame!