Entre mi hermanastro y yo. VI
Lo que hacen los celos.
Primero que nada, quería disculparme verdaderamente por tardar tanto en hacer la continuación, pero fue muy difícil para mi encontrar tiempo para continuarla, pero aqui esta, tarde pero esta. Disfrútenla.
Yo cuando vi el condón casi me da un infarto, estaba lleno, había allí que pensaba que cuando se quitara el condón estos chorrearían, pero no fue así ya que Chris se lo quito dejando a su pene fuera de esa prisión de latex, yo me dispuse a limpiársela como una buena guarra y al tocarla me sorprendí de que siguiera erecta luego de tanto uso, pero la limpie por un buen rato y luego el me miro y dijo:
-¿Alguna vez has probado el anal?
El sonrió y me miro tomando otro condón del banco, batiéndolo el condon en el aire dijo:
-Son lubricados.
Yo realmente quería hacerlo y disfrutar a lo grande del momento, pero estaba consciente de que tenía que llegar cuanto antes a casa para evitar explicaciones de porque había demorado lo cual no tardarían en descubrir.
-Me gustaría hacerlo, pero tengo que llegar a mi casa ahora o mi mamá se preocupara.
-De acuerdo, no te preocupes, entiendo –Se levanto dejándome libre y dijo- Yo te llevo a tu casa.
Luego de que ambos nos termináramos de vestir y arreglar salimos directo al aparcamiento para ir a su auto, yo al principio pensé que el trayecto seria incomodo por lo que sucedió pero me sorprendió la manera en la que Chris olvido por completo la experiencias de los vestidores para volver a ser el mismo, aunque no lo había olvidado por completo porque podía ver una deformidad en su bragueta que no solía estar allí, así que supe que él esperaba más y estaba ansioso.
Debido a que mi casa estaba relativamente cerca del instituto, en unos 6 minutos llegamos a la cuadra donde vivo y era el momento de decir adiós:
-Eh Isa nos veremos en clases luego.
-Esperaría poder vernos en otro momento que no sea en clases, te debo una por evitar que me descubrieran.
Vi la sonrisa de su rostro mientras me bajaba del auto y sin darme vuelta camine directo a mi casa, llegue y al entrar solo estaba Andrés en casa que no mostro ni el más mínimo interés en mi demora, así que supuse que todo se había olvidado…
Nada interesante ocurrió en los días venideros, se podía decir que había comenzado una “relación” con Chris, pero nunca fue algo formal, fue solo una nueva manera de tratarnos mutuamente, algo que la mayoría de nuestros conocidos habían notado.
Luego como nuestro instituto estaba en fumigaciones nos dejaron salir antes del almuerzo a nuestras casas, como no me entusiasmaba irme con amigos me fui a casa, sola.
Yo estaba cómoda, con un pequeño short y una camisa muy holgada, algo típico para andar en casa en días calurosos, estaba en el sofa comiendo mi almuerzo mientras miraba la TV cuando llega Andrés a la casa y me dice:
-Bonitas fachas Isa.
-No te burles de mí, pensé que habías ido a la fiesta de Bryan.
-No es que quiero descansar y despejar mi mente para el partido de mañana.
-Me parece bien que decidas hacerlo.
-¿Puedo comer contigo?
-Claro, ¿Por qué no? Pero no pondré ningún partido ¿de acuerdo?
-No, no te preocupes, sin duda estas viendo algo mucho mejor.
-Jaja, muy gracioso.
-Hey Isa ¿Qué hay entre tú y Chris? Escuche que estaban saliendo.
En ese momento deje de mirar la televisión para mirarlo a él y descubrir que me miraba fijamente en ese entonces, lo cual me hizo dudar de mi misma y decir:
-Nada, solo sexo casual.
No podía creer que había dicho eso ¿Qué me había pasado? ¿Me preocupaba que Andrés pensara que estaba en una relación?
-Vaya, no me esperaba eso … Solo espero que no lo dejes con ganas.
-¿A qué te refieres?
-Tú sabes a lo que me refiero, aun estoy esperando.
En cada segundo su mirada se hacía más penetrante y el aire más denso, era como que no podía respirar si manteníamos el contacto visual.
-Vale.
-¿Vale? Eso es lo único que dirás ¿Vale?
-¿Qué esperas? Somos hermanos y lo sabes.
-No, nosotros no somos hermanos –No había notado cuando se levanto de su asiento, pero ahora mismo estaba frente a mí, agachado con su rostro frente al mío- Y sabes que es solo una escusa, tu lo deseas.
-Cállate, no digas …
El si sabía como callar a una mujer, ya que de una me planto un beso muy apasionado y cargado que duro al menos minutos. Ya yo había dejado mi plato de comida en la mesa para poder tener mis manos libres, el beso continuaba y podía sentir el fogón de sus labios y su piel sobre la mía, sentía el peso de su cuerpo sobre el mío y todo su calor corporal mezclado con el mío, era un momento de extremo erotismo, en el que nuestros mundos giraban en torno a nuestros cuerpos y al de nuestro acompañante.
Mientras seguíamos besándonos, ahora de una manera más fuerte y apasionada yo me dispuse a desabotonar su camisa cuando sentí sus brazos por debajo de mi cuerpo y como me elevó para así llevarme a la siguiente planta, era increíble que él me estuviera besando y al mismo tiempo subiéndome por las escaleras, luego de unos cuantos golpes torpes en el trayecto sentí como era colocada sobre su cama, pero aun conectados por ese beso.
Ahora nuestros movimientos eran desenfrenados y acelerados, yo quería dejarlo sin ropa para que me hiciera suya finalmente, luego de tanto desearlo, pero en el momento en el que llegaba a sus botones él se separo rápidamente de mí y dijo:
-Calma, ya llegaremos a eso.
Y sin decir más, se bajo y me empezó a bajar mi short mientras acariciaba y besaba mis piernas, para luego tirar mi short sobre sus hombros ahora desnudos por la ausencia de su camisa para luego subir y colocar su rostro justo frente a mis bragas, el empezó a besarme y lamerme a través de la tela, pero aun así me traía a mil y hacia que empezara a gemir y a jadear, luego de una risita picarona el procedió a bajar mis bragas lentamente dejándome completamente desnuda sobre su cama.
El tomo unos segundos para apreciar el espectáculo y luego empezó a hacer lo mismo que antes, pero sin tener la tela de por medio. Me tenía en la gloria, había deseado desde hace tanto tiempo a que llegara este momento que con el simple tacto de su piel con la mía me originaba placer, así que no tarde mucho en llegar al umbral del clima con esa experimentada lengua y labios en mi clítoris, yo empezaba a estremecerme y a gemir más fuerte aun cuando él se separo y dijo:
-Para aun no es el momento de tener un orgasmo, primero debo prepararte.
Se levanto por unos segundos y debajo de su cama saco una bolsa de color rosa y dijo:
-¿Quieres disfrutar al máximo de este momento?
-¡Si! Quiero que este momento sea eterno y gratificante.
-Entonces si quieres disfrutar ¿harás lo que yo te diga?
-¡Lo que quieras Andrés! Lo habría echo todo desde el momento que te conocí.
-Te conozco, tú tienes principios, mejor usemos esto.
En ese momento de su bolsa sacó un tapaojos de color rosa fuerte.
-¿Qué haces? ¿Me vas a vendar?
-Tranquila, no te haré daño, créeme.
Al no refutarle nada él asumió que yo había accedido así que delicadamente me coloco el tapaojos internándome en la oscuridad.
-Ahora vas a saber lo que es placer, he estado preparando esto para ti desde hace mucho tiempo.
Escuche el sonido del papel de la bolsa rosa que estaba sobre la cama y luego de unos segundos sentí algo que tocaba los labios de mi clítoris levemente. Esto me hizo estremecer y mi primer acto reflejo hizo subir mi mano para quitarme el tapaojos y ver que era aquello que ahora sentía, pero él me lo impidió diciendo:
-Tranquila déjate llevar.
Y muy lentamente fue introduciendo lo que yo al principio pensé que era su pene, pero resulto siendo un dildo lubricado, no era ni increíblemente largo ni increíblemente grueso, era un dildo que simulaba el tamaño natural del pene, muy parecido al de Chris, lo cual me hizo estar más caliente porque pensé en él y en nuestra aventura, pero ahora eso era cosa del pasado.
Él mientras lo introducía lentamente en mi, iba dándole un ligero movimiento circular que me traía loca, luego de unos segundo sentí los testículos de latex de aquel dildo y sentí como este iba saliendo lentamente nuevamente, una vez fuera, volvió a introducirlo pero ahora con un poco más de rapidez y así unas 5 veces y me traía loca, yo gemía y gomia y no paraba, aquel pedazo de plástico me estaba follando y lo disfrutaba de gran manera, y nuevamente llegue al umbral del climax y como por arte de magia el retiró el dildo sin más y dijo:
-Espera, no sabia que estabas tan caliente, no llevamos ni 5 minutos en esto.
-¡Yo no quiere plástico, yo quiero tu carne, sentir tu piel dentro de mí, nada de plástico ni latex!
-Querida lo mejor se hace esperar.
Y volvió nuevamente a introducirme el dildo, pero esta vez dejándolo dentro de mi y presionando el botón que hacía que este vibrara. Esto era una experiencia nueva para mi, nunca antes había utilizado un dildo, pero me encantaba la sensación era muy estimulante. Luego sentí como la cama se movía. Andrés estaba de pie ahora.
-Basta de juegos, he estado esperando mucho tiempo este momento como para que termines con un pedazo de dildo, lamento ser tan brusco.
Me había dejado anonadada con lo que había dicho, pude sentir el tono de deseo y desespero en su voz, escuche el distintivo sonido de la bragueta abriéndose y el pantalón cayendo al piso. Mi instinto fue quitarme el tapaojos para observar aquel espectáculo, pero sentí su mano en mi muñeca y dijo:
-Deja que lo descubras por ti misma.
Sentí como la cama se volvió a hundir por su peso, en este momento estaba extrasensorial, podía sentir todo, pero aun así no fue suficiente ya que el calor que sentí del pedazo de carne que ahora tocaba delicadamente los labios de mi clítoris me hizo estremecer ya que había llegado de la nada.
Al igual que antes Andrés fue abriéndose paso muy lentamente dentro de mí, y cada vez que se movía un mínimo centímetro sentía como mi cuerpo abría espacio para su carne, Ya había entrado su cabeza, podía sentir el calor de su glande dentro de mí, era grueso y grande muchísimo más grande que el de Chris y él manteniendo ese movimiento lento fue iniciando el movimiento del mete-saca solo con la cabeza, manteniendo una impresionante milimétrica para no meter de más ni de menos dentro de mí.
Cada vez que lo metía dentro de mi bajaba tan solo un poco más dentro de mi para sacarlo por completo y volver a hacer lo mismo metiendo solo un poquito más. Esto hacia que mis labios sintieran cada milímetro de piel dentro de mí. Sentía claramente cómo iba aumentando el groso a medida que entraba un poquito más, yo calculaba que tenía aproximadamente 2cm dentro y aun así el grosor era lo que me hacía ver las estrellas.
Ya llevaba unos 5cm dentro de mí, volviéndome loca de desesperación por tenerla toda dentro, yo pensé que nunca terminaría y que cada vez que entraba más se hacía más gruesa, así que con tan solo 5cm dentro de mi ya estaba otra vez llegando al umbral de mi climax cuando le dije:
-Por favor, ten piedad de mi y empieza ¡YA!
El rio y tan solo dio un pequeño empujón haciendo que entrara dentro de mi al menos 1cm más, pero esa era todo. Ese repentino cambio me hizo casi que gritar, ya que me llego por sorpresa y lo que había pensado antes era verdad, esto cada vez se hacía más grueso y podía adivinar que quedaba mucho trecho por entrar aun.
-¡Por favor, métemela toda, por lo que más quieras! ¡POR FAVOR!
-¿Estás segura de eso?
-¡SI, SI, SI!
-¿Podrás aguantarlo?
-¡ESPERO QUE NO PUEDA!
-Bien, aquí lo tienes. Todo.
Continuara…