Entre mi hermanastro y yo. Parte II

Todo lo que sucede al llegar a Los Angeles.

Ese chico me había llevado a la gloria dos veces solo con sus dedos, me estaba imaginando como me iba a dejar con su miembro viril, cuando escuchamos la voz de la azafata indicando que nos abrocháramos los cinturones de seguridad que iniciaríamos el descenso.

El ruido que ahora había en el avión me indicaba a mí que obviamente todos habían despertado y estaban entusiasmados por llegar. Yo por mi parte me estaba abrochando el pantalón y colocándome las bragas en su posición. Cuando me iba a quitar la bufanda sentí como Andrés agarraba mis manos y me dijo al odio:

-Ven, yo te la quito.

Me quito la bufanda dejándome un ligero dolor en la comisura de los labios y me dijo que me dejara la manta hasta que el me la quitara. Así hice, pero cuando me la quitaron no había sido él, había sido mi madre ya que Andrés no estaba a mi lado, estaba sola, nuevamente.

Continuara…

El probablemente ya se había bajado del avión y como yo tenía la manta sobre la cabeza no pude verlo, pero cuando mi madre me quito la manta de la cara instintivamente hice como si hubiera estado durmiendo todo ese tiempo, cuando obviamente no fue así.

Me levante, guarde mis cosas en mi bolso de mano y salí al pasillo para poder salir, tarde unos 5 minutos en salir del avión y cuando estaba ya saliendo del túnel para abordar pude ver a Andrés y a Gerardo cerca de una tienda de revistas con las maletas en mano esperándonos, logre localizarlos fácilmente debido a que un señor de unos 45 años, alto, cabello negro y ondulado, con gafas y un poco regordete tenía un letrero con el apellido de Gerardo, supuse que ese era el jefe y amigo de Gerardo el cual le consiguió este trabajo, según lo que mi madre me comento, este estaba divorciado y vivía en una mansión en las afueras de la ciudad, donde Gerardo se había quedado mientras hacia los tramites de vivienda, escuela, automóviles, etc.

Este hombre nos saludo a mamá y a mí en un español mal pronunciado, ya que este era un americano de nacimiento, el continuo hablando en ingles ya que no sabía nada del español, el es de esas personas que nunca guardan silencio, siempre estaba hablando o comentando algo pude notar que era un poco hiperactivo ya que se frotaba las manos o se arreglaba la corbata muy seguido.

Salimos del aeropuerto y subimos a una limosina donde los 5 estábamos perfectamente cómodos, yo estaba absorta en mis pensamientos viendo la ciudad de Los Ángeles, me pareció fascinante, ya que era la primera vez que venía. Estaba observando por la ventana cuando  Thomas (el jefe de Gerardo) me dijo:

(Obviamente los diálogos los traduciré al español para mayor comodidad)

-¿Cómo estas querida? ¿Te gusta la ciudad?

-Si me parece hermosa, es realmente agradable.

-Que bueno querida mía, estaba hablando con este carismático muchacho –haciendo referencia a Andrés- y me comento que estaba ansioso por empezar el curso ¿tú no lo estás?

-Si… en parte, será un poco difícil hacer nuevas amistades… supongo.

-Oh ya verás que eso no será un problema, solo ten tu mejor sonrisa y ya verás que tu y Andrew –refiriéndose a Andrés- se adaptaran más fácil de lo que piensan.

En todas estas “Andrew” estaba mirándome desde el otro lado de la limosina y fue ahí cuando me di cuenta de que seguramente todas las chicas van a estar tras Andrés al igual que todas las demás.

¿Pero que era esto? ¿Lo que estoy sintiendo ahora mismo es celos? Esto no puede ser, Isa concéntrate mantén el foco, “Andrew” claramente no quiere nada contigo, olvídalo, has como que nada paso al igual que el. Nada paso … … … ¿Pero cómo olvidar esas caricias? Esos fogosos besos, esos momentos llenos de morbo que me subían la adrenalina, esa sensación de calidez cuando el tocaba y acariciaba mi piel ¿QUE TE PASA ISABELA? OLVIDALO. NO PUEDES ENAMORARTE DE TU HERMANASTRO, ESO SIMPLEMENTE NO ESTA BIEN.

Pero ya era tarde, ese chico me había marcado… no podía evitarlo.

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Nuestra nueva casa era bonita, era un dúplex de 3 habitaciones, no era ni pequeño ni grande. Simplemente estaba bien. Las habitaciones estaban en el segundo piso, mi habitación quedaba justo al frente de la habitación de Andrés, lo cual era desventajoso para mi, ya que con tan solo abrir la puerta de mi habitación podía ver todo lo que él hacía, ya que el había colocado un espejo de cuerpo completo justo al frente de su puerta en un ángulo justo para poder observar todo el lado que me ocultaba la pared dándome una vista perfecta de su cama. Así que siempre que salía de mi cuarto lo podía ver acostado en su cama utilizando el computador o mirando la televisión.

Así pasamos 2 semanas y medias, sin nada digno de relatar, hasta el día interior al comienzo de las clases, desde ese día todo cambio, ya que era un día lunes y mamá estaba trabando al igual que Gerardo y Andrés y yo estábamos solos como en el resto de las semanas.

En las semanas anteriores estar sola con el no me había traído inconvenientes ya que yo o estaba en mi habitación o estaba abajo mirando la televisión y solo lo veía cuando el salía al baño que compartíamos o a la cocina.

Realmente casi ni hablábamos, ya que el (como dije anteriormente) era un hombre de pocas palabras así que no me sacaba conversación, al igual que yo no trataba de hablar con él. Pero en ese dichoso día lunes, mientras yo estaba utilizando mi computador en mi escritorio pude ver como Andrés hacia pesas con un juego de pesa que había comprado pocos días después de llegar a LA ya que su juego viejo lo había dejado en nuestra tierra. Lo que vi me dejo atónita, ya que él hacia la misma rutina todos los días, pero esta vez estaba sin camisa ejercitándose lo que me dejaba ver sus grandes bíceps marcándose por la tensión que tenían al levantar las pesas y su abdominal tensado por la posición en la que estaba, eso fue como un espectáculo para mi, podía haber estado viéndolo por horas pero tenía que ser disimulada o notaria que lo espiaba.

El dejo las pesas, se levanto del asiento y se coloco esta vez en el suelo haciendo repeticiones de abdominales como lo hacia todos los días, hizo esto por unos 40 minutos, los cuales para mi fueron de tortura, ya que no podía dejar de mirar, generalmente lo hacía unos momentos pero esta vez estaba sin camisa así que podía observarlo todo. Luego de hacer esto, se levanto, se quito los audífonos, se coloco la camiseta dejándome ver todo su marcado abdomen y luego salió de su habitación, para mi sorpresa entro en la mía y me pidió permiso para sentarse en un mueble tipo puff que tenía en mi habitación.

Yo completamente extrañada porque él estuviera allí en ese momento y a la vez absorta en el, ya que al estar en camiseta me dejaba ver sus bíceps que habían aumentado considerablemente de tamaño en esos últimos meses en el que llevaba conociéndolo, desde que lo conocí esta era la primera vez que no lo veía en camisetas, ya que el siempre utilizaba sweaters o chaquetas. Pero esos brazos eran dignos de exhibición, todas deberíamos poder ver ese espectáculo de hombre a diario.

-Eh Isabela… estoy aquí porque quería preguntarte… esto… que si… tu… ¿estás nerviosa por empezar el curso?

-Realmente… si lo estoy, pero hay que tener fe ¿no?

-Eh si… pero tú me conoces… digo en el sentido de que yo no hablo mucho –pude notar que estaba nervioso lo cual lo hacía más adorable ya que siempre se ponía nervioso cuando hablaba conmigo- y bueno… siempre me ha costado un poco hacer amigos…

-Bueno Andrés… no te preocupes… se tu mismo y le agradaras a los demás. –Claramente estaba pensando en todas esas guarritas que de seguro estarían siguiéndolo desde el primer día-

-Si bueno… pero a lo que venía es que… -pude notar la manera en la que ahora sus cachetes estaban rojos- si te parecía que tú y yo… nos acompañemos para no estar solos el primer día… ¿Qué opinas?

En ese momento quería decirle que podía acompañarlo cuando quisiera y como quisiera, que era completamente suya, pero obviamente no podía hacer eso.

-Si me parece bien Andrés, no hay problema.

Hubo un silencio de al menos 7 segundos en el que ambos nos mirábamos mutuamente, hasta que Andrés rompió el silencio diciendo:

-Bueno… nos vemos en la cena.

Se levanto del puff torpemente y salió de mi habitación y fue a ducharse para estar listo para la cena que sería al menos en una hora cuando mamá y papá llegaran con la comida. La cena fue común, lo corriente, hablamos sobre la escuela y todo lo demás.

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El día ya había llegado, me vestí con lo mejor que pude encontrar en mi armario y baje a la cocina donde mi mamá nos esperaba con el desayuno. Como es típico aquí en USA, íbamos a ir a la escuela en el autobús escolar que nos recogería a dos cuadras de nuestra casa. Desayunamos y salí a la calle con Andrés caminando hacia la parada del bus. Podía ver a los demás chicos caminando hacia la parada de autobuses ya fuera delante de nosotros o del otro lado de la calzada, todos iban en grupo hablando alegremente del verano y del inicio de clases, mientras que Andrés y yo caminábamos en completo silencio.

Al llegar a la parada del bus, ya había algunos chicos de diferentes edades esperando el bus, y al llegar nosotros llamamos la atención de los demás, ya que obviamente sabían que nuestras caras eran nuevas. Fue ahí cuando note lo penoso que era Andrés ya que enseguida se pego a mí casi rozando nuestros cuerpos. En eso una chica rubia de ojos marrón café muy mona llego hasta donde estábamos con una amiga igual que ella pero con los ojos verde claro dándonos la bienvenida:

-¡Hola chicos! Mi nombre es Alison y ella es mi amiga Beca ¿Cómo están? ¿Son nuevos cierto? –cuando hizo las dos preguntas ambas tenían sus miradas enfocadas en Andrés esperando claramente una respuesta de el, pero él me miro a mi apenado como pidiendo ayuda así que yo dije:

-Si somos nuevos, nos acabamos de mudar aquí mi nombres es Isabela, pero me pueden decir Isa, y este es mi hermanastro, Andrés.

En eso la chica que se llamaba Beca hablo y dijo:

-¡Vaya! Ustedes son latinos ¿verdad?

-Si somos de Latinoamérica, nos mudamos hace dos semanas.

-¡Oh si claro! Ustedes son los que viven en la casa de paredes blancas y techo rojo ¿no?

Eso era un chiste, ya que en esta zona todas las casas eran iguales, paredes blancas y techos rojos.

Yo reí y me di cuenta de que estas chicas me caían bien, eran muy monas. En eso me di cuenta que la mayoría de las personas de nuestra edad estaban escuchando lo que hablábamos pero sin decir nada.

Cuando llego el bus, todos subimos en el y yo me senté en el puesto al lado de la ventana esperando a que Andrés se sentara a mi lado, ya que pude notar que este se disponía a sentar allí, pero en eso Alison le jalo del brazo y le dijo:

-Ven Andrew siéntate conmigo, así podremos conocernos mejor. Ellos se sentaron en los puestos de adelante y cuando se sentaron pude ver la cara de auxilio de Andrés. Pude ver en el trayecto como Alison hablaba y hablaba obteniendo pocas respuestas verbales de Andrés, mientras que yo y Beca hablábamos sobre mi país y la escuela, etc.

Llegamos a la escuela y Beca y Alison tuvieron el gesto de acompañarnos a la recepcionista para que nos dieran nuestro nuevo horario y nuestro numero de casillero. Mi casillero estaba justo al lado del casillero de “Andrew” (supuse que de ahora en adelante ese sería su nombre, ya que todos lo llamaban así), por suerte los 4 teníamos el mismo horario, con la diferencia de que Andrés veía clases de gimnasia en el campo abierto, mientras que nosotras en el gimnasio techado.

Fuimos a nuestra primera clase de biología, en la cual yo me agrupe en una mesa de trabajo con Andrés, mientras que Beca y Alison estaban en la del frente. En clases nos presentamos ante nuestro nuevo grupo de aula, en el que todas las chicas miraban a “Andrew” y dieron un ligero suspiro casi al unisonó cuando este levanto su mano y la agito en señal de saludo. Luego de clases de biología tocaba historia, un receso de 25 minutos, en el cual conocimos a algunos amigos de Beca y Alison, un chico alto, rubio, ojos azules muy apuesto que se llamaba Chris, un chico moreno y muy alto llamado Stewar, dos chicas Annie y Eliza, Annie era una pelirroja muy bonita con muchas pecas en la cara y unos grandes ojos avellana, mientras que Eliza era del mismo tipo que Beca, solo que muy bajita. Pero todos eran muy amables y agradables, luego se incorporó un chico de rulos negros y piel blanca, que utilizaba gafas que se hacía llamar Max, pero su nombre era Louis.

El resto del día fue muy tranquilo, nos juntamos con Annie, Stewar y Chris que tenían el mismo horario que nosotros, Chris era un chico muy lindo y encantador, me hacia reír y a la vez ruborizar con algunas cosas que me decía, ya que pude notar desde el principio que yo le atraía. Cosa que por la actitud de Annie, Beca y Alison pude notar que eso era común en el y que era un “don Juan”, pero Andrés no se quedaba atrás, atrayendo la atención de la mayoría de las chicas y por supuesto de Beca y Alison que por lo que parecía prácticamente se peleaban por él.

El resto del día fue normal y así fue como volvimos a casa. Como Beca y Alison se iban a reunir en casa de Stewar para hablar un rato, nos fuimos Andrés y yo solos en el autobús ya que nuestros papás no nos darían permiso para salir el primer día. En el camino Andrés escuchaba música, lo cual sospechaba que lo hacía para evitar hablarme, pero en el camino a casa cuando ya estábamos solos y sin nadie alrededor que pudiera estar escuchando me comento:

-Gracias a dios que Beca y Alison no están aquí, necesitaba respirar por un rato.

Yo me reí y le eche un poco de broma con ese rollo, hasta que estábamos entrando en casa y Andrés me dijo estando dentro de la casa:

-Y ese chico Chris… te tiene los ojos encima ¿no te parece?

-Si bueno, es un chico agradable, y me …

-¿Piensas seguirle los juegos?

En eso percate los celos y le dije:

-¿Qué? ¿Acaso estas celoso? Porque no me vengas con esas cosas ya que tú fuiste el primero en decirme que debíamos hacer como que si nad…

No pude terminar de descargarme de todo lo que sentía ya que él se había acercado a mí y me beso haciéndome callar, pero yo por lo molesta que estaba lo aparte de mi, le di una bofetada y le dije:

-¿Qué te crees tu? ¿Qué me vas a utilizar cuando tengas ganas? Pues no, yo no soy el juguete de nadie.

Subí a mi habitación y me encerré.

Al día siguiente Andrés no hablaba en lo absoluto conmigo, y sentí que había sido un error incorporarlo en mi grupo social. Pero ese día era el día de las audiciones para la admisión en los clubes escolares, yo me uní con Beca y Alison al club de fotografía mientras que Annie nos obligo a unirnos al club de teatro, donde también se unió Chris. Pero Chris también iría a las audiciones para entrar al equipo de futbol junto con Stewar y Andrés cuando este les propuso hacerlo, y fue ahí cuando descubrí que Andrés practicaba futbol soccer y por los comentarios y elogios de parte de Chris y Stewar y de otros chicos asumí que Andrés era un muy buen jugador ya que todos lo felicitaban. En el equipo de soccer solo quedaron Andrés y Chris, lo cual hizo que en la hora del almuerzo la mesa del equipo de soccer los llamara para sentarse con ellos (si señores, las películas no mienten, la escuela es así).

Pasó la primera semana y ya para el jueves Andrés estaba ligado con una chica llamada Stela, que era muy bonita, tenía un espectacular cuerpo y una piel morena muy hermosa, Andrés ya no se sentaba con nosotros, solo se juntaba con el equipo para estar con su novia, cosa que todos notamos.

Todo cambio un día en el que Andrés saldría con Stela casa de fulano a charlar, yo estaba en casa cuando escuche que alguien entraba, escuché la voz de Stela y Andrés abajo y como yo odiaba a Stela, simplemente cerré la puerta de mi habitación y fingí que no estaba ya que cuando Andrés pregunto que si había alguien no respondí supongo que supuso que estaban solos, escuches los pasos y las voces por la escalera, Andrés y Stela estaban en su habitación, charlando, cosa que se detuvo al poco rato y supuse que estaban en un morreo (besándose) así pasaron unos 15 minutos cuando empecé a escuchar unos gemidos que claramente eran de Andrés y escuchaba el sonido de succión.

No lo podía creer Stela se la estaba mamando a Andrés, en eso escuche la voz de Stela decir:

-Cabron si que la tienes grande ¿así son todos los latinos?

-Calla y sigue con tu trabajo.

Escuche como Stela casi se atraganta y dice:

-Cabron no me hagas eso que no me cabe completa, deja que yo sé hacerlo solita.

No podía creerlo, con tan solo escuchar eso y los gemidos de Andrés y las succiones me moje, y me acerque a la puerta abriéndola un poquito lo suficiente para ver como Andrés estaba acostado en la cama con las piernas hacia abajo dejando a Stela arrodillada en el suelo entre sus piernas mamandosela, esta no traía su falda y tenía un conjunto de encaje rojo muy  a lo puta, pero supongo que sabía lo que haría hoy. Yo empecé a acariciarme la concha y a meterme dedo cuando escuche como los gemidos de Andrés aumentaban y este agarraba la cabeza de Stela subiéndosela y bajándosela para marcar el ritmo. Esta se quejaba por el tamaño que le hacía atragantarse, pero no la dejaba terminar de hablar ya que Andrés se la volvía a meter haciéndola atragantar de nuevo, hasta que termino en su boca en un sonoro orgasmo mientras esta se tragaba toda su leche. En eso ella le pidió el condón a Andrés ya que le pidió que se la metiera todita.

Yo quería que la puta de Stela se moviera para así finalmente ver el falo que nunca fue mío que según esa guarra era de gran tamaño. Yo estaba realmente excitada esperando a ver ese espectáculo, cuando finalmente Stela le coloco el condón se levanto y se hizo a un lado, por fin iba a poder verlo, estaba fantaseando por este momento desde hacia meses, queria ver aquella polla que tanto anhelaba, cuando...

Continuara…