Entre mi hermanastro y yo.
Mi hermanastro me muestra lo que tiene y me hace querer hacer cosas...
Mi nombre es Isabela, pero prefiero que me digan Isa, tengo 18 años y vivo con mi mamá Clara, mi papá nos abandono por otra mujer, dejándome sola desde los 13 años con mamá. Vivir con mi madre es tranquilo, tengo libertad para salir con mi novio y con mis amigas, nunca peleo con mi madre, siempre nos llevamos bien. Incluso nos contamos entre nosotras nuestros problemas y relaciones.
Toda mi vida cambio cuando mi mamá llego de trabajo con lo que ella llamaba "Noticias calientes", yo sabía a qué venía esta conversación, así que cerré mi laptop y escuche a mi mamá:
-Isa a que no sabes quién me invito HOY a comer este viernes.
-¡Ma no puede ser! ¿Te invito el tal "Gerardo el argentino caliente" del que tanto hablas?
-¡SI! fue tan encantador y caballero en la forma que me lo pidió, y bueno ya sabes que mañana es viernes ... así que esperaba que me acompañaras de compras para buscar algo para ese papito rico. ¡Ven levántate, vamos ahora!
Como podrán notar mi mamá es muy animada para sus 35 años, ella era aun atractiva, de hecho siempre levantaba la temperatura con mis compañeros hombres, que afirmaban que mi mamá era sexy. Ella se parecía mucho a mí, tenemos cabello castaño, ella corto y yo largo hasta la cintura, piel muy blanca, ojos color avellana muy grandes y lo que yo diría un buen cuerpo. Éramos mujeres naturales nada de grandes pechos de silicona o algo por el estilo, ambas íbamos al gimnasio cada dos días y nos manteníamos en forma.
Acompañe a mi mamá a comprar y salió con un vestido negro, corto y ajustado que no dejaba nada a la imaginación, incluso mi mamá me arrastro a la tienda de lencería y me compro a mi (obligándome) un conjunto de lencería rojo de encaje medio transparente que dejaba ver la raya de mi concha y mis pezones, mientras mamá compro el mismo pero en color negro.
Mi mamá se estaba preparando para la cita cuando llamaron a la puerta y yo fui a atender. Y ahí estaba "Gerardo el argentino caliente" era un hombre muy bien parecido, de almenos unos 38 años, moreno claro, ojos marrones oscuros y penetrantes, tenía una mirada pesada pero extremadamente varonil y sexy. Sus facciones eran fuertes y delineadas Era alto y bajo aquel traje se notaban unos fuertes brazos. Era todo un galán y desde el principio me cayó bien, era un hombre de pocas palabras, que solo decía lo esencial, me agradaba ese hombre.
Después de la cita mi mamá me hablo maravillas de él, me contó que se había quedado viudo, por lo que él y su hijo de 18 años decidieron alejarse de la tristeza y comenzar de nuevo aquí, mudándose de Argentina. Mi mamá siguió saliendo con ese hombre por unos cuantos meses, me hablaba maravillas de él, lo caballero que era, lo masculino que era, lo emprendedor que era, lo misterioso que era, en fin traía loca a mi mamá y la hacía feliz, lo cual a mi me hacia feliz.
Luego de 9 meses de ser novios (por así llamarle) decidieron casarse. A mí me parecía estupendo porque mi mamá era muy feliz. Pero el problema era que Gerardo decidió casarse con mi mamá por que el tenia un nuevo trabajo en Los Ángeles, ya que él trabajaba para HBO y lo ascendieron a jefe general de marketing, y le propuso a mi mamá matrimonio y un trabajo en Los Ángeles. Por un lado me agradaba la idea de vivir en Los Ángeles, conocer nuevas personas, nuevas amistades, pero no quería dejar a mis amigos y aparte de todo eso, tenía el peso de las clases de ingles, ya que nos mudaríamos cuando Andrés (el hijo de Gerardo) y yo termináramos el año, para empezar el ultimo año en LA, y fue ahí cuando conocí a Andrés, en clases de ingles. El era un chico alto, al igual que su papá era fornido, tenía grandes brazos por lo que notaba ese chico hacia algún deporte porque su cuerpo era fornido y enforna. Tenía una mirada penetrante y masculina, unos labios pequeños y carnosos pero muy sexys, una nariz grande pero no demasiado, y era perfilada, con unas grandes cejas marcadas, el parecía Adam Levine, sin barba y más joven. En fin ese chico era una bomba, en clases le sacaba más de un suspiro a todas, incluso la profesora suspiraba por él, el al igual que su padre eran hombres de pocas palabras, pero su voz era tan fuerte y masculina que con solo decir dos palabras todas en clase suspirábamos, era tan misterioso, nadie sabía casi nada de el, el no comentaba solo hablaba cuando necesitaba responder porque no tenía otra alternativa, y si iba a responder con un "si" o "no" simplemente movía su cabeza. Umm en fin, a mi también me traía loca ese chico.
Pasaron los meses y se acercaba el día de la boda, y el final del curso, lo que decía que ya nos mudaríamos. Estaba yo muy nerviosa, y triste por dejar a mis amigos y nerviosa porque yo era la dama de honor de mamá, yo la ayude a comprar el vestido, las cartas, la torta, la decoración, yo la ayude en todo y quería que todo fuera perfecto, yo ya tenía mi vestido blanco, corto y ajustado al cuerpo que dejaba ver mis largas piernas y deja mamá vistiéndose con sus otras damas de honor en el cuarto para ir a la habitación de los chicos a ver que todo esté bien y para decirle a Gerardo que saliera. La boda era en un hotel, así que cruce el pasillo del hotel, use la llave de la puerta y lo que vi dentro me dejo molesta. Al entrar estaba Andrés con la camisa blanca puesta y con los botones desabrochados dejando ver su marcado abdomen, la corbata de moño sin el nudo colgando en su grueso cuello y aun sin pantalones. Debo admitir que la imagen me éxito de gran manera, ver a ese chico que me traía loca en secreto en esa manera al puro estilo de foto de modelando sus bóxer negros Clavin Klein, ummm me falto poco para acercarme, y bajarle el bóxer mamárselo y que me hiciera mía. Pero el muy avergonzado entro corriendo al baño, lo cual hizo que su papá saliera a ver que había pasado y solo pudo reírse al ver mi cara de asombro y ver como corrió Andrés a cambiarse y dijo:
-Eso te pasó por no arreglarte cuando yo te dije, ahora esta hermosa jovencita te vio todo.
-Calla papá. Dijo Andrés desde el baño
Gerardo pidió disculpas y dijo que pronto saldrían y bajarían al salo para esperar a mamá. Yo volví a la habitación con la imagen de Andrés semidesnudo lo cual me excito bastante. Pero no podía pensar en eso, había llegado el momento.
Había bajado con mamá al salón y allí lo vi, arreglado al fin en su traje negro que lo hacía ver extremadamente sexy, con su cabello levantado al puro estilo de Zack Efron (lo cual me éxito más, aquel muchacho provocaba comérselo enterito.) Luego de la boda fuimos al salón de fiesta a festejar, estaba admirando el resultado de nuestro esfuerzo, mamá se veía hermosa, la decoración era perfecta, los camareros trabajaban y la banda tocaba todo estaba perfecto, así que decidí disfrutar de la fiesta y fui a buscar unas bebidas y sentarme a hablar con mis primas y amigas cercanas. Estaban todas en la mesa cuchicheando y viendo a Andrés indiscretamente que estaba parado en una pared, con el pie sobre ella bebiendo una cerveza y con los dos primeros botones abiertos y con la corbata de lazo desecha. Se veía tan masculino así. Y fue cuando empecé a hablar con mis primas y amigas:
-Míralo ¿como puede ser tan perfecto?
-Oh sí, es hermoso.
-Yo dejaría que me hiciera suya cuando quería. Dijo mi amiga Anabel
Todas reímos y me empezaron a echar broma porque yo viviría con él en LA y el seria el único al que conozco y que no podía olvidar que realmente éramos familia así que podíamos hacer lo que quisiéramos.
En eso mire a Andrés que tenia una sonrisa en su cara, y fue cuando supuse que nos estaba escuchando ya que al estar en el exterior la música sonaba en la parte de la fiesta de adentro y el podía escucharnos perfectamente desde donde estaba. El se dio cuenta de que yo lo miraba, el me miro a mi y se dio la vuelta para buscar otra cerveza mientras iba riendo.
Y fue cuando no pude aguantar más y le conté lo que había visto en la habitación y todas las figuras abultadas que pude observar en su torso y más abajo. Todas me miraban con odio y ellas empezaron a fantasear, yo por mi parte me levante para buscar más vino cuando de repente el llego por detrás y me susurro al oído:
-Lamento lo que paso, estoy muy apenado... nunca pensé que alguien entraría en ese momento.
Casi me hizo volcar la mesa, pero afortunadamente solo tire una copa vacía, la acomode y me di la vuelta para verlo con las mejillas rojas de nuevo, estaba menos rojo de lo que estaba en la habitación y en la boda, pero aun así en la oscuridad se veía bastante rojo.
-No hay de qué preocuparse, fue culpa mía en no tocar.
El me miro y me tomo de la mano jalándome detrás de las plantas que estaban al rededor de la mesa, como eran palmeras y estaban frondosas no podían vernos, pero él siguió alejándome por el oscuro jardín, solo podía ver la luz de la piscina a lo lejos y las luces distantes de la fiesta. Estábamos alejados de todo y por fin había silencio, cuando él se me acerco, me miro a los ojos y casi susurrando me dijo:
-No quería que eso pasara de ese modo, me tomaste por sorpresa así que yo también lo haré.
Tomo mi cabeza con sus manos y la junto con la suya suavemente para darme un beso. Realmente me había tomado por sorpresa con aquel beso. Tomo su otra mano y me junto a su cuerpo con ella, podía sentir sus musculosos brazos alrededor de mi, su fuerte abdomen contra mi e incluso un bulto despertando allí abajo, sentía su fuerte barbilla moverse cuando movía su lengua, caliente y fogosa unidas a la mía por lo que parecía un lazo inseparable, me acariciaba el cabello con delicadeza mientras me besaba y yo hacía lo mismo, jalando delicadamente su cabello y con la otra mano apretándolo más a mí. El fue lentamente bajando su mano por mi espalda hasta llegar a mi culo y repentinamente lo apretó sacándome un gemido. Yo hice lo mismo y apreté su culo. Pero eso no era lo que a él le gustaba, así que para calentar la cosa moví mi mano hacia su paquete que estaba creciendo, y lo toque. Al hacerlo sentí como palpito y se hizo más grande y gruesa. Empecé a masajear su polla a través de la tela de su pantalón mientras el rápida y ágilmente me bajaba el cierre trasero del vestido y me desabrochaba el sujetador. Y así metió su mano y agarro mis tetas que ya tenían el pezón duro, las masajeaba ágilmente con sus manos fuertes y me hacia gemir, al igual que yo a él masajeando su polla que ya había adquirido un considerable tamaño y no aguante más y le dije:
-Quiero que me hagas tuya ahora mismo, en este lugar.
Le dije con la respiración entre cortada por el placer, acerque mi mano a su cinturón y lo abrí, abrí el botón de su pantalón mientras él me acorralo contra la pared y metió su mano tocando mis bragas que ya estaban húmedas. Sentir su fuerte mano en mi concha me calentó aun más, el masajeaba con sus dedos mi concha y la tela de aquella tanga bordeada me hacía ver las nubes. Yo mientras seguí bajándole la bragueta lo que hizo que su pantalón se viniera abajo dejándolo solo con su bóxer negro Calvin Klein, nuevamente le agarre el culo y tomándolo desde atrás lo fui bajando lentamente.
Pero en eso un guardia del hotel nos vio, nos apunto con la linterna y nos dijo que nos fuéramos.
Yo rápidamente me arregle las tetas, metiéndolas nuevamente dentro y subiéndome el cierre del vestido mientras Andrés se subía el pantalón y se metía la camisa por dentro, ambos nos fuimos casi corriendo de allí para que el guardia no nos regañara, llegamos a las plantas y a la fiesta, le pedí que me subiera el cierre y salí, le dije que saliera un tiempo después. Y cuando yo me estaba sentando vi como el salía completamente despeinado y metiéndose la camisa por dentro del pantalón.
No lo vi más hasta que pasaron tres semanas y ya teníamos todo empacado y estábamos en camino al aeropuerto, cuando lo vi. Traía una chaqueta negra de cuero, una camiseta blanca debajo, unos ajustados jeans negros y unas botas negras. Se veía tan varonil dios mío, hizo que casi me mojara allí mismo. Note las miradas de las chicas sobre él y sus risitas nerviosas mientras hablaban con sus amigas. Pero cuando nos fuimos acercando a Gerardo y Andrés este se puso sus audífonos y me quedo claro que había puesto el volumen alto porque cuando fui a saludarlo podía escuchar la música estilo rock. El me saludo muy apenado y rojo con un besito en la mejilla y no emitió palabras, tenía la mirada baja y no quería por nada mirarme, era obvio que estaba apenado pero eso no me importaba a mí. Así duro unas cuantas horas hasta que ya el avión había llegado y llamaron a los demás pasajeros del avión y mamá y Gerardo se levantaron y fueron hacia la fila, y yo agarrando a Andrés del brazo para que no se fuera le dije que quería comprar una revista antes de subir al avión y que lo haría rápido. Lo arrastre literalmente hasta el puesto de revistas, tome una revista de chicas y me puse en la cola para pagar cuando le quite los audífonos y le dije:
-Oye ¿que te pasa? ahora nunca me hablaras.
El no me respondió nada, solo tenía la cabeza abajo y las mejillas rojas.
-Hey si quieres fingir que nada paso, está bien lo acepto, pero debes cambiar ahora seremos familia y no podrás dejar de hablarme por el resto de tu...
Me había tomado nuevamente como en el hotel y me planto un beso para hacerme callar, separo su boca de la mía y dijo:
-Me tienes vuelto loco, no podre fingir que nada paso.
Me soltó y se fue caminando a la fila de pasajeros y me dejo sola allí pagando, pague mi revista y fui a abordar el avión. Cuando llegue a nuestra sección de puestos pude darme cuenta que iba a ser un viaje largo, porque iba a viajar con Andrés juntos, el tuvo la gentileza de dejarme sentar al lado de la ventana, y en cuanto el se sentó tomo su gorro blanco y se lo coloco de manera que le tapara los ojos y dijo:
-Dormiré un rato.
Le subió el volumen a su música y así empezó el viaje.
Pero yo quería hacer otras cosas, quería quitarle el gorro y plantarle un beso y continuar lo que estábamos haciendo antes sin importar que allí estuvieran todos los demás pasajeros, pero ese no era el lugar, teníamos que ir a un lugar más privado en el avión...
Me acerque a él y le dije:
-Despierta idiota, iré al baño del avión y esperare 5 minutos si quieres divertirte, toca la puerta.
Me levante del asiento y antes de entrar al baño me fije como Andrés estaba levantándose también del asiento.
Continuara...