Entre los azande
De como lós jóvenes de la tribu Azande de Centraláfrica descubren su sexualidad entre los árboles...
Entre los azande (tribu) de Zandelandia (África Central), cuando un joven encuentra a una joven en la selva, y se hallan solos, él le dice que va a morir de deseo por ella, y ella dice que conoce un claro del bosque, y lo buscan temblando como árboles enredados, y cuando lo encuentran ella se resiste un poco, y él la coge de la mano y la acuesta sobre la hierba, para entonces él se ha quitado su falda de corteza y su pene està erguido como una aparición, ella ríe nerviosamente y se desprende del taparrabos, apoya él la cabeza entre los senos de ella, y luego la descansa en cada parte del cuerpo adonde ella dirige la mirada, y con un bufido de búfalo coloca su nervio entre los muslos, pero sin entrar, y ella, al excitarse, le rodea con sus piernas y guía el pene hacia el nido con su negra mano, y el empuja como si nadara, pero con más emoción, "hermano mío", le dice ella moviéndose locamente, "que gusto produce tu pene ahí, hazlo despacio", y cuando ha obtenido gran placer sopla al oído de él para que eyacule, babean las entrañas de ambos, y cuando él también se ha satisfecho retira el miembro y ella le limpia con su taparrabos y le besa en la punta, habla con susurros sobre los asuntos de los jóvenes y así aguardan a que en él ceda el reflujo de la pasión y repiten la cópula, todas las cópulas se parecen como se parecen todas las muertes, son repeticiones de otras cópulas y de otras muertes, después de copular hasta hartase, él le da algo a ella, un pequeño regalo en conchas o dinero. Ella no lo ha hecho por eso, pero se sentiría ofendida si no recibiese nada a cambio del placer que le ha dado, sería como si ese placer no valiese nada.