Entre hermanas
Amaia y Laura dos hermanas que van a celebrar un ascenso follan con tres tios que hacen que incluso follen entre ellas
ENTRE HERMANAS
Amaia Y Laura son dos hermanas que habían salido a celebrar el ascenso en el trabajo de Amaia. Estaban sentadas en uno de los extremos, en una mesa con sus cubatas. Eran las cinco de la mañana. Laura dijo a su hermana que antes de irse quería ir al baño. Se levantó, abrió la puerta de una de las cabinas y se bajó el short y el tanguita negro para orinar.
Mierda!, la puerta no se puede cerrar. En la discoteca, la gente había desalojado rápido y a su hermana la habían dicho que tenía que marcharse pero les pidió cinco minutos para que viniera su hermana que estaba en el baño. Uno de los porteros fue a desalojar y al llegar a la última cabina vió dos botas con los pantalones en los tobillos y un tanguita encima.
Apareció y vio a una chica que en cuanto lo vió se tapó y lo pidió que se marchase. Morena de pelo largo, lo único que pudo ver era que tenía el pubis completamente rasurado. Se retiró pero luego no pudo aguantarse la excitación y volvió. Se plantó delante. Ella le volvió a pedir que se marchase pero de forma más suave para luego mirarle con cara de excitación y abrir las piernas.
Comenzó con la mano que estaba sobre su sexo a acariciarse suavemente. El se acercó y ella mirándole a los ojos con cara de deseo y lujuria cogió el cinturón y lo soltó. Seguidamente fue bajando la cremallera tan lento que escuchaba cada mm. Con la mano fue dibujando la polla por encima de la tela de los pantalones. Luego hizo lo mismo pero sobre el bóxer. Bajó los pantalones un poco para dejar al descubierto los bóxers.
Acercó la boca y con los labios fue rodeando la verga. Con las yemas de los dedos y las uñas levantó las patas de los gayumbos y fue entrando arrastrándose hasta llegar al pene y jugar con él. Luego de un solo golpe bajó los bóxers y salió al exterior una verga poderosa, gruesa, con las venas muy marcadas y el glande fuera, orgulloso. Ella con los labios entró en contacto con el capullo y lo fue engullendo hasta con los dientes marcar donde estaba la raíz de la polla.
De esta forma con la lengua jugó con el frenillo y el agujerito de la uretra. Luego lo fue introduciendo todo hasta tenerlo casi todo dentro de su boca. El glande tocaba sus amígdalas. El chico no podía aguantar más porque si no se iba a correr. Retiró la cabeza de la chica y se sentó frente a ella levantando sus piernas. Luego la levantó la camiseta que iba pegada a la piel y asó no estaba obligada a llevar sujetador.
Observó sus pechos abundantes, llenos y rematados en dos pezones oscuros. Apretó los pechos y jugó con ellos hasta sentir duros los pezones. Besó a la chica, sus labios abrieron los de ella y con la lengua inició primero un recorrido por su boca para luego sujetando los muslos de la chica con las manos penetrarla de una sola vez. La agarraba de las nalgas a la vez que la besaba y la follaba, ahora ella se subió sobre él y la que controlaba el ritmo del polvo era ella. Cada vez botaba más por la excitación hasta que ella tuvo el orgasmo. Luego como él no había terminado ella volvió a moverse sobre él más lento y apretando los muslos hasta que él ya no podía aguantar más y no le dio tiempo a que ella se levantara y sus chorros de semen se estrellaron dentro de su vagina. Cuando se levantó el semen se deslizaba por su muslo izquierdo.
El la cogió de la mano y fue fuera con ella. Iba a enseñársela a sus dos compañeros pero cuando llegaron lo que vieron era que Amaia estaba besándose con uno de ellos. Cuando se asomaron más vieron como al otro chico lo estaba quitando el cinturón y como liberaba su polla. Con el que se estaba besando la puso el culo en pompa y la penetró.
Amaia cogió la polla del otro chico y se la introdujo en la boca para hacerle una buena mamada. Luego con la otra mano acarició sus huevos y mojó un dedo y lo fue deslizando por el perineo del chico para acercarlo al culo y lo penetró con él. Haciendo círculos con el dedo en torno a la próstata y con la mamada que lo estaba haciendo el chico no aguantó mucho y eyaculó sobre la cara de la chica. Por su parte, el chico que la estaba follando el coño quiso cambiar de agujerito e intentó sodomizarla.
La verga no era muy gruesa pero sí larga. Costó un poco pero en seguida la polla se deslizó dentro sin dificultad y comenzó a follarla. Era una autentica belleza rubia. Rubia con el pelo largo, dos pechos rematados en dos pezones rosa tan claros que parecían transparentes. El hombre no pudo aguantarse más y tras correrse ella él se fue en un gran orgasmo y la llenó de su leche.
Los tres chicos se sentaron. Uno de ellos fue a la barra a por mas copas para todos. Fernando otro de ellos sugirió que las dos chicas se enrollasen. Eran hermanas y no les gustaba pero con el calentón que llevaban comenzaron a besarse y a acariciarse. La cosa fue cogiendo temperatura.
Se levantaron y fueron al escenario. Allí siguieron con los besos y los magreos, siguieron colocándose en un 69. Laura por encima de su hermana recibiendo los lametones en su coño a la vez que su juguetona lengua recorría todos los pliegues de la vulva, de los labios vaginales y rozaba el clítoris.
Fernando, Javi y David no necesitaron mucho más para volver a estar cachondos y listos para follarselas. David que era el que mejor herramienta tenía se tumbó en el suelo y pidió que una de las chicas fuera. Amaia fue y se sentó sobre la polla. Era una escena digna de ver, era como un cilindro en el que se iba ensartando poco a poco hasta estar completamente penetrada. Durante la penetración iba dando pequeños gemidos hasta emitir un largo ahhhhh cuando estuvo completamente penetrada y comenzó a subir y bajar. Se levantó del todo para volver a deslizarse.
Fernando derribó a Laura y teniéndola debajo la dio por el culo haciendo que la chica se quejase del dolor pero que cuando el chico se quedó quieto y se empezó a mover muy lentamente. Javi se aproximó a Amaia y se arrodilló, sujetó a la chica de las nalgas y se inclinó hacia delante y la penetró por el culo. Follaban al mismo ritmo, por su parte Fernando la estaba follando el culo a su hermana para luego poner sus piernas en sus hombros y embestirla en la postura del misionero. Se fueron turnando por los cuatro agujeros los tres chicos hasta no aguantar más y tumbarlas a las dos hermanas y masturbarse sobre ellas y eyacular sobre sus caras quedando llenas de semen.
Para terminar se lavaron en los vestuarios de la discoteca, se vistieron y después de intercambiar sus móviles con los chicos se fueron las hermanas con una sonrisa horizontal en su boca y una vertical muy feliz en sus conejitos.
Este es un relato imaginario y si queréis podéis escribirme a