Entre gustos y colores
Lo mio es el romanticismo
A ella le gusta sin rodeos, directo al grano, excitación máxima sin tiempo perdido, se prende si la tocas, pero sus ganas desvanecen si demoras, si no quieres que se duerma es mejor que te des prisa.
Lo mío es la pasión, el roce, el sentir, el tacto suave que despierta mis sentidos, eso que hace que cierre los ojos y solo sienta, dejándome llevar por las desenfrenadas olas de besos y caricias.
Su piel me lleva a un nivel donde el placer se convierte en éxtasis, sus labios en mi cuello cuando mis ojos están cerrados causan en mi cerebro una imaginación de lo que puede pasar, de lo que deseo que pase, ella en cambio no quiere detenerse lo suyo es placer desde el primer instante, entonces sé que debo ser rápida o todo acabará, se dormirá, se desesperara y se aburrirá.
Muy pocas veces logro destapar esos sentimientos, lo mío es hacer el amor tan intenso que al terminar nuestros cuerpos caigan rendidos sobre las sábanas, que nuestros labios memoricen cada centímetro del cuerpo, que las manos recorran el último rincón y que nuestras pieles se reconozcan.
Lo mío es éxtasis en su máximo nivel, hacer el amor de la manera más apasionada, tatuar su cuerpo con mis besos, recorrer con mis manos cada rincón de su templo como dibujando un mapa, descubriendo nuevas zonas erógeneas, solo dejándome llevar por lo que mi cuerpo siente y lo que mi alma pide.
Entiendo que no todos tengan esta misma intensidad, pero como negar lo innegable, no siempre se puede ser directa, a veces mi alma pide que me exprese de la manera más placentera que conozco, posando mis manos sobre su espalda, bajando y subiendo lentamente apretando un poco mientras la beso de la manera más tierna que conozco, detenerme para mirarla mientras mis labios se adueñan de los suyos, mi cuerpo reacciona y se eriza moviéndose al compás de la involuntad de quedarse estático.
Solo déjate llevar quiero hacerte sentir todo lo que muchas veces no puedo expresar con palabras, lo que mi alma guarda para no agobiar y lo que mis ganas de poseerte te llevan a terminar el momento.
Perdóname por arruinar los momentos con mis sentimentalismos, por ser la persona más pasional que jamás habías conocido, por no ir muchas veces al compás de tus demandas sexuales, por querer sentirte tan dentro de mí que puedas palpar mi corazón con tus manos, por ser tan entregada que me olvido de tus prioridades.
Perdón, soy la persona más apasionada que existe sobre la tierra
UN PEQUEÑO RELATO PARA MI REGRESO, PORQUE HE REGRESADO