Entre familia no, por favor...

Compartir con su cuñada cuando se siente algo más... Que lió...¿O será bueno?

-¡¿DÓNDE ESTA?!

-Erika, ¿Otra vez? ¿Ya miraste en la puerta?

-Obvio Paula,  ¿cómo crees que pueden estar en la puerta y no darme…

-Estaban ahí, ¿verdad?

-Eh, no.

-La verdad…

-Bueno si, vámonos ya se nos hace tarde.

-Jajajaja te pasas Erika… ¿Cuántas veces se te pierden las llaves en la semana?

-Es la primera vez… u_u

  • Si si, claro, la número 1 de 20 al día ¿no?

-Agh! Pero te pegas de cualquier error para molestarme…

-Claro, soy tú hermana mayor “querida”, ahora muévete que nos esperan.

Me subí al auto y no pude evitar pensar que mi hermana tenía una forma muy peculiar de querer…

-¿Hace cuanto qué no sales?

-Jum, ¿Sabes una cosa?

-¿Qué?  :D

-El alcohol y la fiesta no lo es todo…

-Mira quien lo dice… :P

-Bueno no me hagas caso.

-Pero enserio Erika, ¿ni una cerveza?

-Sip, totalmente rehabilitada.

-Jajaja, no pues, ¿Qué te motivo?

-“Elemental querida, el trabajo, jojojo”

-Odio que utilices ese acento, pero dime la verdad: ¿no es por tu jefa verdad?

-Obvio no, y ya deja esa sonrisa, que tú sabes que el trabajo es bastante exigente.

-Si lo que tú digas… ;) Mira ahí están los demás, parquea ahí.

Tratando de controlar el rubor, logre divisar a todos mis amigos, hace ya tiempo que no los veía, pero no lo suficiente para no reconocerlos a distancia. La altura de los muchachos y las piernas descubiertas de las muchachas; típico.

Estacione el carro, salí, puse la alarma y me acerque a saludarlos; pero escuche un ruido de golpeteo y vi a mi hermana dentro del auto rompiendo por poco la ventana.

-Ya, ya, cálmate…- Le quite la alarma.

-Erika a veces te pasas…  :I

-Perdón.

En eso alguien me tapo los ojos con las manos:

- ¿Quién soy?

-¡PIPINEDA!- (En realidad se llamaba Pablo Pineda, pero con ese apellido lo moleste mucho en el colegio y desde eso se convirtió en mi mejor amigo; era supremamente alto, flaco pero delo más apuesto el tonto ese.)

-¿Qué tal mi morena?- (Siempre me decía porque era bastante blanquita, no un color enfermizo, más bien rosadito, pero no me podía dar un rayo de sol, por que a la semana estaba de un color canela. U_U)

-Bien corazón… - Le di un beso en esa quijada.

-Bueno Pineda suéltela y pásela.

-Gracias Lucas por tratarme como una botella… :c

-Claro que con esas curvas, uff

-Igual de patán, como siempre.

-Ya, perdón.

-Venga ya entremos.

Ingresamos todos, la verdad la mayoría de mis amigos son hombres, unas tres o cuatro amigas verdaderas (las mujeres son de precaución) y las demás novias de mis amigos. Nos sentamos en una mesa del palco, desde allí podía ver a toda la gente bailando.

-Señorita ¿Qué quiere de beber?- Me dijo el mesero.

-Jum, me traes un agua mineral… - Logre escuchar una exhalación de todos.

-¿Qué es eso Erika? Nada de eso, muchacho traemos mmm tres botellas de tequila, limoncito y sal.

-Claro, ya se lo traigo.

En verdad mi hermana a veces no era el mejor ejemplo, se que ya soy bien mayorcita con 26 años pero ella tiene 32…

-Paula, no creo que sea buena idea, mira que hace rato que no tomo, y sabes que me coge fuerte después de no tomar por una larga temporada.

-Ay! ¿Cuándo te he dejado botada? ¿Eh?

-No Paula, no me refería a eso… es que/

-Nada, mira ahí viene… Eso, gracias. ¡Que Erika sea la primera! ¿A tequilazo o fondo blanco?

-¡Fondo Blanco! - Gritaron a unisonó mis amigos mientras empezaban a servir varias copitas hasta que vi unas 15 o 20 listas.

Sabía que de está no me escapaba a si que tome la primera copita y mire a todos.

-¡FONDO, FONDO, FONDO, FONDO!- Empezaron de nuevo mis amigos hasta que la gente que estaba alrededor y la gente desde abajo del palco miraba a nuestra dirección, por un momento pensé que todo se calló hasta que tome el primer trago, se volvió un bullicio de nuevo, tomaba uno tras otro; solo empezaba a sentir un pequeño escozor en la garganta cuando volvía a refrescarla con otra copa, ya sentía el esófago y el estomago caliente y con ganas de toser pero vi que me faltaban unas cuantas así que seguí.

Cuando tome la última no pude evitar sacar mi lengua y exhalar fuertemente, la gente chiflo y aplaudió, me ocasiono gracia, pero de inmediato me sentí un tanto avergonzada. Pero que más da.

Me dio bastante curiosidad una joven de cabello azabache que no quitaba la vista de nosotros; quería saber a quien estaba viendo, si a mi o alguno de mis amigos, así que me aparte un poco de ellos y me voltee en su dirección, y efectivamente me estaba viendo; al verse descubierta retiro la vista y siguió hablando con una de las que supongo eran sus amigas, pedí la misma bebida que la joven, dos copas encada mano y trate de acercarme; pero me di cuenta que estaba un tanto mareada, tome un sorbito de lo que tenía en la mano y era un vodka bastante dulzón, y me estabilice un poco más.

Me acerque de a pocos, viéndola mejor, yo era una tanto más alta, pero ella tenía ojos bastante oscuros y era flaca, no tanto pero lo suficiente. Tal vez nuestras diferencias se basaban en la estatura y color de ojos, los míos son miel, cabello castaño claro e igual de menudita, sino tal vez más acuerpada; tenía una falda y una especie de esqueleto-blusa la joven.

Al estar a su lado le tendí su copa; ella a cambio me dio una hermosa sonrisa y bebió pequeño trago dejando la marca de su labial en el borde de la copa. Que hermosos labios, que hermoso rostro. Tome su copa y tome de su marca; vi como una luz se encendió en sus ojos y pensé: “Aquí ya seguimos de largo”.

Toque sus labios con los míos y en quince minutos me veían conduciendo como loca a mi apartamento. Mientras ella estaba ocupada atendiendo mi cuello con pequeños mordiscos.

Subimos a mi apartamento y apenas abrí la puerta, la azote contra la pared, me encanta el ruido que hacen cuando se les golpea en la pared, un gemido ronco y empecé a besar sus labios, abultados y calientes; introduje mi lengua en su boca tocando la suya tentativa mientras sus piernas se enroscaban en mi cintura y mis manos tocaban más allá debajo de la falda.

Empecé a sentir una pequeña vibración en mi bolsillo y un sonido molesto, saqué el celular y vi que era mi hermano; se me hizo extraño que el me llamase, así que le conteste, mientras aquella joven que ni conocía el nombre, me hacia un puchero y empezaba a darme más besos por la otra oreja.

-Hola Erika.

-Hola Santi, ¿Qué pasa?

-Se que no hablamos muy a menudo, pero quería pedirte un favor…

-Mmm, si, si, dime… amm

-Etto, ¿estas bien?

-Estoy bien, dime…

-Es que sabes que me estoy mudando, y pues tengo que viajar por dos meses y no puedo dejar a Jane sola, ¿será que ella puede quedarse contigo mientras yo no este?

Escuchar el nombre de Jane me dejó estática, para mi ella fue la mujer que siempre quise, la persona que me parecía más hermosa en el mundo y era esposa de mi hermano Jhon; al principio pensé que me atraía pero me equivoque, sentía algo más; así que me distancie de ella y de mi hermano, pero el era un buen hombre, además mi hermano menor por 1 año y era el consentido.

-No lo sé Jhon… No creo que sea/

-Vamos Erika, no será por mucho tiempo además Jean te puede ayudar con el orden en tu apartamento además cocina excelente.

-Jhon, Jean no es tú empleada…

-Perdón, pero no quiero dejarla sola… Por favor…

-Bueno, pero ya deja tus malditos celos; o crees que no me doy cuenta que lo haces para que no se le acerque nadie…

-Mentira. En fin, mañana ella llega a tu apartamento.

-¿A qué hora?

-Graciass!- (Pipipi)

U_U

-Vuelve a tierra cariño… - Dijo la joven que por cierto estaba entre la pared y mi cuerpo.

Toque mi frente con la suya, haciendo contacto visual mientras mis manos bajaban por su espalda hasta sus nalgas duras, las apreté mientras ella se pegaba más a mi cuerpo. Bajo una pierna para tomarme de la mano, jalarme hasta el sofá y tirarme en este para subirse encima de mí.

Su cabello cayó en cascada cuando se inclino hacia mí, haciendo cosquillas en mi rostro. A pesar de que no había luz más solo la que entraba por las grandes ventanas, podía ver el brillo de sus ojos. Mis manos subieron a su esqueleto levantándolo lentamente, apreciando su abdomen, y pechos aún cubiertos por el sostén, un collar que decoraba su cuello.

Tome su espalda y la empuje hacia mi; mientras ella me besaba, yo me deleitaba tocando su espalda hasta sentir su sostén, lo desabroche y aún con mis manos me apodere de sus senos grandes en mis manos, estaban duros y apuntándome desafiantes. Se enderezó sobre mi cuerpo y exhalo un suspiro.

Alcance a introducir mi mano entre nuestros cuerpos y alcanzar a tocar sus bragas húmedas, acariciando su sexo sobre sus bragas un buen rato, hasta que ella hizo una clara muestra de frustración, levantando un poco su cuerpo permitiendo que adentrara mi mano en sus bragas, y mis dedos se impregnaran totalmente de sus fluidos, sentí su punto abultado y expectante; roce su clítoris suave hasta hacer una presión fuerte. Ella se erguió totalmente está vez torciendo los ojos dando un resoplido.

Seguí rozando su clítoris hasta resbalar a su entrada, su reacción fue de menear su cadera con una especie de maullido. No pude detenerme, y simplemente introduje dos dedos a la vez mientras ella inclino su cabeza hacia atrás llevando consigo su cabello logrando apretar mis dedos en su interior. Sentí su calidez y estrechez, y logre tocar más a fondo; empezó a subir y bajar su cuerpo sobre mi mano, mientras mis dedos abrían campo para un tercer dedo haciendo una especie de tijeras en su interior, que por sus gemidos parecía gustarle.

Al igual que los primeros, introduje tres dedos al mismo tiempo, consiguiendo un gemido.

-Ohh! Mmm así, más, más…

Empezó a moverse más rápido de arriba hacia abajo consiguiendo ahora que toda mi mano estuviese lubricada por sus fluidos, que mis dedos fueran succionados por su vagina cada vez más adentro y que yo diera embestidas coordinadas con sus movimientos.

Al final ya no le veía el rostro, porque su cabello lo cubría todo, sentía sus uñas clavadas en mis hombros y sus gemidos descontrolados.

-Vamos así, casiiii….

Después de unas embestidas erráticas y una suficientemente fuerte en su interior, sentí como cayó su cuerpo completamente en mi mano y como estos eran apretados por sus paredes, mientras ella exhalaba todo el aire de sopetón.

Al sacar mis dedos y llevarlos a mi rostro sentí su olor de mujer, logre ver como se quitaba el cabello del rostro mostrado una sonrisa entre un rubor intenso y unas perlitas sudor. Mirándola fijamente lamí de mis dedos sus fluidos hasta dejarlos limpios dejándome un sabor agradable en la boca.

Pude ver que el sencillo gesto le atrajo de sobremanera y empezaba a desabrochar mi blusa botón por botón besando cada espacio de piel que quedaba descubierta. Me empezó a decir cosas para nada entendibles, solo comprendí algo de que le gustaba mí aroma antes de sentir como bajaba mi pantalón junto con las bragas para empezar a besar mi ingle, y acariciar mis pechos mientras empezaba frotar mi clítoris con su lengua, haciendo círculos alrededor de este, pasando por mi entrada hasta palpar mi ano con su lengua, retrocediendo hasta mi clítoris y penetrarme con sus dedos.

Trate de enderezarme y que me dio un ligero mareo, no se si por el placer o el alcohol; creo que ambos. Pero ella al notar mi desespero cambio de posición permitiendo que quedáramos en un 69. Probar sus fluidos directamente de su fuente era delicioso y me esmere por dejarla limpia y producir más de ello; no supe que pasaba hasta cuando empecé a tensarme y sentir sus dedos en mi interior, acelere mi ritmo de lengüetazos hasta penetrarla con mi lengua y llegar ambas a un gran orgasmo.

Después de ello sentí que se derrumbo encima de mí para después sentir que todo medaba vueltas hasta que se levantaba de mí, para luego vestirse, la vi hacerlo con suma delicadeza. Luego se me acerco para decirme:

-¿No quieres acostarte en tu cama?

-No gracias, preciosa.

-¿No quieres algo?

-No… aunque pensándolo mejor si…

-¿Qué?

-Tu nombre, dímelo…

-Eliana…

-Mucho gusto, Erika.

Le di un pequeño beso en los labios para que ella después tomara mi celular anotara su número.

-Llámame.

-Claro.

Lo último que hoy fue la puerta cerrarse antes de que me mareara aún más y se cerraran mis ojos.

≪≪Más tarde≫≫

Toc, Toc…

-Mmm ¿quien molesta tan temprano?

Sentía una pequeña punzada en la cabeza y el cuerpo lastimado por la posición en que estaba, decidí ignorar el golpeteo de la puerta, y simplemente darme la vuelta; pero…

-¡Ah! ¡MIERDA!

Me golpee el rostro con la mesita de café, más específicamente la ceja, que si no estoy mal esta sangrando. Y efectivamente siento que se me empaña la vista de rojo y gotea.

Tomo mi blusa para cubrirme la herida e ir a mi cuarto por una bata… Y todavía siguen golpeando a la puerta. Miró la hora y son las 13:30 a.m. Me cubro, y con humor de perros abro la puerta para encontrarme a Jean a centímetros de mí.

Al principio noto su cara de enojo, pero supongo que al verme con el rostro cubierto de sangre suaviza su expresión por una de preocupación.

-¿Qué te paso Erika? ¿Estás bien?

Otro relato que se me ocurrió y espero terminarlo.

Gracias por su lecturas y supongo, futuros comentarios.

Z.J