Entre espuma, burbujas y vapor

Intento lavarme mis ganas de ti.

Entre espuma, burbujas y vapor.

Todavía me es posible distinguir,

Trepando por paredes y flotando en el viento,

Ese aroma a cebolla frita y anís,

Que algo tan particular hacía de tu aliento.

Aún en ocasiones me parece ver,

Como dos faros pestañeando a lo lejos,

Ese negro profundo de tus ojos,

Vigilando todo lo que hago a través del espejo.

Y es que en el silencio de éste cuarto,

Como si de una mancha en la piel se tratara,

Con jabón mis ganas de ti lavo,

Pero por más que tallo no consigo limpiar nada.

Y es que en la humedad de la bañera,

Intento reemplazar tu amarga ausencia,

Pero por más larga o ancha que sea la manguera,

Ésta no tiene ni un poco de tu esencia.

Y me avergüenzo y decepciono de mí misma

Porque me abandono sin luchar a mi depresión.

Quisiera fingir que mi corazón no está hecho trizas,

Pero a ésta vida no le queda ya sazón.

Y golpeo con rabia del agua la superficie,

Tratando mi tristeza un tanto desahogar,

Pero por cada golpe ella me regresa diez,

Pues lo único que logro es mi cuerpo salpicar.

Me parece que tu voz puedo escuchar,

Más y más cerca a cada segundo,

Me envuelve con su tono de alegría,

Mostrándome el camino de entrada a otro mundo.

Tu corazón late con ímpetu y amor,

Ese que aunque ya no estés me das,

Aún debajo del agua percibo su confortante calor,

Llenando mi interior con quietud y paz.

Y es que entre estas cuatro paredes,

Mientras con plástico me intento estimular,

Me convenzo de que ya no me atraen de la vida los placeres

Porque no te siento junto a mí temblar.

Y es que entre espuma, burbujas y vapor,

No encuentro ya un lugar para mí,

Es por eso que en la tina me sumerjo,

Para con un poco de suerte y piedad llegar hasta ti.

Puedo olerte mientras mis ojos se van cerrando,

Parece que te siento mientras mis pulmones se llenan,

Es como si te escuchara conforme me voy apagando

Y creo que te voy viendo cada centímetro que del fondo estoy más cerca.

Y una vez ahí ya no hay nada que lavar,

Ya mis deseos no tengo que esconder,

Pues has regresado para todos ellos saciar

Y a mi vida la felicidad devolver.