Entre dos Hombres

A pasado el tiempo. Aún así, hay cosas que permanecen en la memoria. Y sí, han pasado muchos momentos, él se fue, pero vinieron otros.

Primero vino uno que sació la añoranza de un amor prohibido, silencioso entre las sábanas de hoteles perdidos, cauto entre las palabras que se esfumaron sin hace ruido. Iba a mi lado, pero no conmigo. Sentía que le quería y al instante, sentía que ya no era mío. Pero sigo con él. La soledad me recuerda aquello que no fue, y la memoria traicionera me da un vuelco y hace que quiera huir, como hago siempre, correr lejos y perderme. Pero no puedo. Y continúo dudando y pensando si todavía siento ese algo que sentí en su momento.

Ahora ha llegado alguien. Sabe que siento cosas, pero no lo sabe. Conoce que estoy con alguien, pero no con quién sueño. Río con él y no aprecia que tras esa sonrisa, hay otras intenciones. Le miro y veo algo, pero no se si él ve lo que de mis ojos sale. Deseo abrazarle y besarle, pero mis dudas y represiones, el no conocerle demasiado, hacen que pare y piense. Y de nuevo sueño si algún día, él vendrá a acercarse.

No lo dudo, lo afirmo. Mi corazón es insaciable. Y ahora hay dos hombres que se disputan ese instante. A uno lo tendré siempre y al otro, quizás nunca, o sólo momentos efímeros que escondidos en cualquier lado, aflorarán las intenciones que desde el primer momento, sentí cuando vi, aquellos ojos negros mirarme.