Entre danzas y polvos por la madura rural

Un caminante se halla ante una inesperada relación a la que asiste como voyeur y termina participando en ella con un mozalbete gay una madura aldeana

Había salido esa mañana temprano  por los caminos de Díos , y ya casi al medio día me encontré en San Andrés de los Estocones, en un carril asfaltado estrecho por el cual me pidió paso un gran Jeep Cherokee ,  y me subí a la orilla del camino dejando paso al coche, por la ventanilla del copiloto vi un joven espigado y medio imberbe que medio escondía el careto, y las piernas de una madura, yo diría que una aldeana de la zona, con vestido corto que dejaba ver el comienzo de unas buenas y blancas pantorrillas .

Dejé el coche avanzar y al poco me desvié del camino para hacer mis necesidades a la vez que iba pensando a donde iría aquel armatroste de coche con una presumible madre y su hijo, el cual no parecía muy contento del viaje, salvo que no fueran familia… en eso se me encendió el bombillo.

Avancé por el caminillo lateral y tras hacer mis necesidades, me fui por un caminillo que iba casi que en dirección paralela al que llevaba, por lo cual me fui ladera abajo.

Al salir del bosquecillo, un bonito prado me dio una bonita vista del valle y casi que debajo de mi una casita de los años 90, muy arreglada y apartada. Al buscar en el prado un lugar al resguardo del airecillo que corría por la zona, me quedé en un ángulo que podía ver un par de fachadas de la casa, en la fachada principal, pude ver lo que creí que era el coche que me adelantó, y en la fachada lateral, fuera de la vista de los posibles usuarios del camino, estaban instalándose  dos personas para tomar el sol y darse un tentempié, o sea sillas reclinables y una mesa con comida y botellas.

Contemplé la escena sin más, pero vi que las ropas desaparecían y des disponían  a tomar el sol en bolas, por tanto tiré de prismáticos,  un tanto modestos, pero pronto con ellos me cercioré que el coche era el que adelantaba, y que los dos ocupantes, ahora estaban en el jardín en bolas, la buena señora, ya metida en años, y en alguna que otra carne, tenia cogido por el rabo al niñato de la perilla , el cual presentaba una buena herramienta al menos en longitud, pues la señora mientras dormitaba le ofrecía al jovenzuelo una semipaja con un suave sube y baja.

Aquello se ponía interesante aun que los prismáticos, eran lo que eran, pero podía ver que la señora podía ser una buena aldeana con posibles, que estaba armada de buenas tetas, algún que otro michelín y abundante pelambrera, mirara por donde la mirara.

El chaval con sombreo de paja sobre los ojos se dejaba hacer, más bien con pocas ganas de colaborar, en eso la buena señora se levanta se pone en cuclillas ante el jovenzuelo y le pega una felación de las de órdago, pues a veces echaba la cara a un lado para  descongestionarse de la mamada tan profunda, lo que me dejó ver el manubrio del jovenzuelo, largo de cojones y delgado como una Frankfurt , estaba claro que debías ser larga porque pese a todo aquello no se ponía muy tieso.

Ahora la buena señora, dejó caer algo de liquido por la zona púber del niñato, y se refociló todo lo que pudo, y eso hizo alguna reacción en el aparato del guajete que hizo que se pusiese en posición de firmes, ante lo cual la señora se levantó y dando la espalada al chaval, se fue encalomando en la Frankfurt a la vez que se tocaba las tetas y se restregaba la pelambrera.

Mi vergón se pudo también a cien, me gasto una  22 cm y con una peculiaridad yes que es fina por la cabeza, gorda en la parte intermedia, y fina en la parte final, y aunque haya quien al principio e ríe de ella luego es una herramienta eficaz. Las escenas me estaban poniendo muy burro, por lo cual empecé a sobarla dejándola salir por la cremallera de la bragueta.

Pero el espectáculo finalizó cuando la buena señora tiro de la Frankfurt y se la llevó a mejores instalaciones, pero dentro de la casa, por lo cual me quedé si espectáculo para mi inminente paja.

No me resistí a perderme el espectáculo por lo cual me fui ladera abajo, cuando comprobé que tardan en salir, cuando llegué al prado ya vi por el gran ventanal de la casa la espalda y el culete lleno de lunares del mozalbete, dándole verga a la buena señora. Me acerqué más  y entre una altas plantas  me  aposenté para disfrutar del espectáculo y la refriega que se traía la pareja, como la ventana estaba entreabierta, la buena señora le pedía acción al niñato, ¡¡dame caña mamón o no cobras¡¡

El culo ya llegará, ahora hazme una buena mamá  y quitame el hollín del chumino¡¡¡ a lo que el guajete se resistía, cada poco retiraba y quería encalomar a la madura en su diana oscura, y la otra echando la mano por debajo agarraba los huevos del  chaval y le arrancaba  unos estruendosos alaridos por el daño causado, pero parecía que le iba también la marcha, la llegada de la lefa estaba por llegar, y mi polla ya estaba a punto caramelo, por lo cual la cremallera me tenía pillado los huevos, por lo cual opté por sacarme los pantalones corto, y ya que no llevo gayumbos , pues nada al pajoteo voyeur.

En ello estábamos, cuando se nuevo el mozalbete se puso de rodillas y sorbió jugos y lefas de chocho ojete , la madura se dio  vuelta quedando de cara  a la ventana de mi escondite, se abrió hueco la señora ente el pelambre y psoiendose encima de la mesa obligó al jovenzuelo a que le dejara el chumino y sus pelambrera como los chorros del oro, eso si obligado por la mano de la señora que le tenía pillado por la melena, y no dejaba ni separarse 5 centímetros del chumino,  estaba de un salido que te cagas, se bajó de la mesa y le ofreció de nuevo la espalda  y entraron en guerra, la buena señora queriendo caña vaginal y el otro caña culera.

Tanto fue el cabreo que la señora se descabalgó y dejó al guajete polla en ristre en el salón, yo ya estaba a cien y a punto e irme corra abajo, cuando sentí un tirón en mi huevones, o sea un lazo corredizo, que me cortó la paja en un santiamén, y me echó de bruces al suelo.

-¿Qué le gustó el espectáculo? Me dijo  la buena señora,  a la vez que tiraba del cordel. Esto es una finca privada, y nuestra vida pues también, ¿Qué haré con usted ahora, bueno voy a llamar a la GC y ver veremos que hacen con usted?

Imploré que por favor que no hiciera nada, que mi acto allí era una estupidez y que tenía mujer e hijos, y que haría lo que quisiera pero que no llamara a nadie.

Me puso su bota de tacón encima de mi espalada, e hizo varias fotos allí tirado con el cordel tirando de mis huevos desnudos, me obligó a darme la vuelta y sacó unas fotos, a la vez que la muy bruja se relamía al ver mi vergón, y me decía que con aquello algo se podría hacer para compensar tanta falta y delito.

Me ató las manos con unos grilletes atrás, y me ordenó levantarme y tirando del ronzal sujeto a mis huevos y mi polla, me llevó tras ella, al salón donde despidió al mozalbete que me miraba con doble cara, con fastidio   y a la vez con ese aire de decir ya sabrás lo que es bueno¡

-¡Hala chaperito de mi alma, date una vuelta por el campo a ver si despejas y me tiras algún culete o te dejan el tuyo como un estanque de patos y no vuelvas al menos en una hora, que yo tengo que hablar con este caballerete!

Y allí me quedé con la buena señora, de porte como dije aldeano, cuerpo blanquecino, tetas abundantes, barriga rolliza y pelambre por donde no está escrito, y unos brazos y manos, como para que te diera una ostia y te partiera el carrillo, que por cierto casi me lo parte  cuando intente tirarme encima de ella, vaya ostión que me dio, encima en eso que suena el teléfono  y veo  un Tricornio y GC, en el móvil, esta lo coge y habla con alguien con autoridad, no sé si ella era GC, o la señora del Sargento de la GC, pero se la veía con mando  y plaza, ¡ Eso que no me esperéis que tengo faena, ya llegaré¡

Madre donde me había metido... y en esos montes, pro mi cabeza pasó de todo en un instante, hasta tal punto fue el acojone que el vergón quedo reducido a su mínima expresión.

-Bueno Caballerete, como ya viste de que va esto, ya te puede poner al orden de revista porque vas a ser mío durante un par de horas y quiero lo mejor de ti. Entendido, quiero oír alto y claro ¡Si Señora¡ y así lo hice como cuando la mili.

Me puso encima de la mesa, me abrió de patas, y tirando del cordel  me hizo una chupada del 100 para arriba, la cabrona sabía poner en perfecto estado de revista el armamento, pues pese a situación el vergón empezó a coger tono, pero no el deseado, por tanto me dio vuelta y me inclinó sobre la mesa, creí que me iba a encular o que sí yo, me abrió de pasta me las ató a la mesa, y  tiro del cordel poniendo mi polla mirando a la meca, en ello estaba cuando sentí unos zapatillazos sobre mi nalgatorio, y con un puñado de crema hurgaba en mi ojete y estrujaba mis huevos y mi vergón como quien estaba ordeñando.

-¿Ves como os va lar marcha, mira como el rabo se te pone tieso¡

Tiraba de él hacia atrás y me lo chupaba y eso me encendía cada vez más, y mi vergón ya tiraba con fuerza para ponerse como buen soldado en posición. Cuando la madura se avino que aquello ya estaba en condiciones y que aquella no era la posición adecuada, me llevó a otra habitación con cama más que doble de la vieja usanza de hierro y cabecero ídem donde ató mis esposadas manos, y allí ante la la Beata de Santo Prepucio, se metió debajo de mí, y me ordenó que procediera a follarla,

_Quiero que me hagas ver el arco iris, pues una verga tan extraña como la tuya nunca la he probado, y el niñato ya me hizo ver alguna estrellita ¡

Y ahí me tiene ustedes con la jamona debajo de mis piernas, y buscando a palpo con el vergón a abertura, mientras veía como salía su viejo capuchón clitoridiano, la verdad es que la postura no era la más adecuada, pues además la cabrona no soltaba el ronzal de los huevos, y metérsela en aquellas trazas y con mi singular postura como que iba la cosa mal.

Le rogué tras varios medios intentos que cambiase de postura, que me soltase del cabecero,  y que se pusiese en plan perrito y abierta, lo cual hizo pero sin soltar el ronzal, lo primero que hice fue chuparla toda del ojete al capuchón que termino midiendo sus buenos 3 o 4 c,. cuando mis lefas salivares, la habían puesto a tono entre tanto pelambre, en eso tenía saña, pues mi señora se depila casi toda pero su chocho ni tocarlo, por lo cual me as tengo que ver cada semana con su pelambrera.

Ya a cuatro patas sobre ella, le dije que la llevaría al Valhalla de los orgasmos, mi peculiar polla al final cuando encuentra cacho, termina como a la manera de un cocho de champán, eso sin con la punta más fina, pero tamponando el bocal. AL principio cuesta meterla, pero cuando entra como la de los perros, entra sola y luego crece.

La bribona que tenía bajo mis partes, pese a la abundancia, era de conducto estrecho, largo y suave, al contrario que el de mi señora, que parece el túnel de San Bernardo, y áspero como la lija del 10, aunque me guste y le hago ver las estrellas.

Ya en plan perrito, y baboseante, el vergón no acababa de entrar, por lo cual la susodicha se embadurnó y me roció la polla también del gel. Sntir momentos antes de follarla, aquella mano  potente masajear mi vergón , me puso rocinante, por tanto cuando me soltó, enfile su chumino y tras el tanteo y el tirón de ronzal me fui todo adentró con un chop sonoro y expresivo de que ya estaba haciendo que de mi peculiar vergón ya en plan  corchado , una docena de buenos empujes, como la cabrona quería que empezó a tirar del ronzal, ya no había más polla, y vaya como gritaba la condenada, por lo cual con las muñecas engrilletadas me  fui al cuello y le apreté  y apreté mientras le metía un lecherazo del carajo, se espatarró tas el orgasmo y yo tras ella, tiraba aún del ronzal pidiendo que no me saliera, que sentía la polla gorda y taponando su pelambre chocho, hubiera querido masajearle su capuchón pero era imposible, me dejé dormitar encima d ella  esperando que mi vergón volviese a sus estado natural, pero ella que dominaba bien su chumino, para que el vergón pese a su flacidez no se fuese de tan estrecho y calurosos abrazo.

Tras una corta siesta en que hicimos la cuchara sin salirme de ella, pero ya prendido a sus tetas, llamó al mozalbete para que este acudiera pues tenía trabajo.

De nuevo tenía que echarle otro buen polvo, o dos si hacia falta, y de verdad que hizo falta. Eso sí medio recetó y me aplicó una pastilla de viagra,  y esperó la llegada del mozalbete y que el vergón se pusiese cañoto.

Mandó ponerse al mozalbete panza arriba en la cama y tras ponerle la Frankfurt tiesa se echo de espaldas sobre él y se metió la longaniza que esta más bien en los 25 cm  en el culete, un par de buenos nalgazos de ella  y una buena ensartada del mozalbete que era lo que quería  taladrar culos, hicieron que la madura aldeana se pusiese histérica por otro buen orgasmo, me hizo chuparle los pezones, que se pusieron como pitones, le chupé y succione en capucho hasta dejar como pitón de toro, y a un tirón del ronzal pidió que le taponara el chumino.

Y así fue como le taponamos a la madura sus orificios, como yo era más grande que ella le comí su buena boca, babeando dentro de ella y dejándola inundada de babas. EL mozalbete que parecía enclenque podía con todo el peso, y sentía como su Frankfurt esguilaba por el ojete adentro, mientras masajeaba mi vergón , la buenorra aldeana ponía los ojos en blanco y babeaba  de placer  y pedía más  y más,  y tiraba la jodida del ronzal , pero para mi era mucho correrme dos veces tan seguidas pese a la viagra, aunque su chocho estaba que abrasaba.

Cuando le llegó el orgasmo y el niñato se corrió como buen lechero que decía que era , sin apenas perder tiempo la buena aldeana se puso de rodillas sobre el quicio de la cama, y pidió que la encalomara a lo perrito, o sea que la volviese a corchas, eso si previo masajeo interno con la Frankfurt para repartir bien los mejunjes que ahora es estaba echando un gel frío para ella, y otro caliente que me abrasaba la polla, y de esta guisa de nuevo la empotré de cara a La beata de Santo Prepucio,

Le estaba dando caña, pero como a medio gas, con la cual pidió al chavalete  que me motivara, esta ni corto ni perezoso se pudo detrás masajeo toda la huevera a base bien hasta me los chupó , cuando le sentí con el famoso gel  palpar mi próstata por dentro y por fuera, la cabrona sintió el fustigazo  y tiró del ronzal, hasta que casi que me arranca los huevos , medio la levanté con el vergón en  plan príapo infernal, y ese fue mi orgasmo pero mi error.

Pues el niñato con tanta lefa y tanto gel, no encontró resistencia y su Frankfurt se hizo con mi culito, solo desvirgado por m i señora y su pichulín de plástico, pero sentir aquel manubrio entrarme hasta el esófago, sin apenas hacerme daño, pues aquel cabrón de mujeres no sé lo que sabría, pero de culos un buen montón, pues gracias a sus maniobras me corrí de nuevo quedando encima unos de otros a modo del reposo de los guerreros.

Cuando desperté, estaba solo en la casa , con los grilletes quitados y una nota prendida del ronzal del vergón en que invitaba todos los miércoles  de cada semana a darme un garbeo por aquella casa, y que nada que había sido genial y que cerrase la puerta al irme. Ah y que fuera bueno, y cuidase el vergón champanero.

Besos.

Gervasio de Silos