Entre cervezas se aprovecha...
Sebas y yo nos conocemos de toda la vida. Fuimos criados en la misma zona... él es mayor que yo por pocos años y hace poco terminé haciéndole un buen oral.
Hola, mi nombre es Mary. Soy nueva por acá y estoy contenta y ansiosa por contarles mis más íntimas experiencias.
Tengo 22 años, soy delgada, de baja estatura, piel morena, tetas grandes y culito normal.
Sébas es un vecino contemporáneo conmigo, apenas me lleva dos o tres años y nunca nos habiamos visto con otros ojos más que de amigos o vecinos...hasta que en una salida grupal, con algunos primos y amigos (incluyendolo) a alguno se le ocurrió que como Sébas y yo estabamos solteros, pues haríamos buena pareja. Para mi fue solo un chiste, al parecer para él no pues no perdió oportunidad para atacarme (entre bromas y risas) hasta llegar a besarnos, al principio con mucha delicadeza, luego los besos se transformaron en embestidas y lenguetazos detrás de los carros del estacionamiento donde estabamos.
Asi ocurrió en varias oportunidades, donde Sebas aprovechaba para masajear mis tetas y yo le correspondía agarrando su entrepierna que se sentía muy prometedora.
Al cabo de varias semanas fue su cumpleaños y fuimos a su casa a pasarla con él un rato, me ofreció cervezas a lo que me negué pero fue en vano pues terminé tomandome no se cuantas. Tampoco recuerdo bien en que momento me sacó del grupo, solo recuerdo que aparecí en su cuarto, me puso contra la pared, me empezó a dar lenguetazos desesperado y me sacó las tetas y empezó a lamerlas y a chuparlas mientras las admiraba.
Inmediatamente me lanzó a la cama, yo estaba algo borracha y aunque lo disfrutaba mucho me costaba mantener el equilibrio. En la cama se puso sobre mi y me bajó el pantalón hasta las rodillas, metió sus dedos en mi chochito que estaba muy mojado, los metió y sacó varias veces y me lamió el clíctoris hasta casi hacerme acabar.
Se levantó de golpe, bajó su pantalón y quedó expuesta una verga MUY GRANDE como nunca, a mi corta edad, la había visto. De lo que me había perdido todo ese tiempo... media apróx. 22 cm y era muy gruesa. Inmediatamente me jaloneo por un brazo y me dijo: mamalo pues.
Sin dudarlo ni un segundo, ante aquella belleza, comencé a mamar guevo como mejor lo se hacer. Comencé saboreando y chupando suavemente el glande, pasando la lengua en forma circular alrededor. Luego me lo introduje todo en la boca de una sola embestida, bueno, realmente lo que cupo pues era realmente grande. Pase la lengua por todo el miembro sin sacarmelo de la boca, luego lo saqué y le lamí los testiculos mientras con una mano lo pajeaba fuerte y con la otra le suavisaba las bolas.
Me metí la verga dura de nuevo en la boca y comencé a mamar y a succionar con fuerza y este me agarraba por el cabello y me lo hacía tragar todo sin compasión hasta sentirlo en mi garganta y sentir que me ahogaba. Chupaba el glande y se lo mordía muy suavemente y me decía: que bien mamas, que perra eres, me encantas.
Escuchar eso me hacia ponerme más perra y mamaba guevo con más desenfreno y él con una mano me agarraba por el pelo y con la otra me frotaba el clíctoris y me metía 1, 2 y 3 dedos en el chocho. Me hizo acabar y me desvanecí un poco producto del placer de aquel orgasmo a lo que inmediatamente me clavó con fuerza el pene en la boca y me dijo: prohíbido bajar la velocidad, sigue mamando hasta que te tragues toda mi leche calentita.
Pues obedecí y empecé a succionar con fuerza y aveces masajeaba sus bolas, hasta que con voz entrecortada me dijo: viene, viene leche.
E inmediatamente sentí un líquido espeso caliente que impactó bruscamente en mi garganta, intenté tragarmelo todo pero era demasiado esperma y se me escapó un poco por los costados de los labios, me miró casi alucinando sonrió y me dijo: que bien lo has hecho Mary...
Inmediatamente me levanté, limpié el esperma que tenía en mi boca y cara, fui al baño, me percaté que todo estuviera en orden. Salí a donde estaban los demás, me tomé otra cerveza e inmediatamente me fui a mi casa a dormir pues al otro día tenía clases en la universidad.
A eso de las 9am del otro día recibí un mensaje, era Sébas y decía: Los caballeros no tenemos memoria, pero realmente haces maravillas con tu boca, quisiera que se repita, para poder disfrutar de tu cuerpo por completo y nuevamente de una buena mamada. Hoy comienzo la semana feliz. Buenos días.