Entraste a mi vida final

Yo quisiera vencer esa distancia ese abismo fatal que nos divide, y embriagarme de amor con la fragancia mística y pura que tu ser despide, yo quisiera ser agua y que en mis olas vinieras a bañarte para poder como lo sueño a solas, a un mismo tiempo por doquier besarte. Humberto Corvera.

Nosé cómo giraste tu automóvil, pero ya estabas del lado hacia donde yo corría, no había tráfico por eso pudiste hacerlo, pero ibas en sentido contrario, tocabas el claxon insistentemente, estaba realmente mal lo que hacías, era una avenida bastante transitada aún cuano no hubiera tráfico te exponías y podías propiciar algún accidente.

Se escuchó la torreta de una patrulla, obvio, te detuvieron, dejé de correr no podía dejarte en esa situación aún cuando no la había propiciado solo yo, ambas estabamos siendo incoherentes, sabíamos que esto debía terminar, eramos irracionales, nada de esto teníá lógica.

Me dirigí a uno de los oficiales, tratando de justificar lo que estabamos haciendo

perdón oficial, esto ha sido todo culpa mía,

la lluvia no dejaba de caer cada vez con más fuerza, el otro oficial te pidió que movieras de ahí el auto y se estacionaron doblando la esquina,

los oficiales trataban de entender qué decíamos pues entre el ruido de la lluvia y el no saber cómo justificarnos, era prácticamente imposible,

les supliqué que te dejaran ir, supongo que les dí lástima, estaba realmente angustiada, además ayudó que ya no querían continuar mojándose, aunque de cualquier forma estabamos empapados, el oficial accedió dijo que podíamos irnos,

subiste al auto, yo no iría contigo, así que

oficial podrían ustedes hacerme el favor de llevar a casa, les pagaría

no, no es necesario, la llevaremos

en cuanto iba a subir a la patrulla, ví que venías hacia a mí,

me acercaste hacia tí, para que ellos no pudieran escucharte

¿en qué demonios estás pensando? ¿estás loca?

ellos me llevaran a casa, se los he pedido y han accedido, vete antes de que cambien de parecer

no seas estúpida Claudia, ven conmigo, pueden hacerte cualquier cosa

eso no pasará, por favor déjame ir

tú vienes conmigo, me tomaste del brazo, no se puede ser tan confiada, tan tonta,

¿tan yo? pues así es como soy, y si el ser de este modo me ha llevada hasta donde hoy estoy, bien, déjame ir que es lo que yo estoy haciendo contigo, porque así es como lo hemos querido, aún cuando se que no necesitas mi permiso, te dejo ir, gracias por permitirme estar contigo cuando pudimos, sentir lo que siento por tí es lo más hermoso que me ha pasado, gracias por hacerme entender aunque de fea manera, que sí, soy egoísta, deseo todo y salir bien librada, gracias por hacerme caer y así darme cuenta de que no se puede tener lo que se quiere, no como uno pretende, lo menos que quise fue hacerte daño, lo lamento.

Los patrulleros me llevaron a casa, podía ver que tú nos seguías (después de todo, te importo) lloré todo el camino, ellos no preguntaron nada, nada hubiera dicho, llegamos, no recibieron ni un centavo, les agradecí, y se fueron hasta que entré al edificio.

Ya era bastante tarde, traté de no hacer ruido sabía que mi madre estaba despierta aún cuando ya estaba acostada, tenía que meterme a bañar estaba completamente empapada, lo hice, me senté en la tina y solo dejé que el agua callera sobre mi cuerpo, quería dejar de llorar, pero no podía, ¿cómo es que dejé que pasaran así las cosas?

El lunes  muy temprano, recibí una llamada lo que menos esperaba era volver a escuchar tu voz

hola, mira hablo sólo para ofrecerte mi ayuda

¿tu ayuda? a qué te refieres?

sé que estás embarazada, tengo una conocida, ella nos podrá ayudar, solucionarás tu problema

me pregunto ¿cómo es qué lo haces? ¿cómo lo sabías?

yo no tengo ningún problema,

quizá ahora no lo ves así, pero por qué no lo piensas, ella nos recibirá mañana, anota la dirección

no voy a ir, muchas gracias, para mí no es problema estar embarazada,

piénsalo, anota la dirección si llegas y decides que no lo harás nos vamos

no, no voy a ir

Esa fué la última vez que escuché tu voz, nunca más te ví, de eso hace ya 23 años, durante los cuales de vez en vez me hago tantas preguntas, a veces te extraño demasiado, otras más, otras menos, trato de que no sea tan frecuente y mentiría si te dijera que no lo logro, pero mi olvido nunca es permanente, vuelves a mí una y otra vez, y desde siempre tu recuerdo conversa conmigo.

Actualmente no soy del todo feliz, o mas bien digamos que no lo soy todo el tiempo, hoy por hoy no estoy segura de que exista una felicidad total y mucho menos que dure para siempre (claro a veces me gustaría tener la esperanza de estar equivocada pero he optado por ser más realista) así que, me engañaría si dijera que las decisiones que he tomado me han hecho infeliz todo el tiempo, he disfrutado mucho y me he sentido feliz en muchas ocasiones, a veces esta felicidad  ha durado mas que otras, pero no ha permanecido y se ausenta quizá más seguido de lo que me gustaría.

Me cuesta reconocerlo, pero sé muy bien que en alguna etapa de mi vida, en la que estuve contigo, tuve mi momento, fuí feliz casi de un modo total, solo que no tuve el valor sufuciente para gozarlo sin tantos cuestionamientos, no me atreví a luchar para conseguir que perdura.

Nada ni nadie puede asegurar que esa felicidad duraría más de lo que tengo hoy, ni si sería peor o mejor (solo sé que jamás he sentido igual),  he tenido que aprender a vivir con ello y estoy consciente de que esto a influído de algún modo para no ser capaz de hacer un mejor intento por mí, y por la persona que decidió compartir conmigo sus días(23 años juntos) quien no es muy perceptivo y cuando me conviene lo agradezco, pero cuando necesito que lo sea..., bueno no puedo exigir más de lo que doy, eso es lo justo me parece.

Me da gusto tener la oportunidad de poder compartir con ustedes mi historia, y me da aún más gusto que exista un foro como este, en donde tantas y tantas mujeres tengan un espacio para poder expresar sus verdaderos sentimientos, sin temores, sin importar el qué pueda pensar la gente que no esté de acuerdo en que se puede amar a alguien de tu mismo sexo, y que se trata de un sentimiento verdadero, (nosé por qué mucha gente piensa cuando se habla de relaciones homosexuales, sólo en lo sexual) un sentimiento que implica el compartir una vida, día a día, tristezas, alegrías, enojos y obvio sexo, como cualquier ser humano que se relaciona con otro, quiero creer que a estas generaciones les ha tocado algo más sencillo, eso espero porque sé que aún después de tanta evolución, tantos cambios, tanta oportunidad para ser más tolerante, mas abierto, más respetuoso, aún hay incomprensión al respecto, y si para algunas no ha sido fácil espero que esta historia, les ayude a ser más valientes de lo que ya son, y entiendan de que vale la pena luchar contra lo que sea necesario, para estar con la persona que amas y que te ama, tenemos que ser más responsables con nuestras decisiones, porque estamos tan acostumbrados a delegar este poder a terceras personas, que siempre tratamos de justificar lo bueno o lo malo que nos pasa, recurrimos tanto a los hubiera, (me disculpo si hablo en plural, pues habrá muchas muchas y seguro que sí, que no lo hacen)

bueno no quiero aburrirles, gracias por tomarse el tiempo de leerme, y gracias por sus comentarios, me ha gustado esto de compartir lo que uno escribe, y aunque sé que no lo hago nada bien, lo seguiré haciendo con sus sugerencias, comentarios, y sus críticas ya sean constructivas o no, esta será mi única historia verídica o quizás no porque eso ni yo misma puedo saberlo, bueno esta y mis conversaciones que tendré con el recuerdo de la persona que me enseñó que es lindo amar a una mujer siendo yo mujer. Mis siguientes historias, serán solo producto de mi imaginación. Un beso y un abrazo para todos ustedes lectores.