Entrando en el mundo femdom, la iniciacion 3

Ernesto no paraba de gemir y de mover su cuerpo, sin duda había disfrutado tremendamente todo aquello, mire hacia abajo y vi como en el recipiente comenzaba a caer el semen de ni esposo, -lo vez Gabriela, solo un poco más, Ernesto ya no paraba de gemir y yo seguía moviendo mi dedo más y más rápido mientras que Martha prácticamente exprimía el miembro de Ernesto, hasta que después de unos segundos me dijo, -ya es suficiente,

Llegué a casa de Martha y ambas bajamos al sótano o como ella le decía, la mazmorra de la diversión y me encontré a Ernesto sobre aquella mesa metálica, pero ahora estaba vestido únicamente con las medias y no llevaba la mordaza de cuero,

-hace un rato que lo tengo aquí, todo el día lo tuve haciendo labores domésticas y claro lo castigue un par de veces, espero no te moleste,

-claro que no Martha, ¿que parte del tratamiento vamos a hacer hoy?

-vamos a continuar doblegando su hombría, déjame decirte que a aceptado muy bien su condición, sin duda encontraste un buen sumiso,

-en serio,

-claro, hace todo tal y como le ordenó

-eso suena muy bien,

-bueno, esta noche también vamos a comenzar a tratar de que su lado femenino salga,

-¿su lado femenino?

-claro,

Las palabras de Martha me resultaban algo difícil de entender, pero decidí que fuera ella quien me explicará,

-tiene que acostumbrarse a ser tratado como una mujercita, creeme que eso te puede ayudar bastante y claro te traerá horas de diversión,

Martha tomo un banco de madera que había a un lado de la mesa y lo acomodo justo detrás de Ernesto después metió su mano entre sus piernas y sujeto su miembro,

-bien Gabriela, vamos a comenzar a masturbarlo,

Martha comenzó a mover su mano de arriba hacia abajo, sus movimientos eran lentos pero firmes, Ernesto claro al sentir las caricias de Martha comenzó a gemir y a mover sus caderas,

-como podrás darte cuenta Gabriela, Ernesto lo está disfrutando y eso nos facilitará las cosas,

Martha continuó moviendo su mano y tal y como lo había dicho, Ernesto comenzó a moverse más y mas rápido, en ese instante Martha volteó a verme, me guiño un ojo y después con su otra mano comenzó a hurgar entre las nalgas de Ernesto, esto provocó que el echara para adelante sus caderas y comenzará a gemir un poco más fuerte y para mi sorpresa segundos después sus movimientos se hicieron más frenéticos,

-ya lo viste, también está disfrutando que le meta el dedo,

Ambas comenzamos reír, Martha tenía razón, Ernesto comenzaba a disfrutar ser penetrado, Martha continuó masturbándolo y su dedo entraba más y más en su orificio anal,

-lo vez, muchos hombres disfrutan ser penetrados y creo tu esposo es de esos, pero vamos a usarlo entre las dos, ahora tu introdúcele el dedo,

Martha retiro su mano y ahora era mi turno de penetrarlo, comencé a meter mi dedo entre sus nalgas y presione su orificio anal y en ese momento Martha me dijo,

-pero métele el dedo de forma firme y rápida, no te preocupes si le duele, que después de todo de eso se trata,

Comencé a hacer presión y para mí sorpresa ya no me costo tanto trabajo como la primera vez, ahora su esfínter se abría más fácilmente, así que de un empujón metí mi dedo casi en su totalidad y para mí sorpresa Ernesto lanzo un gemido, pero no era de dolor era de placer,

-lo vez, gime como una putita...jajajaja...ahora mueve tu dedo para cualquier lado,

seguí las indicaciones de Martha y comencé a mover mi dedo de forma circular, mientras que Martha comenzó a acelerar sus movimientos y me di cuenta que ver a mi esposo así me resultaba muy placentero, así que comencé a meter y sacar mi dedo de una forma más rápida,

-muy bien Gabriela, no te detengas,

continúe moviendo mi mano de un lado a otro, sentía como su esfínter se dilataba más y más y Ernesto no dejaba de moverse y de gemir, sin duda estaba sintiendo más placer que dolor,

-muy bien Gabriela, ahora viene lo interesante, no dejes de mover tu dedo,

Martha soltó el miembro de Ernesto y se fue hacia el anaquel metálico donde guarda sus aparatos y saco un posillo metálico y lo puso justo bajo el miembro de Ernesto y de nuevo comenzó a masturbarlo,

-un poco más Gabriela, ya mero termina,

Aceleré mis movimientos lo más que pude y de un instante a otro sentí como el esfínter de Ernesto se cerraba y comenzaba a gemir,

-bien Martha, ya está terminando,

Ernesto no paraba de gemir y de mover su cuerpo, sin duda había disfrutado tremendamente todo aquello, mire hacia abajo y vi como en el recipiente comenzaba a caer el semen de ni esposo,

-lo vez Gabriela, solo un poco más,

Ernesto ya no paraba de gemir y yo seguía moviendo mi dedo más y más rápido mientras que Martha prácticamente exprimía el miembro de Ernesto, hasta que después de unos segundos me dijo,

-ya es suficiente,

Saque mi dedo y me di cuenta que Ernesto respiraba agitadamente, y Martha me dijo,

-sin duda lo disfruto más que nosotras, ahora viene la parte más importante,

-¿que sigue Martha?

Martha tomo el recipiente metálico y camino hasta el rostro de Ernesto y me dijo,

-bien, es hora de que pruebe sus fluidos, es algo que toda buena putita debe de hacer, si es posible todos los días...jajaja

Me acerque a ella y mire a Ernesto, su rostro estaba bañado en sudor y bastante enrojecido y en cuanto vio el recipiente sus ojos se abrieron como platos,

-bien Gabriela, sería buena opción que se lo dieras con tu dedo,

Acerque mi mano hacia el posillo y metí mi dedo y comencé a embarrarlo de semen, se sentía caliente y bastante pegajoso, me asegure de que se quedará una cantidad considerable en mi dedo y después lo lleve hasta su boca, Ernesto al ver mi dedo frente a su rostro comenzó a moverse, pero Martha lo sujeto por el cabello y lo jalo hacia atrás mientras le decía,

-abre la boca putita, no te resistas,

El no tuvo más remedio y separó levemente sus labios, momento que yo aproveché para introducirle mi dedo, el al sentir mi dedo dentro de su boca comenzó a hacer horcadas, pero yo no me detuve y le metí el dedo por completo,

-bien Gabriela, ahora muévelo, que su lengua quede bien impregnada,

Comencé a pasar mi dedo por su lengua tratando de que está quedará bien impregnada y después lo saqué de su boca y lo volví a meter en el recipiente, pero en ese momento Martha me dijo,

-bien Gabriela, pero ahora intenta con dos dedos,

Metí otro dedo al recipiente y me asegure que estos quedarán completamente embarrados de semen y de nuevo se los introduje en la boca, Ernesto volvió a hacer horcadas pero no me detuve y ahora no solo embarre su lengua también trate de impregnarle el semen por toda su boca,

-bien, muy bien Gabriela,

Ernesto ya solo mantenía sus ojos cerrados, su respiración era agitada y su rostro se había puesto aún más rojo y de sus ojos caían algunos hilillos de lágrimas, sin duda lo estábamos sometiendo bastante bien, así que continúe metiendo y sacando el dedo de su boca hasta que deje el recipiente vacío,

-muy bien Martha, este fue un paso muy importante en su iniciación,

-¿cada cuando debemos de hacerle esto?

-bueno, eso tu lo decides, vayamos arriba

Salimos del cuarto de la diversión dejando a Ernesto sobre aquella mesa, esto me estaba gustando más de lo que esperaba

continuara....