Enseño a mi hermano a usar sus poderes mentales

Le enseño a mi hermano a usar sus poderes mentales. Desde un simple engaño hasta embaucar a prostitutas de lujo.

Enseñándole a mi hermano a usar sus poderes mentales.

Espero que Lucas no haya hecho tonterías con sus poderes o que por lo menos haya leído la seudo guía que le dejé. Por el teléfono parecía estar en sus cabales. Si se mandó una cagada lo voy a matar, tal vez no sea para tanto ya que cuando estaba en su misma situación no me comporte muy racional que digamos. Abro la puerta del departamento y apenas entro tengo una sensación extraña. No solo esta Lucas dentro también hay otras personas. Me dirijo a su habitación, le pido permiso para entrar y al ingresar lo veo leyendo una revista sobre su cama. Percibo dos presencias más, son dos mujeres y están seguramente dentro de su armario. Algo les esta pasando, no se sienten bien. Creo que Lucas ni siquiera lo sabe. Mientras abro su armario él me dice algo sobre que espere pero obviamente no le hago caso ante las circunstancias. Como esperaba hay dos mujeres, deben tener casi veinte años y están semidesnudas. Las estoy viendo y no me dicen nada. Las sondeo y encuentro rápidamente su problema. No me cuesta mucho aliviarlas. A viva vos les ordeno que se vayan a la sala principal y que permanezcan allí. Obedecen sin dudarlo y puedo concentrarme en mi hermano.

Lucas. – Tomás puedo explicártelo todo. Tomás. – Entonces empieza. Lucas. – Cuando vi a las chicas dentro del ascensor…. Tomás. – Idiota lo importante no es porque están esas chicas acá sino porque les ordenaste que no respiraran. Lucas. – ¿Qué? Tomás. – Ya me oíste les dijiste: “No muevan un músculo, ni respiren”. Al usar tus poderes de esa manera les creaste un conflicto que las estaba ahogando. Al final seguramente se iban a desmayar si seguían aguantando la respiración de esa manera. Lucas. – No me di cuenta, lo siento. Tomás. – Tienes que ser más cauto con tus poderes. Si hubieras leído lo que te di sabrías que las sugestiones por más fuertes que sean son temporales. Esas chicas se van a dar cuenta tarde o temprano de que vinieron aquí como zombis y van a creer que les hiciste algo. Lucas. – ¿Qué vamos a hacer ahora entonces? Tomás. – Lo de costumbre. Llevar la situación de tal manera que piensen que vinieron aquí por su cuenta. Y otra cosas si piensas armar una orgía ten la amabilidad de cerrar las cortinas. No querrás aparecer en internet y que todos se enteren de las cosas que haces. Lucas. – Lo siento otra vez hermano. Tomás. – ¿Por qué me suenan de algún lado sus rostros? Lucas. – Son las hermanas que viven dos piso arriba. Tomás.  – ¿Y cómo llegaron aquí? Lucas. – Fui a comprar unas galletitas para tomar la merienda y de regreso cuando las vi en el ascensor las invite a merendar también. Use mis poderes sobre ellas y vinieron. Luego les dije si querían conocer mi habitación y también aceptaron. Después les ordené que se desvistieran y empezaron a hacerlo. Llegaste y las metí en el armario. Tomás. – Parece que no fue nada grave después de todo. Lucas. – ¿De veras lo crees? Tomás. – Acompáñame.

Junto con Lucas vamos a la habitación principal. Las chicas están allí, tan solo con sus bragas y sujetadores, sentadas sobre el sofá. Por lo menos mi hermano tiene buen gusto. Están en su punto justo para casi todos los hombres. Espero que no enloquezca después de cepillarse a todas las mujeres que desee. Me concentro en ellas y las predispongo para que lo que diga sea lo que crean en ese preciso momento. Habrá que ver si en el futuro aceptan lo que paso como una locura temporal o algo por el estilo.

Tomás. – Angélica, Virginia esta es una casa decente y no voy a permitir que la manchen con su depravación. Angélica. – Discúlpenos señor. No sabemos que nos ocurrió. Tomás. – Lo que ocurrió fue que junto con mi hermano son unos malditos libidinosos. Lucas. – Eh, yo que culpa tengo. Tomás. – A mi hermano lo voy a castigar yo pero voy a llamar a sus padres para que sepan lo que trataron de hacer. Virginia. – No a nuestros padres no. Por favor señor no les diga nada. Angélica. – Nuestra madre se moriría si lo supiera. Tomás. – Está bien. Quiero que tomen su ropa de donde sean que la hayan puesto y se vayan. Virginia. – Si señor. Angélica. – Si señor.

Fueron a la habitación de mi hermano y cuando regresaron estaban cambiadas. Les abrí la puerta y salieron a toda velocidad.

Lucas. – Hermano te prometo que esto no volverá a pasar. Tomás. – ¿Quieres perder tu virginidad con ellas o con otra mujer? Lucas. – ¿Qué? Tomás. – Lo que oíste. Lucas. – Pero hace unos minutos querías deshacerte de ellas. Tomás. – Si, obvio. No estaban en las condiciones ideales. Lucas. – ¿Cómo sabes que soy virgen? Tomás. – Puedo leer la mente por si no te acuerdas. Lucas. – Pero yo no puedo leer la tuya. Tomás. – Eso es porque no controlas tus poderes. Pensándolo bien antes de hacer cualquier cosa será mejor que aprendas a controlar tus habilidades. Lucas. – Y que hay de mi virginidad. Tomás. – Págale a una prostituta. Lucas. – No quiero hacer eso. Tomás. – Espera a que te enseñe a confundir a las prostitutas de lujo y vas a cambiar de opinión en un instante. Por ahora solo puedes manipular a las personas hasta cierto grado. Angélica y Virginia por lo que comprendí son muy inocentes con otras tal vez no hubieras conseguido que se desvistieran. Tienen potencial y no están nada mal. Lucas. – Piensas hacerles algo. Tomás. – Puede ser. ¿Por qué demonios eres virgen, a tu edad ya me había acostado con dos compañeras de clase y ni siquiera tenía poderes mentales? Lucas. – Es culpa de las mujeres. Tomás. – Si claro. Mañana empezaremos a practicar en múltiples niveles.

Mi hermano va bastante bien. El otro día hizo que una chica que se quedaba mirando si comprar mermelada normal o baja en calorías se llevara diez frascos de la común. Me di cuenta que controlar a Angélica y a Virginia es bastante fácil. Ya no me extraña que Lucas haya tenido éxito con ellas a su primer intento. Con toda esa ropa puritana que usaban no se les podía contemplar en toda su expresión y dijo usaban porque con una ligera manipulación ambas se compraron prendas más sexy además que ahora usaban lencería y no ropa interior del tipo pague dos lleve tres. Me pregunto cuando será el momento oportuno para desvirgarlas. Esa idea que tienen de llegar vírgenes al matrimonio es una tontería que les metieron sus padres que están bien chapados a la antigua. Ahora ni de milagro van a encontrar un hombre que quiera estar con ellas para siempre sin antes haberlas probado. Como toque final me pareció conveniente que fueran al gimnasio para tonificar sus cuerpos, no están regordetas pero una figura más atlética y saludable siempre es lo mejor. Por su parte mi hermano ahora esta bastante contento de tenerlas en casa a menudo. Son bastante buenas para probar sus poderes de forma más elaborada.

Tomás. – Como has visto Lucas cuando usas un control constante e incremental sobre una persona ésta termina obedeciendo naturalmente sin problemas pero cuando tratas de hacer un control forzoso todo acaba en desastre a la corta o a la larga. Lucas. – Ya lo comprendo bien hermano. Tomás. – También he decido que te cases con Virginia lo antes posible. Lucas. – ¡Estás loco hermano! Tomás. – Es broma, es broma, hubieras visto la cara que pusiste. Lucas. – No me digas esas cosas. Tomás. – Las conservaremos como amigas de ahora en más. Después veré si es más conveniente volverlas más sumisas o más perras. Lucas. – Y si se vuelven perras sumisas. Tomás. – Es solo una expresión, al final vamos a probarlas de todas formas. Pensándolo bien será mejor que se vuelvan sexualmente más activas por su propia cuenta no quiero tenerlas observándonos o que se les ocurra la idea de querer estar con nosotros para siempre. Lucas. – Eso me parece más conveniente, en especial la parte del sexo. Tomás. – Volviendo al entrenamiento. Tu nueva tarea será lograr que, no me acuerdo el nombre, bueno la chica más linda de tu clase quiera estar contigo. Lucas. – Hablas de Pamela. Tomás. – Si esa. Lucas. – No se si pueda lograrlo. Tomás. – Ayer lograste que Angélica limpiara el departamento sin decir una palabra ya estas listo para manipular los sentimientos de las personas. Lucas. – Pero como voy a hacer eso. Tomás. – Por desgracia tendrás que aprenderlo por tu propia cuenta no es nada que se pueda enseñar realmente. Primero tendrás que manipular sus acciones físicas y sondear lo que siente. Te darás cuenta que puedes comprender sus sentimientos y retransmitírselos. Buscaras el que te encuentra atractivo y lo explotaras. Puede que suceda que no tengan ninguna química en cuyo caso buscaremos a otra chica.

En Angélica y en Virginia por alguna razón que me es ajena ha despertado un sentimiento fetichista intenso. Como sus padres les cuestionaron su nueva manera de vestirse y actuar trajeron todo lo que compraron a nuestro departamento. Un día bajaron con todo y decidí aceptar su idea de dejarnos sus cosas. Pensé en influir en sus padres pero no era conveniente inmiscuirse tanto además que ahora actuaban de esa manera por ellas mismas sin ningún rechazo. Les gustaba ponerse lo que compraban y mostrárnoslo como si fuera un desfile.   Incluso compraron un espejo de dos metros de alto que también nos dejaron y que coloque en la habitación de Lucas, la cual empezaron a usar como camerino. Era como si solo los cuatro compartiéramos su secreto ya que fuera de nuestro departamento no usaban sus nuevas vestimentas. Tampoco les importaba salir en ropa interior. Cuando salían tomadas de las manos o de la cintura se veían increíbles y el día que salieron en tanga y con los brazos cubriéndose los pechos tuvimos que hacer un esfuerzo increíble para no abalanzarnos sobre ellas. Por mis últimos sondeos han aceptado que vamos a desvirgarlas en cualquier momento ante un arrebato provocado por alguna de sus sensuales pasadas. Cuando piensan en una posible violación se entristecen bastante aunque lo aceptan de todos modos como algo inevitable y que se lo merecen por actuar de esa manera ante dos hombres.

Tomás. – Lucas otra de las cosas que debes aprender es el alcance de tus poderes. Lucas. – ¿Qué alcance tienen? Tomás. – Realmente no lo sé pero puedes utilizarlos a varios metros si lo deseas. Como en el caso de Angélica y Virginia que influyo en ellas aunque estén dos pisos arriba. Lucas. – Habría que probar uno de estos días por lo menos entre nosotros a que distancia podemos contactarnos. Tomás. – ¿Cómo va tu tarea con Pamela? Lucas. – Creo que bien. Se voltea a verme y me tira miradas incisivas. Tomás. – Es un gran avance. Debe estar esperando a que des un primer paso. Te relacionaras más con ella para recolectar más de sus sentimientos. Lucas. – Se donde va a ir este sábado a bailar. Tomás. – Ese va a ser un buen lugar para actuar. Cambiando de tema las chicas van a venir a hacer una de sus pasadas y cuando acaben les vamos a pedir que dejen que les hagamos el amor. Lucas. – ¿Estas seguro? Tomás. – Van a venir a mostrarnos unos zapatos nuevos. Cuando salgan solo van a estar vestidas con ellos. Al terminar su show les hablamos y listo. No va a haber problema van a aceptar sin ningún reparo. Lucas. – Tú tuviste algo que ver en su decisión. Tomás. – Solo un poco. Considero que ya es hora de hacer algo. Obviamente les vamos a aclarar que no es nada sentimental. Solo pasar un buen rato. Espero que estés a la altura de las circunstancias hermano. Lucas. – Claro que si. Tomás. – Angélica se siente más atraída por mí. Te acostaras con Virginia que solo es un año mayor que ti. Espero que también estés atento con tus poderes, no los utilices mientras estas con ella. Además ve a bañarte para estar presentable.

Los zapatos no son nada especiales pero han salido tan solo con unas pequeñas tangas y con los pechos completamente descubiertos. Esta vez hacen un poco más de coreografía. Dan un par de vueltas y amenazan con irse rápidamente pero luego vuelven. Virginia se apoya sobre una sola de sus piernas, con la otra rodilla sobre el suelo y con los brazos abiertos mientras que Angélica se queda tras ella con sus manos sobre sus hombros. Lucas se ha quedado medio embobado pero yo he actuado sobre ellas desde que salieron. Me levanto del sofá, tomo a Angélica de la mano y me la llevo a mi dormitorio. Mientras caminamos le hago saber mentalmente a Lucas: “arréglate”.

La acuesto sobre la cama, primero le quito los tontos zapatos y después le saco la tanguita. Más tarde le indicaré que las chicas buenas mantienen sus vaginas depiladas o con el bello púdico haciendo alguna formita. En el comedor siento como Lucas y Virginia se enredan en una pasión casi animal, espero que el tontuelo no termine embarazándola. Me quito la ropa y me acuesto al lado de Angélica que esta muy excitada por lo que esta pasando. Su mente es un mar de pensamientos casi incomprensible. Le susurro al oído cosas como que es muy hermosa, que la vamos a pasar estupendamente, que se relaje, etc. Extiendo mi mano hasta su entrepierna y empiezo a acariciar los labios superiores de su vagina. Ella cierra los ojos y se deja llevar por lo que estoy haciendo. No tardo en introducirle un dedo y escucho salir sus primeros gemidos. Instintivamente se lleva las manos hasta su almejita como queriendo impedir la penetración pero solo logra acompañar mis movimientos. Ya esta bastante lubricada por lo que alejo mi mano y la acuesto de costado con mi pene apuntando a su culo.

Lucas ya ha hecho su trabajo y desvirgo a Virginia. Su excitación hace difícil comprender lo que les sucede. Rozo mi capullo con la entrada de su cuevita, le levanto una pierna y empiezo a introducírselo. Ella me dice que se lo meta despacio. Encuentro su himen intacto y deteniendo mi avance. Le dijo que ya es hora y ella me responde “hora de que”. La sostengo con más fuerzas y acercando mi pelvis la penetro completamente. A lo que ella da un fuerte grito. Empiezo a bombear constantemente y mirando por sobre su hombro veo un hilo de sangre emanar de su conchita. Me dice que le duele y detengo mis envestidas para que se acostumbre más a tenerlo dentro. Aprovecho para besarle el cuello y masajearle los pechos. Sus pezones están erguidos y ante mis apretones se le vuelven a escapar gemidos. Continúo con la penetración y le logro sacar su primer orgasmo. Sus paredes vaginales se están contrayendo y me esta llegando la hora de descargar. Le saco la verga, me acuesto sobre mi espalda y le dijo que observe. Me masturbo un poco y empieza a brotar el semen de la punta de mi pene. Le pregunto que si quiere probarlo y ella me responde que no se atreve a hacerlo. Entonces utilizo mis poderes, ella lo agarra lo mejor que puede con sus dedos y se lo introduce en su boca. El sabor le parece extraño y eso le gusta. Le propongo ir a comer algo y luego continuar. Ella se sorprende al oírme, pensando que todo había terminado.

Al pasar por la sala principal Lucas y Virginia están dormidos sobre la alfombra como dos tortolitos. Ella tiene semen en sus pechos por lo que mi hermano ha hecho un buen trabajo no metiéndole sus semillitas. Angélica no para de mirarlos, pensando en su hermana, tratando de encontrar algo malo en ellos. La tomo de la mano y la llevo a la cocina. En vez de comer algo lo que hacemos es tomarnos unos vasos de vino. Por un rato hablamos de idioteces. Le dijo que se quede en la cocina y que regreso en un instante. Voy a mi dormitorio y agarro un preservativo ya que no puedo metérselo en limpio después de correrme. De nuevo en la cocina le indico que se ponga las manos sobre la mesada y que abra las piernas. Ella dice que mejor volvamos a mi habitación pero usando mis poderes la convenzo de hacer lo que le acabo de decir. Está algo confundida ya que no entiende bien sus acciones. Me concentro y se ve gozando allí mismo en esa posición. Ahora esta más relajada y ansiosa de tener otro orgasmo. Me hago unos movimientos en el pene y después de que toma forma me coloco el condón. No tardo mucho en estar bombeando dentro de ella pero esta vez le doy más fuertes como si tuviera mucha experiencia. Acepta bastante bien mi mete saca y junto al masaje que le hago a sus pechos le doy otro orgasmo que al poco tiempo es seguido por el mió. Ella parece desmayarse pero por las dudas la sostengo para que no se caiga al piso.

Más tarde las chicas se recuperan, se dan un baño, se colocan su anterior ropa y vuelven a su casa.

Continuara...