Enseñar a amar es más difícil de lo que parece V.

Siempre fui la persona que no podía confiar en nadie, nunca tuve una relación seria y siempre estuve bien así hasta que llego alguien que iba a cambiar mi mundo y a poner mi vida de cabeza.

A la mañana siguiente de nuestra maravillosa noche yo me desperté temprano y tuve varios minutos para observar a Natalia mientras dormía. Yo ya sabía que estaba más allá de mi “no-relación”, estaba más que enamorada de ésta niñita que me había robado el corazón. Estaba en una situación en la que nunca me había encontrado. Estaba en mi país de nuevo, tenía un trabajo estable y tenía una relación en la que estaba más que enamorada. También estaba aterrada de todo esto pero más feliz que nunca.

Natalia se despertó y me descubrió mirándola, me regaló una de esas sonrisas maravillosas… Sin pensarlo mucho y solo porque era lo único que podía sentir y pensar en ese momento le dije “Te Amo”. Ella se sonrojo y vino y me dio un dulce beso que me llego al alma y me dijo “Yo te amo más”. La tuve entre mis brazos por un largo tiempo, pensando en el paso a seguir, ya sabía que estaba enamorada y que ella me amaba a mí, así que las cosas se veían muy bien para mí.

Ese día nos quedamos todo el día acostadas, solo disfrutando de estar juntas y para el final del día yo ya estaba convencida que no la iba a dejar ir. Cuando ella estaba alistando sus cosas para que la llevara a la casa de sus papas luego de ese maravilloso fin de semana no aguante más y me quede mirándola, ya sabía que la quería siempre a mi lado por lo que le dije:

Carolina: ¿Y si te quedas?

Natalia: No mi vida, no puedo, ya hable con mi mamá y no se oía muy feliz de que me hubiera desaparecido todo el fin de semana.

Carolina: ¿Y si te quedas?

Natalia: Jajaja no amor, en serio no puedo, si estas cansadita no te preocupes que yo tomo un taxi. Más bien mañana almorzamos, ¿te parece?

Carolina: No, no me estas entendiendo… Quiero que te quedes conmigo. Quiero que vivas conmigo. Quiero que estés siempre conmigo…

Ella se quedo en silencio por el minuto más largo de mi vida. Se volteo a verme y tenía los ojos aguados…

Natalia: ¿Me estás hablando en serio?

Carolina: Es lo más serio que he dicho en mi vida.

Con una sonrisa se me acercó y tomó mi cara entre sus manos. Yo ya estaba lista para que me dijera que no, que era una tontería, que todo iba muy rápido, que teníamos la diferencia de edad, que ella tenía que terminar la universidad… Todas las excusas que yo me había puesto para intentar evitar enamorarme de ella, y me dijo:

Natalia: ¿Tú sabes que yo te amo, cierto?

Ya sabía que la respuesta no iba a ser buena…

Carolina: Aja…

Natalia: Así que por supuesto que me encantaría vivir contigo el resto de mi vida… Si me estás hablando en serio claro que me quedo a vivir contigo.

De verdad, yo no lo podía creer, así que la abrace, la bese y desde ese momento no la deje irse de mi lado.


Nota de la autora:

Primero, les quiero agradecer a todos los que me leyeron por el tiempo que se tomaron en leer y en comentar mis relatos. También quiero disculparme por dirigirme a ustedes de ésta forma pero me parece importante explicarles porque éste relato es más corto que los anteriores.

Al principio cuando planee la historia mi idea era traer la historia hasta acá y que Natalia provocara los celos de Carolina hasta hacerla confesar que la amaba tanto como ella, sin embargo, mientras escribía me di cuenta que una persona que realmente estuviera enamorada y la amara tanto, jamás la iba a hacer sufrir con celos solo para que confesara lo mucho que la amaba, así que preferí dejarlo así, como un amor puro y en el que lo que importa son los sentimientos más que las palabras que se digan.

De nuevo, por favor disculpen mi atrevimiento al dirigirme directamente a ustedes y mil gracias por leer mis relatos.

Un abrazo enorme.