Enseñándole a coger a un ciego

Una amiga muy recatada, tiene un hijo adolescente y ciego, y lo encontró masturbándose, ella no sabe que hacer y me pide ayuda, yo le consigo una prostituta y luego...

ENSEÑÁNDOLE A COGER A UN CIEGO.

Tengo un grupo de cinco amigas, todas profesionales, nos reunimos en el restaurante de una de ellas una vez por semana, todas se quejan de los hombres y yo los alabo, por eso dicen que estoy loca. Todas están casadas, yo soy la única divorciada y por tercera vez y como cosa rara, ahora no tengo pareja. Esa noche todas se quejaban de los maridos, una que, si bebe mucho, la otra que prefiere el fútbol a ella, otra que el esposo trabaja mucho y la tiene abandonada, y así fueron de queja en queja pasando por la agresión física y psicológica, hasta llegar a las infidelidades descaradas de sus maridos, yo les decía que hay que pensar como ellos: los hombres nos ven como objetos sexuales… ¿Por qué no verlos a ellos de la misma forma?

Todas me dijeron que estaba demente, que eso sería casi como ser una puta, yo reía a carcajadas con cada argumento victoriano que me daban, yo replicaba diciéndoles que estaba de acuerdo en que no podíamos ser tan descaradas como ellos, que la sociedad aún no estaba preparada para la igualdad sexual, pero que había otras formas de gozar nuestra sexualidad, no necesariamente con el marido… bueno, la cantidad de cosas que me dijeron fueron realmente ridículas, yo sabía que dos de ellas habían tenido amantes, entonces por qué tan melindrosas e hipócritas, las otras dos eran tan feas que de milagro consiguieron marido y la Ale era la santa del grupo.

La reunión estaba llegando a su fin y la Ale le pidió jalón a Victoria porque su camioneta estaba en el taller, Victoria se disculpó diciéndole que no iba para su casa, las demás se hicieron las locas, cuando vi que iba a pedir un Uber, le dije que yo la llevaba, al principio se negó porque vivimos en lados opuestos de la ciudad, pero ahora que estaba sola, no había nadie que me esperara, así que la llevé a su casa:

YO: Ale, hoy te noté como distraída, ¿te pasa algo?

ALE: No, Chiqui, nada, gracias.

YO: ¿Cómo que nada? Te conozco muy bien, Ale, y sé que te pasa algo… pero si no quieres contarme, respeto tu decisión.

ALE: Sí, Chiqui, sí me pasa algo

YO: Pero habla, mujer… ¿Es tu marido?

ALE: No, sabes que él es un amor conmigo, es que

YO: ¿Tu hijo?... ¿Qué? ¿Le pasó algo? ¿Se volvió a caer?

ALE: No, nada de eso… es que Emilio está creciendo y

YO: ¿Y?... ¿Es virgen?

ALE: Exacto, se lo comenté a mi marido y me dijo que se encargaría de eso, pero no hace nada… estoy preocupada… cada noche después del besito de las buenas noches… lo oigo… hacer cosas

YO: ¿Se masturba?

ALE: Exacto… y no sé cómo manejar el asunto… se lo consulté a Victoria y ¿sabes lo que me dijo?... llévale una prostituta… realmente no sé qué hacer.

YO: Lo de la puta no es mala idea.

ALE: Imposible, Emilio aún es un niño y

YO: Sí, tal vez es muy violento para su edad… ¿Y la Juanita será que no se anima?

ALE: ¡Chiqui! Cómo quieres que le diga a la empleada: Oiga, Juanita, ¿me haría el favor de acostarse con mi hijo ciego?

YO: No, no así, pero… tampoco, Juanita descartada

ALE: Victoria me dice que no me preocupe, que esas cosas les pasan a los chicos, así de repente… pero Emilio no puede ni salir solo a la calle… ¿Cómo va a conocer chicas? Y menos

YO: Creo que yo te puedo ayudar.

ALE: ¡Chiqui! No estarás pensando en

YO: ¡No! Tonta ¿Cómo crees? Si yo hasta le cambié los pañales a Emil, no… es que tengo una amiga que se coge todo lo que se mueve y… déjame hablar con ella y te cuento.

La Tere no quiso, me dijo que a ella le encantaba coger, pero que no iba a servir de maestra con un pendejo que ni siquiera la podía ver. Si la Tere no quiso, que era más puta que las gallinas, menos iba a encontrar a otra… como que la opción de la puta seguía siendo la más viable. Llamé por teléfono a la Ale:

YO: Hola, Ale, mira, mi amiga se echó para atrás

ALE: Ya lo suponía… las cosas se me están saliendo de las manos

YO: ¿Qué pasó?

ALE: Ya bastante tormento es para mí oírlo masturbarse todas las noches

YO: ¿Y tu marido lo sabe?

ALE: Sí, se lo conté por teléfono porque anda de viaje

YO: Entonces déjalo en sus manos, al volver seguramente sabrá que hacer.

ALE: ¡Vuelve en un mes!

YO: Pues espera a que todo se arregle en un mes.

ALE: Es que no sabes… ayer… él siempre nos siente cuando nos acercamos… pero ayer… entré a su cuarto y se estaba masturbando… lo vi, Chiqui, lo vi

YO: ¿Y Emil no te sintió llegar?

ALE: No, estaba tan concentrado en… bueno, pues en eso… que no me sintió

YO: ¿Y qué hiciste?

ALE: Pues lo regañe muy fuerte… yo sé que ese no es el camino, pero… ahora ni me habla de la vergüenza… ya me disculpé con él, le dije que masturbarse era natural, máxime en los chicos de su edad… pero lo peor es que se puso a llorar, yo traté de abrazarlo, pero me rechazó, está enojado conmigo y no sé qué hacer.

YO: No, Ale, Emil está enojado con él mismo porque no sabe qué hacer… mira, amiga, yo creo que la solución que te dio Victoria sigue siendo la única opción para tu hijo.

ALE: Jamás metería a una prostituta a mi casa.

YO: Ay, Ale, me parece que te pasas de santurrona, si solo van a coger, además es por el bien de tu hijo.

ALE: ¡Jamás!

YO: Pero estás de acuerdo en que es la única opción que te queda… ¿no dices nada?... debo tomar eso como ¿el que calla otorga?... Ok. Por fin estamos de acuerdo en algo… ahora toca conseguir una puta… no ha de ser tan difícil

ALE: Pero que sea fina… no quiero que le peguen alguna enfermedad.

YO: ¡Ah! ¿Tú quieres que yo le consiga la puta?

ALE: Perdón, Chiqui, ya has hecho bastante por nosotros, perdón.

YO: No, está bien, yo se la consigo, es más, si te voy a hacer el favor, te lo voy a hacer completo, será en mi casa, así la tuya seguirá purificada y libre de pecado.

ALE: No te burles de mí, por favor.

YO: Si no me estoy burlando, lo digo de verdad, si tú tienes pudores con tu casa, yo no, déjame conseguir la puta y te aviso.

ALE: ¿Pero así nada más?... ¿Tú crees que Emilio estará preparado? ¿Y si no se atreve?... Recuerda tu primera vez… yo estaba que me moría… ¿Sentirá lo mismo Emilio?... No es cosa de decirle que vaya a tener sexo con una prostituta y ya… no sé… todo puede salir mal y en lugar de aplacar sus deseos, se puede volver un misógino… no sé

YO: Tienes razón, hay que prepararlo ¿Por qué no le hablas?

ALE: Ay, Chiqui, si a la nena fue Victoria la que le habló de sexo, si no lo hice con mi hija, menos lo voy a poder hacer con Emilio.

YO: ¡Ya está! Yo le hablo.

ALE: ¿De verdad, amiga? ¿Harías eso por mí?

YO: Sí, prepáralo, mañana en la tarde paso por él y le hablo.

ALE: ¡¿Fuera de la casa?!

YO: Fuera de su casa, es mejor, créeme, Emil se va a sentir más libre sin la presencia de su mamá, paso por él a las cuatro.

Yo que nunca había tenido hijos, ahora debía enseñarle a coger al hijo ciego de la Ale, bueno, pero para que son las amigas si no es para ayudar. Lo primero era contactar a la puta indicada, luego hablaría con Emil y cuando estuviera de acuerdo, arreglaba la cita… yo nunca había visto coger en vivo y a todo color, tal vez hasta me iba a divertir con este caso, mi lado voyerista se alborotó… entre a Google y mi sorpresa fue mayúscula al encontrar una cantidad inmensa de páginas:

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Todos ponía números de teléfono para contactar, estaba visto que conseguir una puta iba a ser la cosa más fácil del mundo, ahora el asunto era que decirle a Emil.

Pasé por él a su casa, la Ale me ayudó a acomodarlo en el carro y me dio mil recomendaciones, Emil se enojó y le dijo que era ciego no estúpido, la situación se puso tensa:

YO: Te lo traigo a las siete.

ALE: Por favor no lo dejes solo que se puede caer, que no suelte su bastón por nada del mundo, que se abrigue bien porque va a llover… Y no sé cuántas cosas más me dijo porque arranqué y solo le dije adiós sacando la mano por la ventanilla.

EMIL: Gracias, tía, por sacarme de esa cárcel.

YO: No seas exagerado, Emilio, tu mamá te ama y por eso te protege más de la cuenta.

EMIL: Bueno, tal vez sí, pero me asfixia.

YO: ¿A dónde quieres ir?

EMIL: A dónde usted me quiera llevar, tía.

YO: Esta bien, vamos a mi casa.

EMIL: ¿Le puedo hacer una pregunta sin que se moleste?

YO: Con una condición

EMIL: ¿Cuál?

YO: Yo te contesto lo que me quieras preguntar, pero luego tú me contestas todas las preguntas que yo te haga ¿De acuerdo?

EMIL: Ok. Tía… ¿por qué me sacó a pasear si nunca lo hace?

YO: ¿Necesito algún motivo para sacar a pasear al chico más guapo del mundo?

EMIL: Por favor, tía, no me trate como a un niño, o lo que es peor, no me consienta por ser ciego.

YO: Tienes razón, Emil, discúlpame, desde ahora te trataré como lo que eres, todo un hombre.

EMIL: Usted es la única que me dice Emil de todas las amigas de mi mamá.

YO: ¿Te gusta?

EMIL: Sí, me hace sentir especial.

Durante todo el camino traté de llevarlo distraído sin tocar el tema que nos ocupaba, al llegar a casa lo ayudé a bajar y nos encaminamos a la sala, le serví un refresco y yo una copa de vino, le dije que, si quería oír música, fatal error, me dio el número de una estación de radio y me tuve que aguantar una cantidad de gritos sin ton ni son, pero todo sacrificio estaba bien para que Emil se sintiera en confianza, no sabía por dónde empezar:

YO: Tú mamá me pidió que te hablara.

EMIL: Estoy peleando con ella.

YO: ¿Por qué?

EMIL: Porque… es una metiche… no me deja solo nunca… me cuida como si fuera inválido… no tengo vida privada

YO: Te encontró masturbándote y no supo cómo reaccionar, ni tú tampoco.

EMIL: ¡¿Se lo contó?!

YO: Sí, pero no pienses mal de ella, está desesperada, no sabe cómo manejar este asunto tan delicado.

EMIL: No le voy a volver a hablar nunca en mi vida.

YO: Querías que te tratara como a un hombre y te comportas como un niño.

EMIL: Perdón.

YO: Mira, Emil, es muy difícil para una mamá tratar los asuntos sexuales con un hijo, la Ale en definitiva no nació para hacerlo, por eso me pidió ayuda, no es cierto, yo se la ofrecí desinteresadamente.

EMIL: ¿Y cómo piensa ayudarme?

YO: Pues… después de buscar varias soluciones… la única que encontramos… fue… traerte una prostituta… claro, si tú quieres… no te quedes callado por favor… sé que es incómodo para ti hablar de estos temas con la tía Chiqui, pero tu papá vuelve hasta dentro de un mes y tu mamá está desesperada… ¿Qué piensas?

EMIL: Pues… no sé… nunca he estado con una mujer y

YO: ¿A qué le tienes miedo?

EMIL: No es miedo… es solo qué… no sé… ¿Y si no puedo?

YO: Ay, Emil, a tu edad todos los hombres pueden

EMIL: Pero si a la mera hora no puedo… no, que vergüenza

YO: Bueno, eso le pasa alguna vez hasta el más macho, pero a ti no te pasará… pero, mira, como tienes ese pantalón, como si fuera carpa de circo

EMIL: Que pena, tía… no lo puedo evitar… me levanto así, paso todo el día así y después de

YO: Masturbarte, dilo sin pena, todos lo hacemos, masturbarte.

EMIL: Bueno, pues después de eso… de masturbarme, antes de dormir, sigo así… ¿Usted se masturba, tía?

YO: Cuando era joven lo hacía mucho, pero cuando perdí mi virginidad lo hacía con mis novios

EMIL: ¿Se masturbaba con sus novios?

YO: No, mi amor, hacíamos el amor, entonces ya no tenía necesidad de masturbarme.

EMIL: ¿Cuándo fue la última vez que se masturbó?... está bien… si no me quiere contar, no me cuente

YO: No, sí te voy a contestar, fue anoche.

EMIL: ¿Anoche? Y… ¿Qué sintió?... ¿en quién pensaba?

YO: ¿No te parece que son muchas preguntas? Más bien cuéntame tú.

EMIL: ¿Qué quiere que le cuente?

YO: Eso, ¿qué sientes? ¿en quién piensas?

EMIL: Pues… siento rico… y pienso en… pero por favor, no se lo vaya a contar a mi mamá.

YO: Te lo juro.

EMIL: Pienso en… Victoria… dice mi mamá que tiene bonito cuerpo y como se mantiene en mi casa pues

YO: Así que Victoria, me voy a poner celosa

EMIL: No juegue conmigo, tía

YO: Era una broma Emil, Victoria está re buena, como dicen ustedes los hombres, tiene bonitos pechos y unas nalgas prominentes.

EMIL: ¿Qué quiere decir “prominentes”?

YO: Que tiene buen culo, pues.

EMIL: Ah… ¿Y usted tía cómo es?

YO: Quieres que te diga como soy para luego ¿masturbarte pensando en mí?

EMIL: Perdón, tía.

YO: No pasa nada, Emil, lo hombres se masturban pensando en J. Lo, en Rihanna, Scarlett Johansson y muchas más ¿Cómo me iba a enojar porque tú te masturbaras pensando en mí? Viéndolo bien, hasta sería un honor.

EMIL: ¿De verdad le gustaría que me masturbara pensando en usted?

YO: Yo no dije que me gustaría, dije que si lo quieres hacer yo no tengo ningún problema.

EMIL: ¿Cómo es físicamente, tía Chiqui?

YO: Pues, ¿Qué te digo?... mira… mido un metro sesenta y cinco… soy morena clara… soy delgada con carnes donde debe haber, tengo bonitos pechos y mi mejor atributo es mi cinturita que hace resaltar mi trasero bien paradito ¿Contento?

EMIL: Ay, tía, que descripción más bonita hizo de usted

YO: ¿Cómo quieres la prostituta? ¿Cómo Victoria?

EMIL: No, cómo usted.

YO: Ahora la que se va a poner celosa es Victoria.

EMIL: Que me importa, la tía Victoria es

YO: ¿Qué?

EMIL: Yo sé que ella no lo hace por maldad, pero… cada vez que llega a mi casa me besa como si fuera un niño… y me pega mucho sus pechugas y

YO: Te excita.

EMIL: Sí.

YO: Estoy segura que Victoria no sabe lo que te hace sentir, por eso yo mejor ni te me acerco

EMIL: No es necesario que lo haga, su perfume de jazmín lo tengo grabado en la memoria y sus pasos con tacones también, la puedo sentir a distancia, pero no sabía cómo era, ahora

YO: Bueno, bueno, bueno, dime ¿Cuándo quieres que te traiga a la prostituta? Va a venir aquí a mi casa porque la Ale dice que en su casa ¡Jamás! ¿Cuándo?

EMIL: Mañana no puedo porque tengo que ir al doctor, ¿El jueves?

YO: Hecho, el jueves dejarás de ser virgen.

Al irlo a dejar de regreso, se venía tocando la verga encima del pantalón, según él, lo hacía con discreción, pero yo iba encantada con el espectáculo que me iba dando, al llegar a su casa, la Ale lo recibió a besos y entraron juntos abrazados, al volver a mi casa me puse en contacto con una agencia que maneja scorts internacionales, quería que su primera vez fuera con una mujer monumental, llamé a la agencia, pedí una chica lo más parecida a mí, casi me caigo de espaldas cuando me dijeron el precio $500.00 la hora, la reservé para el jueves a las cuatro de la tarde, tenía que pagar con mi tarjeta de crédito, bueno, ya se lo cobraría a la Ale.

Más tarde la llamé para contarle el precio, ella también cayó de espaldas, me dijo que me repondría el dinero y me agradeció por el cambio que había tenido Emil, me dijo que hablaron y que ahora las cosas iban muy bien entre ellos dos, me dijo que no sabía que le había dicho yo, pero que Emil estaba muy ilusionado y feliz, hasta le contó sobre las pechugas de Victoria, le dije que debía hablar con ella para no seguir provocando a Emil, me pidió que lo hiciera yo… bueno ¿Qué se habrá creído que era yo? ¿Una solucionadora sexual?... llamé a Victoria y le conté lo sucedido, las dos nos reímos mucho sobre la provocación que había logrado en Emil y me dijo que a partir de ahora lo iba a saludar de lejos… ja ja ja.

El jueves lo preparé todo, sería en el cuarto de huéspedes, puse una silla enfrente de la cama, seguramente la puta no pondría ninguna objeción al verlos coger, fui por Emil a la una, no quería que ningún retraso fuera a impedir mi  espectáculo, Emil estaba guapísimo, con esa melena larga, esa barba incipiente y esa loción con olor madera, lo hacía lucir muy sexi, la Ale me lo recomendó como si en eso fuera su vida, hice lo mismo de la otra vez, la dejé hablando sola ja ja ja… llegamos a mi casa a las tres y media, lo llevé al cuarto de huéspedes, les puse bebidas y música, le dije que se pusiera cómodo, se quitó los zapatos y se acostó a esperar, dieron las cuatro y la puta no aparecía, me empecé a angustiar, cuatro y cuarto y nada, Emil me preguntaba que qué pasaba, que por qué no llegaba la chica… no sabía qué hacer… si no aparecía ¿Lo iba a decepcionar?

Dieron las cuatro y media y la chica no apareció, entonces le dije que me dejara llamar a la agencia para ver si me podía mandar otra chica en su lugar, el pobre Emil estaba que reventaba, se le notaba la verga bien parada. No me contestaron… bueno, si no aparecía estaba dispuesta a hacerle una paja por lo menos, no lo podía dejar así:

YO: Emil, tal parece que la chica tuvo algún inconveniente porque no viene… no te pongas así, mi amor… si no es hoy, será mañana

EMIL: Gracias, tía, sé que no es su culpa, pero tengo tantas ganas… me deja ir al baño a masturbarme… o sálgase y lo hago aquí, no tenga pena que no le voy a manchar las sábanas

YO: Haré algo mejor, si me prometes no decirle a nadie… yo te puedo masturbar… pero júrame que no se lo contarás ni a tu psicólogo.

EMIL: Sí, Tía, se lo prometo, se lo juro

YO: Esta bien, desnúdate.

¡Qué verga, por Dios! Lo que la naturaleza no le dio de vista se lo compensó en verga, era inmensa, larga y un poco gruesa, pero sobre todo cabezona y ¡Que huevos! Parecía que tenían guardada mucha leche, para su edad era un chico muy velludo… no sé por qué lo hice, pero también me desnudé, no iba a pajear a un hombre vestida, si iba a ser su puta masturbadora, por lo menos tenía que ponerme el traje de Eva… le pedí un momento, solo me iba a bañar, lo hice lo más rápido que pude, cuando me oyó llegar:

EMIL: ¿Está denuda, tía?

YO: Sí, Emil, pero no te vayas a aprovechar, solo te voy a masturbar.

Me subí a la cama gateando dispuesta a jalar esa verga prodigiosa… cuando sonó el timbre:

YO: Creo que es tu chica:

EMIL: Dígale que se vaya, prefiero sentir sus manos.

YO: No sabes lo que dices, déjame ponerme mi bata y te la traigo.

Era una chica colombiana, de Medellín, por su acento, le dije que si no le importaba que los viera coger y me dijo que no, me pidió disculpas por el retraso, le dije que lo verdaderamente importante es que ya estaba aquí, le dije que el chico era virgen y ciego, ella no puso ninguna objeción, la lleve a la habitación, me quité las pantuflas y cerré la puerta quedando yo dentro, me coloqué en mi silla con la bata puesta:

ZULEMA: Hola, guapo, soy Zulema, ¿Cómo te llamas?

EMIL: Hola Zulema, soy Emilio.

ZULEMA: Me dijo tu tía que eres virgen, no te preocupes, que yo he desvirgado a varios chicos, tengo experiencia.

Zulema se desnudó, ¡Que cuerpo, por Dios! Se notaba que tenía las tetas operadas, pero que culo, a mí no me han atraído nunca las mujeres, pero esa estaba para comérsela. Zulema se subió a la cama y le agarró la verga, yo miraba su culo abierto y su panocha rosada, que espectáculo, tuve que moverme a mi izquierda para ver como Zulema le mamaba la verga a Emilio, era una profesional, seguro aprendería algunas cositas, se tragaba toda la verga y luego sacaba la lengua para acariciarle los huevos, ¿Cómo lo lograba? Su lengua era larguísima.

Luego le dijo que iba a probar una cuca por primera vez, se le subió a la cara y se sentó en ella, Emil degustaba aquella concha con mucho placer, la verga le cabeceaba de lo caliente que estaba, yo me quité la bata con mucho cuidado para no hacer ruido y me acariciaba la rajita tragándome mis gemidos, Zulema me volteó a ver y me tiró un beso, a mí me dio vergüenza, pero era tanta mi calentura que sonreí. Por fin Zulema le puso un preservativo con la boca, esa mujer me tenía sorprendida, que habilidades tenía, luego se le subió encima y lo cabalgó delicioso, ella empezó a gemir y Emilio bufaba, yo tenía dos dedos entrando y saliendo de mi panocha y me acariciaba el clítoris.

Si no estoy mal, Emilio ya había tenido dos orgasmos y Zulema había fingido un montón, practicaron casi todo el Kamasutra, se notaba que Zulema quería dejar huella en ese chico virgen, se portó como lo que era, una buena puta, luego Emilio la puso de perrita y tratando de encontrar su pepa se confundió de hoyo:

ZULEMA: Por ahí, no papito, tu tía solo pagó por el vaginal, el anal es a otro precio.

Emilio se la sacó y lo metió en el hoyo correcto, Zulema gemía como si en verdad lo estuviera disfrutando, yo apresuré mis metidas y sacadas de dedos y me vine en un orgasmo delicioso, casi al mismo tiempo Emilio tubo su tercer orgasmo en la papaya de esa puta espectacular.

Zulema dijo que la hora había pasado y que había sido todo un honor haber sido la primera mujer de Emilio:

EMIL: Gracias Zulema, eres increíble y también gracias a usted, tía Chiqui.

¡¿Emil sabía que yo había estado ahí todo el tiempo?!

ZULEMA: Bueno, los dejo y ya sabes, si quieres sexo anal, vas a tener que pagar un poquito más.

YO: Gracias a ti, Zulema, seguramente te vamos a volver a llamar y sí, la próxima vez pagaré un poquito más para que Emil conozca los placeres anales, ven te acompaño a la puerta.

Zulema se despidió dándome una nalgada. Al regresar a la habitación no me di cuenta que estaba desnuda

EMIL: ¿Tía?

YO: ¿Sí, Emil?

EMIL: ¿Le gustó verme cómo perdía mi virginidad?

YO: Perdón, Emil, no debí hacerlo.

EMIL: A mí me encantó que me viera, me imaginaba que estaba con usted.

YO: No digas tonterías y vístete que ya es hora de irte a dejar.

En el camino nos fuimos sin palabras, pero algo conspiraba entre nosotros dos, la Ale me recibió con un fuerte abrazo lleno de lágrimas y en un susurro me preguntó:

ALE: ¿Cómo fue?

YO: Mejor, imposible.

Luego Emilio se despidió con un abrazo muy pegado a mi cuerpo, sintiendo toda la extensión de su verga en mi pubis, me puse muy nerviosa y les dije adiós con la promesa de volver el siguiente jueves para que Emil tuviera su sesión de sexo. La Ale me llamaba todos los días agradeciéndome el favor, me decía que Emil era otro, que ya no se masturbaba tan seguido, que quería estudiar para ser ginecólogo, en fin, una panocha lo había transformado en otro ser humano.

Esa semana la pasé con mucho trabajo, llegó el bendito jueves y ya no sabía qué hacer, por un lado, me había encantado verlos coger, pero por el otro, estaba la posibilidad de que yo fuera su puta, ya había estado a punto de pajearlo, ¿Qué me impedía cogérmelo? Nada, solo un poco de pudor, yo había sido media puta toda mi vida, pero una cosa era darle las nalgas al hombre que me gustara y otra cogerme a ese puberto, pero es verga… esa verga, por Dios… esta vez preparé mi cama, me bañé como la quinceañera que va a su primera vez, me depilé la cuca con esmero, me perfumé, me maquillé y me fui por Emil.

Estaba más guapo que la primera vez, sin que Emil se diera cuenta, la Ale me dio el dinero que me debía y ahora el doble porque quería que Emil se la pasara muy bien, me lo llevé a mi casa sin saber exactamente qué es lo que yo quería, Emil quería coger, eso estaba claro, pero yo ¿quería coger con él? Seguramente sí, porque si no fuera así hubiera llamado a Zulema:

EMIL: Tía, la llamé toda la semana y no me contestó.

YO: Sí, mi amor, es que estuve muy ocupada.

EMIL: No quiero que llame a Zulema, quiero estar con usted.

YO: No la llamé, pero no estoy segura que eso, que estamos a punto de hacer, esté bien.

EMIL: ¿Por qué? Porque soy ciego.

YO: Esas manipulaciones no te van a funcionar conmigo, si lo hiciera es porque me da la gana y si no, también.

EMIL: Perdón, tía.

Llegamos a mi casa, ahora en lugar de refresco serví dos copas de vino, puse boleros y me senté con las piernas abiertas, total ¿Qué? No me podía ver, me toqué la pepa, saqué mis tetas, me acariciaba los pezones, corrí mi tanga… me gustaba ese juego de morbosear enfrente a él sin que se percatara de ello.

EMIL: ¿Puedo pedirle un par de favores?

YO: Tú pide, ya veré si te los concedo.

EMIL: Uno: he oído varios relatos, donde las mujeres hablan de manera obscena y eso me excita

YO: ¿Dos?

EMIL: Dos: quiero probar, que se siente hacérselo por el ano.

YO: Estás dando por sentado que yo me quiero acostar contigo.

EMIL: Entonces ¿Para qué me trajo?... tía, Chiqui, oí perfectamente como sus dedos penetraban su vagina, ese chapoteo me provocó mi primer orgasmo con Zulema… tía, por favor… además casi está desnuda

YO: ¿Estás seguro que no ves nada?

EMIL: Nada, pero los demás sentidos los tengo muy sensibles, es como si viera con los oídos, con mis manos, con la nariz y con mi lengua… ahora está tocándose, ¿no es cierto?

YO: Bueno, a ver, no me voy a portar como la santulona de tu madre… está bien, te voy a masturbar… pero solo eso

EMIL: Está bien, tía, con eso me conformo… me voy a desnudar

Yo también lo hice, luego como la puta de Zulema me fui directo a su verga y lo masturbé, le tocaba los huevos con la otra mano, su verga me palpitaba en las manos y crecía y crecía, yo tenía la cuca empapada, y la boca se me hacía agua, Emil me amasaba las tetas con tanta pasión que me dolían, pero no le dije nada, quería que nuestra primera vez fuera inolvidable, de pronto siento como su chorro de leche me bañó las tetas y las manos, otro poco lo sentí en la nariz, Emil tenía una cara de placer que no podía con ella, yo tomé una servilleta y me limpié, su verga estaba chorreando de semen… la vi y no aguanté las ganas, me metí esa pija a la boca hasta dejarla totalmente limpia, aproveché para hacer la proeza de la puta, me tragué toda la verga, pero mi lengua no alcanzó sus huevos, debería de ensayar más seguido para llegar a tocar sus huevos con la boca llena de verga.

La pija no se le bajaba, dichosa juventud, yo estaba hirviendo, se la seguí mamando, bajaba a chuparle los huevos, en eso me toma de la cabeza y me mete la verga a la boca, empezó a darme duro y rápido, yo sentía que me ahogaba, pero no iba soltar esa verga por nada del mundo, sentía sus pelos en la nariz, y que olor de verga y de huevos, le olían a macho, ¡Dios!... sabía que nada tenía que ver Dios con esa mamada, pero no encontraba otra palabra, tal vez ¡Puta! Era más apropiada, en esas estaba cuando siento que otro chorro de semen me baña la garganta, tragué todo lo que pude, pero unos chisguetes se me salieron por la comisura de los labios, con los dedos, me los metí a la boca… era increíble que ya me había tragado la leche de Emil y ni siquiera lo había besado en la boca… me sentí tan puta.

Como estaba sudando, me fui a dar otro baño, pero la cuca la tenía tan mojada que ella se bañaba sola, al salir, Emil seguía con la verga parada, no podía ser, ese niño era un prodigio para coger, que potencia:

EMIL: Tía, ya me tocaste, ya me hiciste sexo oral, ¿me vas a enseñar a hacer el amor?

YO: Ay, Emil, hacer el amor es otra cosa, eso lo vas a sentir cuando te enamores de una mujer, ahora a coger ya te enseñó Zulema.

EMIL: Que rico oírte decir la palabra coger.

YO: Te confieso que me tienes caliente, ¿Quieres coger? Pues vamos a coger.

EMIL: ¿Y me vas a cumplir mis dos peticiones?

YO: Empecemos con una… ya veremos si más adelante te doy el culo.

EMIL: Ay, tía, que rico oírte.

YO: Ven, hagamos un 69, necesito que me mames la pusa mientras me trago tu verga… ay, papito, que rica lengua… así… chúpame el clítoris, así, mi rey… ay, qué boca… así… naciste para mamar cucas… vas a hacer muy feliz a la mujer que sea tu esposa… así… que rico

EMIL: Así, tía… que rico me chupa la paloma… ay… que delicia

YO: ¿Te gusta como tu puta te chupa la moronga?

EMIL: Sí, tía, que rico

YO: No me digas tía, cabrón… ahora soy tu puta… tu sumisa… tu esclava… haz conmigo lo que quieras… úsame… jódeme… chíngame… písame… chímame… viólame

EMIL: Ay que rico, puta rica… ven… ponte de perrita… quiero probar esa pusa tan rica que tienes… a la puta… que caliente y apretada tienes la panocha, no como la puta de la Zulema, toda floja… así, cabrona… mueve ese culo

YO: ¿Te gusta cómo te muevo el rabo, papito?

EMIL: Me encanta, puta de mierda

YO: Eso, mi rey, trátame como tu puta… nalguéame… así, que rico… más duro… así me gusta… déjame las nalgas coloradas de tantas nalgueadas… así, papi… jálale el pelo a esta puta… así, mi amo… dale verga a esta sucia puta come vergas

EMIL: Me muero por partirte el culo en dos… ¿puedo?

YO: A una puta como yo no se le pide permiso, solo se le mete la verga en el culo y se lo destroza, aunque llore… ¡ay! ¡Hjueputa!... que verga tan gruesa… ¡ay! ¡Siento que me cago!... ya me sacaste unas lágrimas… puta, que dolor

EMIL: Sho, puta de mierda… mueve el culo y apriétame la verga… así, puta, cara de mi culo… así, pedazo de mierda… siento en la punta de la verga como te empujo la caca

YO: Ay, mi macho… ya empiezo a sentir placer… mi hoyo por fin se amoldó a esa vergota que tienes… ay, papi, dame verga… más… entiérramela toda… sácamela por la boca… a la puta… siento que me vas a reventar el útero… hazme mierda, papi… destrózame el culo

EMIL: Ya, mi puta… muévete más… así cabrona, culona de mierda, me vengo… que rico cuuuuulooooooooooooo

Yo no terminé, pero no me importó, sabía que Emil nunca iba a olvidar esta tarde, a pesar de que no fui la primera, Zulma se lo cogió rico, de eso no cabía duda, pero para ella Emil era un cliente más, para mí era un reto, por eso le dije todas las groserías que se me ocurrieron y lo hice sentir el mejor macho del mundo, hasta le di el culo, cosa que hacía rato no se lo daba a nadie… pero esa verga… lo fui a dejar y lo mejor es que me gané $1000.00 y los jueves que faltaban, a ese paso iba a ganar mucho dinero con el sudor de mi culo.

Pasé dos años cogiendo todos los jueves con Emil, lo volví en un experto cogedor, todo terminó porque Victoria lo conectó con una asociación de ciegos, donde conoció a otra chica ciega y se enamoraron, ahora cogen como cuyos y ya han tenido hasta tríos con otros chicos, a Emil lo calienta mucho ver como disfruta su chica, aunque sea con una verga ajena, ahora están planeando hacer un trío con doble penetración, una fantasía no cumplida, ojalá la cumplan

FIN.

Post scriptum: Tengo varias cosas que comentarles:

  1. Este relato está inspirado en una conversación que tuve con un compatriota ciego, espero que te guste y les guste.
  2. Algunos saben que publico todos los lunes, pero el domingo hubo elecciones en mi país y no tuve tiempo de mandar el relato.
  3. Debo confesar que ya no tengo mujeres conocidas que me cuenten sus historias, así que les pido a mis lectoras, que quieran que narre sus experiencias, escríbanme y haré un relato sobre sus vidas.
  4. Si alguna escritora quiere que escribamos una saga en conjunto, acepto propuestas. Y
  5. Si algún lector o lectora quiere que escriba sobre un tema en particular, háganmelo saber.