Enseñando las Artes del Placer

Minerva, una chica inocente se inicia con su Primo Miguel, el cual aprovecha la situación al máximo.

Enseñando las Artes del Placer.

Antes de empezar este relato, debo de aclarar que es totalmente ficticio, pero el placer que generará al leer las siguientes líneas no tiene precio. Para comenzar, daré una breve descripción de la participante principal de esta historia.

Minerva

es una chica colegiala que oscila entre los 12-13 años de edad; de 1.65 metros de estatura, pelo castaño oscuro y lacio que le llega hasta los hombros; ojos cafés obscuros que cualquier hombre no se resistiría, una cara muy angelical e inocente que a todos nos ha de encantar, piernas bien torneadas, una cadera muy bien proporcionada, un trasero redondo y bien firme y su busto bien proporcionado con su cuerpo, dando la apariencia de toda una mujer hecha y derecha.

Minerva es una chica algo inhibida e inocente, ya que sus padres la tienen internada en un colegio de prestigio. Al contrario de sus compañeras que son en realidad desmadrosas, ella es muy tranquila, pero a pesar de eso siempre se vestía de una manera que ponía muy locos a sus compañeros, e incluso a los propios maestros que le impartían clase: una falda tableada de color azul marino con una cuarta menos de la rodilla (para que se den cuenta de cuan corta era la falda, habrán su mano y colóquenla sobre su pierna. El dedo meñique sobre la rodilla y el pulgar hasta donde alcance. Del pulgar hasta la cintura era el largo de la falda), unas calcetas blancas que daban la apariencia de se ser de seda, lisas y suaves, las cuales llegaban a cubrir hasta medio muslo, resaltando así lo hermoso de sus torneadas piernas. Un sostén de lino fino y suave cubre sus hermosos pechos y a su vez un corpiño de algodón que las cubría. La blusa blanca y delgada que dejaba transparentar su hermosa silueta y figura y para rematar el pelo se lo recogía con un listón de color azul. Con esto daba la impresión de que no es tan inocente después de todo.

Por su forma de ser y la manera en como se vestía para deleitar la pupila de sus compañeros y de toda aquella persona que la viera, no hacía falta que buscara novio, más bien le llovían, pero eso le daba miedo, por lo que todas las cosas que le pasaban se las platicaba a su primo Miguel, quien es maestro de Historia en la escuela en donde ella estudia. El le daba todo tipo de consejos y orientaciones, así como apoyo tanto moral como espiritual. Este tipo de actos no era fuera de lo común, ya que detrás de esta gran amistad de primos, existía por detrás de ella una pasión inexplicable de Miguel hacia Minerva. El solo hecho de acordarse de ella, lo ponía a mil, a pesar de que estuviera dando clases, por lo que generalmente se la pasaba detrás del escritorio.

Un día Minerva fue al salón en donde daba clase Miguel, aprovechando que ya había sonado la campana de la salida.

Hola Migue!!!!

Hola Minerva, ¿qué te trae por estos rumbos?

Bueno, es que ...

Mmm, haber, déjame nada más acomodo estos libros y ahorita platicamos, ¿Te parece?

Está bien.

Mientras que Miguel acomodaba sus libros en el librero, observo que Minerva estaba muy inquieta, e inclusive se paro para ver que no hubiera nadie afuera del salón para luego cerrarlo con llave. Esto le llamo mucho la atención, ya que por lo general no importa si platicaban fuera o dentro del salón. Sospechaba que era algo muy interesante.

Oye Mine, te noto algo nerviosa e inquieta. ¿que es lo que te pasa?

Hay primito, no se que hacer. Por un lado estoy feliz, pero por otro no tanto.

¿Por qué dices esto?

Lo que pasa que un chico del salón me pidió que fuera su novia, y yo acepté. Por eso estoy feliz

¿Y que hay de malo en eso?

Nada, pero es que yo quisiera tenerlo contento, ya que el espera algo más de mi. Es muy lindo, pero creo que no va durar mucho esta relación.

Bueno, pero yo en que te puedo ayudar, si esto es muy normal en las parejas.

De Mucho primito. Quiero que me enseñes a satisfacer a mi pareja. Estoy dispuesta a todo con tal de conservarla.

En ese momento, a Miguel se le venían un sin fin de pensamientos en la cabeza. No podía creer lo que estaba escuchando en ese momento. Su prima le está pidiendo unas clases de iniciación en el sexo. Ya no quería ser más la niña inocente, ella ya quería probar nuevas cosas, y más por que le está diciendo que está dispuesta a todo para aprender. Ahora tenía la oportunidad de estrenar a su primita, aquella niña que tanto ha deseado, y de ser el primero en desflorarla. Para rematar, a el le encantaba la situación de que lo iba a hacer dentro de la escuela, lo cual lo excitaba más. Entonces se levanto, bajo todas las persianas y puso a correr una cinta de video para que nadie sospechara lo que pasa en ese salón.

Antes de empezar, ¿Estás segura de hacerlo? De aquí en adelante no hay vuelta de hoja, ¿quedó claro?

Si, esta bien clarito para mi (sonrojándose en ese momento)

Bueno, vamos a empezar. Primera Lección. Una mamada hace feliz al hombre, siempre y cuando lo sepas hacer. Vete desabrochando la blusa hasta el ombligo.

¿¡Qué!?, No, me da pena

No que ibas a estar dispuesta a todo.

No si, pero...

Pero nada, anda haz lo que te digo

En ese momento Minerva se empezó a desabrochar la blusa. Botón tras botón dejando a descubierto su pecho solamente cubierto por la ropa interior.

Bien ahora, súbete el corpiño sin quitártelo y baja las copas de tu sostén.

Me da pena

Nada de penas, quieres satisfacer a tu novio, ¿Sí o No?

No, pues si

Entonces ya no me des la contraria.

Minerva lentamente empezó a realizar los disimulados movimientos de Strep Tese dejando libre a sus lindos Pechos, los cuales estaban coronados con una areola rosada.

Muy bien, ahora toma mis manos y ponlas en tus pechos

Está bien (No muy convencida de ello)

En ese momento Miguel sintió la suavidad de los pechos de Minerva. Una superficie lisa, suave y firme. A cada movimiento que realizaba Miguel con sus manos, Minerva empezaba a sentir algo. Ya no era el temor que tenía al principio, mas bien era un placer que la empezaba a excitar. Hasta que llego el momento en que sus pezones se pusieron erectos, dando así la señal a Miguel para empezar a saborear tan suculento manjar. Acercó su boca a esas imponentes tetas para terminar de amamantarse. Mientras que con una mano estrujaba a una de ellas, con la boca daba de lenguetazos, pequeñas morididitas y succiones, lo cual hizo que Minerva quedará en extasis.

Pri... Pri ... Primito, después de ... ofre ... ofrecer mis pechos..... ¿qué es lo que sigue? (su respiración se empezaba a agitar.)

Ahora incate y bajame el cierre del pantalón

Esta bien (lo hizo algo torpemente, ya que él estaba a mil, por lo que le tubo que ayudar)

Ahora toma mi palo y colócalo entre tus tetas.

¿Así?

S.. S.. Sí, Ahora con tus manitas presiona tus pechitos para atrapar mi palo, entendido

Si

Ahora, empiezalas a mover una hacia arriba y otra hacia a bajo, constantemente

Minerva empezó a moverlas tal como él le pidió. Miguel estaba ya muy caliente

Ahora, empieza a daré de lenguetazasos, como si fuera una dulce. Bien. Ahora alternalo con chupetones, no dejes de mover tus tetas

En ese momento Miguel tomó con una mano la cabeza de su prima y con la otra una de las tetas que estaban dándole ese masaje de placer a su miembro. Pidió que acelerara el ritmo y solamente chupara su miembro. Estaba a punto de correrse y decidió no avisarle, ya que consideró que era mejor que probara su leche primero que la de otros. Entonces en ese momento, tomo su cabeza con las dos manos empujándola a su eréctil falo descargando grandes chorros de semen en su boca y su garganta.

¿Por qué hiciste eso? (algo agitada pero con una satisfacción)

Para que supieras a como sabe la leche del hombre (con una sonrisa de oreja a oreja) o que, No te gustó.

Pues para que te digo que no. Y Ahora que, ¿aquí le dejamos?

No, como crees falta otra lección, y es con esta con la que cualquier novio te querrá.

¿En serio?, a ver pues, enséñamela

Ésta bien. Segunda lección. Entregarte al sexo al hombre es sin duda alguna lo mejor para amarrarlo. Depende mucho de la posición y como estés vestida para ello. En este caso así como estas es perfecto. Ahora, quiero que te pares y te agaches recargándote sobre el escritorio.

¿Así?

Si, muy bien, ahora dejamelo todo a mi, te parese

Esta bien

En ese momento Miguel se agacho detrás de las piernas de Minerva. Empezó a subir las manos a través de sus torneadas piernas hasta llegar a su culo, dándole un masaje delicioso. Luego, dirigió su lengua hacia donde esta el sexo de Minerva para empezar a darle una tierna pero sabrosa sensación. Para no quitar el clima de sensualidad, Miguel primero empezó a darle sobre la pantaleta, luego la hizo a un lado para seguir su juego lingual, lo cual estaba volviendo loca a Minerva. Era tanta la satisfacción y el placer que sentía que al poco tiempo se empezó a venir. Miguel hacía esto para poder recargar las energías de su miembro.

Migue, Migue, quiero más, siento rico, no pares sigue.. ahh

Si ya voy, lo que tu digas

Si, por favor, quiero sentir más, mghhhh

Pues más vas a sentir, te lo aseguro. Nada más una pregunta, ¿eres virgen, verdad?

Si....mhhhh, si lo soy ahhh, ¿por? Mghhh

Por que ahora cuando te pregunte tu novio, o los novios que tengas siempre vas a decir lo mismo, entendido

S.. s.. si

En ese momento Miguel volvió a tener su potencia y se levantó de donde estaba, tomó su eréctil miembro y lo enfiló hacia la cueva virginal de aquella prima deseada. Lentamente fue introduciendo la cabeza, claro está ante los reclamos nada creíbles de su prima. Ella solamente empezaba a gritar, una mezcla entre dolor y placer salían de su boca. Ella estaba muy excitada y estaba gozando más que nunca, más que darse dedo a si misma.

Primo, metela ya, metela toda, quiero sentirla dentro de mi

Mira, y eso que no te dije que dijieras, esa es una parte importente

Si, si, ya la quiero toda

Esta bien, pues preparate

En ese momento como si fuera una estocada, Miguel le clavo su mastil a Minerva, para que ella sintiera ese placer deseado. Para que no se soltará, la tomó por la cintura con una mano y del pecho del otro generando un movimiento rítmico y placentero de va y ven. Las fuerzas de los brazos de Minerva eran nulos por el esfuerzo que hacia para sostenerse sobre el escritorio, cayendo sobre el, pero sus piernas estaban en el suelo, y su virgo gozando los embates del gran mastil.

Sigue, mas, más, quiero mas, más duro, más duro, la quiero dentro de mi

Si , esta bien

Siiiii Dame mas, mas

Si, si, ya se.

Ahhh. ,ahhhh ,ahhh, me vengo, me vengo

Yo tambieén

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH

En ese momento los dos llegaron a un inmenso orgasmo. Ella se quedó tumbada sobre el escritorio con sus piernas colgando de el, mientras que él quedó sobre ella agradeciendo lo que vivió en ese momento.

Las clases ubieran continuado, si no hubiera sido por un pequeño detalle, el tiempo, ya habían pasado más de 5 horas desde la hora de la salida, por lo que decidieron seguir en otra ocasión. Esta no fue la única vez que Miguel gozó con Minerva, ya que lecciones son muchas, pero por lo pronto empezó con las básicas, si las básicas para generar el placer de gozar.

Para poder continuar esta Historia, envíen sus comentarios para poder mejorar el texto. Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo cuando lo estaba redactando.

RAVENTOPO