Enséñame... Capitulo IV: Segundo día.

Le indique que se levantara y lo puse de frente a la pizarra con las manos pegadas a ella. Rodee con mis brazos su cintura y me pegue para susurrarle al oído. -¿Te gusta?, ¿Te gusta cómo te folla tu profesor?. -M-me encantaaah.- Respondió gimiendo.

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Enséñame…

Capitulo IV: Segundo día

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~Ethan~

El sonido estridente de la alarma de mi celular hizo que abriera mis ojos de golpe, no tenía ganas de levantarme aun para ir a la preparatoria, no sabía que era lo que me esperaba durante las clases o como me sentiría el estar cerca de Ángel. Creo que se me iba a hacer un poco difícil el día y los que aun me restaban de clase, si mi situación con el no cambiaba.

Apague mi alarma, restregué mis manos en mis ojos y me levante de la cama para estirar todos mis músculos, en serio que me costaba mucho levantarme. Me dirigí al baño y vacié mi vejiga, me deshice de mi ropa, abrí la llave del agua fría y me metí bajo el chorro de la regadera. Solté una bocanada de aire al sentir el frió del agua, la semi-erección de las mañanas bajo por completo, hoy no tenía tiempo ni ganas de masturbarme.

Una vez termine me dirigí a mi habitación con una toalla anudada en mi cintura. Fui a mi armario y tome unos bóxers del cajón, saque unos jeans entubados negros y una playera blanca con cuello en v, que se ceñía levemente a mi cuerpo. Me puse unos calcetines y anude mis converse. Me peine con mi usual estilo, me perfume y puse desodorante. Tome mi mochila, prepare mi horario y baje a desayunar… en el comedor se encontraban mis padres, mi papá listo para irse al trabajo y mi mamá para dirigir la casa y lo que se tenía que hacer en ella.

-Buenos días.- Salude, dándoles un beso en la mejilla a cada uno.

-Buenos días amor, ¿Cómo amaneciste?, ¿Dormiste bien?- Pregunto mi mamá.

-Un poco cansado, pero bien.

-Me imagino, después de ir a hacer ejercicio al gimnasio quien no.- Comento.

-Si.- Y después de la follada que le di a Fraga más pensé.

-No sé porque te empeñas en ir a hacer ejercicio si estas guapísimo así como estas.- Sonreí ante el comentario de mi mamá. Imposible tener baja mi autoestoma y mi ego ante sus comentarios, lógico, era mi madre.

-Me gusta hacer ejercicio mamá, además me distrae.

-Déjalo mujer, que bueno que le gusta ejercitarse, además es bueno para su salud.- Mi mamá puso los ojos en blanco al escuchar el comentario de mi papá, aun no entendía por qué no le gustaba que yo vaya al gimnasio. No pude evitar reírme al ver el gesto de mi mamá, mi papá solo negó con la cabeza y sonrió.

-¿Qué se les ofrece para desayunar?- Pregunto Cintia, la sirvienta, sacándonos de nuestra divertida discusión.

-Yo quiero jugo de naranja y un sándwich, por favor.- Dije

-Para mí y para mi esposo jugo de naranja y huevos revueltos Cinthia.

-Enseguida se los traigo.- Dijo Cintia para después dirigirse a la cocina.

Al poco tiempo regreso con nuestros desayunos. Esta mujer sí que trabajaba rápido, por eso llevaba ya algunos años con nosotros.

-Voy a lavarme los dientes.- Les dije a mis papás cuando termine de desayunar,  mientras ellos aún seguían con sus platos sin acabar.

Me cepille los dientes, tome mi mochila, mi celular, billetera y me dirigí al comedor para despedirme de mis padres antes de irme a la preparatoria.

-Nos vemos en la tarde.-  Les dije, acompañando mis palabras de un beso para cada quien.

-Cuídate hijo.- Dijo mi padre.

-No llegues muy tarde Ethan.- Dijo mi mamá mientras yo me encaminaba a la puerta.

Salí de casa con mis cosas, subí a mi auto, encendí el estéreo y me encamine hacia la escuela.

Faltaban quince minutos para llegar y  escuche el sonido de llamada en mi teléfono mientras sentía las vibraciones en mi bolsillo. Aprovechando el semáforo en rojo, lo saque para ver de quien se trataba y vi que era Alejo.

-¿Bueno? ¿Ethan?- Pregunto desde el otro lado, atreves de la bocina.

-Bueno estas llamando a mi numero.- Le dije riéndome.

- Ja…ja…ja graciosito, ¿Has llegado a la escuela ya?

-Amargado...- Respondí a su insulto. Era increíble lo bien que nos llevábamos sin apenas conocernos.- …pero no, aun no, estoy a dos semáforos de llegar ¿Por?

-Necesito un favor, Ethan.

-¿Qué? Es mi segundo día de conocerte y ya quieres favores, no, no, no. No vamos por buen camino Alejito.- Le dije en broma.- Pero dime de que favor se trata.

-¿Podrías venir a buscarme? Me quede dormido y ahora no creo alcanzar el siguiente bus.

-De acuerdo, pero ya me debes una.

-Te prometo que hoy yo te compro tu desayuno, pero ven que sino no llegamos a tiempo.

-Ya voy, ya voy, no te desesperes.

-Bien, te espero.

Colgué la llamada y espere que el semáforo cambie de color para poder retornar, la calle que daba a casa de Alejo ya me la había pasado. No tarde mucho en llegar a la puerta de su casa, pero ahora yo era el que dudaba de llegar a tiempo a la escuela. Me medio estacione y accione el claxon para que salga de su casa. Salió y corrió para subirse.

-Te debo una.- Me dijo nada más subir.

-Y si llegamos tarde me vas a deber dos.- Le conteste sonriendo.

-No creo que hayan cerrado la reja cuando lleguemos, puede ser que lleguemos tarde a la clase pero no tanto para quedarnos afuera la primera hora. Además nos toca con el Profe Andrés y él es tolerante.

-Confiare en tu palabra.- Conteste, la mención de Ángel me puso un poco nervioso nuevamente.

Llegamos a la escuela, unos minutos tarde pero no los suficientes como para que no nos dejen pasar, tal y como dijo Alejo.

-¿Ves? ¿Qué te dije? Tienes que aprender a confiar en mi palabra.- Me dijo Alejo victorioso, mientras nos dirigíamos a nuestra primera clase, la de anatomía.

-Sí, sí, sí, de todos modos me debes un desayuno.- Dije con una sonrisa y pasando mi brazo por sus hombros.

Llegamos al aula, pero al parecer el Profesor Andrés ya había entrado porque la puerta estaba cerrada, así que tocamos.

-Adelante.- Se escuchó la voz de Ángel desde el otro lado.

Alejo abrió la puerta y pidió permiso para que podamos pasar.

~*~

~Ángel~

Estaba por empezar a pasar lista cuando llamaron a la puerta.

-Adelante.- Dije sin levantar la mirada de mis documentos mientras buscaba la lista del grupo, siempre se me traspapelaban las listas.

-¿Podemos pasar Profe?.- Por la voz deduje que era Alejandro, pero como hablo en plural, ahora si levante la vista para saber quién lo acompañaba. Y me tope nada más y nada menos que con esos ojos que me tenían hipnotizado, con los ojos azul-grisáceos de Ethan.

Al percatarme de que Ethan era la persona que llego junto con Alejandro pude fijarme que tenía un brazo por encima de los hombros de este.

-Ethan, es tu segundo día en la preparatoria y ya llegas tarde.- Le dije molesto, pero lo estaba más por el brazo que rodeaba los hombros de mi otro alumno que porque de verdad haya llegado tarde.

-Lo siento Profesor, es mi culpa, le pedí a Ethan que pasara por mí a casa antes de venir porque se me había hecho tarde para alcanzar el autobús.- Dijo Alejandro, su comentario hizo que me enojara aún más, era estúpido lo sé, pero estaba celoso y no entendía porque, Ethan me gustaba pero hasta ahí, no creí que sentiría celos por alguien que solo “ me atraía” .

-Entren y vayan a sentarse.- Les dije y no pude evitar que mi tono de voz sonara molesto. Trataban de entrar los dos al mismo tiempo por la puerta aun abrazados, pero obviamente no podían y solo se reían, mi enojo aumento aún mas ¿No podían ni siquiera separarse para entrar?- Las muestras de afecto se las dan fuera del salón, ahora es momento de comenzar la clase, tienen todo el día para abrazarse.- Toda la clase comenzó a reír a carcajadas, pero yo no lo decía para que mis demás alumnos se rieran, lo dije para que por fin se separaran y se dirigieran a sus asientos.

-¿Qué tiene usted en contra de las muestras de cariño?- Me pregunto Ethan dándole un beso en la mejilla a Alejandro, que se puso rojo como un tomate, y después alzando su ceja perfectamente bien definida. No lo podía creer, este mocoso lograba sacarme completamente de mis casillas.- ¿Es que acaso a usted no le dan cariñitos?

-Ethan cállate y ve a tu lugar que solo me estás haciendo perder el tiempo con la clase.- Casi grite.

-¡Huuuuuuuuuuuuh!- Se burlaron mis demás alumnos.

-Tranquilo profesor no se sulfure, era broma.- Comento como si estuviera apenado. Se separó de Alejandro, dejando que pasara antes que él,  caminaba hacia su asiento, pero para llegar tenía que pasar pegado al escritorio, en vez de caminar por delante de mi escritorio paso entre mi mesa de trabajo y yo rozándome levemente con su cuerpo y me dijo en un susurro, de forma coqueta y seductora.- No lo dije en broma profesor , si necesita cariñitos no dude en pedírmelos, estoy más que dispuesto a proporcionárselos.- Y se fue a su lugar.

No pude evitar que mi polla despertara ante su provocación, su comentario y su rose, así que enseguida me senté para que nadie notara mi erección. Comencé a dirigir mi mirada hacia todos lados para comprobar que nadie haya escuchado su comentario. Ethan estaba jugando con fuego.

El solo sonrió desde su lugar mientras yo le dirigía una mirada fulminante. Este chico estaba burlándose de mí y lo peor de todo era que me gustaba que lo hiciera. Tenía que tratar de parar todo este juego, porque si Ethan seguía provocándome y yo cedía, solo terminaríamos de una manera y era Ethan y yo desnudos en mi cama… follando.

~*~

~Ethan~

No lo había planeado, ni siquiera yo podía creer el nivel de mi cinismo, pero es que no pude evitarlo, me había herido ayer con sus palabras y hoy quería provocarlo, quería lograr sacarlo de sus casillas.

Tome asiento mientras lo miraba directamente a los ojos, el me respondía con una mirada asesina.

-Bien jóvenes, después de perder el tiempo con sus compañeros, ahora sí, voy a comenzar a pasar lista, para continuar con la clase de hoy.- Dijo el Profesor Andrés.

Una vez término de pasar lista Tám aprovecho y se cambió de lugar junto a Alejo y a mí, quedando yo, en medio de los dos.

-Bueno Ethan, ahora cuéntame quien era el chico guapísimo que estaba contigo en el estacionamiento de donde te vi. ¿Tu novio?- Pregunto Támara muy interesada.

-Jajajaja Eres un poco chismosita, ¿no te parece Tám?- Conteste riendo.

-Para nada, solo un poco curiosa tal vez.

-Bueno, no es mi novio, es un amigo con el que salgo de vez en cuando.

-Un amigo con derecho entonces, porque por cómo se besaban simplemente amigos, amigos, no me lo creo.

-Bueno un amigo con derecho o como tú le quieras llamar.

-Estaba muy guapo, tienes suerte.- Me dijo dándome un golpe en el hombro.- A todo esto, ¿Cómo se llama?

-No, creo que no eres un poco curiosa, eres muy curiosa.- Le comente riendo.- Y se llama David, pero la mayoría de las personas lo llaman por su apellido, Fraga.

-Pues está hecho un bizcocho.

Alejo no había dicho ni una palabra, estaba concentrado revisando los apuntes de su libreta.

~*~

~Ángel~

Estaba según yo, buscando mis apuntes y mi material para la clase de hoy, pero no estaba concentrado para nada, estaba más pendiente de la plática que tenía Ethan con Támara, mientras los veía de reojo, o más bien veía a Ethan de reojo.

Tenía la cabeza gacha... pero no pude evitar levantarla totalmente cuando Támara dijo:

-Un amigo con derecho entonces, porque por cómo se besaban simplemente amigos, amigos , no me lo creo.

Se había besado con otro, es bastante rápido este muchacho con lo que a sexo se refiere. Y yo haciendo coraje porque venía abrazado de Alejandro, pero si ya se había besado con otro y quien sabe que más. Pero cuál es mi puto problema, coño que noéramos nada pensé.

Baje mi cabeza de nuevo a mis papeles y seguí como si no hubiera escuchado nada, cosa un poco difícil, ya que Alejandro, Támara e Ethan estaban cerca de mi escritorio y podía escucharlos perfectamente.

-Sí, está muy bueno.- Le dijo Ethan a Támara, enfrascados los dos en su plática del SUPER ADONIS que tenía Ethan como amigo.

-Bueno y cambiando de tema, ¿qué hicieron ayer?- Les pregunto a sus dos amigos.

-Yo nada, solo jugué un poco Xbox y ya, me aburrí como una ostra en casa, es lo malo de ser hijo único.- Comento Alejandro. Ethan solo lo miro y le sonrió , carajo como me gustaba su puta sonrisa .

-Yo soy hijo único y no me aburro solo, deberías inscribirte al gimnasio conmigo, así matamos un poco el tiempo juntos.- Le dijo Ethan a Alejandro, este al escuchar su ofrecimiento, no me pasó desapercibido el brillo de sus ojos cuando se lo dijo, pero al parecer Ethan no se percató de nada.- Y así te presento a Fraga, de seguro se llevarían bien.

-Bueno después se ponen de acuerdo para lo que vayan a hacer durante el día. ¿Tú que hiciste Ethan?

-Eso, ir al gym, Fraga es entrenador de ahí, pero antes fui a casa de un tipo, con el que solo discutí al final.- En ese momento levante la mirada y me encontré con la de Ethan, me miraba dolido y yo lo miraba molesto, apreté la mandíbula y fruncí el ceño, no tenía por qué hablar de lo que había pasado entre nosotros.- Por eso fui al gym a sacar mi frustración y vaya que la saque.- Dijo sonriendo y mirándonos aun, los dos, a los ojos. No sabía a qué se refería, pero pronto me saco de la duda.

-¿Por qué lo dices?- Le pregunto Alejandro, adentrándose a la conversación.

-Digamos... que... en el gimnasio no solo nos dimos unos buenos besos, como los que vio Támara en el estacionamiento, ni solo unas cuantas caricias...- Contesto pícaro y sin dejar de mirarme.

Sentía mi sangre hervir y que me haya puesto celoso con escucharlo y con todo lo ocurrido antes, me enojaba mucho más, no tenía por qué estar celoso, con ninguna de mis parejas anteriores fui celoso, con Ethan solo fue un acostón y me sentía muy posesivo con él, aun no siendo el, nada mío.

-¿Pero no dices que estabas en el gimnasio?- Le pregunto Támara sorprendida.

-Una ventaja que sea el entrenador de confianza del dueño.- Contesto.- Ya de ahí nos fuimos a almorzar, cuando tú nos vistes nos estábamos despidiendo porque yo había llevado coche y no me iba a ir con él.- Le dijo a Támara.

-¿Y que tal en la acción, es bueno?

-Uno de los mejores con los que he estado.- Respondió Ethan a Támara. Esto ya era el colmo.

-Bueno ya, dejen de ventilar sus experiencias sexuales, que están en la escuela.- Les dije molesto a los tres y casi gritándoles. Ethan solo me sonrió y levanto una ceja, se estaba burlando de mi.- Casi todo el salón ya sabe quién se acuesta con quien.

-Discúlpenos profesor.- Dijo Támara.- No era nuestra intención molestarlo.

-Ya lo veo.- Respondí molesto.- Ahora sí, saquen sus cosas que vamos a empezar con la clase de hoy.

~*~

~Ethan~

Me sentía orgulloso de mi mismo, había hecho enojar a Ángel hasta ponerse rojo de coraje, me valía un soberano pepino lo que los demás hayan escuchado de mi vida sexual, nunca me importo lo que la gente piense o diga de mí, nunca lo hizo y este no era el momento para empezar a importarme.

Lo que no pude saber a ciencia cierta, fue que si Ángel se puso celoso o herí su ego al mencionar que Fraga era uno de mis mejores amantes, lo que él no sabía era, que ÉL era el mejor de ellos, y me basto solo con una noche para saberlo. Lo malo, era que al parecer no tendríamos una segunda noche, aunque no soy de las personas que se queda con los brazos cruzados cuando quiere algo, así que intentaría de todo para tener a Ángel de nuevo. Ahora, lo que menos me importaba era que fuera mi profesor.

Ángel comenzó a dar su clase, ya estaba la clase por terminar y toco alguien la puerta, el camino hasta la puerta y la abrió, era Isabel, la secretaria que me había acompañado hasta el aula y me había presentado delante del grupo.

-Buenos días profesor.- Saludo Isabel.- Disculpe la interrupción.

-Buenos días Isa.- Devolvió el saludo Ángel.- Solo espero que no sea costumbre que interrumpas mi clase todos los días.- Le dijo en broma y riendo.

Mal, muy mal, eso a mi parecer era coqueteo, ¿es que nadie más se daba cuenta?, ¿soy el único que se fija? “ Me dieron una cucharada de mi propia medicina pensé.

-¿Me permite dar un aviso profesor?-Pregunto Isa a Ángel.

-Claro, adelante. A ver muchachos presten atención, Isabel les va a dar un aviso.

-Bien, después que termine la hora de clases del Profesor Andrés, tienen que ir al audiovisual dos, ahí les darán unas platicas de drogadicción y alcoholismo por parte de la CONADIC, que es la Comisión Nacional contra las Adicciones. Así que ya saben, al timbre se dirigen todos al Audiovisual DOS, escuchen bien DOS, no quiero que estén andando por ahí, de todos modos los prefectos estarán vigilando los pasillos y la cafetería y les pueden poner un reporte. Por cierto profesor- Dijo mirando a Ángel.- ¿Usted es el tutor de este grupo?

-Si Isa, yo soy el responsable de estos muchachos.

-Entonces usted también tiene que ir, el audiovisual dos es el más grande de todos y necesitamos a los profesores para que se encarguen de poner orden, si es necesario, a sus alumnos. Y como son tres grupos los que entran a la plática, si, se necesita de ayuda para controlar a los alumnos.

-De acuerdo, iría sin problema, pero ¿Qué pasa con mis demás grupos?, aún tengo clase.

-No se preocupe por eso, las materias se van a adelantar y los horarios se van a correr, al final de la plática usted regresa a dar sus clases normal.

-Bien, entonces solo esperamos el timbre y nos encaminamos hacia el audio.

-Perfecto, eso era todo, gracias y perdón la interrupción y chicos, compórtense que ya están grandecitos para que se comporten como niños de primaria.

Isabel salió y cerró la puerta tras ella. El “profesor siguió su clase hasta que el timbre marco el final.

Comencé a meter mis cosas en mi mochila lo más lento que pude para hacer tiempo y quedar a solas con Ángel.

-Apresúrate Ethan, sino no alcanzaremos buenos lugares.- Dijo Alejo.

-Ya voy, salgan los veo en la puerta, ya casi termino de recoger mis cosas.

Salieron mis amigos del aula y me fije que ya no había nadie en el salón. No sé si Ángel aún no se daba cuenta de que solo estábamos él y yo, o solo se hacia el tonto.

Agarro su maletín y se lo colgó de lado, atravesando su cuerpo con la correa de este. Al fin levanto la vista y me miro por unos segundos.

-Creí que ya habían salido todos.- Dijo.

-Pues ya vez que no.- Le conteste acercándome lentamente a él.

-¿Qué es lo que quieres o pretendes, Ethan?

-¿Yo?, yo nada, ¿Por qué lo preguntas?

-Haz estado provocándome toda la mañana, ¿Qué quieres? ¿Qué pierda los nervios delante de toda la clase?

-Para nada.

-¿Entonces, porque sigues aquí ahora?

-Porque quería disculparme.

-¿Disculparte?- Pregunto Ángel extrañado.

-Sí, acabas de decir que te he estado provocando durante toda la mañana, por eso quería disculparme.

-Bien ya lo has hecho, vámonos.- Dijo dirigiéndose a la puerta.

-No,- Le dije tomándolo del brazo y girándolo de frente a mí, para que no saliera del aula.- Aun no te pido disculpas como debería.

-Bueno según tú, ¿Cómo debería de ser?, hazlo rápido porque llegaremos tarde al audio.

-Discúlpeme profesor Ángel, no era mi intención provocarlo.-                 Le dije dócil.

-¿Sabes qué? preferiría una disculpa sincera, pero tu disculpa es falsa, no lo sientes.

-Tienes razón Ángel.- Le dije con una sonrisa en mis labios.- No lo siento en absoluto.- Me puse un poco de puntillas y le di un beso en la comisura de sus labios.- Apúrese profesor que llegara tarde a la plática.

Me dirigí a la puerta y salí, en el aula deje a un Ángel bastante estupefacto y sorprendido. En la puerta me encontré a Támara y Alejo.

-Sí que tardaste, eres muy lento.- Me reclamo Alejo un poco molesto.

-Es que me quería disculpar con el profesor por mi comportamiento de hoy.

-De acuerdo vámonos, a ver si alcanzamos buenos asientos.- Tercio Támara.

Estábamos casi por irnos y Ángel salió del aula, como nos encontrábamos en la puerta casi chocamos con él. Su mirada y la mía se encontraron por unos segundos y luego nos habló, pero ahora solo miraba a Támara y Alejo, parecía que tenía miedo o vergüenza de encontrarse con mi mirada, ese dato me causo un poco de gracia.

-Chicos, chicos, apúrense y dejen de perder el tiempo o les reportaran.

-Ya nos íbamos profe.- Le contesto Támara coqueta. Ángel solo sonrió.

-Apúrense entonces y no se retrasen.- Y camino más rápido, adelantándose.

Llegamos al audio y ya estaban los otros grupos, algunas personas saludaban a Alejo o a Támara y ellos me presentaban, algunos otros me miraban raro, claro, era “el nuevo”.

~*~

~Ángel~

Estando sentado cerca de otros profesores en el audiovisual y pretendiendo poner atención a lo que decían, no podía quitarme de la cabeza el atrevimiento de Ethan con su casi beso , no sé si el chico trataba de molestarme más o simplemente era muy aventado y no tenía miedo, pero lograba excitarme con su prepotencia, arrogancia y cinismo.

Durante la plática llame la atención aquí y allá, nada grave y solo unas cuantas veces, los chicos estaban comportándose bastante bien en comparación de los otros dos grupos.

La plática finalizo y felicite a mis muchachos por su buen comportamiento, prometiéndoles puntos extras para su calificación final. Se fueron de regreso a su aula a seguir con sus clases, yo a impartir las mías, claro, en ningún momento olvide todos los acontecimientos de la primera hora con Ethan.

~*~

~Ethan~

Mi día siguió de lo más normal después de “disculparme con Ángel. Alejo cumplió su promesa y me compro mi desayuno durante el receso en la cafetería. Platicamos Támara, Alejo y yo un rato hasta que el timbre sonó y se dio por terminado nuestro pequeño descanso.

Al final de nuestras clases nos despedimos y nuevamente me ofrecí a llevar a Alejo a su casa, su padre aun no regresaba de viaje.

-Vamos Alejo, te alcanzo a tu casa.- Le dije, pasando mi brazo por sus hombros como en la mañana.

-Bien, pero mañana no te comprare tu desayuno porque tu sólito estas de ofrecido .- Me contesto con albur.

Solo me reí de su comentario y nos dirigimos a mi auto, nos subimos e hicimos lo mismo que ayer cuando le lleve a su casa, platicamos, reímos y cantamos durante el camino.

Una vez llegamos estacione en la puerta y me dijo:

-Ayer prometiste que te quedarías en mi casa la próxima vez que vinieras a traerme.

-Sí, pero no pensé que fuera tan pronto.

-No seas amargado y quédate un rato, no quiero aburrirme como ayer.

-No pedí permiso Alejo.

-Marca a tu casa y lo pides, si te dicen que no, pues ni modo, pero aunque sea inténtalo.

-De acuerdo, dame un minuto y le marco a mi mamá para preguntarle.- Alejo asintió con la cabeza y sonrió.

Saque mi móvil y le marque a mi mamá, no tardo casi nada en contestar.

-¿Ethan?,¿Qué paso hijo?,¿Ya estas viniendo a la casa?- Pregunto mi mamá desde el otro lado del teléfono.

-Mamá quería pedirte permiso para quedarme un rato en casa de Alejo para acompañarlo un rato.

-Ethan, ayer también saliste.

-Pero ayer solo fui al gimnasio a entrenar un poco y a comer con Fraga.

-Está bien pero con la misma condición de ayer, no llegues tarde por favor. - Alejo solo me estaba mirando mientras hablaba con mi madre. Le sonreí y me devolvió la sonrisa, entendió mi mensaje, tenía el permiso de mi mamá.

-Gracias mamá, no sabes cómo te quiero.

-Deja de hacer el barbero y compórtate ahí donde estés, por cierto¿Quién es Alejo?

-Un chavo de mi escuela, es uno de mis nuevos amigos.

-De acuerdo, nos vemos más tarde hijo y cuídate por favor.

Me despedí de mi mama y colgué, me baje con Alejo del auto y entramos a su casa, era una casa muy bonita, con lámparas de araña en el techo, cuadros y muebles lujosos, entramos a la sala y había una señora viendo la televisión, supe al instante que se trataba de su mamá, tenían un parecido impresionante. La mamá al percatarse de nuestra presencia se giró hacia nosotros.

-Hola mamá.- Saludo Alejo.- Mira quería presentarte a Ethan, es nuevo en la preparatoria. Ethan, ella es mi mamá, Sarahí.

-Hola Ethan.- Dijo levantándose del sillón.

-Buenas tardes señora.- Conteste estrechándole la mano.

-Que formal eres muchacho, pero puedes decirme Sara, no me gusta que me llamen señora, sé que tengo unos años de más pero no soy tan vieja.- Dijo con una sonrisa.

En ese momento sonó el teléfono de la casa de Alejo, su mama se disculpó y fue a contestar, Alejo le hizo señas y le dijo que iríamos a su recamara.

Subimos las escaleras de su casa  y nos dirigimos a su cuarto. Su habitación era del mismo tamaño que la mía, una cama matrimonial, una pantalla plana, un Xbox y un PlayStation2  con muchos videojuegos, un reproductor de música y un escritorio con una laptop.

-Bueno, ¿Qué haremos ahora?- Le pregunte.

-La tarea.- Dijo como si nada.

-Oye, oye, espera, ¿la tarea?, pero me quede para que nos divirtamos un rato, no para estresarnos con la tarea.- No podía creer que esos fueran sus planes, con razón se aburría.

-No te quejes tanto, vamos a jugar, pero primero hagamos nuestra tarea, que no es mucha por cierto, y así, una vez que acabemos podemos jugar por horas videojuegos o hacer otras cosas.

-De acuerdo.- Sacamos nuestros cuadernos y libros que necesitábamos y nos pusimos a hacer la tarea, conversábamos, reíamos un poco y al final terminamos, aproximadamente en una hora.

Nos acabábamos de sentar a jugar Xbox, cuando su mamá entro y dijo que saldría un momento, que si queríamos almorzar había comida, solo era cuestión de servirnos, se despidió de los dos y se fue.

Jugamos, almorzamos, platicamos y vimos unas películas. El día se nos fue volando, cheque la hora en mi móvil y vi que eran las seis de la tarde, aun no era muy tarde pero lo prefería, no quería que me negaran un permiso por mi madre la próxima vez.

Le dije a Alejo que ya me tenía que ir y comencé a recoger mis cosas, le pregunte que si quería que lo llevara mañana a la escuela y me dijo que sí, yo no tenía ningún problema en llevarlo, su casa estaba de camino, nos despedimos y salí rumbo a mi casa, había sido un día bastante largo el día de hoy.

~*~

~Ángel~

Acababa de terminar de dar la clase y sonó el timbre, hoy, me tocaba darle clases a mi grupo antes del receso, lo que quería decir que todos salieron volando, todos menos uno, Ethan.

-Otra vez te quedas de último.- Le dije.

-Sí, quería hablar contigo.- Dijo acercándose más a mí, yo estaba sentado en mi escritorio.

-¿Ahora qué quieres?- Se sentó encima de mi escritorio de frente a mí, sus piernas quedaron entre las mías que estaban ligeramente abiertas, tenía que mirar levemente hacia arriba por la diferencia de altura en la que nos encontrábamos.

-¿Qué quiero?- Asentí con la cabeza.- Te quiero a ti, pero desnudo.

No me dio tiempo de decir nada más, Ethan me estaba devorando mis labios. No pude resistirme y le  devolví el beso, el beso era apasionado, rudo y con su toque de lujuria. Me puse de pie y el aprovecho para comenzar a desabrocharme la camisa.

-Ethan, espera, puede entrar alguien.- Le dije sin separarme de sus labios.

-No entrara nadie, es el receso, además la puerta tiene seguro.

No me percate en que momento le había puesto seguro a la puerta, pero en ese mismo instante no me importaba, estaba excitadísimo y solo tenía ganas de acabar con ello y acabar con la de Ethan.

Pasaron los minutos y nos encontrábamos sin camisa y sin pantalones, besándonos y acariciándonos, la excitación de ambos era inmensa, recosté a Ethan encima del escritorio y comencé a acariciar su abdomen mientras le besaba los lóbulos de sus oreja y su cuello, baje más mis labios y empecé a lamer sus tetillas y a morderlas suavemente, lamí todo su abdomen hasta llegar a la cinturilla de sus bóxers, se los baje completamente y se alzó orgulloso, su erecto pene.

Bajaba y subía el prepucio de su polla, tapando y destapando su glande rosado y brilloso. Ethan comenzó a gemir  un poco más fuerte. No resistí más y me metí toda su hermosa polla en la boca.

Enroscaba mi lengua por la base y succionaba su glande, subía y bajaba mi cabeza, mientras Ethan hacia lo mismo con sus caderas. Me la saque de la boca y baje hasta sus huevos, lamí y chupe cada uno para después jugar con los dos. Ethan estaba retorciéndose de placer y gemía más alto.

-Shhhht, no gimas tan alto, nos va a escuchar.- Le dije, aun con mi mano acariciando su polla.

-Es queee... ahh... N-no pu-edoo controlarlo.- Contesto gimiendo.

Puse mi mano en su boca para cubrirla y regrese a chupar su pene. Note que estaba a punto de correrse y pare, le indique que se diera la vuelta para darle el mismo trato a su ano, no tardo en obedecer y se puso boca abajo.

Inicie mi labor y comencé a pasar mi lengua por toda la raja entre sus nalgas, le dije a Ethan que procure no gemir demasiado fuerte porque nos podrían escuchar. Chupe y lamí su ano con mucha insistencia, metí un dedo a mi boca para comenzar a dilatar su apretado y rosado ano, una vez ensalivado, lo metí con mucha suavidad, mientras mi dedo entraba acariciaba su polla con mi otra mano, no tardo en entrar y salir mi dedo de su recto sin ninguna resistencia, metí el segundo y me puse a lamer su entrada para que entrara más fácilmente, estuve un rato así... hasta que el tercer dedo llego, seguí con mi trabajo de dilatación y en unos minutos ya tenía tres dedos en el ano de Ethan entrando y saliendo y a él gimiendo de placer.

Me baje mis bóxers un poco, solo lo suficiente para que salga mi polla y ensalive la palma de mi mano para luego hacerlo con mi pene, estaba durísima, no tenía un condón a mano pero en ese momento no me importo en lo más mínimo.

Tome las piernas de Ethan y lo jale un poco, dejando sus piernas en el suelo y su abdomen y pecho aun encima de mi escritorio.

Coloque mi glande en la entrada de su ano y comencé a hacer presión, entre despacio pero sin detenerme ni un segundo. Una vez mi polla estuvo del todo dentro del cuerpo de Ethan lo tome por las caderas y comencé a moverme. Primero con movimientos lentos para después ir a un ritmo desenfrenado, Ethan solo pedía más.

-¿Esto es lo que querías Ethan?, ¿Qué te partiera en dos?, no te cansaste de provocarme hasta que lo lograste, ahora no podrás sentarte por una semana.

-Solo te quería a ti Ángel, solo a ti.- Contesto.

Le indique que se levantara y lo puse de frente a la pizarra con las manos pegadas a ella. Rodee con mis brazos su cintura y me pegue para susurrarle al oído.

-¿Te gusta?, ¿Te gusta cómo te folla tu profesor?.

-M-me encantaaah.- Respondió gimiendo.

-Esto es lo que querías ¿no?, que tu profesor de anatomía  y tutor te follara.

-Mmmmmm s-sííí

-Pues ahora te vas a ir con mi leche dentro de ti.- Lo empecé a masturbar porque yo ya quería correrme y no aguantaba más, no tarde mucho tiempo y comenzó a correrse, haciendo que sus chorros de semen se estrellaran en la pizarra. Comencé a jadear cerca de su oído, ya estaba a punto, no aguante más y me corrí dentro de Ethan saliendo un grito desgarrador de mi garganta.

En ese momento me desperté, sí, me desperté, porque todo era producto de un sueño, desperté bañado de sudor aun con el aire acondicionado prendido y con mis bóxers mojados, no lo podía creer, me había venido en un sueño, me sentí incómodo y me los quite aventándolos al otro lado de la habitación,  no voy a decir que nunca había tenido un sueño húmedo, pero los tenía cuando era adolescente y ya era bastante mayor como para que me pasara ahora.

Después de unos minutos, tome el móvil para checar la hora y me di cuenta que eran las cinco y media de la mañana, no pensé en dormirme de nuevo, el sueño se me había espantado, pero tampoco me levante, con mi mirada perdida en el techo, reviví mi sueño, es que parecía tan real, tan verdadero, no podía creer que todo el rollo con Ethan haya creado en mí sueños eróticos, había soñado con que me lo follaba ¡Por Dios!, no es que me desagrade, todo lo contrario, me encanto, pero es que aún estaba un poco desorientado.

No dejaba de darle vueltas a mi sueño, pero la alarma de mi celular me trajo de nuevo a la realidad, la realidad donde Ethan era mi alumno menor de edad y yo su profesor seis años mayor.

Me levante y me fui hacia la ducha, hoy, como ayer y posiblemente como mis próximos días hasta el final de curso, iba a tener  un día un poco difícil con la presencia de Ethan, era increíble lo que ese adolescente lograba hacer en mí y me afectaba, así sea solo con una mirada...

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Bueno chicos, hasta aquí el cuarto capítulo deEnséñame..., espero que le haya gustado, disculpen los errores ortográficos, no importa cuántas veces lea y relea, cheque y vuelva a checar los errores, siempre hay alguno que se escapa, gracias a las personas que me mandan sus comentarios a mi cuanta de correo, a gmail, Facebook o los que comenta por aquí mismo, gracias de verdad, sigan comentando y valorando.

Hasta la próxima.

Un abrazo y un beso :*

Gracias, gracias, gracias.

Atte: Aree.