Enredos sexuales

Muestra los enredos sexuales que se producen en la vida de un hombre sexopata, en el entorno familiar, laboral y con sus amistades, que lo impulsan a no parar. dando rienda suelta a sus mas alocadas fantacias y más sucios deseos, rozando la pervercion, y el desenfreno total

CapItulo I

El descontrol

(Amar, Coger y comer)

Esta es la historia de Davis un padre soltero de unos treinta y cuatro años que había tenido una hija, Jennifer, con una prostituta, Kimberly, en la juventud. De repente un buen día ella lo abandono a él con su pequeña hija, a la cual, a partir de ese día le dedico todo el tiempo del mundo. Ahora, su hija, era una hermosa jovencita de larga cabellera rubia y bella figura, ojos claros como el cielo y labios carnosos y rojos como freza madura, durante todo esos años él postergo su vida personal, no formo pareja, nunca tuvo de nuevo una novia, y sólo trabajó para mantener a su hija y a él. Absorbido por la rutina diaria dejo dormir dentro de él un mostro de cólera de paciones, y sentimientos, que estaban pidiendo salir y que él hasta ese día lo ignoraba.

Vagando por la planta baja de su casa mientras escuchaba a su hija y una amiga, Hannah Riggter, que habitualmente se quedaba a dormir, ellas reír y se divertian en la habitación de la planta alta, subió dispuesto a irse a su cuarto a descansar, pero escucho la ducha correr en el cuarto de baño, que le llamo su atención porque la puerta estaba entre abierta, pensó de inmediato que las chicas habían olvidado de cerrar el grifo y se dirigió hacia la entrada, y por el espejo observo a su hija desnuda en la ducha tocándose íntimamente y lo excito de tal manera que lo impulso a masturbarse allí mismo, la veía en cuclillas apoyada contra la pared con sus piernas abiertas y su mano izquierda entre ellas introduciendo sus dedos en su pequeña vagina, y su mano derecha acariciando sus tetas, excitada respiraba agitada, con sus ojos cerrados dejando que el agua callera sobre su rostro y recorriera ondeando por su cuerpo como una cascada hasta llegara a la fuente de la pasión a la que lubricaban para que sus dedos impetuosos no cesaran de penetrarla, de repente ella abrió sus ojos y cuando observo el espejo vio el reflejo de Davis masturbándose del otro lado de la puerta entre abierta mientras la espiaba, ella sonrió, saco sus dedos todos húmedos, los chupo sensualmente, y los saborío moviendo su boca haciendo un gesto de placer como cuando uno prueba un delicioso pastel. Se incorporo lentamente mientras observaba como Davis, estallaba en un orgasmo de morboso placer, y con delicadeza disimulando que se había dado cuanta que él estaba allí, cerro la cortina, dando fin al show erótico que lo había trastornado. Entro a su cuarto sudando por haber pasado un momento de sublime excitación, que le impidió darse cuenta que la amiga de su hija desde la habitación había sido una espectadora pasiva del incestuoso momento de ellos dos. Unos instantes más tarde Jennifer, salió del Baño envuelta en una toalla, se dirigió a su cuarto de puntitas sonriendo, entro y cerró la puerta.

—Tengo algo que contarte —mientras se arrodillaba sobre su cama y Hannah se colocaba detrás de ella desenredando con un cepillo su largo cabello– ¡no imaginas que paso!... descubrí que mi papá es un mirón

—Sí, lo imagine, lo vi, y no sólo es un mirón es un pajero —ambas chicas se empezaron a reír tomándolo de una manera natural, divertida y hasta estaban contenta por lo que había ocurrido, mientras charlaban y se peinaban y colocaban cremas en sus cabellos y cuerpos mutuamente, la conversación fue mutando— aún soy virgen y estoy caliente, me gusto verlo a tu papá masturbarse, ¿si no te molesta? me gustaría jugar un poco con él, seducirlo provocarlo, insinuarme.

–¡me voy a poner celosa!!!, tu sabes que siempre e fantaseado con él… y contigo

—¿conmigo?

—¿no te habías dado cuenta —llevo sus manos a la cintura de ella acariciándosela— me gusta tu cabello corto a la altura de los hombros como queda cuando te lo pones de un lado por detrás de la oreja, tu mirada picarona y sexy cuando me miras y deja tu boca entre abierta pidiendo que te la bese, como la haces ahora, me gusta tocarte los pechos, el cuerpo las piernas y la cola.

—nunca estuve deseando que me besaras, pero si me agrad6as, eres muy sensual y todo el tiempo estas seduciéndome y eso me gusta mucho, además eres mi mejor amiga y paso todo el tiempo contigo —y lentamente el espacio que las separaba se fue acortando hasta que sus labios se cruzaron, Jennifer se recostó por encima de su amiga y Hannah la rodeo con sus piernas mientras apasionadamente se acariciaban y besaban, y con movimientos suaves las vaginas se rosaban humedeciéndose, —¿has hecho el sexo oral con los chicos? Pregunto Hannah

—¡Claro!!!, ¿tu… no?

—¿me lo arias a mi?

—por supuesto, ¿si tú me lo haces luego? —no hiso falta una respuesta la sola sonrisa de Hannah dijo todo, así que Jennifer bajo besándole todo el cuerpo, y se practicaron el más sensual y orgásmico sexo oral que pueden haber hecho dos chicas con las hormonas  alborotadas y en los albores del despertar sexual, los gritos y gemidos se oyeron por toda la casa, algo que excito más aún a Davis que estaba estupefacto escuchando como esas chicas se amaban desenfrenadamente, y no le permitían dejar de masturbarse.

Al otro día Davis se despertó temprano, más tranquilo y relajado, esperando que ese estado de excitación que había experimentado, hubiese sido cosa del pasado, al entrar en la cocina, la vio a su hija en un camisón cortito y trasparente que dejaba ver su cuerpo desnude debajo, él se acerco como normalmente lo hacía, tomo sus trenzas, la beso en la cabeza,

—¿Cómo estas, pasaste una buna noche?

—¡si fue muy buena!

—escuché unos ruidos raros anoche… —decía esto mientras jugaba con sus trenza y no dejaba de observar su espalda y la cola debajo del camisón,— no sé como decirlo pero si tú eres…

—¿Qué cosa?, ¿lesbiana? —y lo miro sonriendo por sobre su hombro— me gusta el sexo, me gustan los chicos, me excitas tú, y un rato de diversión con mi amiga no significa que sea lesbiana —él la abrazo, desde atrás sin decir nada— me estas apoyando y tienes tu pene duro

—perdón, no sé lo que me pasa, desde ayer no puedo contenerme —en ese momento entro Hannah, llevando solo en su cuerpo una panties negra, contorneando sus caderas, con sus pechos al aire, acercándose a ellos, se detuvo de frente a Jennifer y su papá.

—hola mi amor —tomo a Jennifer suavemente con sus dedos de los maxilares y le dio un beso a apasionado en la boca a unos centímetros de la cara de Davis, que estaba abrazando aún a su hija, un celular sonó interrumpiendo el momento, Jennifer lo atendió de inmediato

—¡es él me llamo! —dijo emocionada y se retiro para hablar a solas desde el otro cuarto y dejo a Davis solo con Hannah

—¿le gustan mis pechos? —él no podía hablar parecía hipnotizada por esos pezones duritos que le apuntaban como señalándolo a él, y sólo movió la cabeza asintiendo afirmativamente— sabe que él que llama es un muchacho que se quiere coger a Jennifer ¡y a mí no me gustaría que eso sucediera!, —dijo haciendo una voz de niña caprichos— y creo que a usted tampoco le gustaría que eso pase.

—es decisión de ella, pero en realidad no quiero que pase aún

—si usted le impide que salga con ese muchacho yo dejare que usted me toque los pechos cuando quiera —volteo y apoyo su espalda en el pecho de él, y movió sus caderas para que su cola estimule el pene erecto de él, y con esa voz melosa de chica caprichosa que hace que un hombre se vuelva tonto continuo diciendo— tome mis pechos, —sujeto las manos de él y las condujo a sus senos y ella sabía, que en la forma que sentía al pena de él en su trasero, que lo que ella le pidiera él no se lo podría negar– ¿dejara a Jennifer salir con ese chico?

—¡nunca!!

—¿me prestara su camioneta y dejara salir a jennifer todas las nuches hasta la hora que tengamos gansa?

—¡si!! Todo lo que tu quieras.

A partir de ese momento él quedo envuelto en un juego de seducción por parte de esas dos niñas, que lo controlaban y lo mantenían excitado todo el tiempo, aunque él lo disfrutaba sentía que algo estaba mal en él por la atracción que le producían esas jóvenes, aun que ellas  sacaban provecho al máximo de la situación, porque ante ellas era incapaz de decirles no, y usaban el auto, salían de noche, hacían fiestas alocadas en la casa, se asolearse desnudas, y dormir juntas como una pareja, cosas que todo adolecente intenta hacer y que en cualquier situación normal no les permitirían pero ellas hacían eso y mucho más. Pensó Davis, que tal vez, todo volvería a la normalidad si se las lograba sacar de la cabeza, enamorándose de una mujer y poniéndose de novio, para colocar un ancla a su vida, y devolver el rumbo a su hija y su amiga.

Pasaron semanas y meses, las cosas se descontrolaban más y más, la amiga de la hija prácticamente vivía en la casa de él, a tal punto que tenía un cuarto propio junto al de su hija para los días que ellas no dormían juntas, y aunque busco una mujer para entablar una relación estable, no logro enamorarse de nadie, ni siquiera sentirse atraído por alguien, y esto tenía su mente tan perturbada que había comenzado a tener problemas en el trabajo, comenzó a olvidar cosas no hacia su trabajo a tiempo y lo peor que cada vez que dejaba de hacer su trabajo correctamente su jefa se enojaba severamente con él, y en eso estaba pensando cuando levanto la mirada y vio por detrás de la cortina de su oficina a su jefa una mujer adulta paro no vieja y de aspecto juvenil, formal, pero muy atractiva, de cabello, apenas más largo de la altura de sus hombros, de color castaño y con rulos pequeños, un rostro bello, cuelo delgado, pechos hermosos y de un buen tamaño, cintura pequeña y caderas amplias, piernas firmes y torneadas, mientras observaba esos detalles de ella lo indujo a un proceso de excitación, y aunque él pensaba que no debía mirar a esa mujer, ni sentir atracción por ella, ya que era casada y era su jefa, eso lo atraía aún más de ella, no contuvo su emoción y la urgente necesidad de masturbarse, bajo su bragueta y se comenzó a tocar observando a su jefa en la oficina del frente, ella se paro, camino de un lado al otro de su oficina mientras hablaba por teléfono, salió de su oficina y entro a la de él

—Davis, cuantas veces te he dicho que hagas los depósitos de los cheques todos los días… —mientras decía eso no se percataba de lo que el estaba haciendo hasta que bajo los papeles que traía en sus manos y los puso sobre su escritorio— ¡santo cielos!!! ¡te estás masturbando!!! —quedo impactada, pero no se retiro, ni el se detuvo— deberé suspenderte por no cumplir  lo de los cheques, —volteo y se quedo por un momento pensando, y volvió a mirarlo a él, ¿te estas excitando conmigo?

—perdón señora, no sabía que usted me atraía

—¡eres un pervertido!!!, tu hija Jennifer, Hannah y mi hija, Zara  son amigas… hablare con su madre de esto y tu tómate dos semanas sin paga, y después vuelve a tu trabajo —en ese momento el eyaculo encima de su falda— y pediré tu cambio a otro sector.

Davis salió triste y amargado temía, que esto se transformara en un problema, y mientras pensaba sentado en la banca de una plaza, una joven religiosa se acerco a él,

—hola, ¿está ocupada toda la banca?

—puede sentarse,

—me llamo Sor Sofía

—yo soy Davis, —se estrecharon las manos y se sonrieron mutuamente

—hace mucho calor y era la única banca con sombra, agradezco que haya estado ocupada,

—si es un día muy caluroso.

—soy hermana en el convento que está a dos calles de aquí, estoy mucho tiempo sola y mucha gente no me habla, porque debe ser complicado entablar una amistad conmigo, y no creo que alguien salga diciendo, ¡hoy voy a salir y voy a ser la mejor amiga de una religiosa!! —dijo en tono sarcástico— por eso doy vueltas por aquí y veo si alguien quiere hablarme.

—yo no tengo prejuicios, me pareces una buena persona

—¿te gustaría ser mi amigo, y venir a charlar conmigo debes en cuando?

—por supuesto, pero porque no me cuentas algo de ti, por ejemplo, ¿Cuántos años tienes y como llegaste a ser religiosa?

—en realidad es una historia muy corta, tengo dieciocho años, y cuando era una bebe mi mama me abandono en el convento, me crie en el orfanato con las hermanas, me dieron, casa, comida y estudio, después pensé que una forma de retribuirlas era ordenándome como religiosa, y heme aquí,

—¿Qué paso con tu madre, supiste quien era?

—sí, años después se presento para ver si estaba bien en ese lugar, ella era una prostituta que me había tenido con uno de sus clientes, para poder extorsionarlo y sacare mucho dinero, me conto que tiempo después de que me tuvo a mí, tuvo otra hija y se junto con un hombre, pero se canso de esa vida y decidió volver a lo que ella realmente le gustaba, la prostitución, las estafas, las fiestas con droga, alcohol y orgias desenfrenadas

—¿te avergüenzas de la vida que llevaba?

—no, para nada, ella me agradaba, y sé que llevo en mi sangre algo de ella, ya que desearía, dejar los hábitos, y dedicarme a una vida más mundana, para sentir el placer de tener sexo sin tener que masturbarme para sentirme mujer.

Él sabía que había encontrado a su alma gemela, y a partir de ese momento se reunió todas las tardes en la plaza con ella a charlar por horas, reían, caminaban juntos y en ocasiones hasta tomados de las manos aunque las gentes los miraba horrorizados como si fuese un crimen, que una mujer religiosa se enamorara,

Sentía él que estaba superando gracias a ella, el problema de vivir todo el tiempo excitado, porque compartían esa adicción de estar en un estado de éxtasis profundo, que los llevaba a delirar con deseos y fantasías tan delirantes y perversas como imposibles de concretarlas, algo que los unía como una sola persona. Pero las semanas pasaban y el horizonte para él se ponía oscuro, sabía que debía reincorporarse al trabajo, pero a su vez temía que su jefa lo despidiera y todo el mundo se enterase, que ella lo descubrió en plena masturbación, este escoyo lo molestaba y debía resolverlo él solo.

Así que esa tarde después de haber pasado un día de enamorados con Sofía, charlando tomados de las manos y acariciándose tímidamente para no ser descubierto, volvió a su casa, encontró a su hija con sus dos amigas preparándose para salir a bailar,

—¿Cómo andan chicas? —pregunto al entrar y verlas vestidas y pintadas como prostitutas de alta gama

—¡muy bien!!! señor Davis, —dijeron Hannah y Zara acercándose a él como dos gatitas mimosas

—¿nos prestara el auto para que salgamos de paseo?

—siempre lo hago. ¿Puedo hablar contigo un momento a solas? —le pregunto a Zara y tomándola de la mano la llevo hacia la cocina— ¡no creo que debas salir con mi hija!!! Estoy seguro que a tu mamá no le agrada que vengas a mi casa

—mamá me dijo que no le agrada, cree que es un degenerado y que no debería venir nunca más, pero le convencí, de que estaba equivocada, y que no hablara con la mamá de Hannah

—Gracias por tu confianza —pero ella tomo las manos de él y las llevo a su pechos

—Pero no me creyó, y vendrá mañana a cenar para hablar con vos, —le dio un beso en los labios, se dio la vuelta y se fue, quedando excitado como era de costumbre

Al otro día, él estuvo preparando la casa para la visita de su jefa, Karen Smith, en cuanto las chicas se levantaron, hablo con ellas para que en la noche se comportaran bien y lograra así pasar sin sobresaltos la cena y que su jefa se sacara la idea de que él era un depravado, aunque él ignoraba que las chicas ya tenían otro plan para poder seguir llevando su vida de siempre sin perjudicar a Davis.

Llego la noche, y sonó el timbre y Davis abrió la puerta, y junto a su jefa estaba su marido,  Ted Gallagher, que era además el gerente del personal de la empresa Bonfaire para la que Davis trabajaba, y con ellos otro hombre, al que él no conocía aun,

—hola Karen, ¿Cómo estás? —pregunto Davis, y sin esperar su respuesta de inmediato dijo— pero pasen por favor

— Gracias, —dijo ella muy cordialmente, y mientras entraban saludo a Ted y al otro hombre, al cual de inmediato presento Karen— él es Dan Henderson, mi ex esposo, el papá de Zara, ¿te darás cuenta por qué esta aquí?

—si por supuesto —estrecho su mano con fuerza y le pareció su rostro familiar— ¿lo he visto antes en algún lado?

—si por supuesto, trabajo en la misma empresa que ustedes, soy el gerente de Márquetin —en ese instante corriendo por las escaleras y saltando, a los gritos saludando bajo Zara

—hola papi, hola mami, —los abrazo y besos, cariñosamente, incluso a Ted— les agradezco que hayan aceptado la invitación de Davis a cenar—en ese momento volteo y lo miro sonriendo— verán lo bien que la paso cuando estoy con mis amigas en la casa de Davis —por detrás de Davis apareció su hija

—hola buenas noche —Davis rápido la presento

—ella es mi hija Jennifer, supongo que conoces a la mamá de zara

—Por supuesto —se acerco y la saludo con un beso tímido en los labios— hola señora ¿Cómo está usted —dijo muy simpáticamente, pero Davis interrumpió el momento tenso arreglando su garganta, Jennifer volteo a mirarlo, y él continuo con las presentaciones

—él señor es Ted Gallagher, su esposo

Ella se dirigió hace él, observándolo bien, haciendo gestos sensuales con su rostro y pestañando como una mujer fatal intentado seducir a un hombre, se arrimo muy cerca le dio un beso en la mejilla y con su mano derecha acaricio su parte intima y le dijo al oído

—Que bien equipado estas —con su lengua lamio el lóbulo de su oreja y volvió a darle otro beso, todos observaban sin decir nada enrojecidos, por el apuro que sentían, a esa altura el continuar presentándola le representaba un problema, para Davis, no quería saber que pensaba la retorcida mente de su hija, y menos aun que iba hacer, pero no hizo falta que lo hiciese él, porque ella directamente camino hacia él y le pregunto— ¿tú quien eres?

—soy Dan el papá de Zara,

—hola papá de Zara —dijo sarcásticamente, y parándose en puntas de pie para alcanzar su rostro lo beso directamente en la boca.

—Por favor pasen al comedor no se queden aquí parados —intento Davis de pasar rápidamente ese momento embarazoso, los tres invitados pasaron hacia el comedor y Davis detuvo a las dos chicas por los brazos antes de que fueran al comedor y les dijo al oído— que hablamos esta mañana, se están comportando muy vulgar, se han vestido, provocativas, con escotes, faldas cortas y casi trasparentes, ¿están intentando que me metan preso?

—¿me parece que esta celoso que su hija seduzca a otras personas?

—tal vez, si, pero tu les dijiste que yo los invite, y no fue así

—usted jamás lo aria, cálmese y disfrute

—esta todo planeado, quédate tranquilo, papá

Ambas se dirigieron al comedor, cuando el levanto la vista vio a Hannah ya en el comedor, con un vestido a la rodilla pero con dos tremendos escotes, uno en la espalda que la dejaba total mente descubierta que permitía ver su cola si uno se acercaba mucho por detrás, y otro al frente, que iba hasta el ombligo, dejando sólo dos pequeñas tiras pasando por delante de sus pezones y unirse detrás de su cuello, que dejaban ver casi por completo los senos por los costados,

—Hannah te presento a los señores.

—conozco a Dan él es el novio de Mamá cuando papá esta de viaje, —Dan tosió mirando hacia todos lados como queriendo salir de esa situación— y a Karen y Ted lo he visto miles de veces, no hace falta que me los presentes, ya era tiempo que conocieras a los padres da las amigas de tu hija… ¿quieren tomar asiento? —inesperadamente Hannah estaba tomando el control de la situación— las chicas y yo les hemos preparado una cena muy especial, espero que la disfruten, —en ese momento sonó de nuevo el timbre— ¡ah!! ¿esa debe ser, mi mamá, la ultima invitada?, —Zara le abrió la puerta, y la hizo pasar al comedor,— ella es Ashlynn, mi mamá, él es Davis, mi fogoso semental,

Ambos se saludaron muy amablemente, pero Davis no pudo dejar de notar su belleza parecía le hermana gemela de Hannah o cuando mucho su hermana mayor, ni si quiera hubiese pasado por su mente que esa mujer podría ser la madre de ella

—hola mucho gusto, ¿espero que no le lleve el apunte a las tonterías que dice Hannah?

—gracias —simplemente respondió.

—me extraña que no la conozcas porque mamá es la secretaria del presidente de la compañía a donde trabajas, ¿a ellos mami ya los conses?

—Claro, ¿Cómo están? —saludo a todos en general y se acomodaron en la misa,

A la cabecera del lado Sur se sento Davis, a su derecha del lado este, se ubico Zara del lado más cercano a él, al medio Karen y a su lado Ted, del otro lado del lado oeste de la mesa, se sentó sarca de Davis su hija Jennifer, al medio Ashlynn y a su lado Dan, mientras que las chicas servían él observo que la mesa había sido puesta sólo para siete comensales y que faltaba un lugar, en ese preciso momento colocó Hannah el plato delante de él y se sentó sobre su falda

—¿Qué haces Hannah?

—soy la hembra de esta casa, siempre hago lo que quiero y cojo con quien quiero,

—no, no es verdad, —en realidad si lo era, siempre ella hacia lo que quería con él, pero nunca lo había hecho en público y eso lo estaba poniendo muy incomodo.

—es cierto, al igual que te estas excitando mucho

—¡si!!!, quiero decir, no —ella se rio y las chacas se sonreían en complicidad

—acaríciame la espalda y bésame el cuello que me encanta —él la acariciaba y la besaba como ella quería, mientras ambos se excitaban

Karen estaba sorprendida, y tanto Ted como Dan, querían disimular intentando comer su cena, pero les era imposible dejar de verla, y por el brilla de sus ojos y la expresión de sus rostros se notaba que disfrutaban el momento,

—Ashlynn ¿no detendrás a tu hija? —pregunto Karen— Davis es un depravado que esta con una niñz

—no creo que Davis sea un depravado, además ella es la que lo esta acosando a él, ¿y si a ella le gusta?, no me opongo

—gracias mamá por comprender, —miro a Jennifer y dijo— mi amor dame un beso —y ambas chicas se besaron en la boca apasionadamente,

—Mira a tu hija se esta besando con su amiga —expreso Karen

—no hagas un escándalo, todos lo estamos viendo, ellas lo pasan bien, no hay nada de malo con eso,

La cena continuo, Karen dejo de horrorizarse con todo, y disfruto del momento, mientras la pareja se mantenía en un clímax de máxima excitación, haciendo que todos estuvieran en un estado de éxtasis, hasta que Hannah dijo,

—ya no aguanto más las ganas —se para con las piernas abiertas  a ambos lados de la silla, bajo la bragueta de Davis, y dejo salir el pene erecto delante de todos— quiero que me cojas aquí y ahora, y se sentó sobre el pene de él, haciendo un efecto visual a los demás, que no dudaban que él estaba dentro de ella— ¡si mi amor, cógeme!! —gimiendo y moviéndose sensualmente, mientras él le besaba la espalda y acariciaba sus senos, por debajo de los pequeños breteles del vestido, mientras ella sosteníamos manos, dejando asombrados a los presentes, que veían como cogían, pero en realidad, ella puso el pene entre sus nalgas, y estaba masturbando a ese hombre de una manera inimaginable. Ashlynn miro por unos instantes a Karen, y vio como se tocaba sus pechos por encima de la blusa y llevaba su mano derecha a la entrepierna de su esposo, todos estaban excitados, nadie podía evitar eso, para ese momento Hannah era un volcán húmedo, y estaba sintiendo un orgasmo distinto al que sentía con una mujer, coloco sus manos sobre la meza y apretó el mantel gritando— ¡si!!!, ¡si!!!, ¡si!!!, —una y otra vez, y aceleraba su incesante movimiento, que hizo a Davis terminar junto con ella, por más que no se hubieran penetrado, para ellos había sido tan sensual como haber cogido de verdad, aunque los presentes pensaban que eso había pasado— ¿quieren comer el postre?, prepare algo muy especial,

—¿Cómo puedes cogerte a esa niña? —dijo Karen, con voz de indignación, aunque realmente estaba muy excitada, porque Zara había tomado el diario intimo de Karen y estaban haciendo todo lo que ella fantaseaba,

El quería explicar que realmente no la había cogido, pero se dio cuenta en los ojos de asombro de los demás que no le iban a creer, y simplemente se mantuvo en silencio, esperando que la tierra se abriera y desapareciera del mundo.

—¡guau!!! Coge muy bien mi hija, ¿creo que todos quedamos excitados después de verla,

Y en una gran mesa rodante entro el postre, que era Hannah totalmente desnuda, con un collar de cerezas y un bikini de crema, que cubría sus senos, junto con enormes frutillas, continuaba recorría su vientre, un camino de crema con nueces y almendras, hasta llegar abajo, donde la crema se combinaba con trocitos de duraznos, y desde adentro de su vagina, salía una banana con la punta bañada en chocolate,

—¿no me van a comer?

—¡no puedo creerlo!!! Es lo que siempre fantasee, —expreso Karen, y de inmediato se inclino y de una en una fue comiendo las frutillas de su pecho hasta lamer su pezón, lo mismo hacia Ashlynn con el otro pecho, Zara, comió la banana tragándola como si se tratara de un delicioso y enorme pene, Jennifer, saco con su boca, la mitad de la banana que había quedado en la vagina y lamio el chocolate que quedaba en ella, y le dejaron el lugar a Ted y Dan, que comieron, los duraznos con crema, después ella se arrodillo en la meza para que entre todos lamieran la crema que tenia por detrás, hasta que quedo sin un rastro de comida en el cuerpo, Davis, se acercó con un toallon la envolvió y le dijo

—ve a darte una ducha,

Todos habían quedado calientes, Davis se fue al living para tomarse un trago, y relajarse un poco, mientras Ted acariciaba y tocaba a su esposa Karen, antes de salir del comedor Dan lo detuvo y le pregunto

—¿hay otro baño en la casa?... Hannah me ha dejado tan caliente que necesito expulsar un poco…

—claro si, sube al piso de arriba, dobla a la izquierda y la puerta del frente es el cuarto de baño.

—Deja Papi yo lo acompaño, —dijo Jennifer muy dulcemente, lo tomo de su mano y lo condujo hacia la planta alta.

Davis continuo hacia el living, rodeo la barra y se sirvió un trago de whisky, lo bebió, mientras miraba hacia la planta alta por las escaleras, controlando a su hija que aún no bajaba, Ashlynn se acerco a él, y lo distrajo, y apartó sus ojos de la escalera,

—¡guau!! ¿En qué estado nos dejo mi hija a todos?

—¿Cómo dices?

—nos calentó, hizo que todos los hombres se alzaran como perros tras una perra en celo —decía esto mientras s apantallaba y desabrochaba algunos botones de su blusa dejando que sus bellos pechos se exhibieran— sírveme un trago, si eres amble.

—¡claro!! —tomo un vaso de la barra y le sirvió, levanto sus ojos, y aliviado vio que su hija bajaba, al tiempo que Karen subía, a mitad de la escalera ambas cruzaron unas palabras, para después continuar cada una hacia donde se dirigía,

—¿Te gusta mi hija?, —pregunto Ashlynn, trayéndolo de nuevo a la conversación— a mi me excito lo que hicieron con mi hija

—no me la cogí si es lo que quiere saber,

—no es lo que se vio… a mi me gustaría que me hicieras gemir y gritar como a ella

—¿usted es casada?

—también soy una mujer, fogosa, ninfómana que necesito sentir a un hombre dentro mío todos los días, y mi esposo viaja todo el tiempo y no me satisface come requiero, si mi hija es como yo ¿sabrás lo difícil que es satisfacerla?

—nunca la he cogido, no puedo negar que la he tocado, pero he logrado controlarme y no he ido más allá.

—no lo niegues… —entre sonrisas le decía—, la cena fue orgásmica, la mejor de mi vida, viéndote coger y haciéndola disfrutar como desearía que lo hiciesen conmigo, todos vimos por debajo de la mesa como tu pene entraba en el cuerpo de ella, y fue hermoso, así que no lo niegues más por favor —ella volteo cuando se acercaron a ella—,

—¿Seduciendo a mi macho? —pregunto Hannah mientras la abrazaba por detrás y colocaba su mentón sobre su hombro—

—quiero convencerlo que me coja

—sólo me lo hace a mi —Davis no quería convencer a los demás que sus ojos lo habían engañados y con su silencio admitió algo que no había hecho—,

—Ted entro irrumpiendo en el living, tomo a Jennifer por el brazo y dijo

—tu y las perras de tus amigas me han estado calentando toda a noche y necesito que respndan por eso —las mujeres lo miraron asombradas por su rudeza innecesaria, porque todas estaban dispuestas y disponibles para se cogidas—,

—hoye Ted no trates así a mi hija —era evidente que las copas de vino que había tomado en la comida se le había subido a la cabeza—,

—cálmate papi yo me encargo —tomo el cinturón de Ted, lo desabrocho, bajo el cierre de su bragueta y dejo que los pantalones cayeran, se notaba por debajo de sus bóxer su miembro endurecido pegado a una de sus pernas, Jennifer lo acaricio mientras le daba pequeños besos por su cuello—, eres muy lindo  —él llevo una de sus manos a la cola de ella y con la otra acaricio sus pecho— ¿quieres que te practiquemos sexo oral?

—¡claro!!! A mi esposa no le gusta hacerlo, —ella volteo miro a su papá, que estaba asombrado, y sonrió, miro a sus amigas y a Ashlynn babeándose con las bocas abierta— ven Zara, acércate —dijo ella al tiempo que metía sus manos en la rompa de él y sacaba su pene afuera— trágatelo

—¡claro!!! —ella sonriendo puso su rodillas en el piso, lamio bien todo su pene y lo metió en su boca —él besaba y tocaba a Jennifer mientras la hija de su esposa lo estimulaba—,

—Son bellísimas las dos —dijo Ted—,

A esas alturas Davis ya se estaba masturbando nuevamente, y Ashlynn sentada del otro lado de la barra se estaba desnudando, para hacer lo mismo que él, Hannah, encelada por ver a Jennifer ser acariciada por un hombre se acerco y la llevo junto a su mamá, Jennifer viendo que estaba excitada la mamá de Hannah se puso entre sus piernas, y con su boca succiono de su vagina, se zarandeaba y gemía, hasta recostarse de espalda en la barra, giro su cabeza y vio el pene de Davis, duro y erecto mientras intensamente lo friccionaba

—estas recaliente, toma mis pechos con tus manos que yo me encargare de tu pene con mi boca —dijo Ashlynn, él puso de inmediato sus manos en los grandes pechos, ella dejo que su cabeza callera hacia atrás, abrió su boca y él puso  su miembro en ella, Hannah molesta por ver que Jennifer y Davis estaban pasándola bien con su mama´, y aunque nunca había hecho el sexo oral a un hombre, compartió el pene de él con Zara, en ese momento Ashlynn se detuvo, se incorporo lentamente y se dirigió hacia Ted, paso por un costado de él y de las chicas, que estaban a sus pies, le tomo de la mano y lo condujo hacia arriba al cuarto de Jennifer, quedando las tras chicas con Davis que no paraba de masturbarse—,

—buena noche papi, —dejo Jennifer, lanzándole un beso al aire—,

—¿se van… y me dejan así?...

—lo siento… —Hannah— eres el macho de mis sueños, pero hoy hay una orgia entre chicas y no estás invitado.

Las tras subieron al cuarto de Hannah, mientras él, quedo consolándose, sólo con sus dedos, mientras arriba en los tres cuartos había sexo, en todas las formas, en todas las poses, agitando las camas que se oían correrse de un lado al otro sin él poder participar.

Cuenten me que les parese y que rumbo le gustaria que tenga la historia

gracias