Engaños e Intercambios 3
Todos podemos tratar de arreglar nuestra vida con soluciones complejas y analizadas, mas las decisiones que marcan nuestro destino y lo cambian totalmente son tomadas en un parpadear.
Nunca he sentido tanto placer con un hombre, me ha hecho vibrar como nunca nadie lo ha hecho, nunca pensé que se podía sentir tanto placer al pertenecer a un hombre, porque ya no solo me folla; no, el me hace el amor y eso es completamente diferente. Siento el placer y el amor juntos, es todo para mí y estoy segura que nunca podría vivir sin él.
Yo: Pero te aseguro que las cosas no serán igual de aquí en adelante...
Carla: Claro mi amor, lo que tú quieras; no volverás a tener una sola queja de mi. Verás que me ganaré tu confianza y no te arrepentirás de todo esto. Te amo y voy a luchar porque estemos juntos y podamos superar esto...
Nuevamente tuve el valor de ver ese rostro que tantas veces he mirado, pese a todo estaba nuevamente iluminado por un brillo que me convenció de que mi esposa guardaba cariño hacia mí. Esa sola mirada de ternura, admiración y alegría me había demostrado más que sus palabras que realmente esa mujer se merecía esa oportunidad.
Yo: Parecería sencillo, pero solo te pido dos cosas fundamentales... Primero No quiero que me ocultes nada, no quiero volver a saber nada referente a ti sino de tus propios labios y quiero que seas completamente honesta contigo misma y por consiguiente conmigo. Crees tú que podrás hacerlo, serías sincera conmigo completamente. Segundo no quiero que bajo ningún motivo que decidas nada que tenga que ver conmigo o con nosotros dos como pareja tú sola, eso solamente lo decidiré yo... Estamos de acuerdo?
Carla se puso complemente seria, recuperaba su aplomo y su confianza. Supo que en sus manos se encontraba las cartas para volver a recuperar mi confianza, sabiendo que mi amor aunque golpeado seguía siendo fuerte. No suponía que era lo que le esperaba, pero no estaba dispuesta a renunciar a esta oportunidad. Si yo buscaba sinceridad, ese rostro me mostraba que la iba a conseguir, incluso aunque me doliera.
Carla: De acuerdo, acepto... Y si quieres que sea sincera contigo, para mí no será difícil en absoluto. Además si quieres ser tú quien decida nuestro futuro, pues acepto, si estas a mi lado yo estaré de acuerdo con lo que decidas.
Yo: Bueno, entonces ten en cuenta que no solo te pido que seas sincera conmigo, sino contigo misma. Incluso quiero que no te engañes pensando que realmente me amas cuando realmente estas enamorada de otro...
Carla: No me engaño... Te amo a ti y estoy segura de ello...
Yo: Pues quisiera preguntarte y que me contestes con la misma seguridad: Eras feliz conmigo? Realmente te sentías a gusto y satisfecha con nuestra vida? Alguna vez te falté en algo?
Mi esposa siempre fue muy sagaz e inteligente, ella supo inmediatamente que era lo que realmente estaba preguntando. Yo sabía que teníamos disgustos y ratos felices, que le encantaba nuestra forma de vida y nuestro hogar; pero lo que yo quería saber era si la satisfacía sentimental y sexualmente, si ella buscó algo que no encontró en casa, como dicen en todas partes que es el motivo por el cual una mujer busca algo fuera del matrimonio.
Carla: Claro que era feliz, incluso tanto que no me daba cuenta... Estuve casada con un hombre que me adoraba y se desvivía por mí, que me amaba y me respetaba, que compartía su vida con la mía en partes iguales. Claro que era feliz y no creo pueda volver a serlo si no estás conmigo.
Mi esposa centró sus ideas, iba a decirme la verdad que tanto temor le representaba, tal vez por incomprensible y a la vez tan natural; me iba a decir porque me había engañado. Pero no justificaciones, sino verdades honestas, tanto que ni ella misma se había puesto a considerar.
Carla: Pero si me preguntas porque me acosté con Santiago... Te diré que él me calienta, siempre fue un hombre muy atractivo, varonil y sabía cómo ponerme en un estado de excitación terrible... En la cama es completamente diferente a ti, es mucho más intenso, mas desafiante e incluso se comporta como si la vida se le fuera en ello y ese nivel de pasión hace que me vuelva loca...
La sinceridad expuesta había calado muy hondo en mí, hasta que sentí que el corazón se me paralizaba en ciertos momentos. Aún siendo así, esto lo había pedido y esto era lo que quería escuchar; la verdad. Aunque la verdad siempre resulta muy dolorosa como en estos casos.
Carla: No digo que el sexo contigo fuera malo ni mucho menos, lo que pasa es que Santiago sabe volverme loca...
Yo: Y claro, es algo que yo no puedo... Pero que hace él que yo no lo haga? Que puedo yo hacer para que por mi también te vuelvas loca?
Carla: Tu no necesitas hacer nada, durante tantos años tú has hecho que te ame tanto que ahora solo de pensar estar sin ti, me volvería loca, y no la misma locura de pasión que con él, sino la demencia que te hace perder la razón que te obnubila y te lleva al desastre... Cuando te enteraste de todo y me dejaste realmente quise morir y no te lo digo como un decir... Esa locura Santiago no me lo generará nunca, eso es lo que tú has hecho conmigo, que no pueda ya vivir sin tí, que solo vislumbre una luz mientras tus ojos sean las que me alumbren.
Carla: El es un excelente amante, técnica y físicamente; pero no eres tú. Con él he tenido los más grandes orgasmos que he vivido, me ha hecho estremecer hasta la punta de los pies, pero contigo en cambio he podido hacer el amor con toda la calma y la pasión que te da la entrega de dos almas que se juntan y logran tocarse a través de un cuerpo. Si crees que podría cambiarte por él, te digo es como comparar tener un vaso del néctar más dulce con un océano que te llevaría a navegar y conocer un mundo de posibilidades.
Sus palabras me hicieron comprender porque sus amigas estaban tan preocupadas y no la dejaban sola, había cometido o intentado cometer alguna locura, seguramente una de las que realmente nos saca de este mundo y no nos deja más opciones. Comprendí que esta era la mujer con la que quería permanecer el resto de mis días, que honestamente afirme que al igual que yo tampoco puede vivir si no estamos juntos. Como no perdonarla, tal vez comprenderla; a esta mujer, a esta esposa, a esta zorra, que se acostó con otro y que pese a ello, hace que yo me muera de amor por ella.
Yo: Te parecerá una pregunta mezquina de mi parte, pero no podría vivir sin hacerla... Se protegieron cuando follaron?
Carla: ... No... A Santiago le desagrada el uso del preservativo y yo no insistí demasiado tampoco...
Me lo confesó, como se lo pedí sin titubeos ni engaños; sabía cuánto me podía afectar su respuesta pero incluso así no me mintió.
Yo: Estas consiente que esto ha sido muy riesgoso verdad. Y no me refiero solo a que quedes embarazada... O me dirás que fue muy cuidadoso para no haber terminado dentro de tí.
Carla: ... No te hagas esto, no me preguntes detalles que te atormentarán después...
Yo: Te dije que necesito saberlo... Estas preguntas me atormentan ahora y si no conozco las respuestas enloqueceré después...
Carla: ...si quieres saberlo, el nunca se detuvo a pensar eso, siempre terminó donde le vino en gana y siendo sincera a mí tampoco me preocupó mucho en ese momento...
Saber estas cosas no me ayudaban a seguir adelante, pero la maldita incertidumbre me mataba aún mas que el conocer los detalles escabrosos de mi esposa y su amante, así que mejor lo dejé pasar; y no pregunté cosas como: Su verga es más grande que la mía? Terminó en tu boca?, Tragaste su semen?, y claro la principal Te desvirgó el culo?...
Yo: Segura que después de los años no vas a necesitar y anhelar esos intensos minutos de placer y querrás volver el tiempo atrás para poder retomar estas sensaciones? Estas realmente segura de querer volver conmigo, sabiendo que no soy el hombre que te hace tocar el cielo?
Carla: No diré que sea posible que sienta deseos de sentir nuevamente esas sensaciones en el futuro; tal vez si o lo que creo que no, porque tú también me brindas sensaciones hermosas y principalmente amor, pero lo que si te aseguraré hoy y siempre es que nunca más quiero sentir que te pierdo nuevamente; esa desesperación, angustia y miedo no quiero volver a vivir nunca más y si para eso no deberé dejarme llevar por lo anterior nuevamente, pues no dejaré que otras cosas nublen mi mente nuevamente otra vez.
También quería ser sincero, no engañarla y no engañarme, ella también se merecía eso, pero se claramente que no le iba a gustar para nada lo que tenía que decir, pero creía que esta era la única forma de que todo se arregle y podamos seguir adelante con un matrimonio más sólido, con grietas selladas y sus bases afianzadas en piedra.
Yo: No se cómo puedo volverte a tocarte sin imaginar otras manos sobre tu piel, hoy no me puedo visualizarme dándote un beso sin tener la misma imagen de ti con otra persona haciendo lo mismo. No sé cómo empezar nuevamente, no sé cómo podré quitarme esa sensación que tengo cuando te miro, eso me produce mucha incertidumbre y también temor de que a pesar de todo lo mejor hubiese sido acabar todo aquí.
Carla: Déjame a mí... Yo lo descompuse y yo te haré olvidar los temores, sé que va a ser muy difícil para mí también, pero daré lo mejor de mí para poder reencontrarnos, para volver a sé lo que siempre hemos sido...
Nos despedimos, tras hablar más y decir mucho menos de lo ya dicho. Que íbamos ha hacer, pues empezar nuevamente. Tal como habíamos empezado cuando salíamos juntos por primera vez, sin preguntas del pasado pero con la esperanza de un mejor futuro. Creo que volver a salir y ser una especie de novios con papales de matrimonio firmados, era la mejor opción de poder avanzar y no paralizarnos en discusiones que nos llevarían a pelear mas y arreglarnos menos.
En los siguientes semanas salimos nuevamente juntos, conversamos y reímos más de lo que últimamente habíamos podido hacer y cual una nueva pareja que llega a intimar cada vez más, nosotros avanzábamos de paso en paso cada día, pero con la lentitud necesaria para ir curando heridas y avanzando en recomponer un matrimonio golpeado por la infidelidad. Pero no todo es lo como uno hubiese querido...
Cuando pude nuevamente besar con pasión a Carla y cuando hicimos nuevamente el amor fue algo increíble, ya que nos comportamos como si en eso se nos iba la vida. No sé si por furia o intento de desquite, traté de follar a Carla con mas ímpetu y fuerza de lo que usualmente había hecho. Ella lo comprendió de igual forma y de igual forma pude sentirla más entregada y participativa, notaba como estaba pendiente de mi disfrute, pero yo no lo hubiese logrado sin que ella misma no lo disfrutara.
No nos preguntamos las razones por las que el sexo había mejorado tanto, solamente lo disfrutamos y nos sentimos renovados y vitalizados con la nueva forma de enfrentar nuestra sexualidad, tratando de que no se presenten las sombras de navidades pasadas que pudieran interrumpir nuestra labor. Claro que hubo altibajos, pero siempre nos mantuvimos conectados y supimos superarlos.
Una tarde, tras un almuerzo de escapada que hicimos en nuestros respectivos trabajos; estábamos terminando y pedí nuevamente a Carla que me deje volver a casa. Estaba ya seguro de nosotros y creía que era momento de superar los miedos de la vida en común. Ella me abrazó y me besó como cuando le propuse matrimonio, no dijo nada, mas entendí claramente cuál era su respuesta. Tras cambiarme las cosas fueron diferentes, siempre nos tuvimos confianza, pero ahora existía complicidad, ahora tratábamos todo con mucha más sinceridad y creo que eso nos mejoraba increíblemente como pareja.
Llegamos a tal grado de complicidad que incluso conversábamos de cosas que al inicio de la relación estaban solamente sobreentendidas... Como cuando me pilló mirando el trasero de alguna chica en la calle, anteriormente eso era motivo de enfrentamiento, pero ahora lo conversamos como pareja y sabiendo que por más precioso cuerpo que tendría la chica, nunca la compararía siquiera a Carla o viceversa si hubiese sido un chico. También habíamos acordado algo que para mí era muy importante, nadie más de los que sabían lo sucedido debía saberlo, por lo que ella pidió a sus amigas y yo a mi hermana que no cuenten a nadie más de esto, por lo que para el resto de gente siempre fuimos la pareja modelo.
Pero nada es eterno y una noche fracturó nuestra relación en un antes y un después incluso teniendo un matrimonio como el nuestro que se había renovado y se mostraba dispuesto a seguir adelante. Salimos a cenar y tomar un trago en algún lugar, ya habían pasado al menos 6 meses desde que habíamos vuelto a vivir juntos y las cosas habían comenzado a fluir nuevamente; esa noche cuando terminábamos la cena, un mensaje al celular de Carla cambió el destino de esa noche. Se trataba de Santiago, había vuelto del extranjero y pretendía conectarse con mi esposa.
Sabía que ellos no habían tenido más contacto e incluso ni siquiera se habían escrito a sus correos electrónicos, ya que Carla me lo hubiera comentado, tal como había hecho con este mensaje al celular de Carla que al inicio hizo que mi esposa cambie un rostro relajado por una mueca de incertidumbre, pero como en el momento que me leyó el mensaje, lo hizo sin miedo a esconder nada.
Carla: Tengo un mensaje de Santiago, me ha escrito algo que no creo te va a gustar, léelo tú mismo.
Yo: Y porque tú misma no me lees el mensaje. No creo deba ver tu teléfono para confirmar lo que me dices.
Mi esposa tragó saliva cuando palabra por palabra comenzó a leer el mensaje que su ex amante había dedicado para ella.
Santiago: "Hola preciosa, he vuelto nuevamente al país y ansío poder sumergirme nuevamente entre tus piernas."
Santiago: "No sabes lo mucho que he extrañado tu cuerpo y la forma en que gimes cuando te estoy haciendo mía."
Santiago: "No me dejes sin saber de ti pronto... TE DESEO"
No dejé de mirar a los ojos de mi esposa mientras palabra a palabra ella me leía el mensaje del hombre con el que me había engañado.
Yo: Y que vas a contestar?