Engañando a Mama (1)

Una historia de como una hija de sangre caliente ayuda a su padre, para que este no necesite buscar una a mante.

Engañando a Mama.

Capitulo 1

Este relato me lo mando una chica de México D.F. a la que llamare Mariana. La primera impresión que da es la de una chica normal, estudiosa, amiguera, hija mayor de un matrimonio, con una hermana 10 años menor que ella, ella tiene actualmente 20 años, y bueno la historia es así

Hola, mi nombre es Mariana, tengo 20 años, soy bajita mido 1.55 mts, cabello medio ondulado negro, piel blanca, ojos grandes cafés, mis tetas son muy grandes desde que tengo 15 años, soy talla 36-B así que imagínense, esto que les cuento empezó cuando tenia yo 17 años, mi familia esta compuesta de mi padre de 37 años, mi madre de 39 y mi hermana menor que en ese entonces tenia 7 años, mi madre siempre fue y hasta la fecha es muy dedicada de nosotras, de la casa y de mi padre, aunque esto ultimo descubrí que no era del todo verdad.

En casa yo tenia mi propia recamara y me sentía feliz de tener mi propio espacio, ya por esas épocas, tenia yo una buena colección de revistas y videos sexuales, me encantaba ver como era tener sexo, y lo que mas me daba curiosidad era ver a las chicas chupando el miembro de los chicos y tomarse el semen. Había logrado adquirir algunos dildos o consoladores, mismos que me mandaron por correo de una forma discretísima, así que cuando tenia oportunidad, me daba placer yo solo con mis amiguitos electrónicos mientras veía las revistas o los videos

Mi vida pasaba de forma normal, entre las salidas en familia, la escuela, las amigas y mis placeres nocturnos, pero una noche estaba yo viendo un video nuevo cuando fallo la energía eléctrica, me quede algo molesta por no terminar el video, no se porque pero no tenia sueño a pesar de que ya era tarde, no se tal vez las 11:30 de la noche, así que baje a la cocina para servirme un vaso de leche caliente.

Al regresar a mi recamara vi que la puerta de mis padres estaba abierta, me pareció raro, ya que desde que recuerdo siempre la cerraban, pensé que algo pasaba y me acerque despacio, podía ver las dos sombras sentadas en la cama, pero la luz de una lámpara me impedía ver bien, la curiosidad me gano y permanecí un rato ahí, ellos cambiaron de posición y ahora si podía ver mucho mejor.

Mi madre estaba vestida con su bata de dormir, nada fuera de lo normal es mas diría yo que era ropa de abuelita, mi padre que estaba de espaldas a mi estaba completamente desnudo y queriendo acariciar a mi madre, me dio algo de pena quedarme a ver como cogian mis padres y pensé en retirarme, cuando oí que alzaron un poco la voz, en particular mi madre, me quede a escuchar y oí claramente cuando mi madre le reclamaba a mi padre diciéndole que era un enfermo sexual, que como era posible que quisiera hacerlo todos los días, además de querer cosas sucias que solo hacían las mujeres de la calle, supe de inmediato que al menos por esa noche no pasaría nada, mi padre se paso a su lado de la cama un tanto molesto y fue cuando vi el aparato que se cargaba, a pesar de estar a media luz, su pito se veía enorme y paradísimo, mi imaginación voló a lo que veía que hacían con cosas así en los videos y debo confesar que se me antojo el pito de mi padre, vi que el se levanto y caminaba justo a donde estaba yo, apenas alcance a esconderme detrás del mueble que estaba en el corredor de la casa y vi a mi padre entrar al baño, ahí aproveche para irme a mi recamara, supuse que se fue a masturbar ya que tardo bastante en salir.

Es necesario decirles que al meterme en mi cama, me di duro con mis juguetes, solo que esta vez fue mucho muy diferente, no imaginaba a ningún chico de las películas o revistas, imaginaba que era mi padre quien me cogia.

Al día siguiente al estar desayunando, no perdía la oportunidad de verle a mis padres el bulto entre las piernas, creo que la paja de la noche anterior no le ayudo mucho y seguía caliente, desde ese día me dedique a espiarlos casi a diario y durante mas de 10 días la respuesta de mi madre era la misma, dolores de cabeza, su periodo, cansancio, etc., siempre tenia un buen pretexto y mi padre ya casi vivía en el baño.

Mi madre parecía ser feliz así y poder vivir sin sexo, pero mi padre era el que sufría sus desprecios y el dolor de quedarse con la verga dura por no tener desahogo, llegue a pensar en que mi padre no tardaría en conseguirse una amante y yo estaría de acuerdo, pensando en eso, fue cuando paso la idea de poder llegar a ser yo misma la amante de mi padre, ya que el necesitaba coger y yo me moría de ganas de probar su verga.

Fue así que empecé a ser mas atrevida en casa, necesitaba seducirlo, calentarlo y lograr excitarlo al grado de que me cogiera, empecé a andar en casa solo con camisetas largas que me llegaban a medio muslo, mismas que al menor inclinamiento mió se levantaban, dejando ver mi trasero o en algunas ocasiones mis diminutas tangas, deje de usar brassier al estar en casa, solo me lo ponía si salía a la calle, mi madre me reprendía y yo solo le decía que era por comodidad, que dado el tamaño de mis tetas era bastante molesto andar todo el día con el sostén, tampoco le parecía el tipo de tangas que usaba, decía que mejor no me pusiera nada, que al fin para el tamaño de mis calzones era casi lo mismo ponerme que no ponerme, todos estos comentarios lejos de molestarme me daban ánimos para seguir, ya que estaba segura que mi padre también había notado el cambio.

Y claro que se dio cuenta, cuando mi madre no lo veía, la mirada de mi padre no se apartaba del bamboleo de mis senos al estar libre de un sostén y yo veía como ahora el paquete de su entrepierna siempre estaba enorme, a todas horas del día que estaba en casa viéndome su verga estaba dura pero aun escondida, mi padre dejo de insistir con mi madre y antes de dormir se metía al baño y ahí tardaba largo rato pajeandose, sabia perfectamente que ahora lo hacia pensando en mi. Paso como un mes desde mi cambio de vestimenta en casa, cuando un viernes, mi madre tuvo un fuerte dolor de cabeza, a la hora de la cena, me pidió que le disolviera su pastilla para dormir en un vaso de jugo, acepte solo que en lugar de una pastilla disolví dos, apenas pudo terminar de cenar debido al sueño, se despidió de nosotros y se fue a dormir, a los 5 minutos estaba como muerta, los demás vimos televisión hasta algo entrada la noche, todos nos dirigimos a dormir, al entrar a mi recamara, me recosté sobre las sabanas y empecé a jugar con un dildo sobre mi tanga, abría mis piernas y hacia que el juguete se moviera por mi muslo y por mi vagina, estaba sintiendo rico imaginado la verga de mi padre.

Tan metida estaba en mis juegos y sueños, que no me di cuenta que mi padre esta vez no entro al baño, sino que se quedo parado en la puerta de mi recamara y estaba viendo cada uno de mis movimientos, yo tenia los ojos cerrados así que no supe en que momento se quedo ahí viéndome.

Mi tanga estaba ya mojada por lo que decidí quitármela y fue al hacerlo que pude ver a mi padre parado en la puerta observando, esto me lleno de morbo y abrí aun mas las piernas para que observara bien mi entrepierna, la luz que daba la lámpara de mi mueble le permitía verme con claridad, empecé a meter un poco mi dildo dentro de mi pero sin traspasar mi virginidad, poco a poco empecé a dejar que mi padre escuchara mis gemidos, alcance a ver como se movía su cuerpo, supuse que se estaría masturbando mientras me observaba, cuando explote en un magnifico y sonoro orgasmo, me recosté de lado y apague la lamparita, esperaba con todo mi corazón que mi padre entrara y me hiciera su mujer pero no fue así, paso el tiempo y nada, cuando me canse de esperar mire a la puerta y no había nadie, me levante al baño y no estaba ahí tampoco, con la temperatura al máximo y la sangre hirviendo en mis venas, me fui directo a la recamara de mis padres, ahí pude ver a mi padre sentado a un costado de la cama como pensando en algo su verga se levantaba ricamente figurando una casa de campaña dentro del bóxer, del otro lado de la cama mi madre seguía en calidad de bulto mi padre trato de despertarla, pero todo fue en vano ella seguía perdida, un tanto desilusionado mi padre se acostó y se hecho encima las sabanas.

En ese momento mi cerebro se desconecto y solo podía pensar con la vagina, así que sin pensarlo me dirigí al interior de la recamara y me senté en el piso del lado donde estaba acostado mi padre boca arriba, mi mano entro bajo las sabanas y empecé a buscar su verga, cuando encontré el enorme bulto bajo el bóxer y empecé a sobarlo, el calor era enloquecedor, lo disfrute solo 3 o 4 segundos antes de que mi padre abriera los ojos y se quedara quieto pero observándome, yo no deje de acariciar su rica verga aunque me había descubierto, después de unos momentos me pregunto:

"¿Qué es lo que haces chiquilla?"

"Arreglando lo que provoque, se que hace unos momentos me espiabas y te excitaste y no es justo que mi papi se quede así y tenga dolores."

No dije nada mas y metí mi mano dentro del bóxer, sentir su enorme verga, tan dura, caliente, venosa y suave, me enloqueció, así que sin perder el tiempo solté por unos momentos aquel pedazo de carne y con ambas manos le baje por completo el bóxer, deje libre a aquel animal de mis sueños, se veía precioso duro enorme y súper parado, me aleje un poco para verlo bien y aprovechar para quitarme la camiseta, me quede únicamente en mi mini tanga, me volví a acercar y aprovechando el gran tamaño de mis tetas me puse a acariciar esa vergota con mis tetas, a mi padre le estaba agradando ya que pude ver como empezaba a gemir al tiempo que cerraba sus ojos.

Me acosté junto a mi padre y sin medir en las consecuencias de mis actos, empecé a chupárselo, la cabeza al principio, después mi lengua recorrió cada centímetro de ese rico y candente caramelo, lo chupe desde la punta hasta sus huevos, así lo hice por buen rato hasta que por fin me decidí a metérmelo por completo en la boca, claro esta que fracase en mi intento, solo pude meterme un poco mas de la mitad, ahí comprobé que de verdad era enorme, la mandíbula me dolía por forzarla a abrirse mas de lo usual para poder disfrutar esa vergota, pude entablar un buen ritmo que tenia a mi papito disfrutando al máximo. El me jalo de las caderas y me acomodo de forma que ambos pudiéramos gozar, estábamos en un amoroso y familiar 69, sentir la experta lengua de mi padre recorrer mis labios vaginales lentamente, me provoco casi de inmediato un orgasmo, era delicioso sentir como su lengua se perdía dentro de mi vagina y que decir de sus labios mordiendo mi clítoris, me lo mordía y cada mordida me hacia sentir descargas eléctricas y con cada descarga me venia un orgasmo, mi padre con toda la experiencia que dan los años, se dedico a provocarme decenas o cientos de orgasmos en poco tiempo, no dejaba que nada escapara de su boca, se tomaba la totalidad de mis jugos, estaba yo en el cielo, cuando alcance a escuchar que me decía muy quedito que estaba a punto de reventar.

Al escuchar esto, me dedique a mamar aun con mas fuerza su verga y a pajearlo al mismo tiempo con una de mis manos, no paso mucho tiempo cuando sentí la verga de mi padre ponerse tensa y sus labios morder un poco mas fuerte mis labios vaginales, quise gritar pero en el mismo instante de aquella verga salieron ricos chorros de semen, era mi primera mamada real y claro que también mi primera descarga de semen, el sabor no puedo describirlo, fue una mezcla de acido y dulce, pero lo que si se es que me encanto ese sabor, me lo tome todo con algo de trabajo, pero lo conseguí, todo ese espeso y blanco licor lo bebí y no pare de mamarlo, lo deje limpiecito y me sorprendí gratamente al descubrir que aquella magnifica verga seguía dura y lista para cumplir mi sueño, ser desvirgada por mi padre y ahora que había comprobado que en verdad era enorme, mas deseos de tenerla dentro de mi tenia.

Me levante y me senté sobre el vientre de mi padre, dejando esa rica verga bajo mis labios vaginales, empecé un movimiento adelante y atrás suavecito, sentía como mis jugos estaban mojando por completo esa vergota, mi padre en ese momento me detuvo y me pidió que me levantara, creí que ahí pararía todo pero me equivoque.

estábamos de pie los dos y me recostó sobre el escritorio que tiene en su recamara, mis piernas quedaban colgando del mueble, pero el de inmediato se puso frente a mi y levanto mis piernas poniéndolas en sus hombros, con una mano tomo su pitote y me rozaba con el la entrada de mi vagina, empezó a meterlo poco a poco, yo sentía que me abrían en dos, y apenas había entrado su cabezota, se detuvo un poco para después volver a empujar, así fue por largo rato, metía un poco y paraba y después continuaba, así poco a poco llego hasta donde mi virginidad tenia su barrera, me miro a los ojos como preguntándome si era virgen, le respondí muy quedita que quería que mi papito me rompiera, que era mi primera vez, al oírme decir esto se éxito mas aun, pude sentir claramente su verga crecer un poco mas dentro de mi, el trabajo para romperme era grande, así que baje mis piernas de sus hombros y las puse detrás de el abrazándolo, así mis piernas se abrían mas y mi abrazo impedía que se retirara, me empezaba a desesperar por la tardanza en sentir la verga entera dentro de mi, así que usando mis piernas lo jale hacia mi, haciendo que esa vergota se perdiera completa dentro mi de un solo golpe.

Fue un dolor enorme el que sentí, me ardía horrible por dentro, pero el calor de esa verga logro consolarme, como pude empecé a mover mis caderas en circulo y el placer rápidamente desplazo al dolor hasta hacerme olvidarlo, mi padre empezó a meter y sacar su enorme pito dentro de mi y en cada metida podía jurar que tenia un orgasmo diferente, el placer me tenia en éxtasis y estando así recostada en el mueble alcanzaba a ver de reojo a mi madre, perdida por el sueño, la situación me llevaba a limites insospechados de excitación, me llenaba de morbo estar cogiendo con mi padre y además en presencia de mi madre, disfrutaba de lo lindo de las bombeadas que mi padre me daba, se detuvo un segundo para besar mis tetas y fue cuando aproveche para decirle que nos acostáramos en la cama, el argumento que mi madre podría despertar, pero yo lo tranquilice diciéndole que le había dado dos pastillas para dormir, el sonrió y al tiempo que me decía que era una putita precavida, me levanto en sus brazos sin sacarme la verga y se sentó en la cama conmigo encima, el se recostó y yo me acomode de rodillas sobre el, aquella rica verga que ahora era mi verga nunca abandono mi interior en todo el traslado desde el mueble hasta la cama, así que ahora me recline un poco hacia mi padre para que mientras yo subía y bajaba sobre aquel ardiente caramelo de carne, el pudiera mamar mis tetas, y miren que lo hacia de maravilla, mientras su verga se perdía completamente en mi, sus manos apretaban mis tetas y sus labios succionaban mis pezones dándome un placer de dioses.

Perdí la cuenta de la cantidad de orgasmos que tuve, pero la cama ya estaba mojada, sentí como se volvía a tensar el pito de mi padre y sentí mi interior llenarse de su espeso semen, pero de nueva cuanta no perdía su dureza, así que mis caderas las moví con mayor fuerza en movimientos desenfrenados, en círculos, de arriba abajo, al frente a atrás, en fin parecía yo licuadora con un riquísimo platanote dentro de mi, ahora las manos de mi padre apretaban y acariciaban mi trasero y sentí como me abría las nalgas y dos dedos, uno de cada mano, aprovechando la gran cantidad de mis fluidos, hacían el intento por entrar en mi ano, me sorprendió y me causo un dolor leve, siguió acariciándome y al fin logro su tarea, me ensarto por detrás con los dos dedos y con su vergota al frente, así seguimos cogiendo salvajemente, hasta que logre hacerlo explotar de nuevo dentro de mi, ahora si en definitiva me vagina estaba a reventar de semen, nuestros cuerpos estaban llenos de sudor, cansada y sin energías me recosté sobre el pecho de mi padre, el sueño me gano y me quede dormida, cuando desperté estaba en mi cama y con mi camiseta y tanga puestas, pensé que había tenido solo un hermoso sueño y solo eso, pero al levantarme y dirigirme al baño sentí que por mis piernas escurría algo que salía directamente de mi vagina, era todo el semen que recibí la noche anterior, llena de alegría y felicidad entre al baño a ducharme.

A la hora del desayuno, todo fue de lo mas normal, platicamos de forma familiar como siempre, salimos a realizar algunas compras, en el centro comercial en un descuido de mi madre, mi padre me dio su tarjeta de crédito y me dijo que me comprara lo que quisiera que me lo había ganado por ser tan linda y tan ardiente, yo incrédula aun, le pregunte que si era verdad, el respondió que si y que procurara comprar ropa interior muy atrevida que era la que a el le gustaba, ahí supe que lo que había empezado la noche anterior duraría mucho tiempo.

Me separe de la familia a hacer mis compras pero antes que nada, pase a una farmacia para comprar pastillas anticonceptivas de emergencia, ya que había recibido dos enormes descargas de semen y hasta ese momento nunca había pensado en cuidarme, no estaba preparada para un embarazo además tenia la intención de repetir frecuentemente lo ocurrido en mi noche de estreno, me estrene como mujer y lo mejor de todo me estrene como amante de mi padre ……..

El relato es muy extenso así que me permití separarlo en varias partes, pronto tendrán la segunda parte de la historia de Brenda, de verdad estén pendientes porque las cosas van a dar un giro insospechado desde la tercera parte, son un total de 5 partes, saludos a todos y disculpen si no puedo responder a todos sus mails. Hablando de mails, les suplico a los groseros y patanes se abstengan de escribir estupideces porque solo respondo a la gente educada y respetuosa.